La guerra contra el cobro de la salud
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La guerra contra el cobro de la salud
La guerra contra el cobro de la salud
por Dalton77 Hoy a las 12:24 pm
La guerra contra el cobro de la salud
En hospitales haitianos donde la salud no es gratuita médicos cubanos ponen tratamientos… y sacan cuentas. Pero ellos han encontrado una manera mejor de salvar vidas. Actualmente 38 instituciones han reducido los precios a la mitad, y en 7 ya no se cobra
KATIA SIBERIA GARCÍAEnviada especial
Míriam Díaz Fernández renunció a la mejor medicina, aunque todos en Raboteau saben que ella es una pediatra excepcional. Cuando supo que a su consulta llegaban los más necesitados, luego de haber reunido los 25 gourdes (moneda haitiana) por la historia clínica de sus hijos, las cosas tuvieron que cambiar.
La doctora Míriam confiesa sentirse realizada cuando las madres con sus niños salvados llegan para bendecirla.
Entonces no fue como en Cuba donde el tratamiento se elige por efectivo, y no por barato. "Yo sabía que si mandaba varios fármacos solo comprarían, si acaso, el primero. Tenía que conjugar el más indicado, con el menos caro; y eso no siempre me era posible", confiesa la doctora.
Llegan niños con enfermedades infecciosas; con sida; con tuberculosis pulmonar avanzada; con enfermedades diarreicas por salmonella tifi que les perfora el intestino... Nada de eso se ve allá, aclara, pero estamos menos acostumbrados a la pregunta: ¿cuánto cuesta?
Así de espeluznante ha sido también para el ortopédico Bárbaro Hernández Suárez, quien en el antiguo hospital de La Providence vivió con frecuencia la dolorosa espera de pacientes.
La joven Maybelys llega hasta cada casa. En esta se interesa por una paciente operada de la vista.
"Una mañana vi a un niño con una delicada fractura en el brazo, tenía el hueso expuesto. Solo a las 10 de la noche logré operarlo porque en ese tiempo el padre tuvo que comprar el suero, los guantes, el antibiótico, el yeso, el anestésico... además de pagar los 750 gourdes para que su hijo entrara al salón."
Pero otros ni siquiera podían llegar al hospital, o iban cuando no aguantaban más y a esas alturas, explica Bárbaro, casi siempre había que amputar.
Cuentas claras
Aun cuando los colaboradores cubanos se insertan en instituciones públicas o estatales donde la salud se cobra, fuera del horario laboral los doctores gratuitamente hacen terreno, pesquisas y siguen clínicamente al paciente.
Marcel Chatelier asegura ser también cubano.
Desde el año 1998 en que se inició la colaboración entre los dos pueblos hemos mantenido también la asistencia gratis en cientos de lugares apartados, afirma el doctor Carlos A. García Domínguez, jefe de la misión médica en Haití.
Según el doctor García Domínguez, actualmente están en construcción, gracias a la donación cubana del equipamiento médico y al financiamiento venezolano, diez Centros de Diagnóstico Integral (CDI) dispersos por todos los departamentos. "En cada uno laborarán alrededor de 15 especialistas nuestros y 37 haitianos, entre los que se encuentran médicos graduados en Cuba. Eso será totalmente gratuito y podrán ofrecerse más de 12 prestaciones".
Pero con tales perspectivas la brigada aún no se siente conforme. Condicionados además por una situación que habla de elevados índices de mortalidad infantil, epidemias y extrema pobreza, los cooperantes intentan convencer a las autoridades sanitarias para bajar los precios.
Los directores y administrativos han comprendido que si disminuyen los precios, ello no representaría necesariamente pérdidas, pues mayor cantidad de personas podrían asistir al médico; no obstante el impacto social que la medida tendría.
El propio Ministro de Salud ha reconocido recientemente que del presupuesto destinado a este sector, solo un (14%) es financiado por el Gobierno; el resto proviene de donaciones internacionales y del cobro de los servicios, cifras insuficientes para las necesidades apremiantes de la población.
Por su parte, los cubanos persisten en su faena y los logros emergen desde distintos puntos de la geografía haitiana.
La caída del "lajan"
En el hospitalito de Cabaret, departamento oeste, los dossier (historia clínica), terminaron siendo más asequibles. La doctora Maybelys Esmoriz hizo gala de su energía y tras largas conversaciones persuadió al director haitiano.
Al norte de esa comuna, en Gonaive, las operaciones sencillas (una apéndices por ejemplo) de 2 500 gourdes descendieron a 750, gracias también a la humana labor de los internacionalistas que allí trabajan.
