El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
5 participantes
Página 1 de 1.
El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
En una guardería
Leamos ahora un memorando enviado por un supervisor a un grupo de trabajadores de una guardería diurna. Recuérdese que los trabajadores de esos centros son gente de considerable experiencia y de gran capacidad en la atención de los niños, pero se les paga menos que a los vigilantes de un estacionamiento de automóviles:
"Ahora más que nunca, nosotros, como profesionales, estamos bajo el escrutinio de nuestros clientes. Desean observarnos y cuestionarnos para estar seguros de que sus hijos, a cargo nuestro, están sanos y salvos. Nuestro tarea es hacer lo mejor que podemos cuando hay una inspección de los clientes. Ellos han elegido el lugar donde quieren que estén sus hijos. Y nosotros tenemos que reforzarles la idea de que su elección fue la correcta. Tenemos que darles aquello por lo que ellos pagan, cada minuto del día. Tenemos que saludar a padres y niños por su nombre cuando llegan por la mañana y cuando se retiran al final de día. Debemos trabajar con los niños y cumplir su plan de lecciones, mañana y tarde. No se permite sentarse a la mesa, charlar con otros profesores, asearse o hacer cualquier otra cosa que no sea interactuar con los niños….Recuérdenlo en todo instante: el cliente siempre tiene razón, y nosotros siempre debemos hacer lo mejor para los niños. ¡Eso es lo que les debemos a estas personitas!"
Trabajo en la cárcel
Veamos el caso del prisionero Dino Navarrete, uno de los diez mil trabajadores presos que trabajan en el "complejo industrial de la prisión", que colabora con las empresas privadas para obtener superbeneficios. ¿Puede haber un trabajo más degradante, esclavitud total aparte?, Sin embargo, se trata de una industria en expansión. Los EEUU encabezan la lista mundial volumen de población carcelaria, que ahora se acerca al millón y medio de presos, siendo la mayoría de reclusos gentes de color.
Dino Navarrete, encarcelado por un delito de secuestro, no sonríe demasiado cuando contempla las máquinas de coser en el taller carcelario que no deja de crecer y prosperar en el penal Soledad. El hombre, bajo y robusto, con tatuajes que cubren su musculoso antebrazo, gana 45 céntimos la hora por hacer camisetas azules de trabajo en esta prisión prisión de mediana seguridad ubicada cerca de Monterrey, California. Luego de las deducciones, gana cerca de 60 dólares por mes, trabajando jornadas de 9 horas.
"Te ponen en la máquina para que trabajes para ellos", dice Navarrete. "Nadie quiere hacerlo. Estos trabajos son un cachondeo para la mayoría de los internos de aquí. Hace rato que California dejó de considerar que el trabajo rehabilita a los presos. Los guardianes sólo quieren tenerlos ocupados. Si los prisioneros se niegan a trabajar, se los traslada a lugares de castigo y pierden el privilegio de la cantina. Y aún más, pierden la posibilidad de acortar la condena por 'buena conducta'."
Navarrete se sorprendió al saber que California estaba exportando ropa confeccionada en prisión hacia Asia. Ni él ni los otros prisioneros tenían idea de que California, junto con Oregón, estaban haciendo aquello por lo que fustigan a China: exportar bienes confeccionados en prisión. Entonces, dijo Navarrete, "también a esto se le puede denominar trabajo esclavo". "Si lo están vendiendo a ultramar, entonces se sabe que están haciendo dinero. ¿Adónde va a parar ese dinero? A nosotros, no".
Discapacitados
Consideremos el caso de Larry McAffe, que quedó cuadripléjico luego de un accidente de motocicleta. Como otras decenas de millones de personas discapacitadas, quería trabajar, y podría haberlo hecho si la sociedad le hubiera proporcionado los medios. En cambio, lo hicieron fue enviarlo directamente al horrible mundo de pesadilla del "cuidado" de la salud, mundo cuya principal hipótesis inicial de trabajo es que resulta demasiado costoso lograr capacitar para el trabajo a gentes como Larry. Larry llegó a pleitear en tribunales exigiendo que lo dejaran morir, algo que tribunales, médicos y compañías de seguros –que se dirían secuaces de alguna versión del darwinismo social— parecen empeñados en estimular.
McAfee le dijo al periodista Joseph Shapiro, del Informativo "US News and World Report", que había odiado perder el control sobre su cuerpo, pero que era peor perder el control sobre su vida. Esperaba poder seguir contribuyendo a la sociedad, pero se encontró con que en cada intento realizado se veía bloqueado por una situación sin salida. Dado que no disponía de un servicio de asistencia personal, McAfee tuvo que ser institucionalizado; lo que significa que no podía cumplimentar pedidos de trabajo o tomar cursos de computación; y falta de capacitación implica falta de posibilidad de empleo; y el empleo en sí mismo puede significar que los desincentivos laborales construidos por las políticas de discapacidad ponen en riesgo la posibilidad de tener los medios para sobrevivir. ¿Cómo podría una persona motivada no resultar abatida por esos obstáculos aplastantes?
Un trabajador normal y corriente
Consideremos el caso de Mike Lefevre, un trabajador "corriente". Esto es lo que dijo a Studs Terkel, el autor de un libro verdaderamente excepcional, titulado Working:
"Pertenezco a una especie en extinción: un trabajador. Trabajo puramente muscular: levantar, bajar. Manejamos entre catorce y quince mil libras de hierro al día. Ya sé que resulta difícil de creer: desde cuatrocientas libras hasta piezas de tres y cuatro libras. Es matador…
"Es difícil sentirse orgulloso de un puente que nunca cruzarás, de una puerta que nunca abrirás. Hacemos producción en masa, y nunca vemos el resultado final. Una vez hice un trabajo para un camión, y tuve una pequeña satisfacción cuando lo cargué. Olvídate de eso en una fábrica de acero. Nunca vemos adonde va nada.
"En una ocasión, mi capataz me regañó. Dijo: 'Mike, eres un buen trabajador, pero tienes una mala actitud'. Mi actitud consiste en no emocionarme con mi trabajo. Hago mi trabajo, pero no digo '¡qué maravilla!'. El día que me emocione con mi trabajo será el día en que me tope con un reductor de cabezas salvaje. ¿Cómo vas a emocionarte manejando acero? ¿Cómo te puedes emocionar, si estás destrozado y en lo único que piensas es en sentarte?
No es sólo el trabajo. Alguien construyó las pirámides. Siempre hay alguien detrás de una construcción. Pirámides, el Empire State Building. Esas cosas no salen de la nada. Hay trabajo duro detrás de ellas. Me gustaría ver un edificio, digamos el Empire State, me gustaría ver en uno de sus lados una tira de arriba abajo con los nombres de cada uno de los albañiles, electricistas, con todos los nombres. De manera que cuando uno de los muchachos pasara por ahí, pudiera tomar la mano de su hijo y decirle. 'Mira, ése soy yo, por ahí, en el piso cuarenta y cinco'."
Voces dolientes
Escuchemos para terminar al coro de las voces dolientes, procedente también del libro, ya mencionado, Working :
"Prevalece en la inmensa mayoría un descontento apenas disimulado. Los blues de los trabajadores manuales no son más amargos que los gemidos de los oficinistas. 'Soy una máquina', dice el soldador. 'Estoy entre rejas', dice el cajero de banco. Y el administrativo del hotel se hace eco de todo ello. 'Soy una mula de carga', dice el trabajador del acero. 'Un mono podría hacer lo que yo hago', dice el recepcionista. 'Soy menos que el utensilio más insignificante de las labores agrícolas', dice el trabajador inmigrante. 'Soy un objeto', dice la modelo de alta costura. Trabajadores manuales y oficinistas repiten de consuno: 'soy un robot'. 'No tenemos nada de qué hablar', dice el contable desesperado. Han pasado ya unos cuantos años desde que John Henry cantaba aquello de que 'Un ser humano no ha de ser otra cosa que un ser humano'. El hecho duro y nada romántico es éste: murió con el martillo en la mano, mientras la máquina seguía con su bombeo rutinario. Sin embargo, encontró la inmortalidad. Es recordado."
(*) Michael D. Yates es editor asociado de la veterana revista socialista norteamericana Monthly Review. Su libro más reciente es: In and Out of the Working Class.
******
(*) Michael D. Yates es editor asociado de la veterana revista socialista norteamericana Monthly Review. Su libro más reciente es: In and Out of the Working Class.
Traducción para www.sinpermiso.info: María Julia Bertomeu
Leamos ahora un memorando enviado por un supervisor a un grupo de trabajadores de una guardería diurna. Recuérdese que los trabajadores de esos centros son gente de considerable experiencia y de gran capacidad en la atención de los niños, pero se les paga menos que a los vigilantes de un estacionamiento de automóviles:
"Ahora más que nunca, nosotros, como profesionales, estamos bajo el escrutinio de nuestros clientes. Desean observarnos y cuestionarnos para estar seguros de que sus hijos, a cargo nuestro, están sanos y salvos. Nuestro tarea es hacer lo mejor que podemos cuando hay una inspección de los clientes. Ellos han elegido el lugar donde quieren que estén sus hijos. Y nosotros tenemos que reforzarles la idea de que su elección fue la correcta. Tenemos que darles aquello por lo que ellos pagan, cada minuto del día. Tenemos que saludar a padres y niños por su nombre cuando llegan por la mañana y cuando se retiran al final de día. Debemos trabajar con los niños y cumplir su plan de lecciones, mañana y tarde. No se permite sentarse a la mesa, charlar con otros profesores, asearse o hacer cualquier otra cosa que no sea interactuar con los niños….Recuérdenlo en todo instante: el cliente siempre tiene razón, y nosotros siempre debemos hacer lo mejor para los niños. ¡Eso es lo que les debemos a estas personitas!"
