Pablo Milanés critica falta de libertades y discriminación en Cuba
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Pablo Milanés critica falta de libertades y discriminación en Cuba
SARAH MORENO
smoreno@ElNuevoHerald.com
El cantautor cubano Pablo Milanés, que se presenta por primera vez en Miami en dos semanas, se reconoce como una de “las víctimas’’ de la represión del gobierno cubano, que lo mantuvo un año y medio en los “campos de concentración” conocidos como la UMAP (Unidades Militares para la Ayuda a la Producción).
Criticó además el sistema de “castas” que mantiene el gobierno, la discriminación contra los negros y la autocensura de la prensa cubana. Aun así, dijo ser fiel al sistema socialista, y seguir dispuesto a permanecer en la isla.
A medida que se acerca el concierto, el sábado 27 en el American Airlines Arena, crece la controversia sobre el derecho del cantautor a presentarse en esta ciudad, luego de que un grupo de 20 organizaciones de exiliados y ex presos políticos cubanos le pidieran al alcalde del condado Miami-Dade que impida el concierto. Milanés, por su parte, no duda de que todos los cubanos, tanto los que viven en la isla como en el exterior, tienen derecho a entrar y salir de su país sin que el gobierno castrista les niegue el permiso o les ponga trabas burocráticas.
“Los cubanos que viven en Miami tienen tanto derecho o más a visitar su país que el que tenemos nosotros a visitar Estados Unidos. Nosotros no somos estadounidenses, sin embargo, ellos son cubanos y tienen todo el derecho a entrar a su país, sin siquiera sacar un permiso”, afirmó Milanés en entrevista telefónica con El Nuevo Herald desde España, donde efectuaba una gira por ocho ciudades y en sus ratos de descanso compartía con la familia de su esposa gallega, madre de sus dos hijos más pequeños, gemelos de dos años y medio.
“Creo también que todos los cubanos en Cuba deben tener el derecho a salir de su país sin necesidad de una tarjeta o de pasar por determinado filtro burocrático”, añadió, especificando que lleva “muchos años” proclamando éste y otros reclamos referentes a las faltas de libertades en Cuba.
Fundador junto a Silvio Rodríguez del Movimiento de la Nueva Trova, que a mediados de los años 60 cambió el panorama de la música popular cubana al vincular los ritmos tradicionales con la canción protesta, Milanés ha sido un artista privilegiado que ha podido salir y entrar de la isla a su aire y ofrecer conciertos por todo el mundo, los que le han reportado considerables beneficios económicos.
En la última década, sin embargo, el cantautor de 68 años ha sido una de las figuras culturales de la isla más críticas del gobierno castrista. En medios de prensa extranjeros, especialmente españoles, ha condenado actitudes asumidas por las autoridades de la isla, como la que ocurrió en febrero del año pasado cuando el opositor Orlando Zapata Tamayo murió en una cárcel cubana a consecuencia de una huelga de hambre.
“En su momento critiqué la muerte de Zapata Tamayo desde un punto de vista personal, porque en Cuba no hay posibilidad ni medios para llegar a ese tipo de información. Desde el punto de vista humano pienso que esas cosas no pueden permitirse, una persona tiene derecho a protestar y el Estado debe protegerle la vida, sea cual fuere la naturaleza de la protesta”, reafirmó, asegurando que no ha sido objeto de represalias en Cuba por estas declaraciones, pero que tampoco la prensa nacional se ha hecho eco de éstas.
“Creo que el periodismo en Cuba adolece de una autocensura que no le permite decir nada, ni lo intenta. Y cuando surgen esos temas, son manipulados”, señaló, reconociendo que hay voces críticas en la isla, pero que todo se queda “sin solución”.
“Cuando se piensa en las reformas, se cree que van a venir unidas a una serie de libertades, como la de expresión, pero no ocurre así”, recalcó Milanés, que se describe como “revolucionario de izquierda, progresista, tolerante y capaz de escuchar todas las tendencias y respetarlas”.