En el departamento Sur, en Grand Anse, en Nippes, en el noroeste... varias son las regiones donde disminuye el valor mercantilista que nunca ha debido tener la Medicina. Ahora la gente habla esperanzada y cada vez con menos frecuencia pronuncian la palabra "lajan", que en español significa: dinero.
Los casi 500 médicos haitianos graduados en Cuba han contribuido igualmente a crear una conciencia social. Simon Ralph y Robenson Legrand aseguraron que aun cuando muchos solo disponen de un estetóscopo y no cuentan con medicamentos pueden brindar innumerables beneficios.
Los cubanos nos están apoyando y en los 10 hospitales que abrirán demostraremos cuánto podemos hacer, vaticina Robenson, quien en su comuna de Anse Rouge trabaja a la par del doctor José Humberto y la enfermera Niurka.
Quizás la dicha mayor fue encontrarnos con Marcel Chatelier. Desde el 1ro. de septiembre, fecha en que el polvo de la ciudad de Gonaive se convirtió en pantano por las intensas lluvias, en el hospital de Raboteau donde trabaja, los servicios no se cobran.
Antes, el magistrado de la ciudad le había pedido asumir la dirección del centro porque allí laboraban cubanos y él con su español podría comunicarse mejor.
Pero Marcel, según confiesa, se formó como médico general integral, y en esa integralidad cubana va también el amor a los demás.
"Comencé a gestionar donaciones de las ONG y poco a poco fui hablando con el magistrado. Con el pretexto de las inundaciones empezamos a funcionar de forma gratuita, llevo ya medio año y no volverá a cobrarse más."
Recientemente tuve que expulsar a un custodio porque en la entrada de la puerta, a las 6 de la mañana, exigía 25 gourdes, rememora. También sancioné a dos técnicas de laboratorio por intentar cobrar unos análisis. No ha sido fácil el cambio para algunos, mas el pueblo nos apoya y eso es lo importante.
Ahora cuando se inaugure el CDI, aquí en Raboteau, la pediatra Míriam y yo lo dirigiremos. Continuaremos salvando vidas sin pensar en gourdes; es una batalla larga, pero cada día somos más los que creemos en la victoria.
Y para dar crédito a sus augurios, el doctor Carlos, jefe de la misión médica, confirma que en 38 instituciones los precios han disminuido en alrededor de un 50%. En 7 ya se logró la gratuidad
por Dalton77 Hoy a las 12:24 pm
La guerra contra el cobro de la salud
En hospitales haitianos donde la salud no es gratuita médicos cubanos ponen tratamientos… y sacan cuentas. Pero ellos han encontrado una manera mejor de salvar vidas. Actualmente 38 instituciones han reducido los precios a la mitad, y en 7 ya no se cobra
KATIA SIBERIA GARCÍAEnviada especial
Míriam Díaz Fernández renunció a la mejor medicina, aunque todos en Raboteau saben que ella es una pediatra excepcional. Cuando supo que a su consulta llegaban los más necesitados, luego de haber reunido los 25 gourdes (moneda haitiana) por la historia clínica de sus hijos, las cosas tuvieron que cambiar.
La doctora Míriam confiesa sentirse realizada cuando las madres con sus niños salvados llegan para bendecirla.
Entonces no fue como en Cuba donde el tratamiento se elige por efectivo, y no por barato. "Yo sabía que si mandaba varios fármacos solo comprarían, si acaso, el primero. Tenía que conjugar el más indicado, con el menos caro; y eso no siempre me era posible", confiesa la doctora.
Llegan niños con enfermedades infecciosas; con sida; con tuberculosis pulmonar avanzada; con enfermedades diarreicas por salmonella tifi que les perfora el intestino... Nada de eso se ve allá, aclara, pero estamos menos acostumbrados a la pregunta: ¿cuánto cuesta?
Así de espeluznante ha sido también para el ortopédico Bárbaro Hernández Suárez, quien en el antiguo hospital de La Providence vivió con frecuencia la dolorosa espera de pacientes.
La joven Maybelys llega hasta cada casa. En esta se interesa por una paciente operada de la vista.
"Una mañana vi a un niño con una delicada fractura en el brazo, tenía el hueso expuesto. Solo a las 10 de la noche logré operarlo porque en ese tiempo el padre tuvo que comprar el suero, los guantes, el antibiótico, el yeso, el anestésico... además de pagar los 750 gourdes para que su hijo entrara al salón."
Pero otros ni siquiera podían llegar al hospital, o iban cuando no aguantaban más y a esas alturas, explica Bárbaro, casi siempre había que amputar.
