Lo que queda de la cetral nuclear Juragua, CUBA, esa que hacian con los sovieticos

http://www.thebohemianblog.com/2014/08/cuba-abandoned-unfinished-soviet-nuclear-power-station.html

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El legado soviético: Dentro inacabado Nuclear Power Station de Cuba

Cuba, Industrial, exploración urbana, URSS
En la costa caribeña de Cuba, allí se encuentra un monumento a otra época; una edad cuando la amistad de esta isla con la Unión Soviética que plantea una creciente preocupación por los vecinos de América del norte de Cuba.
Cuba depende fuertemente de combustibles importados. Probablemente no ayuda a cuestiones que la mayoría de los vehículos aquí son gas-guzzling "Yank Tanks"; el país tiene un estimado 60.000 coches americanos clásicos en el camino hoy, alto consumo Chevrolet, vehículos Ford y Dodge, que enviaron antes el embargo comercial de 1962.
El gobierno revolucionario de Cuba, encabezado por Fidel Castro, tenía mucho tiempo buscando una solución en la forma de la energía nuclear... y que solución parecía llegar en 1976, después de las conversaciones entre Cuba y la URSS dio lugar a un acuerdo para construir una planta nuclear reactor gemelo cerca de la ciudad meridional de Juragua. Financiado con dinero soviético, primeras proyecciones sugirieron que la terminación del primer reactor solo habría atendido a más del 15% de las necesidades energéticas de Cuba [1].

Construcción comenzó en 1983, como las fundaciones fueron mentidas de los dos reactores junto con una sala de turbinas considerable en un sitio cerca del Caribe. Los cubanos incluso construyeron una nueva ciudad para albergar a los trabajadores del lugar, "Ciudad Nuclear", que significa hoy en día en gran parte vacío e inacabado (más sobre eso pronto...).
Los Estados Unidos, sin embargo, contra el programa nuclear de Cuba desde el principio. El sitio de Juragua establece sólo 180 kilómetros al sur de Cayo de la Florida; y los Estados Unidos eran menos entusiasta acerca de tener dos 440 megavatios Soviética-construido reactores nucleares en su puerta trasera, mencionando la posibilidad de un accidente como "una amenaza a su seguridad nacional". Uno sólo puede imaginar su creciente horror y luego, cuando en 1986, otro reactor soviético estaba desplomándose críticos en la planta de Chernobyl en Ucrania.
Sin embargo, el equipo de Cuba y la Unión Soviética empujó en la construcción. Progreso era lento, debido al hecho de que ingenieros sin experiencia cubanos tuvieron que ser supervisado por expertos nucleares de Rusia... y en 1992, Moscú tentativamente sugiere una fecha de terminación de 1995-6 para el primer reactor.

Sin embargo, la caída de la Unión Soviética tendría un efecto paralizante en el proyecto. El dinero de Moscú se secó, y en septiembre de 1992, Fidel Castro anunció el proyecto de Juragua suspendido temporalmente. El primer reactor se estimó en alguna parte alrededor 90-97% completa, con 37% del equipo totalmente instalado; el segundo reactor no había alcanzado más del 30% completado.
Ha habido numerosas conversaciones desde entonces, sobre el programa nuclear cubano a traer a la vida. Primero en 1995, cuando la Federación de Rusia concedió a Cuba un préstamo de $ 50 millones para el trabajo de apoyo en el sitio de Juragua. Bajó todavía un largo camino corto, de los aproximadamente $ 800 millones necesarios para completar los dos reactores.

Otra vez en 1997, un funcionario del Ministerio de la Federación de Rusia declaró su intención de reanudar la construcción de la central nuclear cubana. El Presidente Vladimir Putin visitó Cuba en el año 2000 y supuestamente ofrecía $ 800 millones con los que terminar el proyecto... que Castro se negó a Fidel Castro. Sin embargo, en octubre de 2013 la nueva Cuba de Presidente, el joven hermano Raúl Castro, aceptado gesto de Rusia de 'amor fraternal': y Putin cancela $ 32 billones de deuda debida por Cuba a la Unión Soviética.
¿Así que la estación de energía nuclear de Cuba nunca se completará? Tal vez. Tal vez no. De cualquier manera, decidí que era hora que llegó allí y tenía una buena mirada alrededor, antes de la instalación comenzó a llenar con material radiactivo peligroso.
 