Trabajo en la cárcel
Veamos el caso del prisionero Dino Navarrete, uno de los diez mil trabajadores presos que trabajan en el "complejo industrial de la prisión", que colabora con las empresas privadas para obtener superbeneficios. ¿Puede haber un trabajo más degradante, esclavitud total aparte?, Sin embargo, se trata de una industria en expansión. Los EEUU encabezan la lista mundial volumen de población carcelaria, que ahora se acerca al millón y medio de presos, siendo la mayoría de reclusos gentes de color.
Dino Navarrete, encarcelado por un delito de secuestro, no sonríe demasiado cuando contempla las máquinas de coser en el taller carcelario que no deja de crecer y prosperar en el penal Soledad. El hombre, bajo y robusto, con tatuajes que cubren su musculoso antebrazo, gana 45 céntimos la hora por hacer camisetas azules de trabajo en esta prisión prisión de mediana seguridad ubicada cerca de Monterrey, California. Luego de las deducciones, gana cerca de 60 dólares por mes, trabajando jornadas de 9 horas.
"Te ponen en la máquina para que trabajes para ellos", dice Navarrete. "Nadie quiere hacerlo. Estos trabajos son un cachondeo para la mayoría de los internos de aquí. Hace rato que California dejó de considerar que el trabajo rehabilita a los presos. Los guardianes sólo quieren tenerlos ocupados. Si los prisioneros se niegan a trabajar, se los traslada a lugares de castigo y pierden el privilegio de la cantina. Y aún más, pierden la posibilidad de acortar la condena por 'buena conducta'."
Navarrete se sorprendió al saber que California estaba exportando ropa confeccionada en prisión hacia Asia. Ni él ni los otros prisioneros tenían idea de que California, junto con Oregón, estaban haciendo aquello por lo que fustigan a China: exportar bienes confeccionados en prisión. Entonces, dijo Navarrete, "también a esto se le puede denominar trabajo esclavo". "Si lo están vendiendo a ultramar, entonces se sabe que están haciendo dinero. ¿Adónde va a parar ese dinero? A nosotros, no".
Discapacitados
Consideremos el caso de Larry McAffe, que quedó cuadripléjico luego de un accidente de motocicleta. Como otras decenas de millones de personas discapacitadas, quería trabajar, y podría haberlo hecho si la sociedad le hubiera proporcionado los medios. En cambio, lo hicieron fue enviarlo directamente al horrible mundo de pesadilla del "cuidado" de la salud, mundo cuya principal hipótesis inicial de trabajo es que resulta demasiado costoso lograr capacitar para el trabajo a gentes como Larry. Larry llegó a pleitear en tribunales exigiendo que lo dejaran morir, algo que tribunales, médicos y compañías de seguros –que se dirían secuaces de alguna versión del darwinismo social— parecen empeñados en estimular.
McAfee le dijo al periodista Joseph Shapiro, del Informativo "US News and World Report", que había odiado perder el control sobre su cuerpo, pero que era peor perder el control sobre su vida. Esperaba poder seguir contribuyendo a la sociedad, pero se encontró con que en cada intento realizado se veía bloqueado por una situación sin salida. Dado que no disponía de un servicio de asistencia personal, McAfee tuvo que ser institucionalizado; lo que significa que no podía cumplimentar pedidos de trabajo o tomar cursos de computación; y falta de capacitación implica falta de posibilidad de empleo; y el empleo en sí mismo puede significar que los desincentivos laborales construidos por las políticas de discapacidad ponen en riesgo la posibilidad de tener los medios para sobrevivir. ¿Cómo podría una persona motivada no resultar abatida por esos obstáculos aplastantes?
Un trabajador normal y corriente
Consideremos el caso de Mike Lefevre, un trabajador "corriente". Esto es lo que dijo a Studs Terkel, el autor de un libro verdaderamente excepcional, titulado Working:
"Pertenezco a una especie en extinción: un trabajador. Trabajo puramente muscular: levantar, bajar. Manejamos entre catorce y quince mil libras de hierro al día. Ya sé que resulta difícil de creer: desde cuatrocientas libras hasta piezas de tres y cuatro libras. Es matador…
"Es difícil sentirse orgulloso de un puente que nunca cruzarás, de una puerta que nunca abrirás. Hacemos producción en masa, y nunca vemos el resultado final. Una vez hice un trabajo para un camión, y tuve una pequeña satisfacción cuando lo cargué. Olvídate de eso en una fábrica de acero. Nunca vemos adonde va nada.
"En una ocasión, mi capataz me regañó. Dijo: 'Mike, eres un buen trabajador, pero tienes una mala actitud'. Mi actitud consiste en no emocionarme con mi trabajo. Hago mi trabajo, pero no digo '¡qué maravilla!'. El día que me emocione con mi trabajo será el día en que me tope con un reductor de cabezas salvaje. ¿Cómo vas a emocionarte manejando acero? ¿Cómo te puedes emocionar, si estás destrozado y en lo único que piensas es en sentarte?
No es sólo el trabajo. Alguien construyó las pirámides. Siempre hay alguien detrás de una construcción. Pirámides, el Empire State Building. Esas cosas no salen de la nada. Hay trabajo duro detrás de ellas. Me gustaría ver un edificio, digamos el Empire State, me gustaría ver en uno de sus lados una tira de arriba abajo con los nombres de cada uno de los albañiles, electricistas, con todos los nombres. De manera que cuando uno de los muchachos pasara por ahí, pudiera tomar la mano de su hijo y decirle. 'Mira, ése soy yo, por ahí, en el piso cuarenta y cinco'."
Voces dolientes
Escuchemos para terminar al coro de las voces dolientes, procedente también del libro, ya mencionado, Working :
"Prevalece en la inmensa mayoría un descontento apenas disimulado. Los blues de los trabajadores manuales no son más amargos que los gemidos de los oficinistas. 'Soy una máquina', dice el soldador. 'Estoy entre rejas', dice el cajero de banco. Y el administrativo del hotel se hace eco de todo ello. 'Soy una mula de carga', dice el trabajador del acero. 'Un mono podría hacer lo que yo hago', dice el recepcionista. 'Soy menos que el utensilio más insignificante de las labores agrícolas', dice el trabajador inmigrante. 'Soy un objeto', dice la modelo de alta costura. Trabajadores manuales y oficinistas repiten de consuno: 'soy un robot'. 'No tenemos nada de qué hablar', dice el contable desesperado. Han pasado ya unos cuantos años desde que John Henry cantaba aquello de que 'Un ser humano no ha de ser otra cosa que un ser humano'. El hecho duro y nada romántico es éste: murió con el martillo en la mano, mientras la máquina seguía con su bombeo rutinario. Sin embargo, encontró la inmortalidad. Es recordado."
(*) Michael D. Yates es editor asociado de la veterana revista socialista norteamericana Monthly Review. Su libro más reciente es: In and Out of the Working Class.
******
(*) Michael D. Yates es editor asociado de la veterana revista socialista norteamericana Monthly Review. Su libro más reciente es: In and Out of the Working Class.
Traducción para www.sinpermiso.info: María Julia Bertomeu
Dalton77- Cantidad de envíos : 3837
Fecha de inscripción : 19/02/2009
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
Los economistas nunca dicen demasiadas cosas sobre el trabajo. Hablan de oferta y demanda de trabajo, pero tienen poco que decir sobre la naturaleza del trabajo que realizamos.
Por Michael D. Yates (*) - Revista Sin Permiso
Como la mayoría de los comentaristas en los medios de comunicación, parecen creer que las economías modernas exigen un trabajo cada vez más calificado, ejecutable por trabajadores formados en sitios limpios y tranquilos, en un ambiente en el que las decisiones las toman, de consuno, trabajadores y directivos. Pero no hay que llamarse a engaño. En el mundo actual, una abrumadora mayoría de los trabajadores realizan trabajos duros y peligrosos, y cada minuto de su faena pone en riesgo la salud de sus cuerpos y de sus mentes.