Cuentas claras
Aun cuando los colaboradores cubanos se insertan en instituciones públicas o estatales donde la salud se cobra, fuera del horario laboral los doctores gratuitamente hacen terreno, pesquisas y siguen clínicamente al paciente.
Marcel Chatelier asegura ser también cubano.
Desde el año 1998 en que se inició la colaboración entre los dos pueblos hemos mantenido también la asistencia gratis en cientos de lugares apartados, afirma el doctor Carlos A. García Domínguez, jefe de la misión médica en Haití.
Según el doctor García Domínguez, actualmente están en construcción, gracias a la donación cubana del equipamiento médico y al financiamiento venezolano, diez Centros de Diagnóstico Integral (CDI) dispersos por todos los departamentos. "En cada uno laborarán alrededor de 15 especialistas nuestros y 37 haitianos, entre los que se encuentran médicos graduados en Cuba. Eso será totalmente gratuito y podrán ofrecerse más de 12 prestaciones".
Pero con tales perspectivas la brigada aún no se siente conforme. Condicionados además por una situación que habla de elevados índices de mortalidad infantil, epidemias y extrema pobreza, los cooperantes intentan convencer a las autoridades sanitarias para bajar los precios.
Los directores y administrativos han comprendido que si disminuyen los precios, ello no representaría necesariamente pérdidas, pues mayor cantidad de personas podrían asistir al médico; no obstante el impacto social que la medida tendría.
El propio Ministro de Salud ha reconocido recientemente que del presupuesto destinado a este sector, solo un (14%) es financiado por el Gobierno; el resto proviene de donaciones internacionales y del cobro de los servicios, cifras insuficientes para las necesidades apremiantes de la población.
Por su parte, los cubanos persisten en su faena y los logros emergen desde distintos puntos de la geografía haitiana.
La caída del "lajan"
En el hospitalito de Cabaret, departamento oeste, los dossier (historia clínica), terminaron siendo más asequibles. La doctora Maybelys Esmoriz hizo gala de su energía y tras largas conversaciones persuadió al director haitiano.
Al norte de esa comuna, en Gonaive, las operaciones sencillas (una apéndices por ejemplo) de 2 500 gourdes descendieron a 750, gracias también a la humana labor de los internacionalistas que allí trabajan.
En el departamento Sur, en Grand Anse, en Nippes, en el noroeste... varias son las regiones donde disminuye el valor mercantilista que nunca ha debido tener la Medicina. Ahora la gente habla esperanzada y cada vez con menos frecuencia pronuncian la palabra "lajan", que en español significa: dinero.
Los casi 500 médicos haitianos graduados en Cuba han contribuido igualmente a crear una conciencia social. Simon Ralph y Robenson Legrand aseguraron que aun cuando muchos solo disponen de un estetóscopo y no cuentan con medicamentos pueden brindar innumerables beneficios.
Los cubanos nos están apoyando y en los 10 hospitales que abrirán demostraremos cuánto podemos hacer, vaticina Robenson, quien en su comuna de Anse Rouge trabaja a la par del doctor José Humberto y la enfermera Niurka.
Quizás la dicha mayor fue encontrarnos con Marcel Chatelier. Desde el 1ro. de septiembre, fecha en que el polvo de la ciudad de Gonaive se convirtió en pantano por las intensas lluvias, en el hospital de Raboteau donde trabaja, los servicios no se cobran.
Antes, el magistrado de la ciudad le había pedido asumir la dirección del centro porque allí laboraban cubanos y él con su español podría comunicarse mejor.
Pero Marcel, según confiesa, se formó como médico general integral, y en esa integralidad cubana va también el amor a los demás.
"Comencé a gestionar donaciones de las ONG y poco a poco fui hablando con el magistrado. Con el pretexto de las inundaciones empezamos a funcionar de forma gratuita, llevo ya medio año y no volverá a cobrarse más."
Recientemente tuve que expulsar a un custodio porque en la entrada de la puerta, a las 6 de la mañana, exigía 25 gourdes, rememora. También sancioné a dos técnicas de laboratorio por intentar cobrar unos análisis. No ha sido fácil el cambio para algunos, mas el pueblo nos apoya y eso es lo importante.
Ahora cuando se inaugure el CDI, aquí en Raboteau, la pediatra Míriam y yo lo dirigiremos. Continuaremos salvando vidas sin pensar en gourdes; es una batalla larga, pero cada día somos más los que creemos en la victoria.
Y para dar crédito a sus augurios, el doctor Carlos, jefe de la misión médica, confirma que en 38 instituciones los precios han disminuido en alrededor de un 50%. En 7 ya se logró la gratuidad
Dalton77- Cantidad de envíos : 3837
Fecha de inscripción : 19/02/2009
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