Payá:Tomado de la página que denuncia a los etarras protegidos del dictador.
3 participantes
Página 1 de 1.
Payá:Tomado de la página que denuncia a los etarras protegidos del dictador.
Análisis Preliminar:
Existe una foto que ha salido del sistema de información del
Ministerio del Interior, elemento raro, pero en esta foto existen
elementos que llaman la atención cuando se conocen los procedimientos
técnicos aplicados tanto desde el punto de vista de la Medicina Forense
como de los oficiales de la Sección de Transito de la Policía Nacional
Revolucionaria.
La primera foto presenta un automóvil Hyundai Accent con chapa T 31402
impactado cerca de una cuneta al parecer paralela con la vía por donde
sucede el accidente, como norma general no se mueve el automóvil hasta
tanto no se hacen todos los levantamientos técnicos y periciales del
caso.
¡Gracias Ángel por tu aporte a la Cuba del futuro, te sabemos uno de los nuestros!
Se desconoce la hora en que ocurrió el accidente, pero por la posición
del sol, las fotos fueron tomadas muy cercano a las 12:00 PM, si
supiéramos la hora podríamos saber y tener explicación porque un oficial
con el grado de Mayor está haciendo el caso, si llego muy pronto, es
que estaba esperándose el accidente y si se demoraron es que el puesto
de Mando decidió enviar al Jefe de la Sección como medida de seguridad
pues este trabajo lo hace un sargento o un Sub-Teniente, sépase que el
Jefe de la Sección de Tránsito de una Provincial ocupa por plantilla el
cargo de Mayor o Capitán.
También se puede observar las piernas de un cadáver perpendicular al
automóvil y las manchas de sangre en el pantalón, tambien en el asiento
trasero el color pardo de la sangre en la superficie vertical del
asiento está completamente impregnada de sangre, lógico pues el impacto
con un objeto vertical de figura cilíndrica que pudiera corresponder al
tronco de un árbol de unos 25 a 30 centímetros de diámetro, aparece en
la puerta trasera izquierda del vehículo. Huellas del impacto lateral
probablemente causadas al crear el chofer una compensación mal calculada
a un giro evasivo de algún obstáculo en su campo visual.
La foto muestra un impacto de gran intensidad capaz de desprender la
pieza metálica que conforma el techo de las columnas que lo soportan al
cuerpo del vehículo y deformas todo el cuerpo metálico del auto, este
impacto puede haber sido de una intensidad alrededor de las 50
gravedades y con un ángulo de 45 grados con relación a la línea central
del auto, lo que provoco que ambos pasajeros se comprimieran quizás uno
contra el otro hasta la pared del vehículo que recibe el impacto. Esta
descripción se puede apreciar en la propia fotografía.
Sin embargo, resulta incongruente que al final del frenaje de 67 metros
cuando la velocidad del vehículo ha decrecido, no parece muy racional un
impacto de tal magnitud, solo es explicado, solo si, un vehículo,
probablemente un camión lo estuvo empujando por la parte trasera, pues
después del impacto debió haberse detenido en el tronco, sin embargo la
foto cerca de la cuneta no parece estar cerca el tronco del árbol.
La defensa trasera presenta huellas de arrastre o fricción de derecha a
izquierda ( la razón que se sabe que es de derecha a izquierda es que la
mayor intensidad de las huellas se encuentran a la derecha de la línea
imaginaria que pudieras hacer en el centro de las decoloraciones
observadas, así mismo vemos que disminuyen hacia el lado izquierdo, esto
se conoce como huellas de cola de ratón) se dice que pudieran
corresponder a los impactos que pudo haber provocado que el automóvil en
principio saliera de la carretera según la huella de derecha a
izquierda, haciendo este impacto un vector de fuerza suficiente para
desprender la defensa del lado izquierdo como se puede observar en las
fotos.
En la foto de la izquierda se puede apreciar las huellas por la
fricción de los impactos de otro vehículo por la posterior, como
consecuencia la propia defensa se desmonto de la pieza de encastre en el
lado izquierdo.
Las primeras fotos que clandestinamente salieron de Cuba, ya venían encontrándose las incongruencias con los hechos.
Es inusual que un cadáver este en una camilla al lado del vehículo
accidentado, pues una vez tomadas las fotos y extraído del vehículo se
carga en el carro de funeraria o ambulancia y se deposita en el
Departamento de Medicina Legal de cada provincia habilitado para tales
funciones en este caso solo está trabajando la Sección de Tránsito y las
ambulancias nunca llegaron pues según versiones apuntan a que unos
buenos samaritanos trasladaron a los dos sobrevivientes al Hospital.
Cémo se explica que el auto rebota después del impacto contra el
árbol a una distancia en que ni aparece en la escena el propio árbol.
Nota oficial del Ministerio del Interior aparecida dos días después de
que lo anterior había sido escrito en fecha Julio 28 de 2012
“Como informó el diario Granma, el pasado 22 de julio a las 13:50 horas,
un auto Hyundai Accent matrícula de turismo T31402, se salió de la vía y
se impactó contra un árbol en un tramo de la carretera Las
Tunas-Bayamo, en la localidad de Las Gabinas, provincia Gramma.
En este lamentable accidente fallecieron los ciudadanos Oswaldo José
Payá Sardiñas y Harold Cepero Escalante; mientras que resultaron
lesionados leves los extranjeros Ángel Francisco Carromero Barrios y
Jens Aron Modig, de ciudadanías española y sueca, respectivamente.
Durante el proceso investigativo, se precisó que el vehículo salió de La
Habana sobre las 06:00 horas de ese día, conducido por Ángel Carromero,
y se dirigió a Santiago de Cuba. Jens Aron viajaba en el asiento
delantero derecho; Oswaldo Payá en el asiento trasero izquierdo y a su
lado Harold Cepero. Estos dos últimos no llevaban puesto el cinturón de
seguridad.
El tramo de la carretera en que ocurrió el accidente está en reparación y
por espacio de unos dos kilómetros no se encuentra pavimentada la
superficie de rodamiento, lo cual lo convierte en una especie de
terraplén con abundante gravilla; por tanto, muy resbaladizo. El
análisis pericial arrojó que el lugar es una vía recta que cuenta con
buena visibilidad y había una señal que indicaba la existencia de
hombres trabajando en su mantenimiento, precedida de otras similares que
alertan a los conductores de los tramos en reparación.
Al respecto, el apartado dos del artículo 127 de la Ley 109, de
seguridad vial, establece que “no se debe conducir un automóvil a una
velocidad mayor de 60 kilómetros por hora en camino de tierra o
terraplén”; y en el 128 que “Sin perjuicio de lo dispuesto en los
artículos anteriores, en relación con el límite general de velocidad, el
que guíe un vehículo o animal por la vía debe tener pleno dominio de su
movimiento y está obligado a moderar la marcha y si es preciso
detenerla siempre que la circulación, estado de la vía o la visibilidad
lo imponga”, en especial, “cuando la superficie está resbaladiza por
agua, grasa, arena, lodo u otras sustancias o éstas puedan proyectarse
hacia los vehículos y peatones”.
El dictamen pericial y las declaraciones de tres testigos presenciales
del accidente: José Antonio Duque de Estrada Pérez, Lázaro Miguel Parra
Arjona y Wilber Rondón Barrero, permitieron establecer que el auto
irrumpió al terraplén a exceso de velocidad. Al respecto, el Capitán
Jorge Fonseca Mendoza, perito del lugar del hecho (12 años de
experiencia), apuntó que el conductor aplicó los frenos de una manera
abrupta, ochenta metros después de haber entrado al terraplén, perdió el
control del vehículo y el carro giró del costado izquierdo por espacio
de 63 metros, con el frente hacia la cuneta y el maletero hacia el
centro de la vía, hasta impactar con un árbol en el borde derecho de la
carretera, lo cual confirma la extrema velocidad con que era conducido.
José Antonio Duque de Estrada, trabajador del Instituto Nacional de
Recursos Hidráulicos (INRH), quien reside en el municipio Granma de Río
Cauto y transitaba por el lugar del hecho en una bicicleta, declaró al
Órgano de Instrucción:
“El carro me pasó a alta velocidad por al lado, con seguridad iba a más
de 100 kilómetros por hora. Rebasó a un tractor que también iba en la
misma dirección y después vi una tremenda polvareda, cuando entró a un
tramo que está en mal estado. Al aproximarme, ya con menos polvareda, vi
al carro impactado contra un árbol en la cuneta. A mi modo de entender,
la razón más clara que yo veo del accidente es el exceso de velocidad.