La central de Juragua

Visité Cuba en abril de 2014, y una de las primeras cosas que hice – junto con un par de conspiradores dispuestos – fue alquilar un coche y la cabeza en un viaje por carretera hacia la planta de energía nuclear inacabada cerca de Cienfuegos.
Nuestro plan era sencillo: que íbamos a hablar nuestro camino dentro del sitio.

Salario mínimo en Cuba funciona en alrededor de 8 dólares al mes. Por supuesto, el carácter socialista del país significa que esto no es tan malo como parece – con atención médica gratuita y la educación, junto con la vivienda estatal, y las raciones de comida que mantendrá casi hambre desde la puerta; puede decir sin embargo, en una economía tan la mayoría de los trabajadores estará encantada de aceptar un soborno.
Cerca de Juragua apagamos la autopista, seguir un laberinto de pistas de asfalto calientes que condujo a través de los campos, entre los cultivos y pastizales, más allá de las conchas abandonadas de edificios auxiliares de una media docena, para finalmente llegar a la entrada principal de la central eléctrica. Había hombres en el trabajo en algún lugar dentro de la cáscara concreta sonando con los sonidos de los martillos y los postes del andamio, el arrebato ocasional de una pistola de soldar.
Dejar el coche aparcado a la sombra de un almacén abandonado, donde cabezas de ganado se reclinó en medio de una nube de moscas enojadas, caminamos el acercamiento final a pie.
El camino era recto y liso, para que el guardia había visto venir mucho antes de que llegamos a la explanada gigante, rota. Era alto, oscuro de piel y usaba un uniforme crujiente, oficial no muy diferente a los usados por la policía cubana. El guardia no tenía ningún arma de fuego que pude ver – sólo un bate de béisbol, que ponen propped contra la pared de una choza pequeña y destartalada. Si fue por deporte o de seguridad, no podía decir.

Uno de nuestro partido hablaba a Español razonable, y así salió adelante para abordar la guardia; explicar nuestras intenciones inocentes, gesticulando a nuestras cámaras, haciendo una palmadita significativa de su cartera en su bolsillo. El hombre simplemente movió la cabeza aunque y todos comprendimos el gesto. La conversación siguió, las apuestas se levantaron más alto... pero aun así fue un no.
Pudo haber sido la presencia del equipo de trabajo que disuadió este hombre: más ojos para observar la transacción, más bocas que podrían denunciarlo a las autoridades del lugar. O quizás, ya hubo algo inconveniente que tendrá lugar en la central eléctrica. Tal vez el equipo de trabajadores estaba saqueando el lugar para chatarra, y nuestra presencia arriesgó una exposición de él ya había tomado el soborno.
Por supuesto, era igualmente posible que la guardia simplemente no quiso aceptar un soborno por motivos morales – y mientras caminábamos hacia el auto, me preguntaba si ponía más sobre mí o sobre él, que esta posibilidad sólo vino como una ocurrencia tardía.
Nuestro rechazo por parte de la guardia fue decepcionante, pero naturalmente, sirvió como no muy disuasivo. Esto sólo significa que necesitaríamos recurrir a sigilo, si íbamos a echar un vistazo dentro de la estación de energía.

Ningún ingeniero nuclear, pero soy consciente de que una central eléctrica de este tamaño genera calor tremendo... y generalmente se utilizan agua como medio para liberar el calor en forma de vapor. Como resultado, las centrales tienden a necesitar algún tipo de fuente de agua; generalmente una reserva creada ex profeso, pero tal vez una central eléctrica construida aquí en la costa del Caribe podría aprovecharse de su entorno natural en su lugar.
Llegamos al auto, y bajo la mirada vigilante de guardia de seguridad manejamos atrás en dirección a la carretera antes de tomar una fuerte Apague el camino y encabezado por un camino hacia la playa en desuso.
 

La sala de turbinas

El sol fue cambiado sólo empezando a establecer sobre el Caribe, antes del terreno debajo de nosotros... y llegamos de doradas playas y piscinas de roca, que grava compactada, formas concretas mitad perdido debajo de la arena. Sobresalían dos enormes tubos de hormigón de la vegetación tropical a nuestra derecha, sus flujos de nariz de profundidad entre las olas. Cangrejos baña las estructuras abandonadas – grandes criaturas de rojas y negras con garras más grandes que mi puño – pero como nos acercamos, crujir a través de la grava, se volvieron en alarma y desapareció detrás bajo las olas.