La Organización Internacional del trabajo (OIT), una agencia de las Naciones Unidas, dio a conocer el pasado enero un informe sobre "Las tendencias globales del empleo". El informe explora el desempleo, la situación de los trabajadores pobres y el empleo vulnerable. Los desempleados son quienes no trabajan pero buscan trabajo de manera activa. Los trabajadores pobres son quienes tienen un trabajo que no les permite mantenerse por encima de la línea de pobreza. Hay dos umbrales: $ 1,25 por día (según los precios del 2005) es lo que se considera "pobreza extrema", y $ 2 por día, que es simplemente "pobreza". Las personas con empleo vulnerable son los cuentapropistas (en el informe se los denomina trabajadores por "cuenta propia") y también los trabajadores que no reciben salario, pero son miembros de una familia trabajadora cuentapropista. En la mayor parte del mundo, el trabajo vulnerable es lo que se denomina empleo casual: esos trabajadores no tienen relaciones formales con un empleador, por ejemplo, un contrato de trabajo con salario pactado. Trabajadores vulnerables son, entre otros, un hombre que vende billetes de lotería en una esquina, una mujer ofreciendo tamales en un estacionamiento atestado, un joven que ofrece paseos en un carrito de tracción humana. Un ejemplo del trabajo no remunerado que realiza un miembro de una familia cuentapropista: un niño que ayuda a su madre a vender tamales. No en todos los países, no, sobre todo, en los ricos, el trabajo por cuenta propia es vulnerable. Sin embargo, en todos los países, y señaladamente en los pobres, la gran mayoría de los cuentapropistas son pobres y vulnerables.
La OIT diseñó tres posibles escenarios, en 2009, para las personas incluidas en estas tres categorías (desempleados, trabajadores pobres y trabajadores vulnerables). La mayoría de los economistas están perplejos por la profunda crisis económica que hoy aflige a la mayor parte del mundo: no pudieron predecirla, ni están en condiciones de hacer diagnósticos sobre el alcance de su gravedad. Ante la incertidumbre de los diagnósticos y de los pronósticos sobre el comportamiento de la economía global, y a modo de compensación, los economistas de la OIT han realizado tres estimaciones para las tres categorías de empleo. Para nuestros propósitos no importan los detalles de los tres "escenarios". Pero dada la severidad de la "Gran Recesión" que ahora experimentamos –la más profunda desde 1930—, el escenario pesimista o tercero parece el más realista. No se vislumbra un posible alivio en el horizonte. No, desde luego, en el mundo del trabajo.
De acuerdo con el escenario pesimista, éstos son los números de desempleados, trabajadores pobres y trabajo vulnerable pronosticados para el final del presente 2009.
Desempleados: 230 millones (el 7,1% de la fuerza laboral mundial, compuesta aproximadamente de 3.240 millones de personas)
Trabajadores pobres: (con $2 por día como umbral de pobreza): 1.377 millones (que es cerca del 46% de la población trabajadora mundial, compuesta, como recordado antes, por algo más de tres mil millones de personas).
Trabajadores vulnerables: 1.606 millones
Dos aclaraciones son necesarias a propósito de esta cifras. En primer lugar, a algunos lectores les podrá parecer bajo el número de desempleados, dada la profundidad del colapso económico. Sin embargo, en la mayor parte del mundo el desempleo abierto no es una opción; no hay red de seguridad que compense el desempleo, ni otros programas sociales de bienestar. El desempleo significa muerte; por eso la gente tiene que encontrar empleo independientemente de lo pesadas que sean las condiciones. En segundo lugar, las categorías de trabajador pobre y empleo vulnerable se solapan parcialmente. Un o una cuentapropista puede ser al mismo tiempo vulnerable y pobre, y cuenta como fuerza de trabajo. Sin embargo, el miembro de una familia sin ingresos, según la definición estadística, sólo es vulnerable, y no cuenta en el mercado laboral. Se trata de nimiedades estadísticas. Independientemente de cómo se lean los números, son indicadores asombrosos de la realidad del mundo del trabajo actual.
A estos tenebrosos números deberían agregarse otros: la OIT estima que en el mundo de hoy trabajan, como poco, unos 200 millones de niños. La clasificación de la OIT sobre el trabajo infantil es complicada, pero bastará con decir que el 75% de esos azacaneados muchachos y muchachas realizan las peores formas de trabajo: traficantes, soldados en conflictos armados, esclavos, trabajadores sexuales y otras ocupaciones peligrosas e incapacitantes, como la construcción o la manufactura de ladrillos o alfombras.
Es muy común que los niños trabajadores vivan en la periferia de la ciudad, o que hayan sido forzados a abandonar sus hogares rurales, a veces "cedidos" en arriendo por sus propios padres, para trabajar en las ciudades. Sus padres son campesinos –hay unos dos mil millones en el mundo— y su futuro es cada vez más precario. Su relación con el campo es cada vez más tenue, y año tras años vienen a engrosar las filas de los ciudadanos de lo que Mike Davis ha llamado "el planeta de las ciudades miseria". No hay crecimiento económico que pueda absorberlos dentro del proletariado tradicional, y mucho menos en trabajos mejores.
Para casi todos los habitantes del mundo, el trabajo es el infierno. La cruda y triste verdad es que la inmensa mayoría ha de ser rebajada, humillada, lesionada, deformada mental o físicamente, y aun, con no poca frecuencia, mortalmente sacrificada en el proceso de trabajo, para que unos pocos se enriquezcan. Soy consciente de que las estadísticas son peores a causa de la crisis. Pero ¿se transformará el mundo del trabajo cuándo vuelva a subir el PIB y los índices de desempleo desciendan? ¿Comenzaremos entonces a "inclinarnos a la utopía", para usar una frase impropiamente patética del economista de Berkeley, J.Bradford DeLong, quien parece creer que realmente estamos en camino de un mundo con ingresos de clase media y obreros satisfechos?. Les aseguro que no.
Se dice que el diablo está en los detalles. Por eso, para otorgar mayor fuerza a los datos, añadiré ejemplos concretos. Estoy seguro de cada lector podría ofrecer ejemplos por su cuenta.
Un trabajador de la industria automovilística
Veamos la descripción que hizo un trabajador de la industria automovilística, Ben Hamper, en su libro Rivethead, cuando visitó la planta donde trabajaba su padre para ver lo que hacía. Dice así:
"Estuvimos unos cuarenta minutos o algo así, una vida entera en miniatura, y la pauta no variaba nunca. Auto, parabrisas. Auto, parabrisas. Trabajo duro, y más trabajo duro. Cigarrillo tras cigarrillo. Décadas apisonando y planchando vigas, los huesos hechos polvo, obstinados relojes amordazando las carnes, otro parabrisas, otro cigarrillo, guerras intermitentes, tormentas que murmuran el alfabeto, cornejas dormidas o muertas sobre cables de alta tensión, ese pulpo mecánico retorcidamente desplegado sobre nada, nada, nadedad."
Hamper llama gulags a las modernas plantas de automóviles.
Mira, la niña prostituta
Atendamos al caso de Mira, una niña prostituta de Bombay que a los trece años fue enviada por sus padres desde su pueblo hacia Nepal, para trabajar como empleada doméstica, según pensaban sus padres. Al menos hay 20.000 niñas prostituidas en Bombay, "expuestas en fila, como en las jaulas de animales del zoo". Se nos dice que:
Cuando Mira –una virgen angelical de piel cobriza— se negó a tener sexo, fue arrastrada a una cámara de tortura en un oscuro callejón dispuesto para "acomodar" a las nuevas niñas. La encerraron en una habitación estrecha, sin ventanas, sin comida ni agua. Al cuarto día, cuando todavía se negaba a trabajar, uno de los matones de la madama llamó a un gánster que la arrojó al piso y la golpeó contra el suelo, hasta que perdió el conocimiento. Cuando despertó, estaba desnuda; le habían introducido en la vagina una caña de ratán untada con guindillas picantes. Luego, el gánster la violó. Mila contó en un reportaje que "te torturan hasta que digas si" ,porque "nadie oirá tu llanto"
El caso de la pequeña Irfana, esclavizada
Consideremos el caso de Irfana, una niña paquistaní vendida a los seis años al dueño de un horno de ladrillos. Describe su vida de este modo.
"Mi amo nos compraba, vendía y trocaba como si fuéramos ganado, y en ocasiones, nos embarcaba y viajábamos a grandes distancias. Por lo general, maltrataban a los varones para que trabajaran más. A menudo, las mujeres éramos violadas. Mi mejor amiga enfermó luego de ser violada, y cuando ya no pudo trabajar, el amo la vendió a un amigo de un pueblo a mil kilómetros de distancia. Nunca le contaron su paradero a la familia, y nunca más la volvieron a ver."