Al caer en el terraplén no es lo mismo que en el pavimento, no hay freno
que valga, el carro no se sujeta, se desliza y se impactó contra el
árbol”.
Por su parte, Lázaro Miguel Parra Arjona, tractorista del INRH y vecino
de La Sal, en el municipio Yara, confirmó esta versión: “El carro me
adelantó a gran velocidad; luego vi la nube de polvo fuerte y cuando
bajó el polvo pude ver el auto impactado en el árbol que está en la
cuneta”.
Tanto José Antonio como Lázaro conducían en la misma dirección del auto
accidentado, pero Wilber Rondón Barrero, campesino de Río Cauto, venía
en dirección contraria, a unos cien metros de distancia del sitio donde
ocurrió el siniestro. “Cuando me acercaba vi que el carro perdía el
control y se impactaba contra un árbol de la cuneta”, declaró.
Un equipo de la Dirección de Criminalística integrado por: Teniente
Coronel Misael Fontes Pérez, oficial de la Sección de Averías,
Explosiones e Incendios (19 años de experiencia como perito); Teniente
Coronel Inardi Reyes Uriarte, Jefe de la Sección Provincial de
Criminalística de Granma (11 años de experiencia como perito); y el
Capitán Jorge Fonseca; de conjunto con Fidel Núñez Guevara, Jefe de
Ingeniería del Tránsito en la provincia Granma (9 años de experiencia
como perito), concluyó categóricamente que el conductor manejaba a
exceso de velocidad y que el vehículo presentaba una abolladura de 67
centímetros de ancho con 45 centímetros de profundidad en el lateral
izquierdo trasero, perpendicular al eje longitudinal del auto (lugar
donde viajaban los fallecidos), como consecuencia de un fuerte golpe que
deformó sustancialmente el mono chasis y el techo, cuyas
características y dimensiones se corresponden con el tronco del árbol
referido.
El dictamen médico forense indica que Oswaldo Payá falleció
instantáneamente a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico como
resultado del fuerte impacto recibido; mientras que Harold Cepero murió
en el hospital clínico quirúrgico Carlos Manuel de Céspedes, de la
ciudad de Bayamo, debido a una insuficiencia respiratoria aguda por
trombo embolismo pulmonar graso del lóbulo superior del pulmón
izquierdo, derivada de la fractura fragmentada del fémur izquierdo.
Ángel Carromero declaró al Órgano de Instrucción que no recordaba haber
visto la señalización que alerta sobre el estado en que se halla la vía.
Añadió que irrumpió al terraplén a una velocidad que no puede precisar,
debido a que no iba observando el cuenta milla y al percatarse de que
transitaba sobre grava, intentó disminuir la velocidad mediante un
frenazo brusco y el auto comenzó a resbalar de lado hasta impactarse
contra el árbol. Jens Aron declaró que él estaba dormitando cuando
sintió el frenazo y el desplazamiento lateral del vehículo; luego perdió
la conciencia.
A partir del análisis lógico del tiempo de viaje (cerca de ochocientos
kilómetros en menos de ocho horas, con tres paradas intermedias), las
declaraciones de los testigos y el estudio pericial del lugar del hecho y
el vehículo, el equipo investigativo evaluó que Ángel Francisco
Carromero Barrios debió conducir a una velocidad promedio superior a los
120 kilómetros por hora y que fueron su falta de atención al control
del vehículo, el exceso de velocidad y la incorrecta decisión de aplicar
los frenos de manera abrupta en una superficie resbaladiza, las causas
que determinaron este trágico accidente que costó la vida a dos seres
humanos.
Continúa el proceso investigativo y de instrucción penal, en correspondencia con las leyes cubanas”.
Análisis sobre el Informe Pericial del Ministerio del Interior de Dr. Eduardo Prida:
Como dice el informe: “un auto Hyundai Accent matrícula de turismo
T31402, se salió de la vía y se impactó contra un árbol en un tramo de
la carretera Las Tunas-Bayamo, en la localidad de Las Gabinas, provincia
Granma”. Más adelante “Francisco Carromero Barrios debió conducir a una
velocidad promedio superior a los 120 kilómetros por hora”
Observación N 1:
Si el vehículo estuvo siendo conducido desde la Habana hasta Bayamo a
esta velocidad promedio, la cual es inusualmente alta, ya que la
velocidad media de conducción de vehículos en Cuba es de 60 Km/h en
carretera, pero un vehículo con chapa de turismo y un modelo de auto no
autorizado a los nativos, siempre y de manera rutinaria está bajo
control por la Contra Inteligencia por tener a bordo un “enemigo” y dos
extranjeros, en un auto que de hecho solo se le alquila a los
extranjeros y los pasajeros sean sospechosos o no son detenidos por
infracciones menores de tránsito con amenaza de una multa muy alta o en
cambio regalar “$20.00 al Policía”, manera especial para extorsionar a
los choferes dada la corrupción medular y autorizada de los Policías de
Tránsito.
No parece probable que durante una trayectoria de 800 Km un vehículo
mantenga una velocidad supuestamente al doble de la permitida ilegal y
no sea detenido para ser multado.
Observación N 2:
José Antonio Duque de Estrada Pérez, Lázaro Miguel Parra Arjona y Wilber
Rondón Barrero, fueron testigos del accidentes, pero ninguno declara
haber visto el vehículo que los perseguía, supuestamente la misma
velocidad que el perseguido.
El lenguaje tan perfecto de las declaraciones y las expresiones no son
típicas del lenguaje de los pobladores de la zona de Bayamo, lo cual
pone en duda que realmente estos vecinos del lugar de manera casual
coincidieran en tiempo y lugar del accidente, un chofer de tractor en
Cuba no utiliza este tipo de expresiones para expresar que por lógica un
auto por ser más veloz que un tractor le sobrepase en la carretera.
Todas las declaraciones son las llamadas “declaraciones de estuche” como
suele decirse en la jerga de los Tribunales cubanos.
Como era de esperarse el pasajero sueco Jens Aron Modig hasta el
momento, al menos en territorio cubano, se desempeña haciéndose su papel
de “sueco” quien se declara dormido y no supo nada del accidente, ni de
la persecución, ni de las huellas de los impactos de embestida de
derecha a izquierda que presenta el auto chapa T31402 en su parte
trasera como claramente se puede observar en estas fotos.
Observación N 3:
Un equipo conformado por muy experimentados oficiales para explicar un “simple caso”:
Por la Dirección de Criminalística el Teniente Coronel Misael Fontes
Pérez, oficial de la Sección de Averías, Explosiones e Incendios (19
años de experiencia como perito); Teniente Coronel Inardi Reyes Uriarte,
Jefe de la Sección Provincial de Criminalística de Granma (11 años de
experiencia como perito); y el Capitán Jorge Fonseca; de conjunto con
Fidel Núñez Guevara, Jefe de Ingeniería del Tránsito en la provincia
Granma (9 años de experiencia como perito):
La falta de transparencia es notoria y proyecta la falta de confianza en
los oficiales subalternos y clases que debieron haber trabajado en la
elaboración de este informe pericial pues usualmente para un accidente
normal en Cuba no intervienen Oficiales Superiores, este evento especial
indica que la ilustración que ofrecen es manipulada por razones de la
Seguridad del Estado cubano, para dejar sin espacio la persecución y los
impactos en la parte trasera que pondrían de relieve la operación de la
DSE para amedrentar o eliminar la acción política del “Objetivo”
Oswaldo Payá Sardina.
En las observaciones preliminares, por la posición del sol habíamos
tomado en cuenta que la hora de la toma de la foto había sido las
alrededor de las 12:00 PM (1:00 PM hora de verano) y el equipo se
presenta con un oficial con los grados de Mayor para hacer las
investigaciones del hecho casi minutos más tarde y no existen testigos
(curiosos) en el lugar, es señal que un equipo especial estaba preparado
para concluir la operación preparada de antemano para provocar el
accidente.
Este flamante “team” con todos los datos y antecedentes a su disposición
no hacen alusión a otro accidente similar ocurrido el 22 de Junio
próximo pasado de características semejantes con impactos por la parte
trasera hasta conseguir el vuelco del vehículo dentro del municipio
Cerro de La Habana.
