Ola de suicidios en la Abuela Patria (Italia)

Una irrefrenable ola de suicidios en Italia
Parece boletín de guerra, el dato de que 35 personas se han quitado la vida este año debido a la crisis

PROTESTA. Maniquíes que representan a las personas que se han suicidado cuelgan de un puente en Roma. (Foto: REMO CASILLI REUTERS )
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Sábado 12 de mayo de 2012 Jorge Gutierrez / Corresponsal | El Universal
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ROMA.— Parece irrefrenable en Italia la ola de suicidios ligados a la actual crisis económica y a las duras medidas de austeridad que ha adoptado el gobierno de Mario Monti para enfrentarla. Tres suicidios más engrosaron el martes lo que parece un boletín de guerra que ya reporta un saldo de 35 víctimas, en su mayoría empresarios provenientes del Véneto (norte de Italia), una de las regiones más desarrollas del país, desde inicios de 2012.

“Demasiadas deudas y no hay trabajo. No consigo pagar a mis empleados”, se lee en la carta descubierta en uno de los bolsillos de Luigi Fenzi, titular de una empresa del Varese, quien se colgó el martes de un árbol por no poder pagar sus deudas. Con la misma horrible técnica dejó este mundo Generoso Armenante, ex empleado-desocupado de una empresa en bancarrota, mientras que Angelo Cappola, un trabajador de la construcción, prefirió dispararse, porque, escribió, “sin trabajo no se puede vivir”.

Dramáticos y dolorosos, estos son sólo los más recientes casos de suicidios provocados por una crisis que Italia y otros países europeos están muy lejos de superar. Tan grave es la situación que el secretario de la Asociación de las pequeñas empresas (Cgia), Giuseppe Bortolussi, pidió la urgente intervención del presidente Giorgio Napolitano, mientras que Antonio Di Pietro, líder del partido Italia de los Valores (Idv), sentenció que Mario Monti lleva “estas muertes en la conciencia”.

“No nos culpen a nosotros”

El jefe de gobierno, quien rechazó su responsabilidad en el penoso fenómeno, hizo saber que la recesión está empeorando y que está comportando diversas “consecuencias humanas”, pero esto último, precisó, “debe hacer reflexionar sobre quién condujo la economía nacional a esta situación y no sobre quien está buscando resolverla”.

Aunque la crisis no puede ser atribuida a este gobierno —es un legado del gobierno de Silvio Berlusconi y de los precedentes—, se estima que las medidas que Monti ha adoptado para resolverla han terminado por agudizar la ya difícil situación de las empresas y de los trabajadores.

“No es fácil dar una respuesta a lo que está sucediendo si el gobierno adopta decisiones que hacen aún más dramática esta situación”, dijo Luciano Porro, alcalde de Saronno, la ciudad donde se localiza la empresa donde trabajaba el suicida Luigi Fenzi. En el mismo sentido van las críticas hechas por las viudas de los primeros 25 suicidas, que el pasado 4 de mayo organizaron una marcha de protesta en Boloña, que concluyó frente a la oficina de recaudación de impuestos, Equitalia.

“Los impuestos se deben pagar, es un deber, pero con una nueva relación con los contribuyentes. Por ello pedimos al gobierno cambiar las leyes, construir una relación humana que no existe”, dijo una de las viudas “blancas”, pidiendo a Equitalia “ser consecuente con la realidad que viven los empresarios”.

Insolvencia

La insolvencia de muchas empresas del país, y no sólo las de los suicidas, es en gran parte consecuencia de la fuertísima presión fiscal a la que están sujetas: en la mayoría de los casos, llega al 45% de sus utilidades.

Este hecho, la casi total ausencia de créditos bancarios y los retrasos con los que el gobierno paga a sus acreedores, han provocado una generalizada falta de liquidez, un sustancial incremento de las deudas con el fisco y la exasperación de muchos empresarios y ciudadanos. ya que a partir del 1 de octubre, pasados 60 días de la notificación del adeudo fiscal, Equitalia podrá confiscar o hipotecar los bienes inmuebles de personas físicas y morales (empresas).

Los bancos italianos son considerados responsables de esta situación. En lugar de abrir los créditos a la pequeña y mediana industria o al menos reducir los altos intereses, decidieron invertir, para beneficio propio, gran parte del cuantioso préstamo que recientemente les otorgó el Banco Central Europeo: más de 100 mil millones de euros con un interés de no más del 1%. El otro gran imputado por el enorme retraso con el pago de sus deudas es el gobierno italiano. El mejor ejemplo está en el sector salud, el cual, en algunas regiones, paga a sus acreedores hasta con mil 656 días de retraso, mientras que su media nacional es de 316 días.

Bloqueo material

Debido a este retraso y a la consecuente falta de liquidez, gran parte de las empresas abastecedoras de instrumental y aparatos médicos se encuentran materialmente bloqueadas. “La situación actual es una evidente invitación a dejar el país”, sentenció Stefano Raimondi, presidente de la asociación que reagrupa a estas empresas, evitando mencionar lo que esto podría representar para el desempleo italiano, el cual, según el instituto de estadísticas, toca ya casi el 10%, esto es, a más de dos y medio millones de desocupados, jóvenes en su gran mayoría.

A todo lo anterior hay que agregar el alza de impuestos, el aumento en la edad de jubilación, el recorte económico de las pensiones, la casi segura nueva alza del IVA, que pasará de 21 al 23%, y la introducción de nuevos impuestos, como el que grava la primera casa de propiedad. Finalmente, el encarecimiento de la gasolina (casi dos euros por litro) ha provocado un aumento de los precios de los productos de primera necesidad.