Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
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Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
“Si no eres para mí, no serás para nadie”
Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
A Érica Vanegas le molesta la luz del sol. Al principio, por vergüenza, decidió privarse de ese sencillo placer. Pero con el tiempo, sus ojos se habituaron a la oscuridad en la que se refugió y ahora ante la claridad levanta la mano para protegerse. Su tragedia empezó el día que sintió que ya no amaba a su novio Dagoberto Rodríguez. “Si no eres para mí, no serás para nadie”, le respondió este. Cumplió su cruel sentencia.
Por la época en que sucedieron los hechos, septiembre de 2008, Érica estudiaba bachillerato en el colegio José Martí de La Resurrección, un populoso barrio del sur de Bogotá, Colombia. Soñaba con aprender inglés y llegar a ser enfermera. Rodríguez era su primer novio y aunque sentía que lo quería creyó que a sus 16 años era demasiado joven para mantener una relación seria con un hombre de 24.
Gina Potes, de 35 años, desfigurada cuando tenía 20. / RICARDO PINZÓN
Tras la amenaza de él, ella la interpretó como algo que se dice por decir. Él, sin embargo, se fue furioso mientras gritaba: “Voy a joderte!”, esto es, asesinarle su belleza. El 16 de ese mes, ella se encontraba con sus amigas en las escalinatas de su casa cuando un pequeño de 10 años se le acercó y le arrojó un líquido a su rostro de adolescente. Érica, entre los gritos de dolor y confusión, tuvo un instante de lucidez para entrar rápido a la casa y poner su cara bajo la llave del agua. El daño, empero, ya estaba hecho.
El hombre fue capturado y confesó que le habían pagado 3.000 pesos (cerca de un euro). Las investigaciones se dirigieron contra Rodríguez quien aceptó su responsabilidad. La familia de la joven se encontró, entonces, con un frágil sistema jurídico en el que semejante acción es considerada en este país como una lesión personal algo así como darle bofetadas o puntapiés. No es un atenuante cualquiera porque en términos legales lo hace excarcelable. Aunque le haya matado su belleza, él insistió que de su parte no hubo intento de homicidio.
No es el único caso que ha ocurrido en Colombia. La periodista Mónica Meléndez, en un reportaje que publica la revista GENTE del mes de noviembre, recopiló 20. Cuatro de ellas aceptaron posar para la lente de Ricardo Pinzón, fotógrafo de la misma publicación. Dos más, que habían aceptado mostrar su rostro, finalmente, desistieron: “Nos da mucha vergüenza”, se excusaron.
Además de Érica, relataron su drama María Cuervo, de 41 años, Gina Potes, de 35 y Gloria Piamba, de 25. “Lo hacemos porque la sociedad debe tomar conciencia de esto”, explicaron. Para Marta Olga Ángel, psicóloga del Hospital Simón Bolívar, un centro en donde han atendido a la mayoría, “visibilizarse” es un paso importante: De esta manera “empiezan a reconocer su nueva imagen y así evitan una autoagresión”. En efecto, tras el ataque y después de la primera mirada ante el espejo todas confiesan que han pensado en el suicidio y algunas reconocen que lo han intentado.
Érica Vanegas, una de las mujeres retratadas por la revista GENTE. / RICARDO PINZÓN
Esto, por ejemplo, hizo Gloria Piamba. El pasado 24 de diciembre su expareja, Édgar Pinto Valbuena, la buscó con la propuesta de una reconciliación en la Noche de Navidad. Ante el rechazo, intentó agredirla con un puñal. No lo hizo pero antes de irse le dijo: “Si no eres para mí no serás para nadie. En tu cara me voy a cagar y con la ley me voy a limpiar el culo”. Minutos después, un desconocido del que solo hay un retrato hablado, le lanzó un líquido que le afectó la sien izquierda, un ojo, la nariz y el mentón. “Sentí que me estaban prendiendo fuego”, recuerda ella. Al confrontarse con el espejo tomó la decisión de quitarse la vida y también la de matar a su hijo, Alejandro, de 5 años, porque “esta vida ya no valía la pena”. Reunió dinero y buscó en el mercado negro un arma para cumplir su propósito. Desistió para, entonces, hacerle frente a la vida. Ahorró y compró un par de máquinas de coser que le permitan convertirse en confeccionista. De vez en cuando su tranquilidad es alterada por su expareja -quien está libre y sin ningún cargo en su contra-. La llama para decirle: “¡Si ves lo bonita que quedaste!”.
