Juanes y el exilio cubano
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Juanes y el exilio cubano
Juanes y el exilio cubano
Emilio Ichikawa
Cuando Julio Iglesias insinuó que iba a La Habana a cantar, el exilio cubano estalló en cólera y lo persuadió del viaje. Álvarez Guedes tiene recuerdos simpáticos del concierto de los tomatazos. El de Julio, decía, no el de Bob.
Cuando Oscar de León fue a la isla, el Miami cubano se puso bravo, y el negrón venezolano se defendió como pudo. Como mismo dice, nunca se ha opuesto a que cada quien lo haga (defenderse) a su manera.
Ahora Juanes anuncia un concierto en Cuba. Por la paz. Con Silvio Rodríguez. Una descarga de la cual el “viaje privado” pudo haber sido causa o capítulo. Y claro, al exilio cubano no le gusta. Y, claro también, a Juanes no le importa. A mí no me importa. A ninguno nos importa realmente, aunque se quiera aparentar otra cosa ante las cámaras.
Juanes no es artista interesante para el exilio cubano de Miami. El exilio histórico tiene sus ídolos (Raphael, Gatica, Iglesias, Celia, etc.) Y el "nuevo exilio" no lo considera de calidad suficiente para una isla que, para variar, ha dado los mejores músicos del mundo.
Si el exilio no decide gastar un dólar en el trabajo de Juanes, pues eso, como en el cuento de Tía Tata, “Vá, me tiene sin cuidao”. El público que llena el American Airlines Arena para ver los conciertos de Juanes no es cubano sino básicamente colombiano y mexicano. Fidel aparte. ¿Y los discos? Pues lo mismo: el exilio cubano, sobre todo el “nuevo”, no compra discos de Juanes; ni de Silvio, ni de Pedro Luis Ferrer, ni de Malena, ni de Paulito FG, ni de los Amaurys… Que lo diga el promotor Hugo Cancio que tanto ha lidiado con la música cubana, de "dentro" y de "fuera". El público cubano de Miami ni siquiera paga las entradas a los clubs y, tal y como se hacía en la Cuba de los 80 y 90, suele llevar la pometa clavada y a "furia blanca" en el reloj. Y ni hablemos de las "celebridades locales": cada locutor de radio, cada conductor de TV o tertuliano, considera que lejos de pagar debe ser pagado por tomarse gratis los tragos de "Hoy como Ayer" o "Aché" o "The Clique". Nada, que el negocio de la música en Miami se jodió. Así que Juanes que disfrute La Habana, hasta que una nueva actitud del público cubano en Miami se le haga interesante. Un público menos tacaño, que sea solo la mitad de leal que los mexicanos que, después recoger tomates, se compran la colección completa de Los Tigres del Norte o rentan un camión para ir a Huston a pagarse un concierto de Vicente Fernández.
Cuando Julio Iglesias insinuó que iba a La Habana a cantar, el exilio cubano estalló en cólera y lo persuadió del viaje. Álvarez Guedes tiene recuerdos simpáticos del concierto de los tomatazos. El de Julio, decía, no el de Bob.
Cuando Oscar de León fue a la isla, el Miami cubano se puso bravo, y el negrón venezolano se defendió como pudo. Como mismo dice, nunca se ha opuesto a que cada quien lo haga (defenderse) a su manera.
Ahora Juanes anuncia un concierto en Cuba. Por la paz. Con Silvio Rodríguez. Una descarga de la cual el “viaje privado” pudo haber sido causa o capítulo. Y claro, al exilio cubano no le gusta. Y, claro también, a Juanes no le importa. A mí no me importa. A ninguno nos importa realmente, aunque se quiera aparentar otra cosa ante las cámaras.
Juanes no es artista interesante para el exilio cubano de Miami. El exilio histórico tiene sus ídolos (Raphael, Gatica, Iglesias, Celia, etc.) Y el "nuevo exilio" no lo considera de calidad suficiente para una isla que, para variar, ha dado los mejores músicos del mundo.
Si el exilio no decide gastar un dólar en el trabajo de Juanes, pues eso, como en el cuento de Tía Tata, “Vá, me tiene sin cuidao”. El público que llena el American Airlines Arena para ver los conciertos de Juanes no es cubano sino básicamente colombiano y mexicano. Fidel aparte. ¿Y los discos? Pues lo mismo: el exilio cubano, sobre todo el “nuevo”, no compra discos de Juanes; ni de Silvio, ni de Pedro Luis Ferrer, ni de Malena, ni de Paulito FG, ni de los Amaurys… Que lo diga el promotor Hugo Cancio que tanto ha lidiado con la música cubana, de "dentro" y de "fuera". El público cubano de Miami ni siquiera paga las entradas a los clubs y, tal y como se hacía en la Cuba de los 80 y 90, suele llevar la pometa clavada y a "furia blanca" en el reloj. Y ni hablemos de las "celebridades locales": cada locutor de radio, cada conductor de TV o tertuliano, considera que lejos de pagar debe ser pagado por tomarse gratis los tragos de "Hoy como Ayer" o "Aché" o "The Clique". Nada, que el negocio de la música en Miami se jodió. Así que Juanes que disfrute La Habana, hasta que una nueva actitud del público cubano en Miami se le haga interesante. Un público menos tacaño, que sea solo la mitad de leal que los mexicanos que, después recoger tomates, se compran la colección completa de Los Tigres del Norte o rentan un camión para ir a Huston a pagarse un concierto de Vicente Fernández.