Como Mary Anne Walkley, la sombrerera inmortalizada por Marx
Recuérdese el caso de Mary Anne Walkley, la sombrerera inmortalizada por Karl Marx en El Capital. Mary Anne murió hace 146 años, pero su historia podría ser contada hoy, y no sólo por trabajadoras niñas como Mira e Irfana, sino por cientos de miles de confeccionistas de prendas que trabajan en infernales talleres en condiciones tan terribles como las de la señorita Walkley, y desde luego, no sólo en la India o en Paquistán, sino aquí, en los mismísimos Estados Unidos de América. Si usted echa un vistazo a las calles del Chinatown de Manhattan, verá los vapores procedentes de centenares talleres infernales en los que las Mary Anne de nuestros días consumen sus vidas. Marx decía:
"En la última semana de junio de 1863, todos los diarios de Londres reprodujeron un texto con un título 'sensacionalista': 'muerte por simple exceso de trabajo'. Cuentan la muerte de una sombrerera, Mary Anne Walkley, de 20 años, empleada en un respetabilísimo establecimiento de confección de prendas de vestir explotado por una dama que responde al encantador nombre de Elisa. La vieja y tantas veces narrada historia, contada una vez más. La muchacha trabajaba un promedio de 16 horas y media, y en plena temporada, hasta 30 horas seguidas sin interrupción, proporcionándolese, para mitigar su desmayada capacidad de trabajo, ocasionales bebedizos suplementarios de jerez, oporto y café. Ahora estábamos precisamente en el momento culminante de la temporada. En un abrir y cerrar de ojos, había que dar la última puntada a los egregios tocados que habrían de llevar las nobles damas invitadas al baile organizado en honor de una recientemente importada Princesa de Gales. Mary Anne Walkley había trabajado sin parar durante 26 horas y media, junto a otras 60 muchachitas, 30 de ellas hacinadas en una habitación que apenas contaba con un tercio de los metros cúbicos del aire que necesitaban. Por la noche, dormían de a dos en uno de los sofocantes agujeros en que dividían con paneles la habitación. Y esta era una de las mejores sombrererías de Londres. Mary Anne Walkley cayó enferma el viernes. Murió el domingo. Sin que, para pasmo de Madame Elisa, hubiera podido terminar el trabajo que tenía entre manos."
Trabajadores en cruceros
Veamos el caso de quienes trabajan en cruceros. Por lo general, los cruceros están registrados en países como Liberia y, por tanto, son inmunes a las leyes laborales norteamericanas. Casi siempre, las personas de color de los países pobres tienen a su cargo los trabajos más pesados. Su salario es bajo y la jornada laboral, larga. Por lo general, cuando por alguna razón resultan heridos gravemente durante la jornada laboral y necesitan ser hospitalizados, son forzados a volver a su país de origen en busca de atención médica, incluso en el caso de que en EEUU existan mejores tratamientos. Un trabajador caribeño resbaló en la cocina mientras transportaba una gran olla de aceite. El aceite quemó gravemente su pierna y su pié. Lo expulsaron de un hospital en Anchorage, Alaska y lo forzaron a tomar varios vuelos de regreso a casa. Entonces, en la desesperación, logró llamar a su madre, y durante una escala en Miami se pudo comunicar con un abogado amigo de la familia. El abogado logró que lo atendieran en Miami y demandó a la compañía naviera. La compañía se vengó denunciándolo a las autoridades de inmigración, quienes finalmente lograron deportaron.
En el restaurante
Consideremos a un empleado de un restaurante, Mr. Zheng. Los empleados de restaurante de Manhattan trabajan, de promedio, más de 100 horas semanales y ganan la miseria de 2 dólares por hora. Así describió la vida de Zheng un periodista:
"Luego de tres años de haber llegado al país, procedente de la provincia costera de Fujian (en China), Mr. Zheng ( 35 años) aún trabaja para pagar una deuda de 30.000 dólares a los traficantes que organizaron su viaje en distintos barcos hasta llegar a destino. Sólo le quedan, para el alquiler, unos pocos dólares de su exiguo sueldo como ayudante de camarero, de modo que tiene 11 compañeros de habitación. Comparten un cuarto con camas literas de tres pisos, con un pasaje angosto entre ellas, similar a un pasillo. Es una habitación simple, una más entre una docena de cuartos en un complejo de tres rascacielos en Allan Street. Se reparten un alquiler de 650 dólares al mes, pagando 54 cada uno.
Como los demás, Mr. Zheng guarda sus escasas pertenencias en una bolsa de plástico debajo del colchón, y como decorado, cuelgan en su rectangulito de pared una bolsa de hierbas medicinales y una pintura naif.
Por Michael D. Yates (*) - Revista Sin Permiso
Como la mayoría de los comentaristas en los medios de comunicación, parecen creer que las economías modernas exigen un trabajo cada vez más calificado, ejecutable por trabajadores formados en sitios limpios y tranquilos, en un ambiente en el que las decisiones las toman, de consuno, trabajadores y directivos. Pero no hay que llamarse a engaño. En el mundo actual, una abrumadora mayoría de los trabajadores realizan trabajos duros y peligrosos, y cada minuto de su faena pone en riesgo la salud de sus cuerpos y de sus mentes.
La Organización Internacional del trabajo (OIT), una agencia de las Naciones Unidas, dio a conocer el pasado enero un informe sobre "Las tendencias globales del empleo". El informe explora el desempleo, la situación de los trabajadores pobres y el empleo vulnerable. Los desempleados son quienes no trabajan pero buscan trabajo de manera activa. Los trabajadores pobres son quienes tienen un trabajo que no les permite mantenerse por encima de la línea de pobreza. Hay dos umbrales: $ 1,25 por día (según los precios del 2005) es lo que se considera "pobreza extrema", y $ 2 por día, que es simplemente "pobreza". Las personas con empleo vulnerable son los cuentapropistas (en el informe se los denomina trabajadores por "cuenta propia") y también los trabajadores que no reciben salario, pero son miembros de una familia trabajadora cuentapropista. En la mayor parte del mundo, el trabajo vulnerable es lo que se denomina empleo casual: esos trabajadores no tienen relaciones formales con un empleador, por ejemplo, un contrato de trabajo con salario pactado. Trabajadores vulnerables son, entre otros, un hombre que vende billetes de lotería en una esquina, una mujer ofreciendo tamales en un estacionamiento atestado, un joven que ofrece paseos en un carrito de tracción humana. Un ejemplo del trabajo no remunerado que realiza un miembro de una familia cuentapropista: un niño que ayuda a su madre a vender tamales. No en todos los países, no, sobre todo, en los ricos, el trabajo por cuenta propia es vulnerable. Sin embargo, en todos los países, y señaladamente en los pobres, la gran mayoría de los cuentapropistas son pobres y vulnerables.
La OIT diseñó tres posibles escenarios, en 2009, para las personas incluidas en estas tres categorías (desempleados, trabajadores pobres y trabajadores vulnerables). La mayoría de los economistas están perplejos por la profunda crisis económica que hoy aflige a la mayor parte del mundo: no pudieron predecirla, ni están en condiciones de hacer diagnósticos sobre el alcance de su gravedad. Ante la incertidumbre de los diagnósticos y de los pronósticos sobre el comportamiento de la economía global, y a modo de compensación, los economistas de la OIT han realizado tres estimaciones para las tres categorías de empleo. Para nuestros propósitos no importan los detalles de los tres "escenarios". Pero dada la severidad de la "Gran Recesión" que ahora experimentamos –la más profunda desde 1930—, el escenario pesimista o tercero parece el más realista. No se vislumbra un posible alivio en el horizonte. No, desde luego, en el mundo del trabajo.
De acuerdo con el escenario pesimista, éstos son los números de desempleados, trabajadores pobres y trabajo vulnerable pronosticados para el final del presente 2009.
Desempleados: 230 millones (el 7,1% de la fuerza laboral mundial, compuesta aproximadamente de 3.240 millones de personas)
Trabajadores pobres: (con $2 por día como umbral de pobreza): 1.377 millones (que es cerca del 46% de la población trabajadora mundial, compuesta, como recordado antes, por algo más de tres mil millones de personas).
Trabajadores vulnerables: 1.606 millones
Dos aclaraciones son necesarias a propósito de esta cifras. En primer lugar, a algunos lectores les podrá parecer bajo el número de desempleados, dada la profundidad del colapso económico. Sin embargo, en la mayor parte del mundo el desempleo abierto no es una opción; no hay red de seguridad que compense el desempleo, ni otros programas sociales de bienestar. El desempleo significa muerte; por eso la gente tiene que encontrar empleo independientemente de lo pesadas que sean las condiciones. En segundo lugar, las categorías de trabajador pobre y empleo vulnerable se solapan parcialmente. Un o una cuentapropista puede ser al mismo tiempo vulnerable y pobre, y cuenta como fuerza de trabajo. Sin embargo, el miembro de una familia sin ingresos, según la definición estadística, sólo es vulnerable, y no cuenta en el mercado laboral. Se trata de nimiedades estadísticas. Independientemente de cómo se lean los números, son indicadores asombrosos de la realidad del mundo del trabajo actual.
A estos tenebrosos números deberían agregarse otros: la OIT estima que en el mundo de hoy trabajan, como poco, unos 200 millones de niños. La clasificación de la OIT sobre el trabajo infantil es complicada, pero bastará con decir que el 75% de esos azacaneados muchachos y muchachas realizan las peores formas de trabajo: traficantes, soldados en conflictos armados, esclavos, trabajadores sexuales y otras ocupaciones peligrosas e incapacitantes, como la construcción o la manufactura de ladrillos o alfombras.
Es muy común que los niños trabajadores vivan en la periferia de la ciudad, o que hayan sido forzados a abandonar sus hogares rurales, a veces "cedidos" en arriendo por sus propios padres, para trabajar en las ciudades. Sus padres son campesinos –hay unos dos mil millones en el mundo— y su futuro es cada vez más precario. Su relación con el campo es cada vez más tenue, y año tras años vienen a engrosar las filas de los ciudadanos de lo que Mike Davis ha llamado "el planeta de las ciudades miseria". No hay crecimiento económico que pueda absorberlos dentro del proletariado tradicional, y mucho menos en trabajos mejores.
