Y el ganador es!! "EL TRONO"......yo pensaba que lo habia visto todo..
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Y el ganador es!! "EL TRONO"......yo pensaba que lo habia visto todo..
Diez inodoros que ponen los pelos de punta
Para esos momentos íntimos en los que tu cuerpo te pide un respiro y estás obligado a dárselo (podría seguir intentando hablar con eufemismos, pero me refiero a hacer pis y caca), hay auténticas aberraciones manufacturadas. Baños en los que, lejos de sentirte cómodo para evacuar, parece que estás pendiente de que no te asalte un bandido en un callejón a oscuras cuando acabas de sacar dinero del cajero.
Siguiendo una pista de un compañero del que no estoy autorizado a publicar su cuenta de twitter (¡lástima!, porque es una cuenta recomendable), he elaborado un ranking de los DIEZ VÁTERES PEOR PENSADOS DEL PLANETA. Los hay que de puro cutre dan ligera grima, pero también los hay de diseño, en los que el arquitecto que pensó el baño no tuvo en cuenta un detalle tan importante como la intimidad. ¡Al lío!
10. ¿Dónde está el papel? Recién terminada tu tarea, acudes presto en busca de un trozo de papel higiénico con el que rematar la acción. Miras a tu derecha y estiras el brazo pero… ¡oh, wait! Si no eres un tío de dos metros o, en su defecto, el Inspector Gadget, tienes realmente complicado acceder a él sin tener que incorporarte. No sólo eso, para poder agarrar un trozo, necesitas salvar una bañera que, esperemos, no esté ocupada en ese momento. Por decoro.
9. Se acabó el presupuesto. Vale que estemos ante el baño de una casa humilde, pero el cutrerío es sonrojante. El propietario, sin presupuesto para un inodoro, diseñó uno que no puede pasar desapercibido. Un cono de los que se utilizan para señalizar obras en la calzada, puesto del revés y bien encajado en el tubo de desagüe hace las veces de porcelana. Un tablón sustentado sobre dos vigas y una tapa de madera de roble (eso parece) ponen el colofón a esta aberración.
8. Sin desagüe. Si está feo que el inodoro de tu hogar sea cutre, mucho peor aún es que lo sea un urinario público, como éste. Aquí, o el fontanero no tenía ganas de seguir trabajando o el propietario tenía menos dinero que uno que se está duchando. El resultado es que unas garrafas de agua hacen de depósito para el pis. El problema no es sólo para el que entra allí a orinar y se encuentra esta escena dantesca, sino también para el encargado de vaciar los bidones, tarea harto desagradable y nunca bien remunerada.
7. Ante el abismo. Muy bonito, muy moderno, muy cool… ¡lo que queráis, pero es un asco tener que sentarse ahí y mirar hacia el abismo! Y eso que no sé si al final de esa abertura en el suelo hay una galería por la que pasa la gente. En este caso, imagino a los transeuntes al borde del esguince cervical mirando hacia arriba y boquiabiertos ante el show. Diseñador, querido, eres un artista, pero piensa un poco en la usabilidad del asunto.
6. Bocado a la puerta. Vale que el suelo está a precio de oro en algunas zonas, pero no se debería escatimar tanto… La imagen es de un restaurante de medio pelo, en el que diseñó el espacio para el wc no tuvo en cuenta que la puerta se abre hacia dentro. Una vez hecho el experimento, en vez de optar por cambiar el sistema de apertura de puertas, prefirió pegarle un bocado, para que no topara con el inodoro. A problemas sencillos, soluciones imbéciles sencillas.
5. Más madera. Siguiendo la línea del caso anterior, las puertas son protagonistas también de este espacio para evacuar. Aquí, el que las puso pecó por defecto. ¡Se quedan cortísimas! La intimidad se reduce a que, al menos, si estás allí sentado no se te ve la cara, pero no parece el lugar más recomendable si eres de los que tienen por hábito bajarse los pantalones y los calzoncillos (también vale bragas o tanga) hasta los tobillos.