Esta tragedia de las mujeres a los que agresores buscan arrebatarle para siempre su belleza se hizo visible en Colombia en junio de 2010, cuando María Fernanda Núñez, una exreina de belleza de la ciudad de Cúcuta, cerca de la frontera con Venezuela, sufrió lesiones similares aunque en menor grado. En un país donde este tipo de certámenes son seguidos por las mayorías, el impacto de esa noticia sacudió todos los estamentos porque la víctima había conquistado un cetro de la belleza. Sin embargo, las historias de las demás chicas hasta hoy habían pasado inadvertidas.
Su salida, ahora, a la luz pública, ha coincidido con varias iniciativas legislativas y de ONG que buscan ponerle freno, de una vez por todas, a la violencia de género. El pasado 9 de noviembre, la bancada femenina en el Congreso radicó un proyecto de ley que busca establecer fronteras precisas cuando se tramitan los casos judiciales de agresión contra mujeres. La iniciativa legislativa elimina, entre otras, la posibilidad de la conciliación y el desistimiento entre las partes. Esto porque hoy muchas mujeres acuden ante las autoridades, pero después de la agresión, perdonan a sus parejas, incluso algunas vuelven con ellos, y las querellas son archivadas.
La iniciativa va inclusive más allá. “Se podrá interponer una denuncia por parte de cualquier persona para que la autoridad competente inicie de oficio la investigación, y en dado caso, así la mujer se retracte, siga adelante el proceso”, explica la senadora Alexandra Moreno Piraquive. La iniciativa es impulsada por las representantes de todos los partidos políticos y tiene el respaldo del presidente Juan Manuel Santos quien ve en la violencia de género una “vergüenza” a la que hay que ponerle freno de una vez.
“Tenemos que reaccionar”, dice la periodista Jineth Bedoya quien fue abusada sexualmente por varios miembros de los paramilitares cuando ella estaba haciendo un reportaje. “A una le duele tanto la agresión como la indiferencia de la sociedad. Por eso, siento alivio cuando veo que estamos reaccionando para frenar este horror”. Para ella, hay que visibilizar los casos y también aprobar un conjunto de normas más severas. Jineth abandera desde EL TIEMPO, el diario de mayor circulación nacional, la campaña: “¡No es hora de callar!”. La periodista da cifras escalofriantes: “De 400 mil mujeres que hemos sufrido violación en medio del conflicto, la Fiscalía General de la Nación solo tiene 700 casos. ¡No más silencio! Entre más mujeres denunciemos habrá menos agresores encubiertos”.
Gina Potes, de 35 años, ve estas medidas saludables aunque considera que son tardías. Argumenta que si Colombia tuviera disposiciones más severas desde cuando ella fue atacada hace 15 años, probablemente no existiría esta espiral que empezó con golpes, violaciones hasta “hacernos esto”. Ella estaba en su casa haciendo tareas domésticas cuando tocaron a la puerta. Con la inocencia de sus entonces 20 años, salió a atender el llamado. Antes de que pudiera reaccionar, un hombre le arrojó en el rostro ácido que llevaba en un tarro plástico. “¡Eso le pasa por ser tan bonita!”, le gritó y emprendió la huida.
