Las sorprendentes propiedades terapéuticas del apio (Primera parte)
Página 1 de 1.
Las sorprendentes propiedades terapéuticas del apio (Primera parte)
http://www.ecoosfera.com/2012/10/las-sorprendentes-propiedades-terapeuticas-del-apio-primera-parte/
Las sorprendentes propiedades terapéuticas del apio (Primera parte)
En su primera colaboración, Andrés Sierra nos presenta un acercamiento amplio en torno al apio, uno de los alimentos más saludables y accesibles cuyas propiedaes terapeúticas han ido descubriéndose paulatinamente.
Las sorprendentes propiedades terapéuticas del apio (Primera parte)
En su primera colaboración, Andrés Sierra nos presenta un acercamiento amplio en torno al apio, uno de los alimentos más saludables y accesibles cuyas propiedaes terapeúticas han ido descubriéndose paulatinamente.
Si bien el apio no destaca por su riqueza nutricional (salvo por ser buena fuente de potasio), desde el punto de vista terapéutico, se ha ido revelando como un poderoso aliado de nuestra salud.
ANTECEDENTOS HISTÓRICOS.
El apio (Apium graveolens L),pertenece a la familia de las umbelíferas como el perejil y el hinojo . Es originario del sur de Europa y era muy utilizado en la antigüedad clásica. Sus antepasados eran plantas silvestres poco carnosas y amargas. En su forma actual es el resultado de la selección y el cultivo realizado en el siglo XVI en Italia (1).
Apios es el nombre griego, que fue utilizado en latín para designar diversas plantas de la umbelíferas olorosas. Graveolens, significa, precisamente, de olor fuerte.(2).
Se cree que el apio es la misma planta mencionada por Homero en la Odisea como «selenion», de la cual derivó el vocablo francés «celeri», y de éste, a su vez, el nombre ingles «celery». También del vocablo petroselenion derivó la voz perejil (ibid).
EL APIO: ¿ UN ALIADO NATURAL PARA LOS HIPERTENSOS ?.
LA HIPERTENSIÓN.
La presión arterial, se refiere a la fuerza con la cual la sangre impacta las paredes arteriales, habla pues del esfuerzo cardiaco para asegurar el flujo sanguíneo. Está determinada, básicamente, por la cantidad de fluidos presentes en nuestro organismo y por la flexibilidad de los vasos arteriales. La hipertensión arterial constituye el factor más importante de riesgo de enfermedad cardiovascular y se asocia con la obesidad, vida sedentaria, y consumo excesivo de sal, tabaco y alcohol, entre otros factores. Generalmente cursa de forma asintomática, por lo cual se le ha llamado “el asesino silencioso”.
Hoy en día constituye una verdadera pandemia: En Estados Unidos, por ejemplo, la hipertensión afecta a 60 millones de individuos, está presente en el 50% de la población norteamericana mayor de 64 años, y en el 71% de los afroamericanos de 64 años.
En México, se calcula que existen 17 millones de pacientes hipertensos, con edades que fluctúan entre 20 y 69 años. Se estima que en 2007 el costo de la atención de esta enfermedad en las instituciones de salud pública fue de 2 486 145,132 millones de dólares (3).
Según estadísticas de organismos nacionales de salud, su prevalencia ha aumentado de 23,8% en 1993 al 30,7% en 2000 y según un estudio dado a conocer en la revista Salud Pública de México, se habría elevado al 43,2% en 2006. Este significativo aumento podría explicarse, según los autores de dicho estudio, por diversos factores: envejecimiento de la población, aumento sin precedente del sobrepeso, la obesidad y la diabetes tipo 2 en México y alto consumo de sodio. (4)
A nivel mundial se calcula que del 25 al 30% de los adultos presentan hipertensión, lo cual representa mil millones de personas, de las cuales el 70% viven en países industrializados.
Esto quiere decir que el 30% de la población adulta mundial tiene altas posibilidades de padecer daños en el corazón, el cerebro, los riñones, las arterias y las retinas, entre otros órganos afectados por la hipertensión.
Así, por ejemplo, según un estudio realizado por la Sociedad Internacional de Hipertensión, que fue llevado a cabo en la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, en el año 2001, la hipertensión habría causado 7.600.000 muertes prematuras (un 13,5% del total global) y 92 millones de discapacidades, a nivel mundial.