Azali- Admin
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Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: Juanes y el exilio cubano
Veremos las opiniones de los chivatientes, ellos que han despejellado a Juanes..ahora que diran?
Azali- Admin
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Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: Juanes y el exilio cubano
miércoles, agosto 05, 2009
Yo no bailo con Juanes
Yo no bailo con Juanes
Frank Rodríguez
Los artistas cubanos como Paquito D’Rivera y Amaury Gutiérrez, por dar dos ejemplos, mantienen la dignidad del exilio al enfrentarse diametralmente al régimen militar cubano, ese régimen donde los militares son los que se aprovechan de todo el dinero que ganan tanto los artistas dentro de Cuba como cuando viajan fuera “con permiso” y representando al régimen que los oprime a ellos mismos.
Juanes, quien hizo un concierto por la paz en Colombia, desea ahora hacer otro en Cuba, pero en Cuba ya hace rato que hay paz, la paz de los sepulcros impuesta por el gobierno militar que impone su voluntad pacificando a todo el que ose oponerse.
Juanes desconoce, porque desea desconocerlo, que el régimen de los Castro es tan comunista como fascista, que las Camisas Negras de Mussolini se sentirían tan en casa en Cuba como las Brigadas de Respuesta Rápida que sofocaron a los manifestantes en el Malecón habanero hace 15 años, o los guardacostas que ahogaron a hombres, mujeres, niños e infantes en el remolcador 13 de Marzo.
Hace bien Juanes en alejarse del litoral de La Habana, lejos de estos horribles recordatorios.
Pretende dar su concierto en la Plaza de la Revolución, sitio que pre-Castro fue la Plaza Cívica, pero que desde luego ya no tiene nada de cívica. Este es el lugar donde el régimen castrense de los Castro realiza sus paradas militares y sus aglomeraciones de obreros que “voluntariamente” tienen que asistir.
¿Obligarán a los cubanos a ir al “Concierto por la paz sin fronteras”? Si Juanes quiere que acudan muchos cubanos le pudiera pedir a su equipo de marketing que le llame “Concierto por el pan sin Fidel”.
Sí, señor Juanes, los cubanos tienen hambre de pan, pero de pan con libertad y de pan con justicia y, aunque les gusta mucho la música, nuestros músicos demandan que se les pague su pan nuestro de cada día al igual que se le paga a usted, a quien nadie le impide salir ni entrar ni negociar sus contratos.
Amaury Gutiérrez ya le había sugerido a usted, Sr. Juanes, que fuese a Cuba a ver cómo vive la gente, pero no a quedarse en un hotel de cinco estrellas, pues un cubano tiene que ser un “artista” para lograr “resolver” ni una noche en un hotel en su propio país.
Y Paquito D’Rivera concluye su reciente artículo: LA MÚSICA PUEDE ESPERAR, proponiéndoles a los americanos que abogan por una descongelación de las relaciones entre EE.UU. y Cuba que lo que debieran hacer es enviar una petición al gobierno de los Castro que demande para TODOS los cubanos el derecho a expresarse libremente sin coacción, a viajar libremente dentro y fuera del país, y a elegir a sus líderes libremente. Y, mientras tanto, pregunta si la música puede esperar.
Juanes, le tengo una propuesta: dé el concierto en el único territorio libre en Cuba, la Base Naval de Guantánamo. Así Hillary Clinton le daría su apoyo, puede buscar la paz entre los talibanes y el mundo libre, y Willy Chirino pudiera regresar a pesar de que los Castro no le dieron permiso para cantarle a su propio pueblo. Esta vez pudiera ir junto a Amaury, Paquito y muchos más que no pueden ni vender su música ni regalársela a sus compatriotas.
Allí, Sr. Juanes, usted podrá también abordar su tema favorito: quitar el campo de minas para que el pueblo cubano pueda acudir hasta la cerca y estar más cerca de su ansiada libertad.
Los artistas cubanos como Paquito D’Rivera y Amaury Gutiérrez, por dar dos ejemplos, mantienen la dignidad del exilio al enfrentarse diametralmente al régimen militar cubano, ese régimen donde los militares son los que se aprovechan de todo el dinero que ganan tanto los artistas dentro de Cuba como cuando viajan fuera “con permiso” y representando al régimen que los oprime a ellos mismos.