Para casi todos los habitantes del mundo, el trabajo es el infierno. La cruda y triste verdad es que la inmensa mayoría ha de ser rebajada, humillada, lesionada, deformada mental o físicamente, y aun, con no poca frecuencia, mortalmente sacrificada en el proceso de trabajo, para que unos pocos se enriquezcan. Soy consciente de que las estadísticas son peores a causa de la crisis. Pero ¿se transformará el mundo del trabajo cuándo vuelva a subir el PIB y los índices de desempleo desciendan? ¿Comenzaremos entonces a "inclinarnos a la utopía", para usar una frase impropiamente patética del economista de Berkeley, J.Bradford DeLong, quien parece creer que realmente estamos en camino de un mundo con ingresos de clase media y obreros satisfechos?. Les aseguro que no.
Se dice que el diablo está en los detalles. Por eso, para otorgar mayor fuerza a los datos, añadiré ejemplos concretos. Estoy seguro de cada lector podría ofrecer ejemplos por su cuenta.
Un trabajador de la industria automovilística
Veamos la descripción que hizo un trabajador de la industria automovilística, Ben Hamper, en su libro Rivethead, cuando visitó la planta donde trabajaba su padre para ver lo que hacía. Dice así:
"Estuvimos unos cuarenta minutos o algo así, una vida entera en miniatura, y la pauta no variaba nunca. Auto, parabrisas. Auto, parabrisas. Trabajo duro, y más trabajo duro. Cigarrillo tras cigarrillo. Décadas apisonando y planchando vigas, los huesos hechos polvo, obstinados relojes amordazando las carnes, otro parabrisas, otro cigarrillo, guerras intermitentes, tormentas que murmuran el alfabeto, cornejas dormidas o muertas sobre cables de alta tensión, ese pulpo mecánico retorcidamente desplegado sobre nada, nada, nadedad."
Hamper llama gulags a las modernas plantas de automóviles.
Mira, la niña prostituta
Atendamos al caso de Mira, una niña prostituta de Bombay que a los trece años fue enviada por sus padres desde su pueblo hacia Nepal, para trabajar como empleada doméstica, según pensaban sus padres. Al menos hay 20.000 niñas prostituidas en Bombay, "expuestas en fila, como en las jaulas de animales del zoo". Se nos dice que:
Cuando Mira –una virgen angelical de piel cobriza— se negó a tener sexo, fue arrastrada a una cámara de tortura en un oscuro callejón dispuesto para "acomodar" a las nuevas niñas. La encerraron en una habitación estrecha, sin ventanas, sin comida ni agua. Al cuarto día, cuando todavía se negaba a trabajar, uno de los matones de la madama llamó a un gánster que la arrojó al piso y la golpeó contra el suelo, hasta que perdió el conocimiento. Cuando despertó, estaba desnuda; le habían introducido en la vagina una caña de ratán untada con guindillas picantes. Luego, el gánster la violó. Mila contó en un reportaje que "te torturan hasta que digas si" ,porque "nadie oirá tu llanto"
El caso de la pequeña Irfana, esclavizada
Consideremos el caso de Irfana, una niña paquistaní vendida a los seis años al dueño de un horno de ladrillos. Describe su vida de este modo.
"Mi amo nos compraba, vendía y trocaba como si fuéramos ganado, y en ocasiones, nos embarcaba y viajábamos a grandes distancias. Por lo general, maltrataban a los varones para que trabajaran más. A menudo, las mujeres éramos violadas. Mi mejor amiga enfermó luego de ser violada, y cuando ya no pudo trabajar, el amo la vendió a un amigo de un pueblo a mil kilómetros de distancia. Nunca le contaron su paradero a la familia, y nunca más la volvieron a ver."
Como Mary Anne Walkley, la sombrerera inmortalizada por Marx
Recuérdese el caso de Mary Anne Walkley, la sombrerera inmortalizada por Karl Marx en El Capital. Mary Anne murió hace 146 años, pero su historia podría ser contada hoy, y no sólo por trabajadoras niñas como Mira e Irfana, sino por cientos de miles de confeccionistas de prendas que trabajan en infernales talleres en condiciones tan terribles como las de la señorita Walkley, y desde luego, no sólo en la India o en Paquistán, sino aquí, en los mismísimos Estados Unidos de América. Si usted echa un vistazo a las calles del Chinatown de Manhattan, verá los vapores procedentes de centenares talleres infernales en los que las Mary Anne de nuestros días consumen sus vidas. Marx decía:
"En la última semana de junio de 1863, todos los diarios de Londres reprodujeron un texto con un título 'sensacionalista': 'muerte por simple exceso de trabajo'. Cuentan la muerte de una sombrerera, Mary Anne Walkley, de 20 años, empleada en un respetabilísimo establecimiento de confección de prendas de vestir explotado por una dama que responde al encantador nombre de Elisa. La vieja y tantas veces narrada historia, contada una vez más. La muchacha trabajaba un promedio de 16 horas y media, y en plena temporada, hasta 30 horas seguidas sin interrupción, proporcionándolese, para mitigar su desmayada capacidad de trabajo, ocasionales bebedizos suplementarios de jerez, oporto y café. Ahora estábamos precisamente en el momento culminante de la temporada. En un abrir y cerrar de ojos, había que dar la última puntada a los egregios tocados que habrían de llevar las nobles damas invitadas al baile organizado en honor de una recientemente importada Princesa de Gales. Mary Anne Walkley había trabajado sin parar durante 26 horas y media, junto a otras 60 muchachitas, 30 de ellas hacinadas en una habitación que apenas contaba con un tercio de los metros cúbicos del aire que necesitaban. Por la noche, dormían de a dos en uno de los sofocantes agujeros en que dividían con paneles la habitación. Y esta era una de las mejores sombrererías de Londres. Mary Anne Walkley cayó enferma el viernes. Murió el domingo. Sin que, para pasmo de Madame Elisa, hubiera podido terminar el trabajo que tenía entre manos."
Trabajadores en cruceros
Veamos el caso de quienes trabajan en cruceros. Por lo general, los cruceros están registrados en países como Liberia y, por tanto, son inmunes a las leyes laborales norteamericanas. Casi siempre, las personas de color de los países pobres tienen a su cargo los trabajos más pesados. Su salario es bajo y la jornada laboral, larga. Por lo general, cuando por alguna razón resultan heridos gravemente durante la jornada laboral y necesitan ser hospitalizados, son forzados a volver a su país de origen en busca de atención médica, incluso en el caso de que en EEUU existan mejores tratamientos. Un trabajador caribeño resbaló en la cocina mientras transportaba una gran olla de aceite. El aceite quemó gravemente su pierna y su pié. Lo expulsaron de un hospital en Anchorage, Alaska y lo forzaron a tomar varios vuelos de regreso a casa. Entonces, en la desesperación, logró llamar a su madre, y durante una escala en Miami se pudo comunicar con un abogado amigo de la familia. El abogado logró que lo atendieran en Miami y demandó a la compañía naviera. La compañía se vengó denunciándolo a las autoridades de inmigración, quienes finalmente lograron deportaron.
En el restaurante
Consideremos a un empleado de un restaurante, Mr. Zheng. Los empleados de restaurante de Manhattan trabajan, de promedio, más de 100 horas semanales y ganan la miseria de 2 dólares por hora. Así describió la vida de Zheng un periodista:
"Luego de tres años de haber llegado al país, procedente de la provincia costera de Fujian (en China), Mr. Zheng ( 35 años) aún trabaja para pagar una deuda de 30.000 dólares a los traficantes que organizaron su viaje en distintos barcos hasta llegar a destino. Sólo le quedan, para el alquiler, unos pocos dólares de su exiguo sueldo como ayudante de camarero, de modo que tiene 11 compañeros de habitación. Comparten un cuarto con camas literas de tres pisos, con un pasaje angosto entre ellas, similar a un pasillo. Es una habitación simple, una más entre una docena de cuartos en un complejo de tres rascacielos en Allan Street. Se reparten un alquiler de 650 dólares al mes, pagando 54 cada uno.
Como los demás, Mr. Zheng guarda sus escasas pertenencias en una bolsa de plástico debajo del colchón, y como decorado, cuelgan en su rectangulito de pared una bolsa de hierbas medicinales y una pintura naif.