Observación N 4:
El dictamen pericial y las declaraciones de tres testigos presenciales
del accidente: José Antonio Duque de Estrada Pérez, Lázaro Miguel Parra
Arjona y Wilber Rondón Barrero, permitieron establecer que el auto
irrumpió al terraplén a exceso de velocidad. Al respecto, el Capitán
Jorge Fonseca Mendoza, perito del lugar del hecho (12 años de
experiencia), apuntó que el conductor aplicó los frenos de una manera
abrupta, ochenta metros después de haber entrado al terraplén, perdió el
control del vehículo y el carro giró del costado izquierdo por espacio
de 63 metros, con el frente hacia la cuneta y el maletero hacia el
centro de la vía, hasta impactar con un árbol en el borde derecho de la
carretera, lo cual confirma la extrema velocidad con que era conducido.
José Antonio Duque de Estrada, trabajador del Instituto Nacional de
Recursos Hidráulicos (INRH), quien reside en el municipio Granma de Río
Cauto y transitaba por el lugar del hecho en una bicicleta, declaró al
Órgano de Instrucción:
“El carro me pasó a alta velocidad por al lado, con seguridad iba a más
de 100 kilómetros por hora. Rebasó a un tractor que también iba en la
misma dirección y después vi una tremenda polvareda, cuando entró a un
tramo que está en mal estado. Al aproximarme, ya con menos polvareda, vi
al carro impactado contra un árbol en la cuneta. A mi modo de entender,
la razón más clara que yo veo del accidente es el exceso de velocidad.
Al caer en el terraplén no es lo mismo que en el pavimento, no hay freno
que valga, el carro no se sujeta, se desliza y se impactó contra el
árbol”.
Por su parte, Lázaro Miguel Parra Arjona, tractorista del INRH y vecino
de La Sal, en el municipio Yara, confirmó esta versión: “El carro me
adelantó a gran velocidad; luego vi la nube de polvo fuerte y cuando
bajó el polvo pude ver el auto impactado en el árbol que está en la
cuneta”.
Tanto José Antonio como Lázaro conducían en la misma dirección del auto
accidentado, pero Wilber Rondón Barrero, campesino de Río Cauto, venía
en dirección contraria, a unos cien metros de distancia del sitio donde
ocurrió el siniestro. “Cuando me acercaba vi que el carro perdía el
control y se impactaba contra un árbol de la cuneta”, declaró.
El lenguaje de los testimonios es típico de los testimonios estuches,
las expresiones lingüísticas no son la usuales en la zona teniendo en
cuenta el papel que estaban jugando los testigos oculares como
trabajador agrícola, chofer de tractor, etc.
Existen en la tierra dos líneas paralelas terminan debajo del auto y se desconocen su relación o el significado de las mismas.
Observación N 5
De acuerdo a esta foto del lugar del accidente no aparece el árbol que
fue impactado, cabe preguntarse es un rebote a tanta distancia que no
hay ni rastro del árbol en el lugar. Usualmente la amortiguación que
practico la estructura al deformarse las laminas y las columnas del
chasis debían haber detenido el auto en el lugar del impacto.
El informe pericial sustenta el dato que el vehículo al aplicársele los
frenos abruptamente se deslizo por la superficie de grava por una
distancia de 67 metros, no dice donde se detuvo finalmente, que debió
ser al lado del árbol.
Observación N 6
Dice el informe pericial:
Al respecto, “el Capitán Jorge Fonseca Mendoza, perito del lugar del
hecho (12 años de experiencia), apuntó que el conductor aplicó los
frenos de una manera abrupta, ochenta metros después de haber entrado al
terraplén, perdió el control del vehículo y el carro giró del costado
izquierdo por espacio de 63 metros, con el frente hacia la cuneta y el
maletero hacia el centro de la vía, hasta impactar con un árbol en el
borde derecho de la carretera, lo cual confirma la extrema velocidad con
que era conducido”.(Hay un error en esta descripción)
Ausente la explicación de por qué ambos neumáticos están desinflados, el
trasero pudiera haber recibido parte del impacto, pero el delantero
izquierdo no tiene motivos para haber perdido el aire, excepto si le
habían preparado una emboscada en la vía con alcayatas u otros
dispositivos que hicieron explotar los neumáticos pues como sabemos las
fuerzas policiales disponen de tales artefactos represivos desde hace
muchos años.
El informe pericial sustenta el dato que el vehículo al aplicársele los
frenos abruptamente después de introducirse en el camino con superficie
de grava 80 metros se deslizo por la superficie resbaladiza por otros 63
metros, pero gira la posición de su eje central hacia la derecha,
fenómeno inercial típico como exactamente lo hace cualquier medio de
transporte en movimiento que pierde el aire en uno de sus neumáticos, ya
sea por una abertura espontanea en el cuerpo del neumático o por algún
objeto perfilo cortante emplazado en la superficie de contacto, el
frenazo abrupto no necesariamente hace este “derrape” lateral, pues
todos los autos disponen de un mecanismo en la bomba de freno para que
ambos neumáticos frenen con la misma intensidad evitando este “derrape”
lateral y el chofer además dispone del timón para compensar tal giro, lo
cual parece no pudo hacer el chofer.
Este fenómeno más bien sucede siempre que uno de los neumáticos pierde el aire súbitamente.
Parece difícil de creer que disponiendo el Ministerio del Interior con
un grupo de expertos tan talentosos y de gran experiencia en materia de
Criminalística no hayan podido notar y al menos detallar el estado
técnico de los cuatro neumáticos e incluir las pruebas de laboratorio de
la bomba de freno y en especial la función adecuada de la válvulas de
compensación de presión que debían haber trabajado adecuadamente o
tambien que pudiera hasta existir un defecto de diseño del fabricante,
solamente detectado en Cuba por técnicos tan capacitados.
Por la simple inspección de las fotos llama la atención el estado de los
dos neumáticos que se pueden observar en el lateral derecho.
El “sobresaliente” equipo de Criminalística no utilizó todos los
conocimientos a su alcance para cumplir la orden de los muchachos del
DSE y olvidaron utilizar el cálculo clásico para establecer la distancia
de frenado y calcular la incógnita mas importante, cual era la
velocidad del móvil antes de aplicar los frenos…saber realmente a qué
velocidad entra el vehículo de referencia en el terraplén, el testimonio
del chofer de tractor y los demás, no validos pues no son personas
entrenadas o disponen de instrumentos para medir velocidades
vehiculares. Los peritos debieron haber utilizado una formula aritmética
o tablas de distancia de frenado normalmente utilizada en estos
menesteres para ilustrar la Ley, de ser así encontramos que si hubiera
entrado a 120 K/hora la distancia de frenado en superficie resbaladiza
seria de 84 metros, si se deslizó solo 63 metros ya estaríamos hablando
de que la velocidad fue solo de 90 Km/hora, no de 120 Km/h con declara
como absoluto el Informe Pericial.
NOTA:
La distancia de frenado (aproximado) se puede obtener con esta fórmula:
Velocidad en km/h. elevada al cuadrado y dividido por la cantidad
constante de 170. Por lo tanto…120 al cuadrado dividido por 170 es igual
84 metros, pero el informe refiere solo 63 metros de frenaje. Por una
simple regla de tres, la velocidad debió haber sido de 90 Km/hora.
Otra tabla evidentemente no consultada por los expertos del
Ministerio del Interior ratifica a 120 Km/hora en pavimento mojado o de
poca fricción la distancia de frenaje es de 172 metros.
De acuerdo a esta tabla entonces la velocidad debió haber sido a 45
Km/h…como se puede demostrar la velocidad no debió haber sido tan alto
como 120, ni tan baja como 45 Km/h, pero evidentemente el ánimo de los
expertos es impresionar con la velocidad del vehículo para justificar la
muerte de ambos cubanos.
Cómo es posible que si al final del frenaje se supone que la velocidad
debió haber sido cercana a cero, exista un impacto de tal magnitud capaz
de crear las deformaciones en la estructura y cuerpo del vehículo como
se puede apreciar en la foto.
Esta evidencia nos indica que a pesar del frenaje del auto existió otro
vehículo que estuvo empujando al auto que conducía a los cuatro
ocupantes que inclusive después del último impacto con el árbol lo movió
hasta cerca de la cuneta.
Observación N 7
Con relación al joven patriota y luchador Harold Cepero dice la Nota
Oficial “murió en el hospital clínico quirúrgico Carlos Manuel de
Céspedes, de la ciudad de Bayamo, debido a una insuficiencia
respiratoria aguda por trombo embolismo pulmonar graso del lóbulo
superior del pulmón izquierdo, derivada de la fractura fragmentada del
fémur izquierdo”.