4. Para casos de sequía. ¿Cisternas con doble flujo? ¡Bah, chorradas de modernitos inventadas para quedar bien! Si de verdad queréis ahorrar agua en casa, nada como enganchar una manguera al grifo del lavabo y hacer pasar la corriente de agua a la cisterna para eliminar residuos. ¡Qué iluminado! La imagen que ilustra este epígrafe tiene toda la pinta de pertenecer a un bar de carretera de esos en los que los vasos tienen restos de carmín.
3. Para masoquistas. Hay gente que encuentra el placer de la forma más inesperada, así que no seré yo quien critique a los que quieran acudir al inodoro a hacer sus cositas mientras satisface sus deseos más ocultos. El caso es que este wc parece un auténtico potro de tortura, con sus tachuelas para horadar la piel del visitante. No termino de creerme del todo que exista en la realidad, pero esta foto no es un montaje (creo, aunque no apostaría mi participación de lotería navideña…).
2. El váter de Superman. Los más veteranos de la redacción me hablan de la peli de José Luis López Vázquez (QEPD), pero a mí esta “cabina-wc” me recuerda más a Superman. Me parece el espacio ideal para el superhéroe, ya que es polifuncional. No sólo le sirve para que Clark Kent haga sus deposiciones, sino que le sirve también para cambiar de rol, enfundarse las mallas azules y la capa roja y lanzarse por los aires a salvar el mundo. Eso sí, para los mortales, el sitio es claustrofóbico, poco íntimo y, parece, con escasa ventilación. ¡Bravo por el diseñador!
1. El Trono. Me permito poner ‘Trono’ con mayúscula porque este retrete simboliza a la perfección el dicho “sentarse en el trono”, perdón por la redundancia. ¿Hay algo más regio que hacer popó mirando por encima del hombro al resto de la gente? Con “escalinata real” incluida, este wc merece el primer premio al “Diseño esperpéntico de inodoros” y un hueco para su creador en la próxima edición de ARCO. ¡Mis felicitaciones, galán!
http://blogs.20minutos.es/becario/2012/12/20/diez-inodoros-que-ponen-los-pelos-de-punta/
Para esos momentos íntimos en los que tu cuerpo te pide un respiro y estás obligado a dárselo (podría seguir intentando hablar con eufemismos, pero me refiero a hacer pis y caca), hay auténticas aberraciones manufacturadas. Baños en los que, lejos de sentirte cómodo para evacuar, parece que estás pendiente de que no te asalte un bandido en un callejón a oscuras cuando acabas de sacar dinero del cajero.
Siguiendo una pista de un compañero del que no estoy autorizado a publicar su cuenta de twitter (¡lástima!, porque es una cuenta recomendable), he elaborado un ranking de los DIEZ VÁTERES PEOR PENSADOS DEL PLANETA. Los hay que de puro cutre dan ligera grima, pero también los hay de diseño, en los que el arquitecto que pensó el baño no tuvo en cuenta un detalle tan importante como la intimidad. ¡Al lío!
10. ¿Dónde está el papel? Recién terminada tu tarea, acudes presto en busca de un trozo de papel higiénico con el que rematar la acción. Miras a tu derecha y estiras el brazo pero… ¡oh, wait! Si no eres un tío de dos metros o, en su defecto, el Inspector Gadget, tienes realmente complicado acceder a él sin tener que incorporarte. No sólo eso, para poder agarrar un trozo, necesitas salvar una bañera que, esperemos, no esté ocupada en ese momento. Por decoro.
9. Se acabó el presupuesto. Vale que estemos ante el baño de una casa humilde, pero el cutrerío es sonrojante. El propietario, sin presupuesto para un inodoro, diseñó uno que no puede pasar desapercibido. Un cono de los que se utilizan para señalizar obras en la calzada, puesto del revés y bien encajado en el tubo de desagüe hace las veces de porcelana. Un tablón sustentado sobre dos vigas y una tapa de madera de roble (eso parece) ponen el colofón a esta aberración.