En ese sentido le gustaría que, “sin desviarnos de nuestra ruta”, hubiera en Cuba una apertura ideológica. “Si se concibe al socialismo como un sistema para reivindicar al ser humano desde todos los puntos de vista: de la economía, del amor, del espíritu, de la paz, se puede decir que de todos los socialismos que se han producido hasta ahora en el mundo, ninguno ha logrado esas metas”, puntualizó, reconociendo que fue uno de los 28 intelectuales cubanos a los que el gobierno de la isla se acercó en el 2003 para que firmaran una carta en apoyo al encarcelamiento de 75 periodistas independientes y opositores cuando la Primavera Negra.
“Fui el único que no la firmó porque no estuve de acuerdo con que los apresaran ni con que fusilaran a aquellos tres muchachos –negros por cierto- que se robaron la lancha [de Regla] y no mataron a nadie”, apuntó Milanés sobre una carta que contó con la firma de colegas músicos como Omara Portuondo, Amaury Pérez, César Portillo de la Luz, Silvio Rodríguez, Leo Brouwer, Harold Gramatges, Marta Valdés y Chucho Valdés.
“Esa carta demostró la posición muy clara de los intelectuales en Cuba”, dijo respondiendo a una pregunta sobre la complicidad con el gobierno y la falta de responsabilidad moral de algunos artistas cubanos. “No reniego de ninguno de ellos [los firmantes de la carta], pero creo que debían haber tenido un papel determinante en ese momento. Hubiera sido importante que nadie firmara esa carta, sin embargo, todos la firmaron”.
Para Milanés esta actitud de silencio y complicidad se explica por “el miedo que sienten estas personas o porque no tienen la seguridad de su derecho a protestar”. “Todo ser humano tiene derecho a protestar, y es más, tiene el deber de decir lo que piensa”, recalcó, especificando que justamente por no traicionar “mi interés socialista y de izquierda” condena ese tipo de actitudes.
Según recoge el sitio de Internet (Granma.cubaweb.cu), Milanés, entre otros intelectuales cubanos, envió el 4 de agosto del 2006 una carta a Fidel Castro deseándole su recuperación de la enfermedad que lo afectaba entonces. El mensaje dice: “Fidel querido: Te deseo lo mejor en tu convalecencia. Tengo que cumplir compromisos ineludibles en el extranjero y te prometo representarte a ti y al pueblo cubano como merece este momento: con unidad y coraje ante cualquier amenaza o provocación. Un abrazo, Tu Pablo Milanés”.
Con relación a los motivos por los que escribió la carta, Milanés respondió que “era un momento de crisis, y los hombres revolucionarios en momentos como esos echan a un lado las diferencias. No podíamos permitir que por la enfermedad de Fidel Castro, el país cayera en un caos”. La carta fue enviada al entonces ministro de Cultura, Abel Prieto, quien preguntó al trovador si se podía publicar y éste dio su aprobación para que saliera a la luz.
El cantautor, que considera que en determinado momento fue “víctima de la represión y de la falta de libertades” en la isla, reconoce que se ha quedado en Cuba para interesarse por lo que ocurre y para hacer las críticas que sean necesarias. “Estuve en un campo de concentración de la UMAP [Unidades Militares para Ayuda a la Producción] durante un año y medio”, recordó, reconociendo que nunca supo las razones por las que lo llevaron a la UMAP.
“Allí había librepensadores como yo -que con 23 años era muy liberal, igualito que soy ahora- y también homosexuales, -la mitad-, creyentes católicos y Testigos de Jehová, y presidiarios que habían sacado de las cárceles para que se juntaran con nosotros”, detalló, comparando la UMAP con los campos de concentración soviéticos en la Siberia, en la época estalinista.
“[En la UMAP] fuimos uno y compartimos una cosa de la que no teníamos culpa”, dijo, aceptando que después de ver los errores que se cometieron entonces y se siguen cometiendo, “seguí siendo revolucionario y tratando de arreglar aquello a mi manera”.