Efectivamente de acuerdo a la literatura médica consultada y tres
médicos especialistas coinciden en que: la inmensa mayoría de los
politraumatismos se hacen mortales por la absorción de sustancias grasas
de las medulas óseas que se incorporan en los torrentes venosos en el
área del trauma y obstruyen el pulmón, pero la adecuada hiperventilación
con oxigeno es el medio preventivo por excelencia lo cual parece estuvo
ausente para causarle la muerte al joven Harold Cepero.
Conclusión:
El informe pericial es técnicamente incorrecto, tiene como objetivo demostrar un puro accidente por negligencia del chofer.
Analizar una trayectoria de 120 Km/hora desde la Habana a Bayamo es una
exageración inadmisible, pero esta altísima velocidad pudiera tener
merito si consideramos que durante los últimos minutos estaban evadiendo
impactos por la parte trasera.
El informe no deja espacio en cuanto a la persecución y ni explica las
huellas de los impactos en la parte trasera que presenta el auto Hyundai
Accent matrícula de turismo T31402, que según ellos expresan “se salió
de la vía y se impactó contra un árbol en un tramo de la carretera Las
Tunas-Bayamo, en la localidad de Las Gabinas, provincia Granma al final
de un supuesto frenaje de 63 metros.
La utilización de militares de alta graduación como autores del reporte
es para incrementar la autoridad técnica del dictamen, pero tambien es
un ardid muy utilizado para convertirlo en una verdad absoluta, pero
este derroche de jerarquía y sapiencia evidencia que este no es el
procedimiento usualmente utilizado en los accidentes en ocasión del
tránsito.
El auto de referencia tiene huellas evidentes en su parte trasera
incongruentes si hubo de detenerse de manera absoluta contra un árbol
cerca de la cuneta con un impacto lateral, lo cual se contradice con una
foto que algún miembro del Ministerio del Interior ha enviado
clandestinamente ha enviado al exterior donde se puede observar una el
auto con los neumáticos ponchados, sin motivo y el carro fuera del lugar
del impacto al final del frenaje y probablemente movido por el propio
automotor más pesado que lo embestía.
El informe técnico no explica en las condiciones y el papel que pudieron
haber jugado los neumáticos sin aire que se aprecian en la foto. Dato
relevante no ha sido considerado en el informe pericial.
El accidente pudo haber sido provocado, aun con la misma explicación que
la propia fuerza represiva detonaron el neumático izquierdo como puede
apreciarse en la foto.
La distancia de frenaje del informe no es consecuente con la velocidad
de 120 Km/h que indica el informe pericial de acuerdo a los resultados
que se obtienen por la formula física o por la tabla publicada en el
2007.
Los declaraciones de testigos presenciales presentados tienen las características de ser de los llamados testimonios estuches.
Los dos testigos sobrevivientes, el chofer y otro como pasajero, Ángel
Francisco Carromero Barrios y Jens Aron Modig, de ciudadanías española y
sueca, respectivamente están en manos de las autoridades cubanas y
tendrán que negociar su libertad en función de sus declaraciones pues
ambos pudieran ser acusados de varios delitos sino cooperan a favor con
argumentos de un accidente de tránsito de un solo vehículo.
La lesión que dice el informe presento Harold Cepero de fractura
múltiple del fémur no necesariamente es una lesión mortal si se le
hubiera aplicado una inmediata hiperventilación de oxigeno en menos de
cuatro a siete minutos como es común en estos casos.
El informe médico legal sobre Oswaldo Paya Sardiñas no dejará de
describir una hemorragia severa por trauma cráneo cefálico con
abundantes coágulos, masa cerebral edematosa y paro cardio respiratorio.
Muerte inmediata.
Teniendo en cuenta que los médicos de la Medicina Forense están
reclutados por la Contra Inteligencia, y además en su inmensa mayoría
son militantes del Partido escribirán el reporte siempre atendiendo a la
solicitud de los Jefes.
Pierden mérito los testimonios que pudieran aportar los sobrevivientes
extranjeros bajo el sistema represivo cubano ya las declaraciones
estarían siempre condicionadas a la imagen que necesitan proyectar los
órganos de Inteligencia y el Departamento de Operaciones de Seguridad
del Estado sobre el hecho como un accidente y borrar toda huella sobre
las condiciones que ellos impusieron para crearlo, pues tienen en su
parte la ventaja de procesar por homicidio culposo en ocasión del
tránsito y agregándoles, cualquier delito contra la seguridad del estado
pues estaban supuestamente conspirando con disientes y delitos de
inmigración pues hubieron de mentir al solicitar visas de turistas y no
anunciar sus propósitos políticos en la Embajadas cubanas en el momento
de haber solicitado la Visa.
Experiencia de este caso con la perdida siempre amarga y dolorosa,
debemos comprender la lección, la disidencia abierta y pacifica le
resulta muy fácil al régimen, es hora que el trabajo clandestino y
absolutamente secreto sea un contundente portador de una substancia
objetiva y circunstancial contra los principales objetivos que sustentan
la estructura política, económica y militar del régimen.
La lucha pacífica por nuestros legítimos derechos no ha sido tradición
de la nación cubana, ni parece ser algo de implementar ni siquiera una
ligera corrosión a la maquinaria del régimen, todo lo contrario, le
facilita lo que ellos llaman “hacer casos”.
Necesitamos de una lucha con menos divulgación y mas acción contra el
régimen, que los militantes se tropiecen en cada esquina con un peligro,
con un desprecio, con obstáculos, olores a cenizas, vehículos
inservibles, cables cortados, puentes caídos, cosechas perdidas,
dirigentes partidistas en la funeraria desgraciadamente al desolado
paisaje creado por la esencia miserable del régimen hay que agregarle y
multiplicarle la destrucción con los que exigimos una Cuba nueva y con
el progreso que merecemos.
¿Cuántos casos más serán necesarios para que haya la debida presión
interna y externa que generen el cambio que el pueblo necesita para el
cual ya es hora?
Mientras, vaya el abrazo solidario y fraterno a la familia Payá y al
MCL, con el deseo que su sangre no se haya derramado en vano.
Resultando Probado que:
Dos Premios Sajarov han sido asesinados en menos de un año, Laura Pollán y Osvvaldo Paya.
Moraleja: “Castro no quiere más Premios Sajarov vivos en Cuba”.
Existe una foto que ha salido del sistema de información del
Ministerio del Interior, elemento raro, pero en esta foto existen
elementos que llaman la atención cuando se conocen los procedimientos
técnicos aplicados tanto desde el punto de vista de la Medicina Forense
como de los oficiales de la Sección de Transito de la Policía Nacional
Revolucionaria.
La primera foto presenta un automóvil Hyundai Accent con chapa T 31402
impactado cerca de una cuneta al parecer paralela con la vía por donde
sucede el accidente, como norma general no se mueve el automóvil hasta
tanto no se hacen todos los levantamientos técnicos y periciales del
caso.
¡Gracias Ángel por tu aporte a la Cuba del futuro, te sabemos uno de los nuestros!
Se desconoce la hora en que ocurrió el accidente, pero por la posición
del sol, las fotos fueron tomadas muy cercano a las 12:00 PM, si
supiéramos la hora podríamos saber y tener explicación porque un oficial
con el grado de Mayor está haciendo el caso, si llego muy pronto, es
que estaba esperándose el accidente y si se demoraron es que el puesto
de Mando decidió enviar al Jefe de la Sección como medida de seguridad
pues este trabajo lo hace un sargento o un Sub-Teniente, sépase que el
Jefe de la Sección de Tránsito de una Provincial ocupa por plantilla el
cargo de Mayor o Capitán.
También se puede observar las piernas de un cadáver perpendicular al
automóvil y las manchas de sangre en el pantalón, tambien en el asiento
trasero el color pardo de la sangre en la superficie vertical del
asiento está completamente impregnada de sangre, lógico pues el impacto
con un objeto vertical de figura cilíndrica que pudiera corresponder al
tronco de un árbol de unos 25 a 30 centímetros de diámetro, aparece en
la puerta trasera izquierda del vehículo. Huellas del impacto lateral
probablemente causadas al crear el chofer una compensación mal calculada
a un giro evasivo de algún obstáculo en su campo visual.