EL TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
El tratamiento médico consiste en recetar fármacos hipotensores y/o diuréticos. Sin embargo, diversos estudios médicos han criticado el uso de fármacos en los pacientes que presenten hipertensión leve a moderada, señalando que es mejor y más eficiente, en estos casos, implementar un tratamiento basado en cambios en los hábitos de vida y de alimentación. Afirman que en estos pacientes, es tan pequeño el beneficio que brindan dichos fármacos, que no se justifica su uso , dado el costo y los efectos secundarios nocivos (como fatiga, impotencia, dolor de cabeza, e incluso incremento del riesgo de sufrir infarto)(5). Hay que recordar que se trata de fármacos recetados para uso de largo plazo, sino es que de por vida.
Sin embargo, siguen vendiéndose masivamente a pesar de todas las voces de alerta.
¿POR QUÉ?
La razón es simple: si consideramos que las ventas de estos fármacos alcanzan los 10.000 millones de dólares por año, y que los pacientes con HTA que podrían ser atendidos sin ellos, van de un 50% a un 80% de los casos, eso representaría una disminución de 5000 a 8000 millones de dólares de ventas por año (6). Así pues, es el negocio de los fármacos, y no las necesidades reales de los pacientes con hipertensión, lo que determina hoy el tratamiento convencional.
De ahí el interés que tiene la utilización de recursos naturales para tratar la hipertensión. Uno de los más interesantes es el apio.
De ahí el interés que tiene la utilización de recursos naturales para tratar la hipertensión. Uno de los más interesantes es el apio.
EL APIO COMO HIPOTENSOR.
En la medicina tradicional.
Existe registro del uso del apio como hipotensor al interior de las medicinas tradicionales del lejano oriente, por lo menos desde el año 200 AC.(7). En la actualidad continua siendo utilizado con ese mismo fin en la Medicina Tradicional China, en Vietnam, en Corea, etc. También sabemos que los griegos y los romanos, durante la antigüedad clásica lo utilizaban como calmante.
¿ Ha sido confirmada dicha propiedad por la investigación científica moderna?
La respuesta es afirmativa. El Dr. William J. Elliot (8 y 9), farmacólogo de la universidad de Chicago, ha corroborado los efectos hipotensores del apio.
El Dr. Elliot decidió seguir la pista del apio como hipotensor a raíz del comentario de uno de sus alumnos de postgrado, el Sr. Quang T. Lee, quien , por cierto, colaboró en la investigación. Su padre, el Sr. Minh Lee, vietnamita de 62 años, logró disminuir su presión arterial de 158/96 a 118/82 tan solo consumiendo 125 gr de apio diariamente durante una semana.
El Dr. Elliot se dio a la tarea de identificar la sustancia hipotensora del apio y logró hacerlo.
Se trata de un compuesto llamado 3-n-butilftalido ( 3 NBP, o NBP por sus siglas en inglés), que le da al apio su aroma característico.
Este compuesto está presente en otras hortalizas pero solo el apio lo contiene en cantidades importantes.
En experimentos con ratones de laboratorio, el Dr. Elliot corroboró los efectos hipotensores de dicha sustancia: al administrar la cantidad equivalente al consumo de 4 tallos de apio al día, la presión sistólica (la más alta) se redujo en promedio 13%, y también se redujo el colesterol un 7%.
¿Cómo actúa este compuesto?
Según el Dr. Elliot, el apio actúa por su efecto sedante. Al parecer, el 3-n-butilftalido, disminuye la concentración sanguínea de las hormonas asociadas con el stress, catecolaminas, mismas que producen constricción de los vasos sanguíneos. Además, esta sustancia relaja los pequeños músculos que sostienen a los vasos sanguíneos. El Dr Elliot y su equipo de colaboradores, descubrieron que dicho compuesto bloqueaba la acción de una enzima llamada “tirosina hidroxilasa”, que nuestro cuerpo utiliza para la síntesis de las catecolaminas. De suerte que el apio puede resultar aun más benéfico para quienes sufren de hipertensión asociada al stress, y la tensión emocional (lo cual representa cerca del 50% de los casos).