Dalton77- Cantidad de envíos : 3837
Fecha de inscripción : 19/02/2009
Dalton77- Cantidad de envíos : 3837
Fecha de inscripción : 19/02/2009
SANTAMIERDASANTA
http://www.gabitogrupos.com/LACUBADELGRANPAPIYO/template.php?nm=1243763614
comocomo- Cantidad de envíos : 2208
Fecha de inscripción : 19/11/2008
Socialismo en decadencia
La decadencia del socialismo se debe ni mas ni menos que a la clase de personas que comandan en el socialismo, y asi vemos a personas que en verdad son gente indeseable, Stalin, Chavez, Castro, de esa clase de personas no sale nada bueno, lo que pasa es que la base del secreto es el sufrimiento de las personas humildes, y asi vemos como los reverendos llenan los estadios y tambien vemos como la bola de ignorantes vitorean a esos que se hacen llamar revolucionarios, esa es la triste realidad, abusan de la ingenuidad del populacho, y asi vemos como el populacho es hasta capaz de linchar, en nombre de una ley que un hombre comandando a esa turba, les dijo que lo que opinara la mayoria, eso es la ley, una ley del pueblo y para el pueblo, una ley de brutos donde todos la hacen de policias, esa es la triste realidad del socialismo vigente, del socialismo pasado, y del socialismo futuro, el populacho siempre será populacho, ni Trotsky ni nadie se los va a quitar, pues Trotsky, Stalin y demas hierbas son lo mismo, explotadores de la mente del populacho, embrutecen a la gente, ese es el verdadero opio
comocomo- Cantidad de envíos : 2208
Fecha de inscripción : 19/11/2008
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
No lei todo lo que dejo Dalton,(despues leo todo) pero el pobre "negro" que protesta por su mala situacion en la carcel............que gana 60 dolares al mes.............asi muchos HP les niegan el derecho a protestar de los obreros cubanos que solo ganan si acaso 10 o 15 dolares al mes, a los que estan en la carcel por lo menos la comida no les cuesta , ( Y NO ESTAN EN LA CARCEL POR SER BUENOS EN LA SOCIEDAD) QUE CASTIGO TAN GRANDE TIENE EL PROLETARIADO CUBANO, QUE HASTA UN EXPLOTADO PRESO EN USA , GANA MUCHO PERO MUCHO MAS..
POR ESO ME INDIGNA LA POSICION SERVIL Y LACAYA DE ALGUNOS CON RESPECTO A LOS VIVE BIEN CUBANOS LOS DE LA CUPULA DE PODER...POR ESO ME ............ EN TODOS LOS ARRASTRADOS SERVILES..
Y no considero al trabajo como un infierno , el trabajo cuando te sientes util a la sociedad y para tu familia es algo que engrandece..pero el trabajo que se hace como perro fiel a una dictadura empequenece a quien lo haga...
POR ESO ME INDIGNA LA POSICION SERVIL Y LACAYA DE ALGUNOS CON RESPECTO A LOS VIVE BIEN CUBANOS LOS DE LA CUPULA DE PODER...POR ESO ME ............ EN TODOS LOS ARRASTRADOS SERVILES..
Y no considero al trabajo como un infierno , el trabajo cuando te sientes util a la sociedad y para tu familia es algo que engrandece..pero el trabajo que se hace como perro fiel a una dictadura empequenece a quien lo haga...
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50978
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
Comocomo, te has salido por la tangente. Mejor lee el artículo y opina. Si vos estas de acuerdo en la esclavitud capitalista,lo cual es lo que en verdad te gusta, es otro problema, pero mejor intenta debatir, porque el socialismo por hoy solo es una emergencia social futura.
Dalton77- Cantidad de envíos : 3837
Fecha de inscripción : 19/02/2009
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
Perdonenme, es que no entiendo .....
No entiendo si la nota titulo de este foro es una alabanza o una critica ?
No entiendo si Dalton defiende al socialismo o al capitalismo ....
Lo que si entiendo es que el trabajador es objeto y tambien "sujeto" de toda esta tecnologia cientifica a la cual, ambos (Azali y Dalton) defiende tan agerridamente.
Ya no se trata de una cuestion politica. Se trata que somos demasiados. Asi sea en Cuba, el resto de America o China.
Y el colapso es inevitable.
No entiendo si la nota titulo de este foro es una alabanza o una critica ?
No entiendo si Dalton defiende al socialismo o al capitalismo ....
Lo que si entiendo es que el trabajador es objeto y tambien "sujeto" de toda esta tecnologia cientifica a la cual, ambos (Azali y Dalton) defiende tan agerridamente.
Ya no se trata de una cuestion politica. Se trata que somos demasiados. Asi sea en Cuba, el resto de America o China.
Y el colapso es inevitable.
Longino- Cantidad de envíos : 262
Fecha de inscripción : 29/03/2009
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
Yo no defiendo la tecnologia, o no del modo que creo que dices...
Ni creo que exista la ciencia como un "ente" aparte del ser humano, ni creo en la ciencia atea, ...
Sabes Longino ayer veia un documental sobre la India, como ya sabes es el segundo pais mas habitado del planeta , ya tienen mas de mil millones de habitantes , casi casi alcanzara a China y pensaba en la sobrepoblacion, y el control de la natalidad no sera el remedio..cual sea no se...pero tomemos una especie y regulemos su natalidad , en diez , 20 , 30 o 50 anios no veremos cambios, pero cuando pasen uno o dos siglos?? pues el "controlador" natal , mirara sus propios beneficios o sea de la epoca en que vive, ...no se..son mis devaneos, pero pienso que hay tierra fertil por sembrar , en ves de sembrarlas de bombas, si se desarrollara la agronomia ....en ves de.............bue' al final siempre seremos demasiados...
Ni creo que exista la ciencia como un "ente" aparte del ser humano, ni creo en la ciencia atea, ...
Sabes Longino ayer veia un documental sobre la India, como ya sabes es el segundo pais mas habitado del planeta , ya tienen mas de mil millones de habitantes , casi casi alcanzara a China y pensaba en la sobrepoblacion, y el control de la natalidad no sera el remedio..cual sea no se...pero tomemos una especie y regulemos su natalidad , en diez , 20 , 30 o 50 anios no veremos cambios, pero cuando pasen uno o dos siglos?? pues el "controlador" natal , mirara sus propios beneficios o sea de la epoca en que vive, ...no se..son mis devaneos, pero pienso que hay tierra fertil por sembrar , en ves de sembrarlas de bombas, si se desarrollara la agronomia ....en ves de.............bue' al final siempre seremos demasiados...
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50978
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Longino- Cantidad de envíos : 262
Fecha de inscripción : 29/03/2009
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
Este tema ,que por lo visto lo puso Matilda en el foro de Papiyo,tiene un parrafo que me llama la atencion.Es el que cita las opiniones de algunos trabajadores de diferentes ramas laborales.Es cierto que aqui hay que trabajar duro y que las horas de trabajo son sin descanso.Considero que muchas veces se le exige demasiado al obrero y que en algunos casos la gente tiene que trabajar como mulos,excesivamente, y sin mucha consideracion hacia ellos.Rayando casi en el abuso.La propia medida de que aunque el establecimiento este'vacio,una empleada no se puede sentar ni 10 minutos ,aunque no tenga nada que hacer,y tiene que estar 8 horas de pie,aunque se sienta mal o este' cansada.A una amiga mia le sucedio' eso.Tambien es verdad que eso depende del dueño o de quien sea el jefe o administrador del negocio,pero aun asi,esa medida nada de positivo tiene.Una cosa es vaguear en el trabajo y otra tratar al empleado indebida o abusivamente,como si fueran animales brutos ,que no se merecen descanso ni ser tratados con ciertas consideraciones humanas ,porque son animales.Esa mala costumbre la he observado ya en varios empleos .Y tengo que confesar que lo critico y rechazo con sobradas razones.
alver.
-----
Pero por otra parte...No entiendo cómo es que esos inmigrantes que se quejan de las condiciones laborales,no se van de USA ,y por el contrario muchisimos vienen a USA,lo que evidentemente refleja que las condiciones laborales ,en general,en nuestros paises no son mejores que las de Estados Unidos ,sino peores,y que las oportunidades de empleo han de ser mejores y que los beneficios reportados por el trabajo tambien deben ser mejores en suelo estadounidense ,de lo contrario no habria tanta gente marchandose de sus respectivos paises hacia Estados Unidos ...Y los que nacieron aqui y viven aqui tampoco buscan mucho irse a trabajar a otros paises si no es a cambio de un mejor salario,cosa que generalmente nosucede.Es la realidad.Esas son las dos caras de la moneda en este asunto.
y otros paises europeos c.-
---------------------
PALABRAS DEL TEXTO:
"Prevalece en la inmensa mayoría un descontento apenas disimulado. Los blues de los trabajadores manuales no son más amargos que los gemidos de los oficinistas. 'Soy una máquina', dice el soldador. 'Estoy entre rejas', dice el cajero de banco. Y el administrativo del hotel se hace eco de todo ello. 'Soy una mula de carga', dice el trabajador del acero. 'Un mono podría hacer lo que yo hago', dice el recepcionista. 'Soy menos que el utensilio más insignificante de las labores agrícolas', dice el trabajador inmigrante. 'Soy un objeto', dice la modelo de alta costura. Trabajadores manuales y oficinistas repiten de consuno: 'soy un robot'. 'No tenemos nada de qué hablar', dice el contable desesperado. Han pasado ya unos cuantos años desde que John Henry cantaba aquello de que 'Un ser humano no ha de ser otra cosa que un ser humano'. El hecho duro y nada romántico es éste: murió con el martillo en la mano, mientras la máquina seguía con su bombeo rutinario. Sin embargo, encontró la inmortalidad. Es recordado." "
---------
alver.