La foto muestra un impacto de gran intensidad capaz de desprender la
pieza metálica que conforma el techo de las columnas que lo soportan al
cuerpo del vehículo y deformas todo el cuerpo metálico del auto, este
impacto puede haber sido de una intensidad alrededor de las 50
gravedades y con un ángulo de 45 grados con relación a la línea central
del auto, lo que provoco que ambos pasajeros se comprimieran quizás uno
contra el otro hasta la pared del vehículo que recibe el impacto. Esta
descripción se puede apreciar en la propia fotografía.
Sin embargo, resulta incongruente que al final del frenaje de 67 metros
cuando la velocidad del vehículo ha decrecido, no parece muy racional un
impacto de tal magnitud, solo es explicado, solo si, un vehículo,
probablemente un camión lo estuvo empujando por la parte trasera, pues
después del impacto debió haberse detenido en el tronco, sin embargo la
foto cerca de la cuneta no parece estar cerca el tronco del árbol.
La defensa trasera presenta huellas de arrastre o fricción de derecha a
izquierda ( la razón que se sabe que es de derecha a izquierda es que la
mayor intensidad de las huellas se encuentran a la derecha de la línea
imaginaria que pudieras hacer en el centro de las decoloraciones
observadas, así mismo vemos que disminuyen hacia el lado izquierdo, esto
se conoce como huellas de cola de ratón) se dice que pudieran
corresponder a los impactos que pudo haber provocado que el automóvil en
principio saliera de la carretera según la huella de derecha a
izquierda, haciendo este impacto un vector de fuerza suficiente para
desprender la defensa del lado izquierdo como se puede observar en las
fotos.
En la foto de la izquierda se puede apreciar las huellas por la
fricción de los impactos de otro vehículo por la posterior, como
consecuencia la propia defensa se desmonto de la pieza de encastre en el
lado izquierdo.
Las primeras fotos que clandestinamente salieron de Cuba, ya venían encontrándose las incongruencias con los hechos.
Es inusual que un cadáver este en una camilla al lado del vehículo
accidentado, pues una vez tomadas las fotos y extraído del vehículo se
carga en el carro de funeraria o ambulancia y se deposita en el
Departamento de Medicina Legal de cada provincia habilitado para tales
funciones en este caso solo está trabajando la Sección de Tránsito y las
ambulancias nunca llegaron pues según versiones apuntan a que unos
buenos samaritanos trasladaron a los dos sobrevivientes al Hospital.
Cémo se explica que el auto rebota después del impacto contra el
árbol a una distancia en que ni aparece en la escena el propio árbol.
Nota oficial del Ministerio del Interior aparecida dos días después de
que lo anterior había sido escrito en fecha Julio 28 de 2012
“Como informó el diario Granma, el pasado 22 de julio a las 13:50 horas,
un auto Hyundai Accent matrícula de turismo T31402, se salió de la vía y
se impactó contra un árbol en un tramo de la carretera Las
Tunas-Bayamo, en la localidad de Las Gabinas, provincia Gramma.
En este lamentable accidente fallecieron los ciudadanos Oswaldo José
Payá Sardiñas y Harold Cepero Escalante; mientras que resultaron
lesionados leves los extranjeros Ángel Francisco Carromero Barrios y
Jens Aron Modig, de ciudadanías española y sueca, respectivamente.
Durante el proceso investigativo, se precisó que el vehículo salió de La
Habana sobre las 06:00 horas de ese día, conducido por Ángel Carromero,
y se dirigió a Santiago de Cuba. Jens Aron viajaba en el asiento
delantero derecho; Oswaldo Payá en el asiento trasero izquierdo y a su
lado Harold Cepero. Estos dos últimos no llevaban puesto el cinturón de
seguridad.
El tramo de la carretera en que ocurrió el accidente está en reparación y
por espacio de unos dos kilómetros no se encuentra pavimentada la
superficie de rodamiento, lo cual lo convierte en una especie de
terraplén con abundante gravilla; por tanto, muy resbaladizo. El
análisis pericial arrojó que el lugar es una vía recta que cuenta con
buena visibilidad y había una señal que indicaba la existencia de
hombres trabajando en su mantenimiento, precedida de otras similares que
alertan a los conductores de los tramos en reparación.
Al respecto, el apartado dos del artículo 127 de la Ley 109, de
seguridad vial, establece que “no se debe conducir un automóvil a una
velocidad mayor de 60 kilómetros por hora en camino de tierra o
terraplén”; y en el 128 que “Sin perjuicio de lo dispuesto en los
artículos anteriores, en relación con el límite general de velocidad, el
que guíe un vehículo o animal por la vía debe tener pleno dominio de su
movimiento y está obligado a moderar la marcha y si es preciso
detenerla siempre que la circulación, estado de la vía o la visibilidad
lo imponga”, en especial, “cuando la superficie está resbaladiza por
agua, grasa, arena, lodo u otras sustancias o éstas puedan proyectarse
hacia los vehículos y peatones”.
El dictamen pericial y las declaraciones de tres testigos presenciales
del accidente: José Antonio Duque de Estrada Pérez, Lázaro Miguel Parra
Arjona y Wilber Rondón Barrero, permitieron establecer que el auto
irrumpió al terraplén a exceso de velocidad. Al respecto, el Capitán
Jorge Fonseca Mendoza, perito del lugar del hecho (12 años de
experiencia), apuntó que el conductor aplicó los frenos de una manera
abrupta, ochenta metros después de haber entrado al terraplén, perdió el
control del vehículo y el carro giró del costado izquierdo por espacio
de 63 metros, con el frente hacia la cuneta y el maletero hacia el
centro de la vía, hasta impactar con un árbol en el borde derecho de la
carretera, lo cual confirma la extrema velocidad con que era conducido.
José Antonio Duque de Estrada, trabajador del Instituto Nacional de
Recursos Hidráulicos (INRH), quien reside en el municipio Granma de Río
Cauto y transitaba por el lugar del hecho en una bicicleta, declaró al
Órgano de Instrucción:
“El carro me pasó a alta velocidad por al lado, con seguridad iba a más
de 100 kilómetros por hora. Rebasó a un tractor que también iba en la
misma dirección y después vi una tremenda polvareda, cuando entró a un
tramo que está en mal estado. Al aproximarme, ya con menos polvareda, vi
al carro impactado contra un árbol en la cuneta. A mi modo de entender,
la razón más clara que yo veo del accidente es el exceso de velocidad.
Al caer en el terraplén no es lo mismo que en el pavimento, no hay freno
que valga, el carro no se sujeta, se desliza y se impactó contra el
árbol”.
Por su parte, Lázaro Miguel Parra Arjona, tractorista del INRH y vecino
de La Sal, en el municipio Yara, confirmó esta versión: “El carro me
adelantó a gran velocidad; luego vi la nube de polvo fuerte y cuando
bajó el polvo pude ver el auto impactado en el árbol que está en la
cuneta”.
Tanto José Antonio como Lázaro conducían en la misma dirección del auto
accidentado, pero Wilber Rondón Barrero, campesino de Río Cauto, venía
en dirección contraria, a unos cien metros de distancia del sitio donde
ocurrió el siniestro. “Cuando me acercaba vi que el carro perdía el
control y se impactaba contra un árbol de la cuneta”, declaró.
Un equipo de la Dirección de Criminalística integrado por: Teniente
Coronel Misael Fontes Pérez, oficial de la Sección de Averías,
Explosiones e Incendios (19 años de experiencia como perito); Teniente
Coronel Inardi Reyes Uriarte, Jefe de la Sección Provincial de
Criminalística de Granma (11 años de experiencia como perito); y el
Capitán Jorge Fonseca; de conjunto con Fidel Núñez Guevara, Jefe de
Ingeniería del Tránsito en la provincia Granma (9 años de experiencia
como perito), concluyó categóricamente que el conductor manejaba a
exceso de velocidad y que el vehículo presentaba una abolladura de 67
centímetros de ancho con 45 centímetros de profundidad en el lateral
izquierdo trasero, perpendicular al eje longitudinal del auto (lugar
donde viajaban los fallecidos), como consecuencia de un fuerte golpe que
deformó sustancialmente el mono chasis y el techo, cuyas
características y dimensiones se corresponden con el tronco del árbol
referido.
