Que clase de chivatiente!!..bueno por no decir algo mas fuerte.
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Que clase de chivatiente!!..bueno por no decir algo mas fuerte.
por Azali Vie Ene 06, 2012 10:58 pm
O sea "era disidente" ?? que patetismo..
¿Existe la tranquilidad ciudadana?
Roberto García Cabrejas, APLO
SANTIAGO DE CUBA, septiembre (www.cubanet.org) - Me disponía a abordar el autobús que cubre la ruta entre el distrito José Martí, lugar donde resido y el Reparto Residencial de Vista Alegre en esta ciudad de Santiago de Cuba, cuando de repente, a plena luz del sol y ante la mirada atónita de más 70 personas que nos disponíamos a tomar dicho autobús, un sujeto de unos 20 años de edad se me abalanzó arriba y me arrebató la cadena que levaba al cuello.
Una cadena de oro de 18 quilates, aunque no muy gruesa, era el único tesoro que poseía, no por su propio valor, sino porque era lo único que había heredado de mi abuelo. El resto de sus propiedades, dos autos, una modesta bodega y las tierras que poseía, las heredó Fidel Castro en nombre de los pobres en 1959.
La agresión me provocó una herida que requirió cuatro puntos de sutura en el cuello y aún perdura en m mente la imagen del agresor, algo que me ha ocasionado ciertos trastornos psicológicos. Gracias a Dios que no perdí la vida.
Semanas después mi domicilio fue violentado y para mi sorpresa, no fue la policía política. Los ladrones no dejaron nada; a veces pienso que esos maleantes tenían algo de cultura general integral, concepto muy de moda hoy por hoy en la Isla, porque entre lo sustraído se encontraban libros y folletos de derechos humanos. Ojalá se den cuenta a tiempo de que las publicaciones robadas son censuradas por el gobierno y sus poseedores castigados severamente.
En Cuba los delincuentes y criminales han perfeccionado su modus operandi, no importa que las viviendas estén custodiadas por perros. Los domicilios donde existen canes son los más asediados y saqueados por completo. Los perros son inyectados con sedantes o envenenados.
La tranquilidad ciudadana con que contamos los cubanos y de la que tanto se ufana el gobierno deja mucho que desear en estos tiempos de agonía material y espiritual. La delincuencia y la criminalidad desde el comienzo del llamado período especial han crecido ostensiblemente. Los robos con fuerza, arrebatos callejeros, carterismo y las bandas juveniles son los más preocupantes. También los crímenes pasionales y la violencia doméstica crecieron estrepitosamente durante el año 2003.
La población se ha visto obligada a construir, sin importarle la estética, verdaderas fortalezas de acero para proteger sus viviendas, muchas de ellas situadas en el casco histórico de la ciudad.
Los arrebatadores callejeros cuidan de su estado físico para su acción y acuden disciplinadamente a sesiones de entrenamiento, realizando carreras de resistencia en la arena con cargas de plomo en la cintura.
La Policía Nacional desempeña un modesto trabajo en su lucha contra estos delitos, a pesar de haber sido equipada recientemente con técnicas modernas. Un alto número de hechos criminales son archivados por falta de pruebas. Sin embargo supuestos delitos como los de peligrosidad ciudadana, desacato y los de índole política son tratados con gran rigurosidad.
El consumo creciente de drogas y alcohol por parte de los adolescentes hacen de este sector poblacional el más proclive a cometer hechos de sangre, más ahora con el surgimiento de ventas de armas de fuego en el mercado negro, muy de moda entre jóvenes de ingresos más altos.
Nuestro país cada año es visitado por más de un millón de extranjeros, muchos de los cuales son constantemente acosados por delincuentes que a la menor oportunidad los despojan hasta de la ropa que llevan puesta, al precio que sea necesario.
Mientras tanto, la población penal crece por día, porque el gobierno como única alternativa ha optado por elevar las condenas, incluyendo la cadena perpetua y ratificando la pena de muerte.
http://www.cubanet.org/CNews/y04/sep04/14a9.htm
y al poquito tiempo, ya en la "yuma" :
http://robertogarciacabreja.blogspot.com/2011/11/desde-cuba-y-para-cuba.html#!/2011/11/desde-cuba-y-para-cuba.html
¿Existe la tranquilidad ciudadana?