Los tubos gemelos fueron durante mucho tiempo en desuso, roto y envuelto en algas, interior conectada al extremo de un canal profundo concreto y percebes. Esto llevó lejos de la playa, debajo de una masa de enredaderas, lianas y hojas cerosas gruesas, hacia la cúpula de la central nuclear en el horizonte distante.
Empujamos en la vegetación – atenuación bajo las frondas se arrastra, siguiendo un camino crudo que había crecido obscured con años de desuso. Junto a nosotros, el agua que estaba estancada en el canal desde hace mucho tiempo había vuelto sucio; y mientras pasamos por, espesas nubes de mosquitos se levantaron del líquido negro, cubiertas de algas.
Fue una masacre.
Los insectos superan en número 1 mil a uno, y cualquier esfuerzo que habíamos hecho a ser discretos pronto fueron destruido. Nos corrió a través de la nube, agitando los brazos y golpear duro en la piel expuesta como las mordeduras vinieron espeso y rápido. Alejándose del agua putrefacto, hecho pivotar hacia fuera en un claro herboso y de repente allí lo era – por encima de nosotros, detrás de la carcasa esquelética de la sala de turbinas, rosa la gran columna cilíndrica del primer reactor para-casi-terminada .


Desde este ángulo no había señales de vida – la guardia que nos conocíamos, todo el equipo de obreros – y así nos metimos atrás en los arbustos mientras intentamos evaluar seguridad. Las picaduras de mosquitos, sin embargo, se habían vuelto insoportables. Manchado una estructura de ladrillo gris delante, donde apareció una puerta oscura a conducir hacia abajo a través de pasos bajo la tierra, decidí hacer un descanso para él.
Buceando en las sombras que dejé atrás los insectos y sacudiendo mi antorcha, comenzaron a hacer mi camino cuidadosamente hacia abajo en los niveles subterráneos de la central eléctrica. Esperaba para los túneles, para una especie de sótano que nos llevaría el camino hasta el reactor del edificio; evitando los errores y los espacios abiertos donde seguridad sería más probable que nos vean.
He seguido un pasaje oscuro que serpenteaba su camino desde el pie de las escaleras, eventualmente abrir en una cámara grande, cavernosa paredes en hormigón duro. Hubo un murmullo sonido todo sobre mí, un ruido, deslizándose sonido al nivel del suelo, y cuando bajé mi rayo antorcha nivel con mis pies me encontré parado entre un mar de nervios cangrejos rojos. Y entonces despertaron los murciélagos.

Mi luz de las antorchas tenía, parecía perturbado una colonia de murciélagos, quien cayó en silencio, para dormir y luego otra, desde el techo. Me circundaron en una nube; grandes, de color gris-marrón alas en el aire viciado en la cámara de sótano húmedo. Salí de allí rápidamente.
Volver sobre la tierra, encontré que era capaz de valientes los mosquitos con renovado optimismo; y se arrastró cerca al edificio principal, a través de una chatarrería llenado de máquinas rotas, oxidados mecanismos más probable es que nunca se utiliza. Una pared, quizás ocho pies de altura, nos separa el primer reactor. Saltando sobre un montículo de escombros me asomé por encima – pude ver la puerta de entrada, en el flanco curvada del reactor, donde cuatro hombres Estados hablando en la pista. Dejé atrás hacia abajo.
Más allá del muro, entre nosotros y los guardias, ponen un recinto cuadrado de los cuales el reactor principal rosa como el de garchar de un antiguo árbol de concreto. Sin embargo, para alcanzarlo, necesitaríamos saltar la barrera y hacer un guión a través del espacio abierto.

En cambio, doblamos hacia la sala de turbinas – el cubo desnudo que levantó tal vez ocho pisos junto a nosotros, este lado de la barrera y casi tiro de la columna del reactor. Había una posibilidad nos puede ofrecer acceso, otro túnel, un paso libre de los murciélagos, tal vez, pero al menos esta concha de un edificio nos daría una mejor vista sobre el primer reactor fuertemente custodiado compuesto.
La sala de turbinas se sentó en la boca del canal; chupando el Caribe a través de un vertedero de concreto y hasta en el condensador. En la parte trasera del edificio grandes trozos de mampostería había caído, a la tierra en montículos de escombros que yacía apilado entre la estación y el vertedero y derivas. Saltó al otro lado a la tierra en una de estas pilas y revuelto por la ladera deslizante en el mismo edificio.
La parte central de la estación de bombeo se entregó a un gran marco de vigas, pero en lugar de pasar debajo del andamio en su lugar nos metimos en un pasadizo ocultado dentro de la pared. Fue de este mismo edificio que anteriormente habíamos oído los sonidos de los hombres en el trabajo – y aunque la jornada parecía haber llegado a su fin, el piso de la estación estaba demasiado vacío, también abre un lugar al riesgo de ser atrapado.