Como a varias de las mujeres luego de un ataque con ácido sulfúrico, Gina despertó tiempo después en un hospital. Hoy cuenta las 24 veces que ha ido al quirófano para reconstruir lo que era su rostro e ironiza –indignada– de los 30 días de incapacidad laboral que, tras el ataque, le dictaminó el Instituto de Medicina Legal.
“Yo todavía me estoy recuperando”, dice. Ya no modela, pero sabe de estética –es técnico profesional–, por eso se maquilla, se peina, trata de mantener la vanidad. “Soy una mujer en todos los sentidos, así no me den trabajo por la cicatriz que tengo”. Nunca ha claudicado. La mueven las ganas de vivir y la indignación de las cifras de violencia de género. En 2010, más de 28 mil mujeres, en Colombia, sufrieron de algún tipo de maltrato a manos de su pareja.
La casi totalidad de los casos quedan en la impunidad. “El sistema penal colombiano es pragmático, está diseñado para juzgar al victimario y no para defender a la víctima. Por eso, si no hay una carga probatoria fuerte, la cosa se queda así”, explica Natalia Poveda, de la ONG Humanas.
A mujeres como María Cuervo, de 41 años, no les quita el sueño las batallas jurídicas sino el dolor que da pasar por el quirófano y el terrible miedo de enfrentarse a un espejo. Hace seis años, un 8 de marzo, fue atacada cuando en Colombia se celebraba el Día de la Mujer. “Triste, ¿cierto?”, dice ella. De su casa retiraron, por súplica suya, los espejos. Se enclaustró durante un año, tiempo que tardó para volver a ver su rostro reflejado. “Le tenía pánico al espejo”. De esa época para acá, le han efectuado 50 cirugías.
En un país donde se le rinde culto a la belleza, los agresores han encontrado en este cruel y horrendo método una forma de venganza inimaginable. Es el crimen perfecto: asesinan la belleza, la víctima jamás olvida al victimario y este sigue libre, como si nada.
http://internacional.elpais.com/internacional/2011/11/23/actualidad/1322043264_854140.html
Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
A Érica Vanegas le molesta la luz del sol. Al principio, por vergüenza, decidió privarse de ese sencillo placer. Pero con el tiempo, sus ojos se habituaron a la oscuridad en la que se refugió y ahora ante la claridad levanta la mano para protegerse. Su tragedia empezó el día que sintió que ya no amaba a su novio Dagoberto Rodríguez. “Si no eres para mí, no serás para nadie”, le respondió este. Cumplió su cruel sentencia.
Por la época en que sucedieron los hechos, septiembre de 2008, Érica estudiaba bachillerato en el colegio José Martí de La Resurrección, un populoso barrio del sur de Bogotá, Colombia. Soñaba con aprender inglés y llegar a ser enfermera. Rodríguez era su primer novio y aunque sentía que lo quería creyó que a sus 16 años era demasiado joven para mantener una relación seria con un hombre de 24.
Gina Potes, de 35 años, desfigurada cuando tenía 20. / RICARDO PINZÓN
Tras la amenaza de él, ella la interpretó como algo que se dice por decir. Él, sin embargo, se fue furioso mientras gritaba: “Voy a joderte!”, esto es, asesinarle su belleza. El 16 de ese mes, ella se encontraba con sus amigas en las escalinatas de su casa cuando un pequeño de 10 años se le acercó y le arrojó un líquido a su rostro de adolescente. Érica, entre los gritos de dolor y confusión, tuvo un instante de lucidez para entrar rápido a la casa y poner su cara bajo la llave del agua. El daño, empero, ya estaba hecho.
El hombre fue capturado y confesó que le habían pagado 3.000 pesos (cerca de un euro). Las investigaciones se dirigieron contra Rodríguez quien aceptó su responsabilidad. La familia de la joven se encontró, entonces, con un frágil sistema jurídico en el que semejante acción es considerada en este país como una lesión personal algo así como darle bofetadas o puntapiés. No es un atenuante cualquiera porque en términos legales lo hace excarcelable. Aunque le haya matado su belleza, él insistió que de su parte no hubo intento de homicidio.