Roberto García Cabrejas, APLO
SANTIAGO DE CUBA, septiembre (www.cubanet.org) - Me disponía a abordar el autobús que cubre la ruta entre el distrito José Martí, lugar donde resido y el Reparto Residencial de Vista Alegre en esta ciudad de Santiago de Cuba, cuando de repente, a plena luz del sol y ante la mirada atónita de más 70 personas que nos disponíamos a tomar dicho autobús, un sujeto de unos 20 años de edad se me abalanzó arriba y me arrebató la cadena que levaba al cuello.
Una cadena de oro de 18 quilates, aunque no muy gruesa, era el único tesoro que poseía, no por su propio valor, sino porque era lo único que había heredado de mi abuelo. El resto de sus propiedades, dos autos, una modesta bodega y las tierras que poseía, las heredó Fidel Castro en nombre de los pobres en 1959.
La agresión me provocó una herida que requirió cuatro puntos de sutura en el cuello y aún perdura en m mente la imagen del agresor, algo que me ha ocasionado ciertos trastornos psicológicos. Gracias a Dios que no perdí la vida.
Semanas después mi domicilio fue violentado y para mi sorpresa, no fue la policía política. Los ladrones no dejaron nada; a veces pienso que esos maleantes tenían algo de cultura general integral, concepto muy de moda hoy por hoy en la Isla, porque entre lo sustraído se encontraban libros y folletos de derechos humanos. Ojalá se den cuenta a tiempo de que las publicaciones robadas son censuradas por el gobierno y sus poseedores castigados severamente.
En Cuba los delincuentes y criminales han perfeccionado su modus operandi, no importa que las viviendas estén custodiadas por perros. Los domicilios donde existen canes son los más asediados y saqueados por completo. Los perros son inyectados con sedantes o envenenados.
La tranquilidad ciudadana con que contamos los cubanos y de la que tanto se ufana el gobierno deja mucho que desear en estos tiempos de agonía material y espiritual. La delincuencia y la criminalidad desde el comienzo del llamado período especial han crecido ostensiblemente. Los robos con fuerza, arrebatos callejeros, carterismo y las bandas juveniles son los más preocupantes. También los crímenes pasionales y la violencia doméstica crecieron estrepitosamente durante el año 2003.
La población se ha visto obligada a construir, sin importarle la estética, verdaderas fortalezas de acero para proteger sus viviendas, muchas de ellas situadas en el casco histórico de la ciudad.
Los arrebatadores callejeros cuidan de su estado físico para su acción y acuden disciplinadamente a sesiones de entrenamiento, realizando carreras de resistencia en la arena con cargas de plomo en la cintura.
La Policía Nacional desempeña un modesto trabajo en su lucha contra estos delitos, a pesar de haber sido equipada recientemente con técnicas modernas. Un alto número de hechos criminales son archivados por falta de pruebas. Sin embargo supuestos delitos como los de peligrosidad ciudadana, desacato y los de índole política son tratados con gran rigurosidad.
El consumo creciente de drogas y alcohol por parte de los adolescentes hacen de este sector poblacional el más proclive a cometer hechos de sangre, más ahora con el surgimiento de ventas de armas de fuego en el mercado negro, muy de moda entre jóvenes de ingresos más altos.
Nuestro país cada año es visitado por más de un millón de extranjeros, muchos de los cuales son constantemente acosados por delincuentes que a la menor oportunidad los despojan hasta de la ropa que llevan puesta, al precio que sea necesario.
Mientras tanto, la población penal crece por día, porque el gobierno como única alternativa ha optado por elevar las condenas, incluyendo la cadena perpetua y ratificando la pena de muerte.
http://www.cubanet.org/CNews/y04/sep04/14a9.htm
y al poquito tiempo, ya en la "yuma" :
http://robertogarciacabreja.blogspot.com/2011/11/desde-cuba-y-para-cuba.html#!/2011/11/desde-cuba-y-para-cuba.html