-----
Pero por otra parte...No entiendo cómo es que esos inmigrantes que se quejan de las condiciones laborales,no se van de USA ,y por el contrario muchisimos vienen a USA,lo que evidentemente refleja que las condiciones laborales ,en general,en nuestros paises no son mejores que las de Estados Unidos ,sino peores,y que las oportunidades de empleo han de ser mejores y que los beneficios reportados por el trabajo tambien deben ser mejores en suelo estadounidense ,de lo contrario no habria tanta gente marchandose de sus respectivos paises hacia Estados Unidos ...Y los que nacieron aqui y viven aqui tampoco buscan mucho irse a trabajar a otros paises si no es a cambio de un mejor salario,cosa que generalmente nosucede.Es la realidad.Esas son las dos caras de la moneda en este asunto.
y otros paises europeos c.-
---------------------
PALABRAS DEL TEXTO:
"Prevalece en la inmensa mayoría un descontento apenas disimulado. Los blues de los trabajadores manuales no son más amargos que los gemidos de los oficinistas. 'Soy una máquina', dice el soldador. 'Estoy entre rejas', dice el cajero de banco. Y el administrativo del hotel se hace eco de todo ello. 'Soy una mula de carga', dice el trabajador del acero. 'Un mono podría hacer lo que yo hago', dice el recepcionista. 'Soy menos que el utensilio más insignificante de las labores agrícolas', dice el trabajador inmigrante. 'Soy un objeto', dice la modelo de alta costura. Trabajadores manuales y oficinistas repiten de consuno: 'soy un robot'. 'No tenemos nada de qué hablar', dice el contable desesperado. Han pasado ya unos cuantos años desde que John Henry cantaba aquello de que 'Un ser humano no ha de ser otra cosa que un ser humano'. El hecho duro y nada romántico es éste: murió con el martillo en la mano, mientras la máquina seguía con su bombeo rutinario. Sin embargo, encontró la inmortalidad. Es recordado." "
---------
Alver- Cantidad de envíos : 6935
Fecha de inscripción : 26/02/2009
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
Longino, defiendo al socialismo, soy marxista, solo marxista, o mejor dicho, marxista independiente.
Bien, soy defensor de las tecnologías y de las nuevas innovaciones en todas las áreas de la ciencia. No voy en este caso hablar por Azalita, dado que su camino es muy diferente y opuesto que el mío.
Amigo, longino, lo malo no es ni la ciencia ni las tecnologías, sino que lo malo es que están en manos de unos pocos capitalistas, “parásitos” . Un nueva maquinaria, no solo debería de felicitar el trabajo del obrero, como decía Smith, sino que debería de proporcionarle más plusvalías a la sociedad. Pero dentro del capitalismo sucede que las nuevas maquinarias solo son usadas para aumentar el volumen de producción por encima de los derechos de los trabajadores, sino que sirven para acumular y para sacarles más plusvalía a los trabajadores, es decir, trabajo no pagado o trabajo gratis.
¿Dónde va a parar todo ese trabajó gratis? A los grandes Yates de lujo de los flamantes señores capitalistas, a sus aviones privados, a sus inmensas mansiones etc. En definitiva la ciencia esta hoy por hoy al servicio de unos pocos, es pues, la explotación del hombre por el hombre. ¡Eso, longino es capitalismo y eso jamás lo defenderá Dalton!
Bien, soy defensor de las tecnologías y de las nuevas innovaciones en todas las áreas de la ciencia. No voy en este caso hablar por Azalita, dado que su camino es muy diferente y opuesto que el mío.
Amigo, longino, lo malo no es ni la ciencia ni las tecnologías, sino que lo malo es que están en manos de unos pocos capitalistas, “parásitos” . Un nueva maquinaria, no solo debería de felicitar el trabajo del obrero, como decía Smith, sino que debería de proporcionarle más plusvalías a la sociedad. Pero dentro del capitalismo sucede que las nuevas maquinarias solo son usadas para aumentar el volumen de producción por encima de los derechos de los trabajadores, sino que sirven para acumular y para sacarles más plusvalía a los trabajadores, es decir, trabajo no pagado o trabajo gratis.
¿Dónde va a parar todo ese trabajó gratis? A los grandes Yates de lujo de los flamantes señores capitalistas, a sus aviones privados, a sus inmensas mansiones etc. En definitiva la ciencia esta hoy por hoy al servicio de unos pocos, es pues, la explotación del hombre por el hombre. ¡Eso, longino es capitalismo y eso jamás lo defenderá Dalton!
Dalton77- Cantidad de envíos : 3837
Fecha de inscripción : 19/02/2009
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
jajaja Longino
Dalton claro que mi camino es muy requeteopuesto al tuyo, si tu eres defensor de dictadores y al totalitarismo dictatorial lo llamas revoluciones.. asi que lo que tu piensas no tiene absolutamente que ver con lo que yo pienso, para mi los seres humanos no tienen colores ideologicos, ni nadie me lava el cerebro como a ti.. ni ando por este mundo siendo una hipocrita..
Dalton claro que mi camino es muy requeteopuesto al tuyo, si tu eres defensor de dictadores y al totalitarismo dictatorial lo llamas revoluciones.. asi que lo que tu piensas no tiene absolutamente que ver con lo que yo pienso, para mi los seres humanos no tienen colores ideologicos, ni nadie me lava el cerebro como a ti.. ni ando por este mundo siendo una hipocrita..
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50978
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
Asi que ahora Dalton es el mensajero, jajaj...
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50978
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
Sin palabras,el que nace para tamal, del cielo le caen las hojas....
De: ELSANTANECO | Enviado: 31/05/2009 04:14 |
Muyyy bien dicho, y el Comocomo, se ha quedo sin respuesta. Bravo, bravo, esto si que me ha gustado. |
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50978
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
Si, disculpen todo ustedes, en verdad estos interesantes articulo fueron expuestos por la compañera Matilda.
Y Me motivo el Hecho que Comocomo, cómo todo fascista vulgar no pudo contestar, ni siquiera se pudo poner a la altura de un debate lógico.
Y Me motivo el Hecho que Comocomo, cómo todo fascista vulgar no pudo contestar, ni siquiera se pudo poner a la altura de un debate lógico.
Dalton77- Cantidad de envíos : 3837
Fecha de inscripción : 19/02/2009
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
NO, Azalita, no creo,que su camino y el mio sean opuestos porque yo defienda a un gobierno, usted en el fondo sabe que no, yo no defiendo al gobierno de CUBA, sino que al pueblo de CUBA y su Revolución. Pero la razón que nos separa, no es como usted lo quiere hacer creer, no es la que usted dice, sino la razón es esta: YO DEFIENDO AL SOCIALISMO Y USTED EL CAPITALISMO.
Y no Soy hipócrita como usted me acusa.
Y no Soy hipócrita como usted me acusa.
Dalton77- Cantidad de envíos : 3837
Fecha de inscripción : 19/02/2009
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
Asi que ahora Dalton es el mensajero, jajaj...
Azalita
Sí, soy el mensajero del Socialismo y de todas las personas de bien, verdaderos humanistas que quieren socialismo o justa distribución de las riquezas.
Azalita
Sí, soy el mensajero del Socialismo y de todas las personas de bien, verdaderos humanistas que quieren socialismo o justa distribución de las riquezas.
Dalton77- Cantidad de envíos : 3837
Fecha de inscripción : 19/02/2009
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
MENSAJERO DEL SOCIALISMO?? NO, NADA DE ESO, HACES UN POBRE Y TRISTE TRABAJITO, SER EL TONTO UTIL A UNA DICTADURA...
Y COMOCOMO SI RESPONDIO A ESOS MENSAJES MAS DE LO QUE TU PUEDES RESPONDER FRENTE A LA MISERIA EN QUE TU PAPITO FIDEL TIENE SUMIDO AL PUEBLO CUBANO...
ASI QUE JUSTA DISTRIBUCION DE RIQUEZAS?? PUES NO TE VEO CRITICANDO A LA CUPULA DICTATORIAL BURGUESA CUBANA, ES MAS LOS APLAUDES Y ESCONDES EN LA MISERIA QUE ESTA GRAN PARTE DEL PUEBLO CUBANO, A TI NO TE INTERESAN ESOS SERES HUMANOS, SOLO LA POLITIQUERIA BARATA CASTRISTA...
Y COMOCOMO SI RESPONDIO A ESOS MENSAJES MAS DE LO QUE TU PUEDES RESPONDER FRENTE A LA MISERIA EN QUE TU PAPITO FIDEL TIENE SUMIDO AL PUEBLO CUBANO...
ASI QUE JUSTA DISTRIBUCION DE RIQUEZAS?? PUES NO TE VEO CRITICANDO A LA CUPULA DICTATORIAL BURGUESA CUBANA, ES MAS LOS APLAUDES Y ESCONDES EN LA MISERIA QUE ESTA GRAN PARTE DEL PUEBLO CUBANO, A TI NO TE INTERESAN ESOS SERES HUMANOS, SOLO LA POLITIQUERIA BARATA CASTRISTA...