No es el único caso que ha ocurrido en Colombia. La periodista Mónica Meléndez, en un reportaje que publica la revista GENTE del mes de noviembre, recopiló 20. Cuatro de ellas aceptaron posar para la lente de Ricardo Pinzón, fotógrafo de la misma publicación. Dos más, que habían aceptado mostrar su rostro, finalmente, desistieron: “Nos da mucha vergüenza”, se excusaron.
Además de Érica, relataron su drama María Cuervo, de 41 años, Gina Potes, de 35 y Gloria Piamba, de 25. “Lo hacemos porque la sociedad debe tomar conciencia de esto”, explicaron. Para Marta Olga Ángel, psicóloga del Hospital Simón Bolívar, un centro en donde han atendido a la mayoría, “visibilizarse” es un paso importante: De esta manera “empiezan a reconocer su nueva imagen y así evitan una autoagresión”. En efecto, tras el ataque y después de la primera mirada ante el espejo todas confiesan que han pensado en el suicidio y algunas reconocen que lo han intentado.
Érica Vanegas, una de las mujeres retratadas por la revista GENTE. / RICARDO PINZÓN
Esto, por ejemplo, hizo Gloria Piamba. El pasado 24 de diciembre su expareja, Édgar Pinto Valbuena, la buscó con la propuesta de una reconciliación en la Noche de Navidad. Ante el rechazo, intentó agredirla con un puñal. No lo hizo pero antes de irse le dijo: “Si no eres para mí no serás para nadie. En tu cara me voy a cagar y con la ley me voy a limpiar el culo”. Minutos después, un desconocido del que solo hay un retrato hablado, le lanzó un líquido que le afectó la sien izquierda, un ojo, la nariz y el mentón. “Sentí que me estaban prendiendo fuego”, recuerda ella. Al confrontarse con el espejo tomó la decisión de quitarse la vida y también la de matar a su hijo, Alejandro, de 5 años, porque “esta vida ya no valía la pena”. Reunió dinero y buscó en el mercado negro un arma para cumplir su propósito. Desistió para, entonces, hacerle frente a la vida. Ahorró y compró un par de máquinas de coser que le permitan convertirse en confeccionista. De vez en cuando su tranquilidad es alterada por su expareja -quien está libre y sin ningún cargo en su contra-. La llama para decirle: “¡Si ves lo bonita que quedaste!”.
Esta tragedia de las mujeres a los que agresores buscan arrebatarle para siempre su belleza se hizo visible en Colombia en junio de 2010, cuando María Fernanda Núñez, una exreina de belleza de la ciudad de Cúcuta, cerca de la frontera con Venezuela, sufrió lesiones similares aunque en menor grado. En un país donde este tipo de certámenes son seguidos por las mayorías, el impacto de esa noticia sacudió todos los estamentos porque la víctima había conquistado un cetro de la belleza. Sin embargo, las historias de las demás chicas hasta hoy habían pasado inadvertidas.
Su salida, ahora, a la luz pública, ha coincidido con varias iniciativas legislativas y de ONG que buscan ponerle freno, de una vez por todas, a la violencia de género. El pasado 9 de noviembre, la bancada femenina en el Congreso radicó un proyecto de ley que busca establecer fronteras precisas cuando se tramitan los casos judiciales de agresión contra mujeres. La iniciativa legislativa elimina, entre otras, la posibilidad de la conciliación y el desistimiento entre las partes. Esto porque hoy muchas mujeres acuden ante las autoridades, pero después de la agresión, perdonan a sus parejas, incluso algunas vuelven con ellos, y las querellas son archivadas.
La iniciativa va inclusive más allá. “Se podrá interponer una denuncia por parte de cualquier persona para que la autoridad competente inicie de oficio la investigación, y en dado caso, así la mujer se retracte, siga adelante el proceso”, explica la senadora Alexandra Moreno Piraquive. La iniciativa es impulsada por las representantes de todos los partidos políticos y tiene el respaldo del presidente Juan Manuel Santos quien ve en la violencia de género una “vergüenza” a la que hay que ponerle freno de una vez.