El dictamen médico forense indica que Oswaldo Payá falleció
instantáneamente a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico como
resultado del fuerte impacto recibido; mientras que Harold Cepero murió
en el hospital clínico quirúrgico Carlos Manuel de Céspedes, de la
ciudad de Bayamo, debido a una insuficiencia respiratoria aguda por
trombo embolismo pulmonar graso del lóbulo superior del pulmón
izquierdo, derivada de la fractura fragmentada del fémur izquierdo.
Ángel Carromero declaró al Órgano de Instrucción que no recordaba haber
visto la señalización que alerta sobre el estado en que se halla la vía.
Añadió que irrumpió al terraplén a una velocidad que no puede precisar,
debido a que no iba observando el cuenta milla y al percatarse de que
transitaba sobre grava, intentó disminuir la velocidad mediante un
frenazo brusco y el auto comenzó a resbalar de lado hasta impactarse
contra el árbol. Jens Aron declaró que él estaba dormitando cuando
sintió el frenazo y el desplazamiento lateral del vehículo; luego perdió
la conciencia.
A partir del análisis lógico del tiempo de viaje (cerca de ochocientos
kilómetros en menos de ocho horas, con tres paradas intermedias), las
declaraciones de los testigos y el estudio pericial del lugar del hecho y
el vehículo, el equipo investigativo evaluó que Ángel Francisco
Carromero Barrios debió conducir a una velocidad promedio superior a los
120 kilómetros por hora y que fueron su falta de atención al control
del vehículo, el exceso de velocidad y la incorrecta decisión de aplicar
los frenos de manera abrupta en una superficie resbaladiza, las causas
que determinaron este trágico accidente que costó la vida a dos seres
humanos.
Continúa el proceso investigativo y de instrucción penal, en correspondencia con las leyes cubanas”.
Análisis sobre el Informe Pericial del Ministerio del Interior de Dr. Eduardo Prida:
Como dice el informe: “un auto Hyundai Accent matrícula de turismo
T31402, se salió de la vía y se impactó contra un árbol en un tramo de
la carretera Las Tunas-Bayamo, en la localidad de Las Gabinas, provincia
Granma”. Más adelante “Francisco Carromero Barrios debió conducir a una
velocidad promedio superior a los 120 kilómetros por hora”
Observación N 1:
Si el vehículo estuvo siendo conducido desde la Habana hasta Bayamo a
esta velocidad promedio, la cual es inusualmente alta, ya que la
velocidad media de conducción de vehículos en Cuba es de 60 Km/h en
carretera, pero un vehículo con chapa de turismo y un modelo de auto no
autorizado a los nativos, siempre y de manera rutinaria está bajo
control por la Contra Inteligencia por tener a bordo un “enemigo” y dos
extranjeros, en un auto que de hecho solo se le alquila a los
extranjeros y los pasajeros sean sospechosos o no son detenidos por
infracciones menores de tránsito con amenaza de una multa muy alta o en
cambio regalar “$20.00 al Policía”, manera especial para extorsionar a
los choferes dada la corrupción medular y autorizada de los Policías de
Tránsito.
No parece probable que durante una trayectoria de 800 Km un vehículo
mantenga una velocidad supuestamente al doble de la permitida ilegal y
no sea detenido para ser multado.
Observación N 2:
José Antonio Duque de Estrada Pérez, Lázaro Miguel Parra Arjona y Wilber
Rondón Barrero, fueron testigos del accidentes, pero ninguno declara
haber visto el vehículo que los perseguía, supuestamente la misma
velocidad que el perseguido.
El lenguaje tan perfecto de las declaraciones y las expresiones no son
típicas del lenguaje de los pobladores de la zona de Bayamo, lo cual
pone en duda que realmente estos vecinos del lugar de manera casual
coincidieran en tiempo y lugar del accidente, un chofer de tractor en
Cuba no utiliza este tipo de expresiones para expresar que por lógica un
auto por ser más veloz que un tractor le sobrepase en la carretera.
Todas las declaraciones son las llamadas “declaraciones de estuche” como
suele decirse en la jerga de los Tribunales cubanos.
Como era de esperarse el pasajero sueco Jens Aron Modig hasta el
momento, al menos en territorio cubano, se desempeña haciéndose su papel
de “sueco” quien se declara dormido y no supo nada del accidente, ni de
la persecución, ni de las huellas de los impactos de embestida de
derecha a izquierda que presenta el auto chapa T31402 en su parte
trasera como claramente se puede observar en estas fotos.
Observación N 3:
Un equipo conformado por muy experimentados oficiales para explicar un “simple caso”:
Por la Dirección de Criminalística el Teniente Coronel Misael Fontes
Pérez, oficial de la Sección de Averías, Explosiones e Incendios (19
años de experiencia como perito); Teniente Coronel Inardi Reyes Uriarte,
Jefe de la Sección Provincial de Criminalística de Granma (11 años de
experiencia como perito); y el Capitán Jorge Fonseca; de conjunto con
Fidel Núñez Guevara, Jefe de Ingeniería del Tránsito en la provincia
Granma (9 años de experiencia como perito):
La falta de transparencia es notoria y proyecta la falta de confianza en
los oficiales subalternos y clases que debieron haber trabajado en la
elaboración de este informe pericial pues usualmente para un accidente
normal en Cuba no intervienen Oficiales Superiores, este evento especial
indica que la ilustración que ofrecen es manipulada por razones de la
Seguridad del Estado cubano, para dejar sin espacio la persecución y los
impactos en la parte trasera que pondrían de relieve la operación de la
DSE para amedrentar o eliminar la acción política del “Objetivo”
Oswaldo Payá Sardina.
En las observaciones preliminares, por la posición del sol habíamos
tomado en cuenta que la hora de la toma de la foto había sido las
alrededor de las 12:00 PM (1:00 PM hora de verano) y el equipo se
presenta con un oficial con los grados de Mayor para hacer las
investigaciones del hecho casi minutos más tarde y no existen testigos
(curiosos) en el lugar, es señal que un equipo especial estaba preparado
para concluir la operación preparada de antemano para provocar el
accidente.
Este flamante “team” con todos los datos y antecedentes a su disposición
no hacen alusión a otro accidente similar ocurrido el 22 de Junio
próximo pasado de características semejantes con impactos por la parte
trasera hasta conseguir el vuelco del vehículo dentro del municipio
Cerro de La Habana.
Observación N 4:
El dictamen pericial y las declaraciones de tres testigos presenciales
del accidente: José Antonio Duque de Estrada Pérez, Lázaro Miguel Parra
Arjona y Wilber Rondón Barrero, permitieron establecer que el auto
irrumpió al terraplén a exceso de velocidad. Al respecto, el Capitán
Jorge Fonseca Mendoza, perito del lugar del hecho (12 años de
experiencia), apuntó que el conductor aplicó los frenos de una manera
abrupta, ochenta metros después de haber entrado al terraplén, perdió el
control del vehículo y el carro giró del costado izquierdo por espacio
de 63 metros, con el frente hacia la cuneta y el maletero hacia el
centro de la vía, hasta impactar con un árbol en el borde derecho de la
carretera, lo cual confirma la extrema velocidad con que era conducido.
José Antonio Duque de Estrada, trabajador del Instituto Nacional de
Recursos Hidráulicos (INRH), quien reside en el municipio Granma de Río
Cauto y transitaba por el lugar del hecho en una bicicleta, declaró al
Órgano de Instrucción:
“El carro me pasó a alta velocidad por al lado, con seguridad iba a más
de 100 kilómetros por hora. Rebasó a un tractor que también iba en la
misma dirección y después vi una tremenda polvareda, cuando entró a un
tramo que está en mal estado. Al aproximarme, ya con menos polvareda, vi
al carro impactado contra un árbol en la cuneta. A mi modo de entender,
la razón más clara que yo veo del accidente es el exceso de velocidad.
Al caer en el terraplén no es lo mismo que en el pavimento, no hay freno
que valga, el carro no se sujeta, se desliza y se impactó contra el
árbol”.
Por su parte, Lázaro Miguel Parra Arjona, tractorista del INRH y vecino
de La Sal, en el municipio Yara, confirmó esta versión: “El carro me
adelantó a gran velocidad; luego vi la nube de polvo fuerte y cuando
bajó el polvo pude ver el auto impactado en el árbol que está en la
cuneta”.
Tanto José Antonio como Lázaro conducían en la misma dirección del auto
accidentado, pero Wilber Rondón Barrero, campesino de Río Cauto, venía
en dirección contraria, a unos cien metros de distancia del sitio donde
ocurrió el siniestro. “Cuando me acercaba vi que el carro perdía el
control y se impactaba contra un árbol de la cuneta”, declaró.
