De estrella del 'kirchnerismo' a centro de una investigación por tráfico de influencias

De estrella del 'kirchnerismo' a centro de una investigación por tráfico de influencias



El vicepresidente Amado Boudou. | Afp



Ramy Wurgaft | Buenos Aires

Actualizado viernes 06/04/2012 11:37 horas

La presidenta argentina eligió a Amado Boudou como compañero de fórmula para las elecciones del 2011, por tratarse de un chico simpático, apuesto y con rasgos de 'bon vivant'. El anzuelo perfecto para atrapar el voto de la clase media y algunos votos perdidos del sector empresarial. Cristina Kirchner acertó en ese aspecto pero no imaginó que más adelante, el inofensivo Amado Boudou representaría un lastre para su segundo mandato presidencial.

En estos días, el vicepresidente de la nación está siendo investigado por un supuesto tráfico de influencias a favor de Ciccione, la imprenta contratada por el Banco Central para imprimir 1.205 millones de billetes de 5, 50 y 100 pesos. El contrato quedó en suspenso tras el destape de una serie de irregularidades concernientes a la "muerte y resurrección" de la empresa.

Se constató que en junio del 2010, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) pidió que Ciccione Calcográfica fuese declarada en quiebra; un pedido que la Justicia aprobó. Pero el 24 de septiembre del mismo año, la misma AFIP pidió que se levantara la quiebra, después de que Alejandro Vanderbroele, abogado y empresario, se interesara en la imprenta. El extraño comportamiento del organismo tributario tuvo lugar cuando Boudou ocupaba el cargo de ministro de Economía, durante el primer mandato de Cristina Kirchner.

Surgió la pregunta de por qué Boudou autorizó tal procedimiento sin consultar al Congreso y aparentemente, sin tratar el asunto con la presidenta. El escándalo estalló el pasado febrero cuando Laura Muñoz, ex esposa de Vanderbroele, denunció a la prensa que éste actuaba como testaferro de Boudou. Poco después se abrió la investigación penal que el pasado miércoles condujo al allanamiento de un piso que el actual vicepresidente posee en Puerto Madero, un exclusivo barrio de Buenos Aires.

Las sospechas que sobre él recaen, han provocado una metamorfosis en Amado Boudou. De ser el tipo que transmitía buena onda a los jóvenes 'kirchneristas', tocando la guitarra eléctrica o llegando a las reuniones ministeriales en una moto BMW, Amado se convirtió en una persona taciturna y malhumorada.

En la rueda de prensa que ofreció este jueves acusó a Daniel Rafecas, el juez que instruye la causa, de tener "una agencia de prensa" mediante la cual filtra los pormenores del caso a los diarios que hostigan al gobierno. En ese contexto, calificó a Héctor Magnetto, gerente del diario 'Clarín', como al "jefe de una mafia" que junto con los diarios 'La Nación' y 'Perfil', llevan adelante un "brutal ataque contra las instituciones".

Los periodistas tenían una larga lista de preguntas incómodas para hacer. Por ejemplo, si el vicepresidente dice no conocer a Vanderbroele, ¿cómo se explica que aquel pagara los gastos comunes de uno de los apartamentos de Boudou? Amado Boudou reside actualmente en un piso de propiedad de Searen SA, una empresa vinculada a London Supply, la firma que por cuenta y orden de Alejandro Vanderbroele aportó 1,8 millones de pesos para levantar la quiebra de la imprenta Ciccione. ¿No es demasiada la casualidad?

Había mucho que esclarecer, pero el vicepresidente dispuso que no se le hicieran preguntas. "No estoy ante un tribunal", dijo Amado Boudou, a los que insistían en sacar algo en limpio de la trama.

http://www.elmundo.es/america/2012/04/06/argentina/1333725707.html