Nueva ley de migración cubana.
2 participantes
Página 1 de 1.
Nueva ley de migración cubana.
THE NEW YORK SUN
El elevado costo de la nueva ley de migración cubana
Por MARIA WERLAU, Especial para el New York Sun | 14 enero 2013
Hoy entra en vigor en Cuba la nueva
Ley de Migración anunciada con gran fanfarria en octubre pasado. Sin
embargo, es poco más que una nueva artimaña de una dictadura en
bancarrota para financiar una economía fracasada y confundir a la
opinión pública mundial. Poco después de ascender al poder en enero de
1959, Fidel Castro decretó que los ciudadanos cubanos necesitarían un
permiso de salida del gobierno revolucionario. Pasado más de medio
siglo, aún los cubanos no son libres para salir de su país por cuenta
propia.
Ahora sólo se requerirá un pasaporte
válido y una visa del país de destino para autorizarse la salida del
país. Hasta hoy, había que someter una carta de invitación, gestionarla a
un costo de $200 y, si se autorizaba, pagar un permiso de salida por
US$165. Además, debía pagarse cada extensión mensual de la estadía en el
exterior a razón de US$150. El que se hayan eliminado dichas
restricciones ahorrará onerosos trámites burocráticos y un mínimo de
US$321.
La nueva ley, sin embargo, duplica el
costo del pasaporte emitido dentro de Cuba. Tomando en cuenta el salario
mensual medio de US$19 (455 pesos), los precios son aún más
exhorbitantes. Hasta hoy, un pasaporte válido por seis años costaba en
Cuba el equivalente a US$55; la actualización requerida cada dos años
costaba US$20. Ahora el precio del pasaporte subió a US$100 y representa
5.3 meses de salario o 44% del salario medio anual; la actualización
sigue costando $US20, lo que supone un mes de salario anual cada dos
años.
Estos precios son prohibitivos para el
ciudadano promedio. En la economía socialista de planificación central
cubana sólo pueden acceder a moneda dura la elite gobernante y un
pequeño grupo que trabaja en el sector foráneo. La mayoría de los
ciudadanos no podrá obtener un pasaporte sin la ayuda económica de
familiares y amigos en el extranjero.
En los Estados Unidos, el costo
comparativo de un pasaporte sería de US$19,836.84. En términos
relativos, un ciudadano estadounidense tendría que pagar al gobierno
alrededor de US$20,000 para poder obtener un pasaporte, desenfundar
US$4,000 adicionales cada dos años y pagar nuevamente US$20,000 para
renovarlo al cumplirse seis años. En la actualidad, un pasaporte
estadounidense de adulto es válido por diez años y cuesta US$165 la
primera vez, luego US$110 para renovarlo.
La nueva ley de migración cubana
conserva los impedimentos usuales para salir del país. El artículo 216
del Código Penal de Cuba penaliza el intento de salida “sin cumplir las
formalidades legales” con uno a tres años de privación de libertad o
elevadas multas. La policía política –o sea, el Ministerio del Interior—
continuará decidiendo quien podrá viajar, sólo que ahora emitirá a su
discreción pasaportes en vez de permisos de salida. Se le otorgarán a
quienes cumplan con los requisitos de la nueva ley y se podrán negar,
entre otras cosas, por “razones de interés publico,” “defensa y
seguridad nacional” o “para preservar el capital humano.” Asimismo,
continúan en vigor las estrictas regulaciones que aplican a médicos y
personal de salud, atletas de alto rendimiento, profesionales, personal
de gobierno, militares y cualquiera otros cuyo desempeño o manejo de
información se considere “vital” para el estado.
El que algunos tendrán que pagar menos
es bienvenido, pero los cambios permiten al régimen mantener el mismo
nivel de control y probablemente devengar más recursos. El ciudadano que
obedezca podrá viajar al exterior más fácilmente y a menor costo si
consigue el pasaporte. Lo que es más, podrá trabajar y permanecer fuera
del país hasta 24 meses —más que el límite de 11 hasta ahora— antes de
ser designado emigrante, confiscándosele su propiedad personal y
restringiéndosele el regreso (que, de permitirse, es con una estadía
máxima de 90 días). Se podrán negar las actualizaciones del pasaporte
cada dos años por cualquiera de las razones anteriores o “cuando por
otras razones de interés público, lo determinen las autoridades
facultadas.” El estado totalitario, acostumbrado a explotar a los
ciudadanos, diseñó esta ingeniosa extorsión para mantener a sus dóciles
vasallos rellenándole los cofres.