Juanes, quien hizo un concierto por la paz en Colombia, desea ahora hacer otro en Cuba, pero en Cuba ya hace rato que hay paz, la paz de los sepulcros impuesta por el gobierno militar que impone su voluntad pacificando a todo el que ose oponerse.
Juanes desconoce, porque desea desconocerlo, que el régimen de los Castro es tan comunista como fascista, que las Camisas Negras de Mussolini se sentirían tan en casa en Cuba como las Brigadas de Respuesta Rápida que sofocaron a los manifestantes en el Malecón habanero hace 15 años, o los guardacostas que ahogaron a hombres, mujeres, niños e infantes en el remolcador 13 de Marzo.
Hace bien Juanes en alejarse del litoral de La Habana, lejos de estos horribles recordatorios.
Pretende dar su concierto en la Plaza de la Revolución, sitio que pre-Castro fue la Plaza Cívica, pero que desde luego ya no tiene nada de cívica. Este es el lugar donde el régimen castrense de los Castro realiza sus paradas militares y sus aglomeraciones de obreros que “voluntariamente” tienen que asistir.
¿Obligarán a los cubanos a ir al “Concierto por la paz sin fronteras”? Si Juanes quiere que acudan muchos cubanos le pudiera pedir a su equipo de marketing que le llame “Concierto por el pan sin Fidel”.
Sí, señor Juanes, los cubanos tienen hambre de pan, pero de pan con libertad y de pan con justicia y, aunque les gusta mucho la música, nuestros músicos demandan que se les pague su pan nuestro de cada día al igual que se le paga a usted, a quien nadie le impide salir ni entrar ni negociar sus contratos.
Amaury Gutiérrez ya le había sugerido a usted, Sr. Juanes, que fuese a Cuba a ver cómo vive la gente, pero no a quedarse en un hotel de cinco estrellas, pues un cubano tiene que ser un “artista” para lograr “resolver” ni una noche en un hotel en su propio país.
Y Paquito D’Rivera concluye su reciente artículo: LA MÚSICA PUEDE ESPERAR, proponiéndoles a los americanos que abogan por una descongelación de las relaciones entre EE.UU. y Cuba que lo que debieran hacer es enviar una petición al gobierno de los Castro que demande para TODOS los cubanos el derecho a expresarse libremente sin coacción, a viajar libremente dentro y fuera del país, y a elegir a sus líderes libremente. Y, mientras tanto, pregunta si la música puede esperar.
Juanes, le tengo una propuesta: dé el concierto en el único territorio libre en Cuba, la Base Naval de Guantánamo. Así Hillary Clinton le daría su apoyo, puede buscar la paz entre los talibanes y el mundo libre, y Willy Chirino pudiera regresar a pesar de que los Castro no le dieron permiso para cantarle a su propio pueblo. Esta vez pudiera ir junto a Amaury, Paquito y muchos más que no pueden ni vender su música ni regalársela a sus compatriotas.
Allí, Sr. Juanes, usted podrá también abordar su tema favorito: quitar el campo de minas para que el pueblo cubano pueda acudir hasta la cerca y estar más cerca de su ansiada libertad.
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-FOTO: elmundodebirch.wikispaces.com
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50978
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: Juanes y el exilio cubano
BUENO REALMENTE , ESTE COLOMBIANO DE JUANEZ , NUNCA ME HA LLAMADO LA ATENCION NI COMO CANANTE Y MUCHO MENOS COMO PERSONA ,. PARA MI NO VALE NADA , TOSOS SUS CONCIERTOS SON MOTIVOS "POLITICOS" AUNQUE EL LO NIEGUE ,PARA MI UNA VEZ MAS ME IMPORTA UN CARAJO , QUE HAGA UN CONCIERTO DOS CONCIERTOS O TRES CONCIERTOS , ESTOS PERSONAJES PARA MI NO TIENE SIGNIFICACION ALGUNA , SOLO LO HACE PARA DESTACARSE UNA VEZ MAS , COMO PACIFISTA , QUE DE PAICIFISTA NO TIENE NADA AHORA COMO ANARQUISTA TIENE BASTANTE , PERO CON DINERO CUALQUIERA ES CUALQUIER MIERDA QUE LE DE LA GANA , ASI SON TODOS ESTOS PENDEJOS CANTANTES MISERABLES Y BAJOS ,... ALLA FUE EL A BESARLE EL CULO A LOS HERMANOS CASTRO, A LUCIRSE CON LA DICTADURA MAS SANGRIENTA DEL PLANETA .
Rene Gomes- Cantidad de envíos : 781
Fecha de inscripción : 07/11/2008
Localización : MIAMI TERRITORIO LIBRE DE AMERICA
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