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50978
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
No lo creo, esa es su única forma de ocultar al capitalismo, que es su doble carta, no?
Dalton77- Cantidad de envíos : 3837
Fecha de inscripción : 19/02/2009
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
SI EL DEFENDER A LA GENTE QUE VIVE MAS POBRE, SIN DERECHOS Y NI RECURSOS , SI DEFENDER A ESOS QUE NO TIENEN UN PLATO DE COMIDA DIGNO NI UN TECHO DIGNO CONQUE COBIJARSE, ME HACE UNA CAPITALISTA , PUES SOY CAPITALISTA FERVIENTE...SI AHORA DEFENDER A LOS QUE VIVEN EN LA MISERIA A LOS QUE SON ATROPELLADOS POR UNA DICTADURA ES SER CAPITALISTA, PUES NO ME QUEDA MAS REMEDIO QUE DECLARARME CAPITALISTA...AUNQUE SOLO SOY RICA EN BUENAS INTENCIONES PARA CON LOS QUE VIVEN POBRES Y MAS OLVIDADOS EN CUBA...A ESOS QUE NO TIENEN DERECHOS DE PEDIR SUS DERECHOS...
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50978
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
DEJA PONER AQUI TAMBIEN LOS NUEVOS CONCEPTOS QUE VOY ARPENDIENDO CON LA "GENTE DE BIEN"...COMO DICE DALTON..
Re: Para Longino
Azali Hoy a las 5:41 am
Esto es para Longino???
Longino tu eres catolico?? pues si lo eres me acabo de enterar...
Y mis prefenrecias politicas son derechistas ?? a ver .. porque?? que no me he enterado todavia....( pues no creo en ninguna ideologia ni modelito politico)
O sea el denunciar una dictadura y exponer en la miseria que viven muchos cubanos??? ......... es defender a los ricos??? ah vaya como voy aprendiendo la vuelta de los socialistas defensores de los castro...
me voy enterando de nuevos conceptos ..
a ver... en conclusion debe ser algo como asi.....
capitalista = a defender a los mas pobres y sumidos en la miseria de regimenes totalitarios llamados socialistas
socialistas = los que defienden a las cupulas de poder que se dicen comunistas , aunque tengan muchos sumidos en la miseria por malos manejos y corrupcion de su economia..
Dalton dijo:
Sí, soy el mensajero del Socialismo y de todas las personas de bien, verdaderos humanistas que quieren socialismo o justa distribución de las riquezas.
Re: Para Longino
Azali Hoy a las 5:41 am
Esto es para Longino???
Longino tu eres catolico?? pues si lo eres me acabo de enterar...
Y mis prefenrecias politicas son derechistas ?? a ver .. porque?? que no me he enterado todavia....( pues no creo en ninguna ideologia ni modelito politico)
O sea el denunciar una dictadura y exponer en la miseria que viven muchos cubanos??? ......... es defender a los ricos??? ah vaya como voy aprendiendo la vuelta de los socialistas defensores de los castro...
me voy enterando de nuevos conceptos ..
a ver... en conclusion debe ser algo como asi.....
capitalista = a defender a los mas pobres y sumidos en la miseria de regimenes totalitarios llamados socialistas
socialistas = los que defienden a las cupulas de poder que se dicen comunistas , aunque tengan muchos sumidos en la miseria por malos manejos y corrupcion de su economia..
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50978
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
Tenemos datos que en CUBA nadie pasa hambre, hay en CUBA pobreza, sí la hay pero no hambre.
OJO, no defiendo a ningún gobierno, solo a CUBA Revolucionaria.
OJO, no defiendo a ningún gobierno, solo a CUBA Revolucionaria.
Dalton77- Cantidad de envíos : 3837
Fecha de inscripción : 19/02/2009
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
Dalton77 escribió:Tenemos datos que en CUBA nadie pasa hambre, hay en CUBA pobreza, sí la hay pero no hambre.
OJO, no defiendo a ningún gobierno, solo a CUBA Revolucionaria.
QUINES TIENEN DATOS?? Y DONDE ESTAN??? DATOS FALSEADOS EMITIDOS POR LA ROBOLUCION?? PORQUE ALLA NO PERMITEN LA ENTRADA A TRABAJAR A NINGUN ORGANISMO DE LA ONU...TIENEN QUE COGER EL PAQUETON QUE LE ENTREGAN Y MAS NADA...QUE TAN ENTERADO ESTAS? PON AQUI LAS FUENTES..
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50978
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
Me parece que en realidad, el trabajo humano, se ha vuelto algo casi inecesario, esta claro que las maquinas lo hacen mucho mejor, en cantidad y calidad. Y ahora supongo que caminamos tecnologicamente hacia el T800 (Termineitor), para controlar la agresividad de los humanos, Asi que, hablar de sistemas politicos, sean capitalistas o comunistas, es como ver las cosas desde una optica del pasado, ya, ni siquiera del presente y mucho menos del futuro.
Nuestro futuro es negro, somos muchos, hay un monton de gentes que estan sobrando. Y volvera a ocurrir como en los años 30, donde primero resurgiran las politicas del socialismo, luego vendra un gran gobernante al estilo Hitler y PUM! !Listo!
Una nueva especie vera la luz en la Tierra.
Nuestro futuro es negro, somos muchos, hay un monton de gentes que estan sobrando. Y volvera a ocurrir como en los años 30, donde primero resurgiran las politicas del socialismo, luego vendra un gran gobernante al estilo Hitler y PUM! !Listo!
Una nueva especie vera la luz en la Tierra.
Longino- Cantidad de envíos : 262
Fecha de inscripción : 29/03/2009
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
No creo en eso, Longino, hoy el ser humano también está preparado para hacer cambios, el problema es que el capitalismo en verdad no es libre. Pero cuando todos los pueblo de la tierra se alcen, no militarmente sino pacíficamente, entonces empezaran a cambiar las cosas en el mundo. Las maquinas como las que usted ha mencionado amigo, son parte de la fantasía de los niños, propio del pensamiento tercer mundista.
Y por esto creo que el verdadero socialismo empezara en los países ricos., como decía Marx.
Y por esto creo que el verdadero socialismo empezara en los países ricos., como decía Marx.
Dalton77- Cantidad de envíos : 3837
Fecha de inscripción : 19/02/2009
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
Claro, el sinvergüenza, fascista del Comocomo, no tiene respuesta para esto, no?
En Bombay
Cuando Mira –una virgen angelical de piel cobriza— se negó a tener sexo, fue arrastrada a una cámara de tortura en un oscuro callejón dispuesto para "acomodar" a las nuevas niñas. La encerraron en una habitación estrecha, sin ventanas, sin comida ni agua. Al cuarto día, cuando todavía se negaba a trabajar, uno de los matones de la madama llamó a un gánster que la arrojó al piso y la golpeó contra el suelo, hasta que perdió el conocimiento. Cuando despertó, estaba desnuda; le habían introducido en la vagina una caña de ratán untada con guindillas picantes. Luego, el gánster la violó. Mila contó en un reportaje que "te torturan hasta que digas si" ,porque "nadie oirá tu llanto"
En Bombay
Cuando Mira –una virgen angelical de piel cobriza— se negó a tener sexo, fue arrastrada a una cámara de tortura en un oscuro callejón dispuesto para "acomodar" a las nuevas niñas. La encerraron en una habitación estrecha, sin ventanas, sin comida ni agua. Al cuarto día, cuando todavía se negaba a trabajar, uno de los matones de la madama llamó a un gánster que la arrojó al piso y la golpeó contra el suelo, hasta que perdió el conocimiento. Cuando despertó, estaba desnuda; le habían introducido en la vagina una caña de ratán untada con guindillas picantes. Luego, el gánster la violó. Mila contó en un reportaje que "te torturan hasta que digas si" ,porque "nadie oirá tu llanto"
Dalton77- Cantidad de envíos : 3837
Fecha de inscripción : 19/02/2009
Re: El trabajo es un infierno: Historia de la clase obrera de nuestros días
El fenomeno violacion machismo, no solo de da en Bombay , desgraciadamente..
PORQUE COMOCOMO ES FASCISTA?? QUE NO ME HE ENTERADO..
PORQUE COMOCOMO ES FASCISTA?? QUE NO ME HE ENTERADO..
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50978
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Temas similares
» Fallece la heroína y patriota Gloria Amaya; Mariana Grajales de nuestros días
» MIREN COMO QUIEREN TRAVIJERSAR LA HISTORIA..que clase de caras...
» ¡OJO! a la clase de historia del deporte que suelta el reportero de la televisión venezolana.
» El mito de la lucha obrera
» Por cierto no sé si con ironía o dolor el título es EL TROTSKISMO: Vida Y MUERTE de una altermativa obrera al estalinismo
» MIREN COMO QUIEREN TRAVIJERSAR LA HISTORIA..que clase de caras...
» ¡OJO! a la clase de historia del deporte que suelta el reportero de la televisión venezolana.
» El mito de la lucha obrera
» Por cierto no sé si con ironía o dolor el título es EL TROTSKISMO: Vida Y MUERTE de una altermativa obrera al estalinismo
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.