Por su parte, investigadores del Centro de Investigaciones Hematológicas de Hunan, en China, también han aportado información al respecto. El apio es rico en una sustancia natural llamada apigenina que contribuye a dilatar los vasos sanguíneos.
En una comunicación, publicada en Mayo del 2006 en la revista American Journal of Phatology, Raquel Soares e Isabel Azevedo, de la Universidad de Porto en Portugal, (10) señalaron que la apigenina combate el estrés oxidativo a nivel celular y actúa como antiinflamatorio natural, y citaron diversos trabajos científicos al respecto. El estrés oxidativo contribuye al proceso del endurecimiento de los vasos sanguíneos, que a su ves, genera la hipertensión.
Aunque el apio es rico en sodio, (87mg/100gr) es también rico en potasio (287mg/100gr), por lo cual su riqueza en sodio no lo hace contraindicado en los pacientes con hipertensión.
VENTAJAS DEL APIO COMO HIPOTENSOR.
Si comparamos el Apio con los fármacos usualmente recetados para tratar la hipertensión, saltan a la vista numerosas ventajas:
De acuerdo con las investigaciones hasta ahora realizadas, el apio actúa de varias formas contra la hipertensión:
1. Como diurético (11). Los fármacos llamados diuréticos, recetados para disminuir la retención de sodio, y por ende la de agua, en el organismo, pueden producir un desbalance en la proporción sodio/potasio en nuestro organismo, lo cual afecta drásticamente las funciones celulares, y muy especialmente al corazón. Los efectos secundarios más frecuentes de los diuréticos son: trastornos iónicos, elevación de los niveles de ácido úrico, de la glucosa y de las grasas en sangre, disfunción eréctil y disminución de la libido.
El Apio actúa como diurético sin afectar la proporción sodio/potasio y sin ningún efecto secundario nocivo.
2. Actúa de manera semejante a los bloqueadores de los canales del calcio (12). Estos fármacos inhiben el flujo del calcio a través de las membranas celulares del tejido muscular, con lo cual disminuyen la contracción de las fibras musculares. En la hipertensión actúan relajando el músculo liso de las arterias. Los efectos secundarios de estos fármacos, que menciono en seguida, no son producidos por el Apio: retención de agua en las extremidades, disminución del flujo coronario, enlentecimiento de los latidos cardíacos, hipotensión arterial, rubor, dolor de cabeza, hemorragia digestiva debido a su efecto anticoagulante, por su efecto antiespasmódico pueden producir reflujo gastroesofágico y estreñimiento, como inhiben la apoptosis( destrucción celular, que forma parte de los mecanismos de autoprotección de diversos organismos vivos contra el riesgo de reproducción celular descontrolada) incrementan el riesgo de cáncer.
3. El Apio también ha demostrado que reduce los niveles de colesterol y que puede reducir la formación de placas que endurecen las paredes de las arterias, beneficio adicional respecto de sus efectos diuréticos e hipotensores (13).
4. Los hipotensores farmacológicos al reducir la presión, disminuyen el flujo de sangre al cerebro, y si bien esto disminuye el riesgo de sufrir un evento cerebro vascular, también genera efectos indeseables como fatiga, mala memoria, depresión, mareo. El Apio no produce ninguno de estos efectos. Pero además, diversos experimentos con animales han demostrado que las ftalidas del apio ejercen una acción protectora sobre los tejidos cerebrales (14).También se ha visto, en estudios con animales que generan experimentalmente infartos cerebrales, que las ftalidas del Apio promueven una rápida recuperación (15).( En la segunda entrega abundaré sobre este punto).
En verdad, hace falta resaltar el echo de que la hipertensión es una respuesta extrema del organismo, para mantener un flujo sanguíneo adecuado en condiciones de desequilibrio. La verdadera enfermedad no es la hipertensión, sino los malos hábitos de vida que obligan al cuerpo a forzar el flujo sanguíneo. Limitarse a combatir la hipertensión ( síntoma) sin corregir el desequilibrio (causa), trae aparejadas consecuencias relacionadas con déficit de riego sanguíneo a largo plazo, y, por supuesto, con la persistencia de la hipertensión.
