Conmoción en Francia por la muerte de Bastien, el niño al que metieron en una lavadora

Conmoción en Francia por la muerte de Bastien, el niño al que metieron en una lavadora
Su padre le castigó introduciéndole en el electrodoméstico en marcha por haber roto los dibujos de un compañero de la escuela infantil

Irá a la cárcel el padre, por ser hombre. Si hubiera sido mujer, queda absuelta.

En la propia España, hace algunos años, ocurrió esto:

31/10/03


Declarada no culpable de asesinato la madre que metió a su bebé en la secadora
Sofía López / OURENSE

El jurado popular encargado de emitir el veredicto por el llamado"crimen de la secadora" considera no culpable de un delito de asesinato y homicidio a Pilar Caramés Rodríguez, acusada de matar a su hijo recién nacido e introducirlo en el electrodoméstico. Con este veredicto, la hasta ayer inculpada, quedó absuelta.

FOTO: J.DOCAMPO

La resolución se hizo pública a última hora de la tarde en la Audiencia Provincial de Ourense, tras el inicio del juicio el pasado lunes. Los miembros del jurado popular, que deliberaron durante día y medio, consideraron como hechos probados, diez de las veintiséis cuestiones (dos de ellas por unanimidad y el resto por mayoría), planteadas por el presidente del Tribunal, Abel Carvajales, en el objeto de veredicto. Trece de los hechos se consideraron no probados, siendo tres de ellos por mayoría y el resto por unanimidad.

Hechos probados

El jurado basó el veredicto de no culpabilidad en que a raíz de contraer matrimonio la acusada María del Pilar Caramés, ya en estado de embarazo, con Raúl González, y en especial desde que nació el hijo Javier, el marido, desconfiando de que el niño no fuera suyo, la insultaba, llegando incluso, a golpearle, por entender que los rasgos faciales del niño no se correspondían con los de la familia.

Los miembros del jurado también concluyeron que las relaciones personales entre el matrimonio eran tirantes, de escasa comunicación y que dormían en habitaciones separadas debido, además, a que el marido trabaja de noche por su profesión de panadero y ella por el día como enfermera en el hospital de Verín.

Otro de los hechos probados es que María Pilar Caramés ocultó su embarazo a todo el mundo, incluso a su marido, padre biológico de la criatura y que una noche de finales de abril o principios de mayo de 2001, encontrándose María Pilar en su dormitorio en el que estaba su hijo Javier durmiendo en una cuna, se le presentó el parto, pariendo un varón con una edad gestacional de 40 semanas y una altura de 50 centímetros.

También consideraron probado que María Pilar Caramés, en su condición de enfermera diplomada, estaba en condiciones de apreciar con seguridad los síntomas de muerte irreversible.

El jurado concluyó que una vez envuelto el cadáver del recién nacido, introdujo el envoltorio en el bombo de una secadora, que se usaba sólo en invierno, y que estaba ubicada en una especie de terraza de un patio de luces, al lado de su dormitorio, regresando posteriormente a la cama.

Finalmente sacaron en conclusión como hecho probado que el día 1 de julio de 2001, con ocasión de una reunión familiar, cuando unos niños que estaban jugando pusieron en funcionamiento la secadora, se descubrió lo que contenía por el fuerte y mal olor que desprendía. El jurado enumeró como elementos de convicción, el testimonio aportado por la propia acusada, así como las declaraciones de los testigos y las pruebas periciales, que no pudieron determinar si el niño había nacido con o sin vida.

Hechos no probados

Por el contrario, no consideró como probado el hecho de que la gestación se desarrolló normalmente, sin incidencia ni anomalía alguna hasta llegar a la situación biológica de término y que la razón del ocultamiento del embarazo fuera a causa de los malos tratos físicos y morales que sufría por parte de su marido. Tampoco quedó probado para el jurado que María Pilar, tras cortar con una tijeras el cordón umbilical y oír el llanto del recién nacido, con la intención de acabar con su vida, lo envolvió con un toalla, metiéndolo luego en una bolsa de plástico.