Algunos se han apresurado a elogiar
los cambios a pesar de que son esencialmente procesales. Pero
congratular a la dinastía de los Castro por este nuevo artificio hace
pensar en el síndrome de mujer abusada —la víctima se mantiene sumisa
para evadir los golpes y concentra sus esfuerzos en aplacar al abusador
en vez de enfrentarlo.
El salir y entrar al país de origen es
un derecho entronizado en la Declaración Universal de Derechos Humanos
que se respeta en todos los países salvo en los peores represores. Toda
interferencia en el ejercicio pleno de este o cualquier derecho
fundamental de los cubanos es una aberración que debiera denunciarse con
firmeza.
Ms. Werlau reside en New Jersey.
Es Directora Ejecutiva del proyecto Archivo Cuba y pertenece a la Junta
Directiva de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana.
Vea el original en ingles en: http://www.nysun.com/foreign/huge-costs-confront-cubans-who-seek-to-travel/88153/
Por favor avísenos si desea que se remueva su dirección de esta lista.
--
Maria C. Werlau
Directora Ejecutiva
Archivo Cuba
www.ArchivoCuba.org
info@CubaArchive.org
Tel. (973)701-0520
El elevado costo de la nueva ley de migración cubana
Por MARIA WERLAU, Especial para el New York Sun | 14 enero 2013
Hoy entra en vigor en Cuba la nueva
Ley de Migración anunciada con gran fanfarria en octubre pasado. Sin
embargo, es poco más que una nueva artimaña de una dictadura en
bancarrota para financiar una economía fracasada y confundir a la
opinión pública mundial. Poco después de ascender al poder en enero de
1959, Fidel Castro decretó que los ciudadanos cubanos necesitarían un
permiso de salida del gobierno revolucionario. Pasado más de medio
siglo, aún los cubanos no son libres para salir de su país por cuenta
propia.
Ahora sólo se requerirá un pasaporte
válido y una visa del país de destino para autorizarse la salida del
país. Hasta hoy, había que someter una carta de invitación, gestionarla a
un costo de $200 y, si se autorizaba, pagar un permiso de salida por
US$165. Además, debía pagarse cada extensión mensual de la estadía en el
exterior a razón de US$150. El que se hayan eliminado dichas
restricciones ahorrará onerosos trámites burocráticos y un mínimo de
US$321.
La nueva ley, sin embargo, duplica el
costo del pasaporte emitido dentro de Cuba. Tomando en cuenta el salario
mensual medio de US$19 (455 pesos), los precios son aún más
exhorbitantes. Hasta hoy, un pasaporte válido por seis años costaba en
Cuba el equivalente a US$55; la actualización requerida cada dos años
costaba US$20. Ahora el precio del pasaporte subió a US$100 y representa
5.3 meses de salario o 44% del salario medio anual; la actualización
sigue costando $US20, lo que supone un mes de salario anual cada dos
años.
Estos precios son prohibitivos para el
ciudadano promedio. En la economía socialista de planificación central
cubana sólo pueden acceder a moneda dura la elite gobernante y un
pequeño grupo que trabaja en el sector foráneo. La mayoría de los
ciudadanos no podrá obtener un pasaporte sin la ayuda económica de
familiares y amigos en el extranjero.
En los Estados Unidos, el costo
comparativo de un pasaporte sería de US$19,836.84. En términos
relativos, un ciudadano estadounidense tendría que pagar al gobierno
alrededor de US$20,000 para poder obtener un pasaporte, desenfundar
US$4,000 adicionales cada dos años y pagar nuevamente US$20,000 para
renovarlo al cumplirse seis años. En la actualidad, un pasaporte
estadounidense de adulto es válido por diez años y cuesta US$165 la
primera vez, luego US$110 para renovarlo.