Hemos seguido el paso en su lugar, preparando nuestro camino a través de corredores desnudos, gris, uno piso tras otro. Los cangrejos habían encontrado su camino en cada parte del edificio, parecía; se escondía en rincones oscuros, que se escondió en pilas de óxido y escombros, agachándose para la cubierta como nos acercamos a ellos.
Llegar a la tercera planta, vine con una abertura en la pared norte del nivel... y aquí nos detuvimos, capturado el aliento, mientras nos miraba hacia fuera en el patio central, el recinto amurallado y sus puertas de hierro, los guardias patrullando la entrada y en medio de todo, por encima de nosotros como una deidad concreto colosal, hulk dieciséis plantas de reactor nuclear brillar intensamente dorado en la puesta de sol.
 

Dentro del Reactor cubano

Desde nuestro punto de vista en la sala de turbinas, vimos los guardias durante un tiempo. Observa sus movimientos. Sus interacciones. Estos eran jóvenes reclutas, y no había ni rastro del hombre uniformado que antes nos había negado entrada. Dormitaban, discutieron y bromeaba, pero nunca una vez dejaron su puesto en la entrada al reactor compuesto. Mi hipótesis fue que la guardia asignada había llamado a amigos para hacerle compañía en el turno nocturno.
Mientras tanto, directamente debajo de nosotros, donde un callejón estrecho corto entre el muro de seguridad y la parte trasera de la sala de turbinas, habíamos divisado una brecha en la obra de albañilería – un agujero lo suficientemente grande como para trepar, que había sido apresuradamente remendada con aferrarse unos filamentos de alambre de púas. Se encontraba a las afueras de cualquier línea de visión desde el puesto de seguridad... aunque para entrar en la primera columna de reactor, todavía necesitamos seguir la curva de la torre cilíndrica, el paso entre los dos reactores y peligrosamente cerca de la guardia, antes de subir para arriba y adentro a través de una escotilla de hierro. Fue la única oportunidad que tendríamos, así que lo tomamos.

Unos minutos más tarde nos estábamos arrastrándose a lo largo de la pared del perímetro, escuchando las voces como nos acercamos a la brecha hacia adelante. De repente el silencio fue cortado por la mitad por un grito que helaba la sangre. Mi corazón dio un salto y sostuve mi aliento, hasta que volvió el sonido y lo escuché por lo que fue: una cabra. Una cabra muy angustiada, en algún lugar dentro del recinto amurallado.
Me encontré pensando en volver a una conversación que había tenido en la Habana; acerca de "Santería", una forma cubana de vudú cuyos rituales implican tradicionalmente sacrificio animal. Más allá del muro, la cabra gritó otra vez.
Al mismo tiempo, seguimos arrastrando más cerca en el agujero de la barrera. Ahora estaba a su alcance, y ya estábamos pisando – y agachándose bajo – el alambre de púas que siguió desde la brecha como viejos puntos de una herida. La cabra gritó algunos más cerca más, esta vez, y oímos a los jóvenes riendo como se mofaron de lo. Sonaba como si estaban jugando una especie de juego cruel... y como el balido creció más silencioso, llamando la atención lejos de nosotros y hacia el extremo opuesto del recinto, tomamos nuestra oportunidad y se agachó a través de la brecha.