El jurado popular concluyó además que tras cortar el cordón umbilical, adoptó una actitud pasiva, sin prestarle atención al nacido, sin ánimo de matarle, pero la muerte se produjo al no recibir los cuidados necesarios, ante lo cual lo envolvió en una toalla y lo metió en una bolsa de plástico.

También consideraron como no probado que una vez descubierto el cadáver, se lamentó ante alguna persona de lo que había hecho, refiriéndose a haber ocultado el embarazo, el parto y al bebé, así como que sufriera trastornos mentales, entre otros.


Lágrimas de alegría tras el veredicto

Sofía López / OURENSE

El momento más esperado por todos aquellos que siguieron con detalle (fiscal, abogado de la defensa, Tribunal, acusada, familiares de ésta y público en general), el transcurso del juicio por el "crimen de la secadora", llegó aproximadamente sobre las nueve de la noche de ayer. El portavoz del jurado popular encargado de dictar veredicto, con voz temblorosa y evidente nerviosismo, anunciaba en nombre de sus compañeros, el veredicto de no culpabilidad de María Pila Caramés Rodríguez, la enfermera de Verín que durante los dos últimos años, fue de alguna manera "juzgada" por todos aquellos que conocían el caso.

No pasara ni un segundo tras la lectura del veredicto, cuando la joven verinense, de la que tanto se habló por su "frialdad y falta de sentimientos" durante toda la semana, actitud que quedó latente durante celebración del juicio, y que la fiscal Alejandra Navarro puso de manifiesto en sus conclusiones finales, rompió a llorar de alegría, resquebrajando los esquemas de quienes aquellos que habían testificado que nunca la vieran derramar ni la más mínima lágrima de arrepentimiento.

Fue entonces cuando por fin, después de cuatro días de espera, aquellos que ocuparon la sala de la Audiencia Provincial y nunca consiguieron ver su rostro, pudieron apreciar su cara, aunque empapada en lágrimas.

Un sentimiento que se extendió más allá de la propia María Pilar Caramés, y que llegó hasta su "gran defensor", Alfonso Pazos, que abrazado a ella, se olvidó del protocolo y la firmeza que ha de mantenerse en estos casos, y osó en llorar con ella. "Perdonad si tengo los ojos empapados, no puedo remediarlo".

La fiscal abandonó la sala con gran entereza, pero no pudiendo ocultar en su rostro el signo de una derrota, quizás esperada a pesar del empeño que puso en considerar culpable de asesinato a la joven enfermera. Ahora, ya quedan atrás y enterrados, los 18 años de prisión a los que se enfrentaba esta joven verinense de tan solo 27 años. Quizás una nueva vida ha empezado para ella desde la noche de ayer, en la que nueve personas decidieron que no viviese tantos años entre rejas.

Irá a la cárcel el padre, por ser hombre. Si hubiera sido mujer, queda absuelta.(Luik)

Entonces quéjate de los hombres, no te quejes de las mujeres, pues los hombres hacen las leyes

Dije los hombres, no dije los "machos"

Tetro escribió:Irá a la cárcel el padre, por ser hombre. Si hubiera sido mujer, queda absuelta.(Luik)

Entonces quéjate de los hombres, no te quejes de las mujeres, pues los hombres hacen las leyes

Dije los hombres, no dije los "machos"

Ese jurado popular que dejó libre a Pilar Caramés, estaba compuesto tanto por hombres como por mujeres.

Buey.

En ese mismo país, en Francia, Verónique Courjault, asesina serial de sus propios hijos, sólo pasó cuatro
años tras las rejas:

http://www.slate.fr/story/21509/veronique-courjault

Dominique Cottrez mató a 12 bebés. O sea que usó el infanticidio como anticonceptivo:

http://www.clarin.com/sociedad/pueblo-infanticida-paso-horror-compasion_0_308369264.html