5. Como regulador de las protaglandinas. Sustancias semejantes a las hormonas, pero de vida más breve, acción local, y que son producidas por todas las células, las prostaglandinas intervienen en la regulación de todos los procesos vitales básicos.( en la segunda parte profundizo sobre este tema).Como ya dijimos, el Apio combate las hormonas producidas por el estrés
6. Al parecer actúa también sobre los centros cerebrales que regulan la resistencia vascular (16).
¿ CÓMO UTILIZARLO?
Podemos utilizar el apio en ensaladas, en sopas, o en tizanas, pero la forma más practica y rápida para beneficiarnos de sus propiedades hipotensoras es consumir jugos con apio.
1. JUGO HIPOTENSOR: Pasar por el extractor dos chayotes crudos, ½ pepino y 4 tallos de apio. Tomar esta misma dosis 3 veces al día antes de cada alimento durante 30 días.
2. CURA DE JUGO DE APIO PARA COMBATIR LA HIPERTENSIÓN y EL STRESS.
Esta cura consiste en consumir todas las mañanas cantidades progresivas de jugo de apio combinado con jugo de manzana y de lechuga orejona. Para comenzar la cura se debe tomar en ayunas 1 vaso del jugo de manzana, el jugo de 15 hojas de lechuga orejona y de 4 tallos de apio (todo pasado por el extractor de jugos). Al día siguiente incrementar la cantidad de jugo de apio: utilizar 8 tallos de apio para elaborar el jugo y continuar en los días sucesivos aumentando la cantidad de jugo de apio( añadir 4 tallos más por día), hasta que esté consumiendo ¾ de vaso de jugo de apio combinado con ¼ de vaso de jugo de manzana, y el jugo de 15 hojas de lechuga orejona. Se entiende que conforme aumentamos la cantidad de jugo de apio disminuimos la cantidad de jugo de manzana.
Hacer una toma en ayunas durante 30 días.
Hacer una toma en ayunas durante 30 días.
Observaciones: los jugos deben consumirse inmediatamente después de haberlos preparado. Para elaborar los jugos desinfecte los ingredientes, pero evite el uso de cloro como desinfectante. Para obtener el jugo de apio, utilizamos el tallo y todas sus hojas. Los dos jugos aquí referidos son aptos para los diabéticos, sin embargo, en un diabético con desbalance de su glucosa puede ser conveniente sustituir el jugo de manzana por jugo de ejote (sí, ejote crudo pasado por el extractor) en la cura de apio.
Como veremos en la segunda parte de este artículo, y en la monografía, el apio es también benéfico para los diabéticos, y nos ofrece, en verdad, muchos otros beneficios para la salud.
Precauciones.
Las personas con problemas renales severos deben evitar el consumo de apio en grandes cantidades, y lo mismo vale para las mujeres embarazadas, especialmente durante los 3 primeros meses de embarazo, pues por su contenido de apina, un tónico uterino, puede provocar aborto.
El apio contiene una sustancia llamada furanocumarinas, que puede generar reacciones alérgicas en individuos sensibles, y también fotosensibilidad. Por eso es recomendable no consumir desde un inicio grandes cantidades de apio, sino incrementar paulatinamente la dosis. Asimismo, es preciso elegir tallos de apio frescos, que no estén maltratados, pues el contenido de furanocumarina se incrementa hasta 100 veces cuando el apio está maltratado o enfermo(17).
El apio contiene una sustancia llamada furanocumarinas, que puede generar reacciones alérgicas en individuos sensibles, y también fotosensibilidad. Por eso es recomendable no consumir desde un inicio grandes cantidades de apio, sino incrementar paulatinamente la dosis. Asimismo, es preciso elegir tallos de apio frescos, que no estén maltratados, pues el contenido de furanocumarina se incrementa hasta 100 veces cuando el apio está maltratado o enfermo(17).
Bibliografía.
1. Möller Erwin, La Comida que Salvará su Vida; ed. Grijalbo, México, 1998.
2. Pérez Arbeláez Enrique, Plantas Útiles de Colombia, ed. Víctor Hugo, Medellín Colombia, 1990.
3. Castaño-Guerra Rodolfo, Medina-González María del Consuelo, de la Rosa-Rincón Rosa Lidia, Loría-Castellanos Jorge, Guía de práctica clínica.