Nos corrió a través de la brecha entre la pared y el monolito de hormigón, el terreno áspero y desigual en la penumbra. Golpear el lado redondeado del reactor que bordeó sobre antihorario, lejos del lugar pasado habíamos oído los guardias. Mantenimiento nosotros mismos metido como cerca de la pared como pudimos, llegamos a la puerta – una puerta blindada de hierro oxidado que se columpiaban abierta con un fuerte crujido. En un momento estábamos dentro, empujando la puerta cerrada y encender antorchas.
La cámara desnuda estaba lleno de agujeros profundos, hoyos cuadrados que dejó fuera en la oscuridad. Según algunas de las historias locales que habíamos oído hablar, el reactor fue hasta debajo de la tierra como el anterior. Cruzamos con cuidado hacia el otro lado, donde una serie de pasos condujo hacia arriba y por otra puerta, en el reactor apropiado.
Aquí el edificio torcido en sí mismo, un nudo laberinto de pasadizos serpenteantes. Siguió el pasillo circular a 90 grados, entonces paramos y escuchó el sonido de la búsqueda. No salió nada. Dentro del reactor, los gruesos muros parecía todo ruido de mufla, detuvo los ecos muertos. Si los guardias no hubieran visto u oído nos entra, entonces ciertamente no detectan nosotros ahora.
Desde este punto, era simplemente un caso de desentrañar el laberinto. Hemos seguido los curvas gris corredores últimos graffiti garabateado en tiza, simples consignas socialistas como, "¡Patria o Muerte!" o: "¡Socialismo o Muerte!"
En uno-ochenta grados, conocimos la escalera principal – poco más de inacabado estantes concretos, que sobresalía de las paredes en ángulos de forty-cinco grados para crear una pista zigzagueante por el interior del edificio. Los pasos irregulares fueron dispersados con escombros y desechos, así que tuvimos que escoger cuidadosamente nuestro camino en la oscuridad. Luego, en la parte superior de cada vuelo, el estante simplemente se detuvo. No había nada unirse a un lado a otro, y así cada vez que cruzamos nos estábamos pisando una gota aumentando gradualmente hasta el suelo del reactor.
De vez en cuando nos iríamos a las escaleras detrás, a la cabeza dentro de las bobina pasajes. Estos alimentan a un surtido de cámaras, algunas equipadas con aparatos de medio construir, otros abiertos y pelado. Encontramos habitaciones llenas de pilares, adornado en cajas de interruptor y los cables... otros con armas y Marcos presumiblemente diseñados para la celebración de algo delicado. En un pasillo, encontramos los fragmentos rasgados encima de un plan arquitectónico.
Y en todas partes había murciélagos.
Grandes murciélagos en tonos de naranja y gris, los murciélagos que tenía contracciones de las vigas por encima de nosotros. De vez en cuando, uno se despierta y revolotean sobre en la oscuridad antes de recuperar su percha y volver a dormir. Tras mi experiencia en los túneles antes, esta vez tuve cuidado mantener mi rayo antorcha baja.


Detrás de la escalera, progreso era cada vez más difícil. Más arriba que el eje de los escombros se apilaba más grueso, para que las escaleras habían perdido definición bajo una suave acarreos de agitación ladrillos y polvo.
Al final de cada vuelo nos haría cuidadosamente de un lado a otro; sobre un pozo aparentemente cayó lejos debajo de nosotros, diez pisos abajo, entonces once, doce y...
En algún lugar alrededor del decimocuarto piso, nos dirigimos al interior a un pasillo alineado en las puertas de metal pesado. Cuanto más subíamos, más precaria la estructura se convirtió; Considerando que la planta había sido diseñada por tráfico humano, aquí estábamos caminando en pórticos estrechos, ribete alrededor de simas concretos profundos, vacíos. He caminado a través de una puerta y subió unos cinco metros hasta el suelo más allá de. A mi lado abrió una compuerta metálica en un enorme tanque bajo, que sólo puedo adivinar había sido destinado a un generador de vapor.
Subimos a la cima del reactor – el decimosexto piso – donde una rotura en el techo por encima de nosotros filtra la pálida luz del sol por derrame a través de la escalera cubierta de escombros. Por encima de este, un último nivel se extendió bajo la estructura de contención con forma de cúpula, iluminada por la luz rosa que inundó a través de una ventana del oeste medio.
Este era el momento: la mejor vista de la casa.
Me senté al lado del mamparo para apreciar el panorama. Debajo de nosotros se levantó la sala de turbinas, sus vigas más altos aún muy por debajo de ocho pisos. Al lado de eso, el contorno del reactor 2, que nunca fue más allá de tres pisos y ahora parecía más como un jardín laberinto que una planta de energía. Entonces más allá de eso, barrer alrededor del cabo verde en una amplia, brillante arco, la puesta del sol perezoso en tonos rosa y amarillo detrás de las mareas distantes del Caribe.

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[1] mucho de los antecedentes en la primera sección de este informe viene desde el estudio de caso de TED, "Cuba y la Energía Nuclear: la planta de Energía Nuclear de Juragua en Cienfuegos".