Milanés mantiene su confianza en el sistema socialista, sin embargo, duda de las intenciones de los líderes que lo ponen en práctica. “Creo en el sistema [socialista], pero no en los hombres que lo hacen”, afirmó.
A su juicio, uno de los errores de los que controlan actualmente el poder en Cuba es la discriminación contra los negros, que no funciona por decreto, pero sí en la práctica cotidiana. “Los propios funcionarios del Estado ejercen una discriminación que proviene de 400 años de dominación blanca sobre los negros. Mentalmente no han podido superar esto y por eso se crean castas y relevos de puestos dentro de las familias y privilegios que no tienen los negros”, dijo Milanés, quien proviene de una familia obrera de Bayamo.
“A mi abuelo le decían Paco el hojalatero, mi padre fue soldado y mi madre, costurera”, precisó el cantautor, que aún conserva al hablar la entonación típica de la región oriental de la isla, aunque a los 6 años se mudó con su familia para La Habana, adonde se trajeron “la música sonera y montuna del Valle del Cauto”.
Cultivador de la música tradicional cubana, que trató de conservar rescatando del olvido figuras como Miguelito Cuní –con quien es memorable su interpretación del tema Convergencia-, Chapotín y Kotán, entre otros, Milanés cantó con ellos a partir de 1981. “Mucho antes de que Ry Cooder grabara Buena Vista Social Club”, apuntó el cantautor, señalando que no pudo conseguir los mismos resultados porque no contó con “los medios ni la promoción mundial”.
Estas canciones tradicionales que grabó en la serie Años (que comprende tres discos) y la serie Filin (seis discos), que recuerda los comienzos de su carrera en los años 60 cuando cantaba en clubes del Vedado, y compartía con intérpretes del filin como César Portillo de la Luz , Omara Portuondo y José Antonio Méndez, no estarán en el concierto de Miami.
“Tengo la costumbre de ir seleccionando las canciones según la respuesta del público”, apuntó, informando que seguro estarán sus composiciones emblemáticas, recogidas en los 40 discos que ha gradado a lo largo de su carrera, como Para vivir, Yolanda, El breve espacio en que no estás, El tiempo, el implacable, el que pasó y Amame como soy.
Milanés, que desde el año 1979 se ha presentado en varias ciudades estadounidenses, no había venido, sin embargo, a Miami porque “nunca se le había ocurrido a un promotor invitarme a la Florida”. La presente gira comienza el viernes 26 de agosto en Washington, DC, y termina el 17 de septiembre en San Juan, Puerto Rico.
“Cuando me invitaron, dije: ‘si voy a la Florida, trabajo en Miami, que es donde está el mayor número de cubanos’”, precisó sobre la invitación del promotor Hugo Cancio y su compañía Fuego Entertainment.
“El público miamense debe saber que voy a buscar paz y amor, y a tender la mano a quien me tienda una mano. No voy a criticar a nadie ni quiero que me critiquen. Simplemente quiero que escuchen a un hombre que va a cantar sus canciones, que son puro sentimiento, pura espiritualidad y que reflejan cosas cotidianas que hablamos y sentimos los cubanos”, afirmó sobre “el mensaje”, que quiere traer con su espectáculo, en el que estará con su banda de músicos, que lo acompañan desde hace 20 años.
Padre de nueve hijos, de los que cinco son músicos, -entre ellos la cantante Haydée Milanés que se ha presentado dos veces en Miami-, Milanés dice que quiere darles a éstos “un ejemplo de lucha y de vitalidad”.
“Siempre estoy tratando de imponerme por sobre los obstáculos”, confesó el cantautor, que ha sido sometido a 22 operaciones de cadera a consecuencia de un padecimiento en los huesos.
Fiel a su preferencia de cantarle siempre al público –“lo disfruto más que el estudio”, reconoció–, después de la gira por Estados Unidos continuará hacia América Latina y, a finales de año, irá a Francia e Inglaterra.