El lenguaje de los testimonios es típico de los testimonios estuches,
las expresiones lingüísticas no son la usuales en la zona teniendo en
cuenta el papel que estaban jugando los testigos oculares como
trabajador agrícola, chofer de tractor, etc.
Existen en la tierra dos líneas paralelas terminan debajo del auto y se desconocen su relación o el significado de las mismas.
Observación N 5
De acuerdo a esta foto del lugar del accidente no aparece el árbol que
fue impactado, cabe preguntarse es un rebote a tanta distancia que no
hay ni rastro del árbol en el lugar. Usualmente la amortiguación que
practico la estructura al deformarse las laminas y las columnas del
chasis debían haber detenido el auto en el lugar del impacto.
El informe pericial sustenta el dato que el vehículo al aplicársele los
frenos abruptamente se deslizo por la superficie de grava por una
distancia de 67 metros, no dice donde se detuvo finalmente, que debió
ser al lado del árbol.
Observación N 6
Dice el informe pericial:
Al respecto, “el Capitán Jorge Fonseca Mendoza, perito del lugar del
hecho (12 años de experiencia), apuntó que el conductor aplicó los
frenos de una manera abrupta, ochenta metros después de haber entrado al
terraplén, perdió el control del vehículo y el carro giró del costado
izquierdo por espacio de 63 metros, con el frente hacia la cuneta y el
maletero hacia el centro de la vía, hasta impactar con un árbol en el
borde derecho de la carretera, lo cual confirma la extrema velocidad con
que era conducido”.(Hay un error en esta descripción)
Ausente la explicación de por qué ambos neumáticos están desinflados, el
trasero pudiera haber recibido parte del impacto, pero el delantero
izquierdo no tiene motivos para haber perdido el aire, excepto si le
habían preparado una emboscada en la vía con alcayatas u otros
dispositivos que hicieron explotar los neumáticos pues como sabemos las
fuerzas policiales disponen de tales artefactos represivos desde hace
muchos años.
El informe pericial sustenta el dato que el vehículo al aplicársele los
frenos abruptamente después de introducirse en el camino con superficie
de grava 80 metros se deslizo por la superficie resbaladiza por otros 63
metros, pero gira la posición de su eje central hacia la derecha,
fenómeno inercial típico como exactamente lo hace cualquier medio de
transporte en movimiento que pierde el aire en uno de sus neumáticos, ya
sea por una abertura espontanea en el cuerpo del neumático o por algún
objeto perfilo cortante emplazado en la superficie de contacto, el
frenazo abrupto no necesariamente hace este “derrape” lateral, pues
todos los autos disponen de un mecanismo en la bomba de freno para que
ambos neumáticos frenen con la misma intensidad evitando este “derrape”
lateral y el chofer además dispone del timón para compensar tal giro, lo
cual parece no pudo hacer el chofer.
Este fenómeno más bien sucede siempre que uno de los neumáticos pierde el aire súbitamente.
Parece difícil de creer que disponiendo el Ministerio del Interior con
un grupo de expertos tan talentosos y de gran experiencia en materia de
Criminalística no hayan podido notar y al menos detallar el estado
técnico de los cuatro neumáticos e incluir las pruebas de laboratorio de
la bomba de freno y en especial la función adecuada de la válvulas de
compensación de presión que debían haber trabajado adecuadamente o
tambien que pudiera hasta existir un defecto de diseño del fabricante,
solamente detectado en Cuba por técnicos tan capacitados.
Por la simple inspección de las fotos llama la atención el estado de los
dos neumáticos que se pueden observar en el lateral derecho.
El “sobresaliente” equipo de Criminalística no utilizó todos los
conocimientos a su alcance para cumplir la orden de los muchachos del
DSE y olvidaron utilizar el cálculo clásico para establecer la distancia
de frenado y calcular la incógnita mas importante, cual era la
velocidad del móvil antes de aplicar los frenos…saber realmente a qué
velocidad entra el vehículo de referencia en el terraplén, el testimonio
del chofer de tractor y los demás, no validos pues no son personas
entrenadas o disponen de instrumentos para medir velocidades
vehiculares. Los peritos debieron haber utilizado una formula aritmética
o tablas de distancia de frenado normalmente utilizada en estos
menesteres para ilustrar la Ley, de ser así encontramos que si hubiera
entrado a 120 K/hora la distancia de frenado en superficie resbaladiza
seria de 84 metros, si se deslizó solo 63 metros ya estaríamos hablando
de que la velocidad fue solo de 90 Km/hora, no de 120 Km/h con declara
como absoluto el Informe Pericial.
NOTA:
La distancia de frenado (aproximado) se puede obtener con esta fórmula:
Velocidad en km/h. elevada al cuadrado y dividido por la cantidad
constante de 170. Por lo tanto…120 al cuadrado dividido por 170 es igual
84 metros, pero el informe refiere solo 63 metros de frenaje. Por una
simple regla de tres, la velocidad debió haber sido de 90 Km/hora.
Otra tabla evidentemente no consultada por los expertos del
Ministerio del Interior ratifica a 120 Km/hora en pavimento mojado o de
poca fricción la distancia de frenaje es de 172 metros.
De acuerdo a esta tabla entonces la velocidad debió haber sido a 45
Km/h…como se puede demostrar la velocidad no debió haber sido tan alto
como 120, ni tan baja como 45 Km/h, pero evidentemente el ánimo de los
expertos es impresionar con la velocidad del vehículo para justificar la
muerte de ambos cubanos.
Cómo es posible que si al final del frenaje se supone que la velocidad
debió haber sido cercana a cero, exista un impacto de tal magnitud capaz
de crear las deformaciones en la estructura y cuerpo del vehículo como
se puede apreciar en la foto.
Esta evidencia nos indica que a pesar del frenaje del auto existió otro
vehículo que estuvo empujando al auto que conducía a los cuatro
ocupantes que inclusive después del último impacto con el árbol lo movió
hasta cerca de la cuneta.
Observación N 7
Con relación al joven patriota y luchador Harold Cepero dice la Nota
Oficial “murió en el hospital clínico quirúrgico Carlos Manuel de
Céspedes, de la ciudad de Bayamo, debido a una insuficiencia
respiratoria aguda por trombo embolismo pulmonar graso del lóbulo
superior del pulmón izquierdo, derivada de la fractura fragmentada del
fémur izquierdo”.
Efectivamente de acuerdo a la literatura médica consultada y tres
médicos especialistas coinciden en que: la inmensa mayoría de los
politraumatismos se hacen mortales por la absorción de sustancias grasas
de las medulas óseas que se incorporan en los torrentes venosos en el
área del trauma y obstruyen el pulmón, pero la adecuada hiperventilación
con oxigeno es el medio preventivo por excelencia lo cual parece estuvo
ausente para causarle la muerte al joven Harold Cepero.
Conclusión:
El informe pericial es técnicamente incorrecto, tiene como objetivo demostrar un puro accidente por negligencia del chofer.
Analizar una trayectoria de 120 Km/hora desde la Habana a Bayamo es una
exageración inadmisible, pero esta altísima velocidad pudiera tener
merito si consideramos que durante los últimos minutos estaban evadiendo
impactos por la parte trasera.
El informe no deja espacio en cuanto a la persecución y ni explica las
huellas de los impactos en la parte trasera que presenta el auto Hyundai
Accent matrícula de turismo T31402, que según ellos expresan “se salió
de la vía y se impactó contra un árbol en un tramo de la carretera Las
Tunas-Bayamo, en la localidad de Las Gabinas, provincia Granma al final
de un supuesto frenaje de 63 metros.
La utilización de militares de alta graduación como autores del reporte
es para incrementar la autoridad técnica del dictamen, pero tambien es
un ardid muy utilizado para convertirlo en una verdad absoluta, pero
este derroche de jerarquía y sapiencia evidencia que este no es el
procedimiento usualmente utilizado en los accidentes en ocasión del
tránsito.
El auto de referencia tiene huellas evidentes en su parte trasera
incongruentes si hubo de detenerse de manera absoluta contra un árbol
cerca de la cuneta con un impacto lateral, lo cual se contradice con una
foto que algún miembro del Ministerio del Interior ha enviado
clandestinamente ha enviado al exterior donde se puede observar una el
auto con los neumáticos ponchados, sin motivo y el carro fuera del lugar
del impacto al final del frenaje y probablemente movido por el propio
automotor más pesado que lo embestía.