La nueva ley de migración cubana
conserva los impedimentos usuales para salir del país. El artículo 216
del Código Penal de Cuba penaliza el intento de salida “sin cumplir las
formalidades legales” con uno a tres años de privación de libertad o
elevadas multas. La policía política –o sea, el Ministerio del Interior—
continuará decidiendo quien podrá viajar, sólo que ahora emitirá a su
discreción pasaportes en vez de permisos de salida. Se le otorgarán a
quienes cumplan con los requisitos de la nueva ley y se podrán negar,
entre otras cosas, por “razones de interés publico,” “defensa y
seguridad nacional” o “para preservar el capital humano.” Asimismo,
continúan en vigor las estrictas regulaciones que aplican a médicos y
personal de salud, atletas de alto rendimiento, profesionales, personal
de gobierno, militares y cualquiera otros cuyo desempeño o manejo de
información se considere “vital” para el estado.
El que algunos tendrán que pagar menos
es bienvenido, pero los cambios permiten al régimen mantener el mismo
nivel de control y probablemente devengar más recursos. El ciudadano que
obedezca podrá viajar al exterior más fácilmente y a menor costo si
consigue el pasaporte. Lo que es más, podrá trabajar y permanecer fuera
del país hasta 24 meses —más que el límite de 11 hasta ahora— antes de
ser designado emigrante, confiscándosele su propiedad personal y
restringiéndosele el regreso (que, de permitirse, es con una estadía
máxima de 90 días). Se podrán negar las actualizaciones del pasaporte
cada dos años por cualquiera de las razones anteriores o “cuando por
otras razones de interés público, lo determinen las autoridades
facultadas.” El estado totalitario, acostumbrado a explotar a los
ciudadanos, diseñó esta ingeniosa extorsión para mantener a sus dóciles
vasallos rellenándole los cofres.
Algunos se han apresurado a elogiar
los cambios a pesar de que son esencialmente procesales. Pero
congratular a la dinastía de los Castro por este nuevo artificio hace
pensar en el síndrome de mujer abusada —la víctima se mantiene sumisa
para evadir los golpes y concentra sus esfuerzos en aplacar al abusador
en vez de enfrentarlo.
El salir y entrar al país de origen es
un derecho entronizado en la Declaración Universal de Derechos Humanos
que se respeta en todos los países salvo en los peores represores. Toda
interferencia en el ejercicio pleno de este o cualquier derecho
fundamental de los cubanos es una aberración que debiera denunciarse con
firmeza.
Ms. Werlau reside en New Jersey.
Es Directora Ejecutiva del proyecto Archivo Cuba y pertenece a la Junta
Directiva de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana.
Vea el original en ingles en: http://www.nysun.com/foreign/huge-costs-confront-cubans-who-seek-to-travel/88153/
Por favor avísenos si desea que se remueva su dirección de esta lista.
--
Maria C. Werlau
Directora Ejecutiva
Archivo Cuba
www.ArchivoCuba.org
info@CubaArchive.org
Tel. (973)701-0520
CalaveraDeFidel- Cantidad de envíos : 19144
Fecha de inscripción : 21/02/2009
Re: Nueva ley de migración cubana.
Tomando en cuenta el salario
mensual medio de US$19 (455 pesos)
Ni eso, ojala todos en Cuba ganaran eso..
mensual medio de US$19 (455 pesos)
Ni eso, ojala todos en Cuba ganaran eso..
_________________
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50978
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Temas similares
» El que fue compañero de Silvio Rodríguez en la llamada "Nueva trova cubana"
» Xenofobia y migración
» La cubana Alexandra Joner es elegida la mujer más sexy de Noruega--esta es la que la embajadora cubana mordio en una mano.
» Migración venezolana en América Latina subió 900%
» Largos chequeos en aeropuertos le cuesta millones a EE.UU.Agente de migración y aduanas de EE.UU..
» Xenofobia y migración
» La cubana Alexandra Joner es elegida la mujer más sexy de Noruega--esta es la que la embajadora cubana mordio en una mano.
» Migración venezolana en América Latina subió 900%
» Largos chequeos en aeropuertos le cuesta millones a EE.UU.Agente de migración y aduanas de EE.UU..
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.