Read more: http://www.elnuevoherald.com/2011/08/13/v-fullstory/1002999/vengo-a-miami-a-tender-una-mano.html#ixzz1V2KUt9W1
smoreno@ElNuevoHerald.com
El cantautor cubano Pablo Milanés, que se presenta por primera vez en Miami en dos semanas, se reconoce como una de “las víctimas’’ de la represión del gobierno cubano, que lo mantuvo un año y medio en los “campos de concentración” conocidos como la UMAP (Unidades Militares para la Ayuda a la Producción).
Criticó además el sistema de “castas” que mantiene el gobierno, la discriminación contra los negros y la autocensura de la prensa cubana. Aun así, dijo ser fiel al sistema socialista, y seguir dispuesto a permanecer en la isla.
A medida que se acerca el concierto, el sábado 27 en el American Airlines Arena, crece la controversia sobre el derecho del cantautor a presentarse en esta ciudad, luego de que un grupo de 20 organizaciones de exiliados y ex presos políticos cubanos le pidieran al alcalde del condado Miami-Dade que impida el concierto. Milanés, por su parte, no duda de que todos los cubanos, tanto los que viven en la isla como en el exterior, tienen derecho a entrar y salir de su país sin que el gobierno castrista les niegue el permiso o les ponga trabas burocráticas.
“Los cubanos que viven en Miami tienen tanto derecho o más a visitar su país que el que tenemos nosotros a visitar Estados Unidos. Nosotros no somos estadounidenses, sin embargo, ellos son cubanos y tienen todo el derecho a entrar a su país, sin siquiera sacar un permiso”, afirmó Milanés en entrevista telefónica con El Nuevo Herald desde España, donde efectuaba una gira por ocho ciudades y en sus ratos de descanso compartía con la familia de su esposa gallega, madre de sus dos hijos más pequeños, gemelos de dos años y medio.
“Creo también que todos los cubanos en Cuba deben tener el derecho a salir de su país sin necesidad de una tarjeta o de pasar por determinado filtro burocrático”, añadió, especificando que lleva “muchos años” proclamando éste y otros reclamos referentes a las faltas de libertades en Cuba.
Fundador junto a Silvio Rodríguez del Movimiento de la Nueva Trova, que a mediados de los años 60 cambió el panorama de la música popular cubana al vincular los ritmos tradicionales con la canción protesta, Milanés ha sido un artista privilegiado que ha podido salir y entrar de la isla a su aire y ofrecer conciertos por todo el mundo, los que le han reportado considerables beneficios económicos.
En la última década, sin embargo, el cantautor de 68 años ha sido una de las figuras culturales de la isla más críticas del gobierno castrista. En medios de prensa extranjeros, especialmente españoles, ha condenado actitudes asumidas por las autoridades de la isla, como la que ocurrió en febrero del año pasado cuando el opositor Orlando Zapata Tamayo murió en una cárcel cubana a consecuencia de una huelga de hambre.
“En su momento critiqué la muerte de Zapata Tamayo desde un punto de vista personal, porque en Cuba no hay posibilidad ni medios para llegar a ese tipo de información. Desde el punto de vista humano pienso que esas cosas no pueden permitirse, una persona tiene derecho a protestar y el Estado debe protegerle la vida, sea cual fuere la naturaleza de la protesta”, reafirmó, asegurando que no ha sido objeto de represalias en Cuba por estas declaraciones, pero que tampoco la prensa nacional se ha hecho eco de éstas.
“Creo que el periodismo en Cuba adolece de una autocensura que no le permite decir nada, ni lo intenta. Y cuando surgen esos temas, son manipulados”, señaló, reconociendo que hay voces críticas en la isla, pero que todo se queda “sin solución”.