“Tenemos que reaccionar”, dice la periodista Jineth Bedoya quien fue abusada sexualmente por varios miembros de los paramilitares cuando ella estaba haciendo un reportaje. “A una le duele tanto la agresión como la indiferencia de la sociedad. Por eso, siento alivio cuando veo que estamos reaccionando para frenar este horror”. Para ella, hay que visibilizar los casos y también aprobar un conjunto de normas más severas. Jineth abandera desde EL TIEMPO, el diario de mayor circulación nacional, la campaña: “¡No es hora de callar!”. La periodista da cifras escalofriantes: “De 400 mil mujeres que hemos sufrido violación en medio del conflicto, la Fiscalía General de la Nación solo tiene 700 casos. ¡No más silencio! Entre más mujeres denunciemos habrá menos agresores encubiertos”.
Gina Potes, de 35 años, ve estas medidas saludables aunque considera que son tardías. Argumenta que si Colombia tuviera disposiciones más severas desde cuando ella fue atacada hace 15 años, probablemente no existiría esta espiral que empezó con golpes, violaciones hasta “hacernos esto”. Ella estaba en su casa haciendo tareas domésticas cuando tocaron a la puerta. Con la inocencia de sus entonces 20 años, salió a atender el llamado. Antes de que pudiera reaccionar, un hombre le arrojó en el rostro ácido que llevaba en un tarro plástico. “¡Eso le pasa por ser tan bonita!”, le gritó y emprendió la huida.
Como a varias de las mujeres luego de un ataque con ácido sulfúrico, Gina despertó tiempo después en un hospital. Hoy cuenta las 24 veces que ha ido al quirófano para reconstruir lo que era su rostro e ironiza –indignada– de los 30 días de incapacidad laboral que, tras el ataque, le dictaminó el Instituto de Medicina Legal.
“Yo todavía me estoy recuperando”, dice. Ya no modela, pero sabe de estética –es técnico profesional–, por eso se maquilla, se peina, trata de mantener la vanidad. “Soy una mujer en todos los sentidos, así no me den trabajo por la cicatriz que tengo”. Nunca ha claudicado. La mueven las ganas de vivir y la indignación de las cifras de violencia de género. En 2010, más de 28 mil mujeres, en Colombia, sufrieron de algún tipo de maltrato a manos de su pareja.
La casi totalidad de los casos quedan en la impunidad. “El sistema penal colombiano es pragmático, está diseñado para juzgar al victimario y no para defender a la víctima. Por eso, si no hay una carga probatoria fuerte, la cosa se queda así”, explica Natalia Poveda, de la ONG Humanas.
A mujeres como María Cuervo, de 41 años, no les quita el sueño las batallas jurídicas sino el dolor que da pasar por el quirófano y el terrible miedo de enfrentarse a un espejo. Hace seis años, un 8 de marzo, fue atacada cuando en Colombia se celebraba el Día de la Mujer. “Triste, ¿cierto?”, dice ella. De su casa retiraron, por súplica suya, los espejos. Se enclaustró durante un año, tiempo que tardó para volver a ver su rostro reflejado. “Le tenía pánico al espejo”. De esa época para acá, le han efectuado 50 cirugías.
En un país donde se le rinde culto a la belleza, los agresores han encontrado en este cruel y horrendo método una forma de venganza inimaginable. Es el crimen perfecto: asesinan la belleza, la víctima jamás olvida al victimario y este sigue libre, como si nada.
http://internacional.elpais.com/internacional/2011/11/23/actualidad/1322043264_854140.html
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Azali- Admin
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Re: Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
Pobres de esos hombres: a veces sufren quemaduras en las manos al arrojar el ácido. Debemos ofrecerles seguridad jurídica si se ven abocados a tomar esa decisión de por sí trágica. Si son menores de edad, creo que sus padres tendrían que darles el permiso de tomar la trascendental decisión de arrojar ácido.