Diagnóstico y tratamiento de la
hipertensión arterial, Rev Med Inst Mex Seguro Soc 2011; 49 (3): 315-324
Diagnóstico y tratamiento de la
hipertensión arterial, Rev Med Inst Mex Seguro Soc 2011; 49 (3): 315-324
4. Barquera Simón, MD, PhD, Campos-Nonato Ismael, MSc, Hernández-Barrera Lucía, MSc, Villalpando Salvador, PhD, Rodríguez-Gilabert César, MD,
Durazo-Arvizú Ramón, PhD, Aguilar-Salinas Carlos A, MC, Hypertension in Mexican adults: results from the National Health and Nutrition Survey 2006, Salud Pública Méx 2010; Vol. 52(sup 1):63-71.
Durazo-Arvizú Ramón, PhD, Aguilar-Salinas Carlos A, MC, Hypertension in Mexican adults: results from the National Health and Nutrition Survey 2006, Salud Pública Méx 2010; Vol. 52(sup 1):63-71.
5. Murray Michael, Pizzorno Joseph E, Encyclopedia of Natural Medicine, Prima Health, 1998.
6. Ibid.
7.Carper Jean, Los Alimentos Medicina Milagrosa, ed Norma, Colombia, 1994.
8.Le QT and Elliott WJ: Hypotensive and hypocholesterolemic effects of celery oil may be due to BuPh. Clin Res 1991;39:173A.
9. Le QT and Elliott WJ: Dose-response relationship of blood pressure and serum cholesterol to 3-n-butylphthalide, a component of celery oil. Clin Res 1991;39:750A.
10. Soares Raquel Azevedo Isabel, Apigenin: Is It a Pro- or Anti-Inflammatory Agent? American Journal of Pathology. 2006, May;168:1762-1763
11.Soundararajan S and Daunter B: Ajvine: Pilot biomedical study for pain relief in rheumatic pain. School of Medicine, The University of Queensland, Brisbane, Queensland, Australia, 1991-92.
12. Tsi D and Tan BKH: Cardiovascular pharmacology of 3-n-butylphthalide in spontaneously hypertensive rats. Phytotherapy Research 1997;11:576-82.
13. Véase la referencia 9.
14. Peng Y, Sun J, Hon S, Nylander AN, Xia W, Feng Y, Wang X, Lemere CA, L-3-n-butylphthalide improves cognitive impairment and reduces amyloid-beta in a transgenic model of Alzheimer’s disease, J Neurosci. 2010 Jun 16;30(24):8180-9.
15. Chong ZZ and Feng YP: dl-3-n-butylphthalide improves regional cerebral blood flow after experimental subarachnoid hemorrhage in rats. Chung Kuo Yao Li Hsueh Pao 1999;20:509-12.
16. http://www.phthalides.com/index.html.
17. The Review of Natural Products by Facts and Comparisons. St. Louis, MO: Wolters Kluwer Co., 1999
NOTA: Los datos proporcionados en este artículo lo son sólo a título informativo, no para el autodiagnóstico, ni para el auto tratamiento, sus padecimientos deben ser atendidos por un profesional de la salud.
Andrés Sierra es licenciado en Etnología. En 1983, por necesidades de cuidado de su propia salud, se acercó a las Medicinas Alternas. Desde entonces se ha dedicado al estudio, la práctica y la enseñanza de la Medicina Natural, con especial énfasis en el uso curativo de los alimentos.
Ha participado en numerosos programas de radio, y ha impartido múltiples cursos y diplomados en la materia.
Actualmente funge como subdirector académico de la Licenciatura en Medicinas Alternativas y Complementarias, impartida en la Escuela de Estudios Superiores en Medicinas Alternativas y Complementarias MASHACH en la ciudad de Puebla, y dirige el Centro Naturista “Naturalmar” en esa misma ciudad.
Contacto: saludynaturaleza@live.com
_________________
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50980
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Temas similares
» CUBA: MITOS DEL ASALTO AL CUARTEL MONCADA (primera parte)
» Propiedades medicinales del aguacate
» Los diez beneficios del apio
» Repollo: beneficios y propiedades
» Las sorprendentes razones por las que el queso parmesano es un alimento "casi perfecto"
» Propiedades medicinales del aguacate
» Los diez beneficios del apio
» Repollo: beneficios y propiedades
» Las sorprendentes razones por las que el queso parmesano es un alimento "casi perfecto"
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.