“Cuando se piensa en las reformas, se cree que van a venir unidas a una serie de libertades, como la de expresión, pero no ocurre así”, recalcó Milanés, que se describe como “revolucionario de izquierda, progresista, tolerante y capaz de escuchar todas las tendencias y respetarlas”.
En ese sentido le gustaría que, “sin desviarnos de nuestra ruta”, hubiera en Cuba una apertura ideológica. “Si se concibe al socialismo como un sistema para reivindicar al ser humano desde todos los puntos de vista: de la economía, del amor, del espíritu, de la paz, se puede decir que de todos los socialismos que se han producido hasta ahora en el mundo, ninguno ha logrado esas metas”, puntualizó, reconociendo que fue uno de los 28 intelectuales cubanos a los que el gobierno de la isla se acercó en el 2003 para que firmaran una carta en apoyo al encarcelamiento de 75 periodistas independientes y opositores cuando la Primavera Negra.
“Fui el único que no la firmó porque no estuve de acuerdo con que los apresaran ni con que fusilaran a aquellos tres muchachos –negros por cierto- que se robaron la lancha [de Regla] y no mataron a nadie”, apuntó Milanés sobre una carta que contó con la firma de colegas músicos como Omara Portuondo, Amaury Pérez, César Portillo de la Luz, Silvio Rodríguez, Leo Brouwer, Harold Gramatges, Marta Valdés y Chucho Valdés.
“Esa carta demostró la posición muy clara de los intelectuales en Cuba”, dijo respondiendo a una pregunta sobre la complicidad con el gobierno y la falta de responsabilidad moral de algunos artistas cubanos. “No reniego de ninguno de ellos [los firmantes de la carta], pero creo que debían haber tenido un papel determinante en ese momento. Hubiera sido importante que nadie firmara esa carta, sin embargo, todos la firmaron”.
Para Milanés esta actitud de silencio y complicidad se explica por “el miedo que sienten estas personas o porque no tienen la seguridad de su derecho a protestar”. “Todo ser humano tiene derecho a protestar, y es más, tiene el deber de decir lo que piensa”, recalcó, especificando que justamente por no traicionar “mi interés socialista y de izquierda” condena ese tipo de actitudes.
Según recoge el sitio de Internet (Granma.cubaweb.cu), Milanés, entre otros intelectuales cubanos, envió el 4 de agosto del 2006 una carta a Fidel Castro deseándole su recuperación de la enfermedad que lo afectaba entonces. El mensaje dice: “Fidel querido: Te deseo lo mejor en tu convalecencia. Tengo que cumplir compromisos ineludibles en el extranjero y te prometo representarte a ti y al pueblo cubano como merece este momento: con unidad y coraje ante cualquier amenaza o provocación. Un abrazo, Tu Pablo Milanés”.
Con relación a los motivos por los que escribió la carta, Milanés respondió que “era un momento de crisis, y los hombres revolucionarios en momentos como esos echan a un lado las diferencias. No podíamos permitir que por la enfermedad de Fidel Castro, el país cayera en un caos”. La carta fue enviada al entonces ministro de Cultura, Abel Prieto, quien preguntó al trovador si se podía publicar y éste dio su aprobación para que saliera a la luz.
El cantautor, que considera que en determinado momento fue “víctima de la represión y de la falta de libertades” en la isla, reconoce que se ha quedado en Cuba para interesarse por lo que ocurre y para hacer las críticas que sean necesarias. “Estuve en un campo de concentración de la UMAP [Unidades Militares para Ayuda a la Producción] durante un año y medio”, recordó, reconociendo que nunca supo las razones por las que lo llevaron a la UMAP.
“Allí había librepensadores como yo -que con 23 años era muy liberal, igualito que soy ahora- y también homosexuales, -la mitad-, creyentes católicos y Testigos de Jehová, y presidiarios que habían sacado de las cárceles para que se juntaran con nosotros”, detalló, comparando la UMAP con los campos de concentración soviéticos en la Siberia, en la época estalinista.