El informe técnico no explica en las condiciones y el papel que pudieron
haber jugado los neumáticos sin aire que se aprecian en la foto. Dato
relevante no ha sido considerado en el informe pericial.
El accidente pudo haber sido provocado, aun con la misma explicación que
la propia fuerza represiva detonaron el neumático izquierdo como puede
apreciarse en la foto.
La distancia de frenaje del informe no es consecuente con la velocidad
de 120 Km/h que indica el informe pericial de acuerdo a los resultados
que se obtienen por la formula física o por la tabla publicada en el
2007.
Los declaraciones de testigos presenciales presentados tienen las características de ser de los llamados testimonios estuches.
Los dos testigos sobrevivientes, el chofer y otro como pasajero, Ángel
Francisco Carromero Barrios y Jens Aron Modig, de ciudadanías española y
sueca, respectivamente están en manos de las autoridades cubanas y
tendrán que negociar su libertad en función de sus declaraciones pues
ambos pudieran ser acusados de varios delitos sino cooperan a favor con
argumentos de un accidente de tránsito de un solo vehículo.
La lesión que dice el informe presento Harold Cepero de fractura
múltiple del fémur no necesariamente es una lesión mortal si se le
hubiera aplicado una inmediata hiperventilación de oxigeno en menos de
cuatro a siete minutos como es común en estos casos.
El informe médico legal sobre Oswaldo Paya Sardiñas no dejará de
describir una hemorragia severa por trauma cráneo cefálico con
abundantes coágulos, masa cerebral edematosa y paro cardio respiratorio.
Muerte inmediata.
Teniendo en cuenta que los médicos de la Medicina Forense están
reclutados por la Contra Inteligencia, y además en su inmensa mayoría
son militantes del Partido escribirán el reporte siempre atendiendo a la
solicitud de los Jefes.
Pierden mérito los testimonios que pudieran aportar los sobrevivientes
extranjeros bajo el sistema represivo cubano ya las declaraciones
estarían siempre condicionadas a la imagen que necesitan proyectar los
órganos de Inteligencia y el Departamento de Operaciones de Seguridad
del Estado sobre el hecho como un accidente y borrar toda huella sobre
las condiciones que ellos impusieron para crearlo, pues tienen en su
parte la ventaja de procesar por homicidio culposo en ocasión del
tránsito y agregándoles, cualquier delito contra la seguridad del estado
pues estaban supuestamente conspirando con disientes y delitos de
inmigración pues hubieron de mentir al solicitar visas de turistas y no
anunciar sus propósitos políticos en la Embajadas cubanas en el momento
de haber solicitado la Visa.
Experiencia de este caso con la perdida siempre amarga y dolorosa,
debemos comprender la lección, la disidencia abierta y pacifica le
resulta muy fácil al régimen, es hora que el trabajo clandestino y
absolutamente secreto sea un contundente portador de una substancia
objetiva y circunstancial contra los principales objetivos que sustentan
la estructura política, económica y militar del régimen.
La lucha pacífica por nuestros legítimos derechos no ha sido tradición
de la nación cubana, ni parece ser algo de implementar ni siquiera una
ligera corrosión a la maquinaria del régimen, todo lo contrario, le
facilita lo que ellos llaman “hacer casos”.
Necesitamos de una lucha con menos divulgación y mas acción contra el
régimen, que los militantes se tropiecen en cada esquina con un peligro,
con un desprecio, con obstáculos, olores a cenizas, vehículos
inservibles, cables cortados, puentes caídos, cosechas perdidas,
dirigentes partidistas en la funeraria desgraciadamente al desolado
paisaje creado por la esencia miserable del régimen hay que agregarle y
multiplicarle la destrucción con los que exigimos una Cuba nueva y con
el progreso que merecemos.
¿Cuántos casos más serán necesarios para que haya la debida presión
interna y externa que generen el cambio que el pueblo necesita para el
cual ya es hora?
Mientras, vaya el abrazo solidario y fraterno a la familia Payá y al
MCL, con el deseo que su sangre no se haya derramado en vano.
Resultando Probado que:
Dos Premios Sajarov han sido asesinados en menos de un año, Laura Pollán y Osvvaldo Paya.
Moraleja: “Castro no quiere más Premios Sajarov vivos en Cuba”.
CalaveraDeFidel- Cantidad de envíos : 19144
Fecha de inscripción : 21/02/2009
Re: Payá:Tomado de la página que denuncia a los etarras protegidos del dictador.
El caso es que se ve que sacan un cuerpo , no se si vivo o muerto, y el auto esta sobre el pedraplen..como despues aparecio cerca de un charco?
Quien ha tenido accidentes, sabe como uno queda desorientado .
Quien ha tenido accidentes, sabe como uno queda desorientado .
_________________
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50980
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: Payá:Tomado de la página que denuncia a los etarras protegidos del dictador.
Amenizemos las pajas mentales:
Nuestro hombre va conduciendo por la carretera
cuando de pronto ve que en dirección contraria viene una mujer conduciendo su
auto y que al acercarse, baja el vidrio y le grita:
¡CAABROOOOOOOOON!
El hombre que obviamente no se pudo quedar callado, baja su vidrio y le grita:
¡TOONTAAAAAAAAAA!
En eso, al doblar la curva, ¡pum! se estrella con un gran macho cabrio que estaba en
medio de la carretera.
Moraleja de la historia:
Algunos hombres nunca logran comprender lo que las mujeres tratan de decirles
cuando de pronto ve que en dirección contraria viene una mujer conduciendo su
auto y que al acercarse, baja el vidrio y le grita:
¡CAABROOOOOOOOON!
El hombre que obviamente no se pudo quedar callado, baja su vidrio y le grita:
¡TOONTAAAAAAAAAA!
En eso, al doblar la curva, ¡pum! se estrella con un gran macho cabrio que estaba en
medio de la carretera.
Moraleja de la historia:
Algunos hombres nunca logran comprender lo que las mujeres tratan de decirles
xantarhori- Cantidad de envíos : 1006
Fecha de inscripción : 28/06/2012
Re: Payá:Tomado de la página que denuncia a los etarras protegidos del dictador.
Azali escribió:El caso es que se ve que sacan un cuerpo , no se si vivo o muerto, y el auto esta sobre el pedraplen..como despues aparecio cerca de un charco?
Quien ha tenido accidentes, sabe como uno queda desorientado .
Las fotos no se desorientan. En ese texto se confiema que la propia S.E. difundió las primeras fotos falsas para denunciar la especulación para causar la polémica que desembocase en la acusación de ayuda al terrorismo opositor, denominación que, de boca de una dictadura, solo comparte quien sea un Xanta o un Socra.
Y punto.
CalaveraDeFidel- Cantidad de envíos : 19144
Fecha de inscripción : 21/02/2009
xantarhori- Cantidad de envíos : 1006
Fecha de inscripción : 28/06/2012
Re: Payá:Tomado de la página que denuncia a los etarras protegidos del dictador.
Xantar tu sitio : http://www.lahaine.org/
Si vivieras en Cuba y defendieras a los presos politicos ( que en Cuba no son terroristas, que se oponen pacificamente) con un site asi,ya estuvieras con tus huesos en la carcel..
Todos ustedes son muy "pide libertad" pero son unos embusteros porque todos defienden un regimen totalitarista, como es el castrismo..
Si vivieras en Cuba y defendieras a los presos politicos ( que en Cuba no son terroristas, que se oponen pacificamente) con un site asi,ya estuvieras con tus huesos en la carcel..
Todos ustedes son muy "pide libertad" pero son unos embusteros porque todos defienden un regimen totalitarista, como es el castrismo..
_________________
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50980
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Contenido patrocinado
Temas similares
» Nueva evidencia dada por Rosa María Payá en Twitter sobre las muertes de su padre Oswaldo Payá y de Harold Cepero.
» Mariah Carey canta (de nuevo) para un dictador ....el amiguito dictador de los Castro
» Los protegidos y los desprotegidos en Cuba
» Venezolanos estarán protegidos en caso de crisis económica
» Científicos inician carrera contrarreloj para entender la gripe porcina
» Mariah Carey canta (de nuevo) para un dictador ....el amiguito dictador de los Castro
» Los protegidos y los desprotegidos en Cuba
» Venezolanos estarán protegidos en caso de crisis económica
» Científicos inician carrera contrarreloj para entender la gripe porcina
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.