KEVIN ZRALY RECUERDA TODA UNA VIDA
El sumiller que sobrevivió al 11-S
LESLIE GEVIRTZ
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Alguien ofreció a Kevin Zraly una botella de vino que había sobrevivido a los atentados del 11-S contra las Torres Gemelas en el World Trade Center neoyorquino, pero no quiso ni verla. "Es muy posible que algunas botellas hayan sobrevivido", dice el que fue sumiller jefe del Windows on the World, el restaurante del último piso de la torre norte. "Pero yo no quería ni mirarla. Le dije: 'Quédatela tú'". Este hombre, que ha formado a legiones de sumilleres y batallones de jefes de bodega, bien conocido por su perenne sonrisa y por cómo sabe contar una buena historia, permanece en silencio. Sus ojos azules miran fijamente su copa de sancerre.
Han pasado 10 años desde los atentados. "Yo nunca, nunca, hablo de aniversario", dice. "Los aniversarios son una celebración".
Su clibro de introducción al vino, 'Windows on the World Complete Wine Course', del que se han vendido más de 3 millones de ejemplares, ha sido la forma en que Zraly ha honrado la memoria de sus compañeros, más de 70, que murieron el 11 de septiembre de 2001.
Puso en marcha ese curso de seis semanas, casi por casualidad, porque le habían pedido "montar algo" para lo que era entonces, en 1976, un club privado en Windows. Se hizo tan popular que el restaurante abrió al público en 1980. Más de 19.000 personas pasaron por su curso. Él se salvó porque a esa hora no estaba en el edificio.
Zraly creció en un hogar en el que no se bebía vino. Pero en 1970 era alumno de la universidad State University of New York-New Paltz, a hora y media de Nueva York, al norte, y buscaba "beer money" (dinero para cervezas). Así que se puso a trabajar de barman en un restaurante local. Poco después de entonces, el crítico de restaurantes del 'New York Times' calificaba al restaurante con la nota máxima de 4 estrellas.
Un cliente que había viajado desde Manhattan a comer en el restaurante justamente por la buena crítica se quejó de que los vinos eran horribles. "Sí, teníamos vino: tinto o blanco", recuerda Zraly, riéndose. "Así que me pidieron que montase una dcarta de vinos y que trajese algo de vino decente".
Fue entonces cuando comenzó a investigar y aprender por sí mismo todo sobre el vino. Cuando tenía 25 años y trabajaba de vendedor de vinos, Zraly fue al Windows on the World antes de que abriese para tratar de venderles vinos. En cambio, el propietario, Joe Baum, le ofreció el puesto de jefe de bodega. Y le dio carta blanca para formar una bodega de clase mundial.
"Recuerde: esto fue en los años 70", dice Zraly. "Los norteamericanos no sabían gran cosa de vinos, y el vino era más o menos sinónimo de Francia".
Fue también una época en que los más grandes burdeos se podían comprar por mucho menos de 100 dólares la botella, en que vino blanco significaba Alemania y en que existían menos de 20 bodegas en el valle californiano de Napa.
"Todavía tengo las cartas de vinos a partir de 1993 después de la bomba", recuerda, refiriéndose al primer atentado contra el World Trade Center.
Resaltando su enfoque populista, Zraly afirma con orgullo: "Teníamos botellas de vino a 8 dólares en la carta". Claro que también había un Lafite-Rothschild 1928 por 3.000.
Zraly sigue impartiendo su cursillo, pero solamente dos veces al año en el Hotel Marriott Marquis de Nueva York.
Al igual que el Windows, el restaurante principal del hotel también se encuentra en el ático. Su libro de memorias, 'A Glass Half Full: A Cellar Master's Journey Through Wine and Life' ('Una copa medio llena: El viaje de un jefe de bodega por el vino y la vida') saldrá a la venta la próxima primavera.
¿Y en cuanto a esa botella superviviente? "Es posible ...", dice Zraly. La bodega de Windows on the World contenía 60.000 botellas. Y... "además de la bodega que había en el ático, teníamos otra bodega abajo del todo".
Fecha de publicación: 09.09.2011 |