“[En la UMAP] fuimos uno y compartimos una cosa de la que no teníamos culpa”, dijo, aceptando que después de ver los errores que se cometieron entonces y se siguen cometiendo, “seguí siendo revolucionario y tratando de arreglar aquello a mi manera”.
Milanés mantiene su confianza en el sistema socialista, sin embargo, duda de las intenciones de los líderes que lo ponen en práctica. “Creo en el sistema [socialista], pero no en los hombres que lo hacen”, afirmó.
A su juicio, uno de los errores de los que controlan actualmente el poder en Cuba es la discriminación contra los negros, que no funciona por decreto, pero sí en la práctica cotidiana. “Los propios funcionarios del Estado ejercen una discriminación que proviene de 400 años de dominación blanca sobre los negros. Mentalmente no han podido superar esto y por eso se crean castas y relevos de puestos dentro de las familias y privilegios que no tienen los negros”, dijo Milanés, quien proviene de una familia obrera de Bayamo.
“A mi abuelo le decían Paco el hojalatero, mi padre fue soldado y mi madre, costurera”, precisó el cantautor, que aún conserva al hablar la entonación típica de la región oriental de la isla, aunque a los 6 años se mudó con su familia para La Habana, adonde se trajeron “la música sonera y montuna del Valle del Cauto”.
Cultivador de la música tradicional cubana, que trató de conservar rescatando del olvido figuras como Miguelito Cuní –con quien es memorable su interpretación del tema Convergencia-, Chapotín y Kotán, entre otros, Milanés cantó con ellos a partir de 1981. “Mucho antes de que Ry Cooder grabara Buena Vista Social Club”, apuntó el cantautor, señalando que no pudo conseguir los mismos resultados porque no contó con “los medios ni la promoción mundial”.
Estas canciones tradicionales que grabó en la serie Años (que comprende tres discos) y la serie Filin (seis discos), que recuerda los comienzos de su carrera en los años 60 cuando cantaba en clubes del Vedado, y compartía con intérpretes del filin como César Portillo de la Luz , Omara Portuondo y José Antonio Méndez, no estarán en el concierto de Miami.
“Tengo la costumbre de ir seleccionando las canciones según la respuesta del público”, apuntó, informando que seguro estarán sus composiciones emblemáticas, recogidas en los 40 discos que ha gradado a lo largo de su carrera, como Para vivir, Yolanda, El breve espacio en que no estás, El tiempo, el implacable, el que pasó y Amame como soy.
Milanés, que desde el año 1979 se ha presentado en varias ciudades estadounidenses, no había venido, sin embargo, a Miami porque “nunca se le había ocurrido a un promotor invitarme a la Florida”. La presente gira comienza el viernes 26 de agosto en Washington, DC, y termina el 17 de septiembre en San Juan, Puerto Rico.
“Cuando me invitaron, dije: ‘si voy a la Florida, trabajo en Miami, que es donde está el mayor número de cubanos’”, precisó sobre la invitación del promotor Hugo Cancio y su compañía Fuego Entertainment.
“El público miamense debe saber que voy a buscar paz y amor, y a tender la mano a quien me tienda una mano. No voy a criticar a nadie ni quiero que me critiquen. Simplemente quiero que escuchen a un hombre que va a cantar sus canciones, que son puro sentimiento, pura espiritualidad y que reflejan cosas cotidianas que hablamos y sentimos los cubanos”, afirmó sobre “el mensaje”, que quiere traer con su espectáculo, en el que estará con su banda de músicos, que lo acompañan desde hace 20 años.
Padre de nueve hijos, de los que cinco son músicos, -entre ellos la cantante Haydée Milanés que se ha presentado dos veces en Miami-, Milanés dice que quiere darles a éstos “un ejemplo de lucha y de vitalidad”.
“Siempre estoy tratando de imponerme por sobre los obstáculos”, confesó el cantautor, que ha sido sometido a 22 operaciones de cadera a consecuencia de un padecimiento en los huesos.
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