El Gran Zoo

El Gran Zoo

• 
  
• Enrique del Risco
  New Jersey, EE UU
  

[*]

—¿Te enteraste?
—¿De qué? ¿De lo del robo de la jirafa del zoológico de La Habana?
—Sí, una jirafa, cuatro monos y un pony pero yo no te hablo de eso…
—Esos tipos deben haber sido unos ninjas. Una versión cubana de “Madagascar”. “Calabazar”: la historia de cómo un grupo de animales del zoológico tratan de evitar que uno de sus compañeros termine convertido en pan con jirafa.
—No, te hablo de lo de Robertico Carcassés, que lo sancionaron el otro día a no tocar más.
—¿Por qué?
—Por cantar…
—La verdad es que nunca ha sido muy afinado pero de ahí a una sanción me parece excesivo…
—Más bien fue por reclamar elecciones directas, libertad de información e igualdad de derechos. Y eso fue en un concierto por la libertad de Los Cinco.
—¿Pero tú no sabes contar: una jirafa, cuatro monos y un pony da seis? Pero bueno, lo que importa es la solidaridad con los pobres animalitos.
—No chico, te hablo de los cinco espías esos que están presos en el Yuma.
—¿Y qué tienen que ver los cinco espías con la jirafa?
—Nada. Eso te lo inventaste tú. El caso es que Robertico Carcassés dijo todo eso en la Tribuna Antiimperialista y en vivo y en directo por televisión.
—Ah, ya. ¿Y cuándo lo fusilaron?
—Eso es lo interesante. Que a lo único que se atrevieron fue a ponerle una sanción que le impedía tocar en cualquier sitio estatal en Cuba. Indefinidamente.
—Por menos que eso en mi época Robertico terminaba peor que la jirafa del zoológico.
—¿Qué? ¿Ya se sabe qué le hicieron a la jirafa?
—Eso es justo lo que pasaba. Más nunca sabías de ellos. Ahora nada más te entran a palos y si te resistes te meten cinco años en prisión por desacato. Los tiempos cambian.
—Pues esta vez se armó tremendo corre corre y hasta uno de Calle 13 protestó por la sanción.
—¿Cuál? ¿El que tiene cara de retrasado mental?
—No, el otro. El que no canta. El caso es que cuando no sabían cómo iban a resolver el enredo en el que estaban apareció el mismísimo Silvio Rodríguez.
—¡Qué susto! Pensé que era el unicornio azul. Ya bastante teníamos con la desaparición de la jirafa para ahora tener que cargar con el animalito de Silvio.
—Pues Silvio se apareció diciendo que lo de de Robertico había sido una “gran torpeza” pero que la sanción había sido otra.
—Vaya, como el rey Salomón…
—¿Sabio?
—No, repartidor a partes iguales.
—O como el cardenal Ortega, que intervino cuando ya el gobierno no tenía qué hacer con las Damas de Blanco.
—Pues el cardenal Ortega de la UNEAC al final consiguió que le levantaran la sanción al muchacho. Él mismo fue el que dio la noticia porque para la prensa oficial Robertico nunca ha cantado.
—Mira. En algo estamos de acuerdo. O sea que las famosas palabras del Comandante a los intelectuales se han transformado en “Con Silvio, todo. Sin Silvio nada”.
—Bueno, ya eso es un cambio importante. Ahora todo radica en que Robertico no deje que lo confundan con la jirafa.
—¿Por qué? ¿Por qué se lo van a comer?
—No, es que a Silvio nunca se le ha dado bien cuidar animales. Mira el unicornio.


Enrique del Risco
New Jersey

http://www.martinoticias.com/content/cuba-roban-jirafa-zoologico-habana/27558.html