Aclaro: yo no tomaría una decisión como ésa, pero no soy quién para juzgar a un hombre que decida así porque no estoy en sus zapatos.
Nota: Si Azali toma las anteriores palabras literalmente, demostrará que no tiene mucho cacumen.
Aclaro: yo no tomaría una decisión como ésa, pero no soy quién para juzgar a un hombre que decida así porque no estoy en sus zapatos.
Nota: Si Azali toma las anteriores palabras literalmente, demostrará que no tiene mucho cacumen.
luik- Cantidad de envíos : 9436
Fecha de inscripción : 11/07/2011
Edad : 41
Re: Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
Eres despreciable.
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Azali- Admin
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Re: Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
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Azali- Admin
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Re: Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
luik escribió:Pobres de esos hombres: a veces sufren quemaduras en las manos al arrojar el ácido. Debemos ofrecerles seguridad jurídica si se ven abocados a tomar esa decisión de por sí trágica. Si son menores de edad, creo que sus padres tendrían que darles el permiso de tomar la trascendental decisión de arrojar ácido.
.
Luik, no sé a qué esperas para fundar una organización que compense económicamente a los nazis que sufrieron por respirar parte del gas en las cámaras de ejecución y daños psicológicos.
Eres el cinismo surreal elevado a la indiana potencia mandilónica..
CalaveraDeFidel- Cantidad de envíos : 19144
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Re: Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
CalaveraDeFidel escribió:[]Luik, no sé a qué esperas para fundar una organización que compense económicamente a los nazis que sufrieron por respirar parte del gas en las cámaras de ejecución y daños psicológicos.
Eres el cinismo surreal elevado a la indiana potencia mandilónica..[/size]
Ya existe algo parecido en España. ¿No has oído hablar de AVA, de Esperanza Puente?
luik- Cantidad de envíos : 9436
Fecha de inscripción : 11/07/2011
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Re: Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
Azali escribió:Eres despreciable.
¿Leíste bien esto que dije?:
Nota: Si Azali toma las anteriores palabras literalmente, demostrará que no tiene mucho cacumen
luik- Cantidad de envíos : 9436
Fecha de inscripción : 11/07/2011
Edad : 41
Re: Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
Eres despreciable .
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Azali- Admin
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Re: Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
Azali escribió:Eres despreciable .
Si yo soy despreciable por preocuparme (de chiste) por los tendones de los pobrecillos hombres que se vieron abocados a apretar el pescuezo de sus mujeres, luego entonces, por regla de tres, han de ser mucho más despreciables quienes (en serio) dicen preocuparse por las lesiones que sufran las mujeres en el útero al abortar.
luik- Cantidad de envíos : 9436
Fecha de inscripción : 11/07/2011
Edad : 41
Re: Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
Luik
Por regla de tres, todo esta justificado, tambien las sandeces.
Es un tema serio y te vas por la tangente para desviar el tema y enfocarlo al castigo contra las mujeres, y pensar que hombres con esa mentalidad estan en el poder, por eso es que en paises tercermundistas las mujeres estan desprotegidas.
Por regla de tres, todo esta justificado, tambien las sandeces.
Es un tema serio y te vas por la tangente para desviar el tema y enfocarlo al castigo contra las mujeres, y pensar que hombres con esa mentalidad estan en el poder, por eso es que en paises tercermundistas las mujeres estan desprotegidas.
Tetro- Cantidad de envíos : 5903
Fecha de inscripción : 08/03/2009
Re: Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
Tetro escribió:Luik
Es un tema serio y te vas por la tangente para desviar el tema y enfocarlo al castigo contra las mujeres, .
El tema no se está desviando, sino que se está matizando.