8. Sin desagüe. Si está feo que el inodoro de tu hogar sea cutre, mucho peor aún es que lo sea un urinario público, como éste. Aquí, o el fontanero no tenía ganas de seguir trabajando o el propietario tenía menos dinero que uno que se está duchando. El resultado es que unas garrafas de agua hacen de depósito para el pis. El problema no es sólo para el que entra allí a orinar y se encuentra esta escena dantesca, sino también para el encargado de vaciar los bidones, tarea harto desagradable y nunca bien remunerada.
7. Ante el abismo. Muy bonito, muy moderno, muy cool… ¡lo que queráis, pero es un asco tener que sentarse ahí y mirar hacia el abismo! Y eso que no sé si al final de esa abertura en el suelo hay una galería por la que pasa la gente. En este caso, imagino a los transeuntes al borde del esguince cervical mirando hacia arriba y boquiabiertos ante el show. Diseñador, querido, eres un artista, pero piensa un poco en la usabilidad del asunto.
6. Bocado a la puerta. Vale que el suelo está a precio de oro en algunas zonas, pero no se debería escatimar tanto… La imagen es de un restaurante de medio pelo, en el que diseñó el espacio para el wc no tuvo en cuenta que la puerta se abre hacia dentro. Una vez hecho el experimento, en vez de optar por cambiar el sistema de apertura de puertas, prefirió pegarle un bocado, para que no topara con el inodoro. A problemas sencillos, soluciones imbéciles sencillas.
5. Más madera. Siguiendo la línea del caso anterior, las puertas son protagonistas también de este espacio para evacuar. Aquí, el que las puso pecó por defecto. ¡Se quedan cortísimas! La intimidad se reduce a que, al menos, si estás allí sentado no se te ve la cara, pero no parece el lugar más recomendable si eres de los que tienen por hábito bajarse los pantalones y los calzoncillos (también vale bragas o tanga) hasta los tobillos.
4. Para casos de sequía. ¿Cisternas con doble flujo? ¡Bah, chorradas de modernitos inventadas para quedar bien! Si de verdad queréis ahorrar agua en casa, nada como enganchar una manguera al grifo del lavabo y hacer pasar la corriente de agua a la cisterna para eliminar residuos. ¡Qué iluminado! La imagen que ilustra este epígrafe tiene toda la pinta de pertenecer a un bar de carretera de esos en los que los vasos tienen restos de carmín.
3. Para masoquistas. Hay gente que encuentra el placer de la forma más inesperada, así que no seré yo quien critique a los que quieran acudir al inodoro a hacer sus cositas mientras satisface sus deseos más ocultos. El caso es que este wc parece un auténtico potro de tortura, con sus tachuelas para horadar la piel del visitante. No termino de creerme del todo que exista en la realidad, pero esta foto no es un montaje (creo, aunque no apostaría mi participación de lotería navideña…).
2. El váter de Superman. Los más veteranos de la redacción me hablan de la peli de José Luis López Vázquez (QEPD), pero a mí esta “cabina-wc” me recuerda más a Superman. Me parece el espacio ideal para el superhéroe, ya que es polifuncional. No sólo le sirve para que Clark Kent haga sus deposiciones, sino que le sirve también para cambiar de rol, enfundarse las mallas azules y la capa roja y lanzarse por los aires a salvar el mundo. Eso sí, para los mortales, el sitio es claustrofóbico, poco íntimo y, parece, con escasa ventilación. ¡Bravo por el diseñador!
1. El Trono. Me permito poner ‘Trono’ con mayúscula porque este retrete simboliza a la perfección el dicho “sentarse en el trono”, perdón por la redundancia. ¿Hay algo más regio que hacer popó mirando por encima del hombro al resto de la gente? Con “escalinata real” incluida, este wc merece el primer premio al “Diseño esperpéntico de inodoros” y un hueco para su creador en la próxima edición de ARCO. ¡Mis felicitaciones, galán!
http://blogs.20minutos.es/becario/2012/12/20/diez-inodoros-que-ponen-los-pelos-de-punta/
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