Tan absurdo es preocuparse por los tendones de los hombres estranguladores, como absurdo es preocuparse por los úteros de las mujeres abortistas.
luik- Cantidad de envíos : 9436
Fecha de inscripción : 11/07/2011
Edad : 41
Re: Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
Eres despreciable...
Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
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Azali- Admin
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Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
Azali escribió:Eres despreciable...[/b]
Tú dices que yo soy despreciable.
Yo digo que tú eres despreciable.
¿Ganamos algo con decirnos mutuamente "eres despreciable"?
Yo creo que no. Yo creo que los denuestos per se no harán avanzar a la humanidad. Lo que hará que la humanidad progrese es el uso de la razón.
Y entonces lo reitero: tanto en el caso de los agresores de mujeres, como en el caso de las agresoras de fetos, en ambos casos, hemos de fijarnos en primer lugar en el bienestar de la víctima, no del agresor.
luik- Cantidad de envíos : 9436
Fecha de inscripción : 11/07/2011
Edad : 41
Re: Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
Tu campan~a antiabortista ES PURA PAMPLINA! NO CUENTAS CON HONESTIDAD, MENOS CON VALORES HUMANOS PARA DEFENDER A SERES VIVOS, lo que haces es puro teatro....
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Azali- Admin
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Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
Colombia es uno de los países más reaccionarios de la América Hispana. Parece mentira que allí también existan esas costumbres propias de algunos países musulmanes. Es el mismo país donde no está asegurada para todo el mundo ni la educación primaria, un país de unos pocos riquísimos, casi ausencia de clase media y muchos pobres y miserables.
Ni se toman medidas contra el machismo desmedido, ni se atiende las necesidades de la población. Eso sí, la droga no falta, así la gente se evade de los problemas, además del negocio que representa para muchos personajes "respetables" que siempre están detrás de todo ese asunto del narcotráfico. Se habla, por conveniencias, de "narcoguerrilla". Lo que a mí me parece es que hay narcogobierno.
Ni se toman medidas contra el machismo desmedido, ni se atiende las necesidades de la población. Eso sí, la droga no falta, así la gente se evade de los problemas, además del negocio que representa para muchos personajes "respetables" que siempre están detrás de todo ese asunto del narcotráfico. Se habla, por conveniencias, de "narcoguerrilla". Lo que a mí me parece es que hay narcogobierno.
Sócrates- Admin
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Fecha de inscripción : 18/03/2009
Re: Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
En Colombia les patean el trasero a las FARC.
luik- Cantidad de envíos : 9436
Fecha de inscripción : 11/07/2011
Edad : 41
Re: Crece en Colombia la consternación por los casos de mujeres desfiguradas con ácido por sus exparejas
Sócrates escribió:Colombia es uno de los países más reaccionarios de la América Hispana. Parece mentira que allí también existan esas costumbres propias de algunos países musulmanes. Es el mismo país donde no está asegurada para todo el mundo ni la educación primaria, un país de unos pocos riquísimos, casi ausencia de clase media y muchos pobres y miserables.
Ni se toman medidas contra el machismo desmedido, ni se atiende las necesidades de la población. Eso sí, la droga no falta, así la gente se evade de los problemas, además del negocio que representa para muchos personajes "respetables" que siempre están detrás de todo ese asunto del narcotráfico. Se habla, por conveniencias, de "narcoguerrilla". Lo que a mí me parece es que hay narcogobierno.
Tienen que desviar la mayoria de sus recursos en ir tras los NARCOGUERRILLEROS COMUNISTAS , TUS DEFENDIDOS, A LOS CUALES DEFIENDES SIN AVERGFONZARTE, PORQUE CARECES DE VERGUENZA.
Las FARC fusilan a cuatro secuestrados, entre ellos dos de los más antiguos
Entre las víctimas se encontrarían dos de los más antiguos rehenes de esa guerrilla, Libio José Martínez y Édgar Yesid Duarte.
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Azali- Admin
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Fecha de inscripción : 27/10/2008
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