LA SANIDAD EN ESPAÑ, NO ES MALA, PERO NECESITAN MEJORARLA SEGUN ELLOS..
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LA SANIDAD EN ESPAÑ, NO ES MALA, PERO NECESITAN MEJORARLA SEGUN ELLOS..
La sanidad necesita cuidados intensivos
(Ilustración: Luis Parejo)
Actualizado jueves 08/10/2009 05:59 (CET)
CRISTINA G. LUCIO | ISABEL F. LANTIGUA
MADRID.- 'La verdad está ahí fuera', repetían en la famosa serie 'Expediente X'. Y un Expediente X parece lo que está pasando con la sanidad española. A ojos de los de fuera, "se deteriora año tras año', según el último índice de Consumidores de la Sanidad Europea, elaborado por Health Consumer Powerhouse, con el apoyo de la Comisión de la UE. El documento -muy criticado por su metodología- coloca a España en el puesto 22 de 33 países estudiados y nos suspende en aspectos como los derechos de los pacientes y la informatización del sistema. Pero quienes realmente viven y participan de este sistema español -médicos, pacientes, asociaciones...- la ven con mejores ojos, aunque sugieren reformas urgentes.
Las dos ventajas principales del Sistema Nacional de Salud (SNS), reconocidas por todos, son su universalidad y 'gratuidad'. "Contamos con un sistema de calidad y debemos valorar mucho que todos tengamos acceso al mismo", comenta Albert Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes. "No obstante, hay cuestiones en las que se debería avanzar", añade.
La mayoría de expertos consultados por elmundo.es coinciden en señalar que, a medio plazo, el Sistema Nacional de Salud habrá de someterse a una serie de reformas estructurales. La revisión de la financiación, el papel de los especialistas médicos en la gestión sanitaria o la incorporación de las nuevas tecnologías de la información son algunos de los principales retos por afrontar.
Con la crisis económica, uno de los temas más candentes es analizar si el sistema será sostenible en el futuro. En ese sentido, los expertos apuntan la necesidad de revisar la sanidad española desde dos frentes: la demanda asistencial y la distribución económica.
El primer paso para enfrentarse a esos desafíos es reflexionar sobre "la puerta de entrada al sistema, la atención primaria", comenta Patricio Martínez, secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y portavoz del Foro de la Profesión Médica, una entidad que aglutina a colegios de médicos, sindicatos y universidades.
"Sufrimos una 'accesibilidad desbocada' al sistema de salud'
"Si este servicio funcionara como debiera se evitarían muchos problemas en otros niveles asistenciales", coincide Beatriz González Valcárcel, experta en gestión sanitaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
"Sería necesario establecer mecanismos para desburocratizar la labor del médico", comenta Martínez, quien también señala la necesidad de "educar a la ciudadanía" para evitar la "hiperfrecuentación tanto de este servicio como de las urgencias". "Sufrimos una accesibilidad desbocada al sistema", asegura Vicente Ortún, director del Centro de Investigación sobre Economía y Salud de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Según datos de la UE, los españoles realizan 9,5 consultas médicas por habitante y año, una cifra mucho más alta que la mayoría de países de la Unión.
Desigualdades por CCAA
Aunque el control de la presión asistencial ayudaría a reducir el gasto, algunos expertos, como Boi Ruiz, presidente de la Unión Catalana de Hospitales, también apuntan la posibilidad de establecer otras medidas de financiación, como el copago de determinados servicios, que "podrían ayudar a descomprimir el sistema" y garantizarían la "sostenibilidad económica del mismo". En su discurso, Ruiz remarca que en ningún caso se refiere a "iniciar una privatización, sino a potenciar nuevas fuentes de financiación".
"Hay que definir una cartera de servicios básica a la que acceda toda la población bajo principios de equidad real"
Otro de los desafíos que resolver a corto plazo tiene que ver con las desigualdades dentro del Sistema Nacional de Salud. "Debería haber más homogeneidad entre Comunidades Autónomas", señala Marciano Sánchez, secretario y portavoz de la Federación de asociaciones en defensa de la sanidad pública (FADSP). Para paliar estas diferencias se creó el Consejo Interterritorial, que trata de coordinar y poner en común todas las políticas sanitarias. Pero aún hay fallos. Por ejemplo, el calendario vacunal. "Es inaceptable que no esté unificado en todo el país", critica el presidente del Foro de Pacientes.
Coincide con su punto de vista José María Martín Moreno, catedrático de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Valencia y miembro del Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas Sanitarias, quien, con todo, matiza que "existe más consenso del que a veces aflora y la buena coordinación en el caso de la gripe pandémica es una muestra esperanzadora".
Eso sí, subraya que el camino pasa por empezar a definir claramente "una cartera de servicios básica a la que pueda acceder toda la población española bajo principios de equidad real".
En este sentido, Andreu Segura, presidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, afirma que muchas veces existen mayores desigualdades en el seno de una misma comunidad que entre dos regiones distintas, un problema que también debería abordarse con rapidez.
De la teoría a la práctica
Muchas voces alaban la legislación sanitaria desarrollada en los últimos años, aunque también critican la dificultad con la que a veces se encuentran para poner en marcha los cambios.
"Un gran problema es la brecha que existe entre las leyes y su aplicación. Con las competencias transferidas a las Comunidades Autónomas se multiplica la capacidad legislativa pero no hay un sistema que fije los plazos de ejecución ni que evalúe si se cumplen, algo que reclamamos desde 2006", comenta Albert Jovell. Precisamente esta distancia entre la teoría y la práctica es uno de los temas que baja la nota a España en el controvertido informe.
"No podemos presumir de tener un sistema centrado en el paciente y, a la hora de la verdad, no contar con ellos"
En esta línea, una cuestión importante es dar más voz a los enfermos, que intervengan en el desarrollo de políticas sanitarias, como ocurre en Holanda (en el primer puesto de la clasificación europea). "No podemos presumir de tener un sistema centrado en el paciente y después, a la hora de la verdad, no contar con ellos. Si el paciente está integrado en el problema, puede ser parte de la solución", afirma Albert Jovell.
Para José María Martín Moreno también sería de gran utilidad de involucrar más al médico en el sistema, avanzando hacia una gestión más autónoma de cada centro. "No es sólo cuestión de carrera profesional, sino de incentivos y reglas de juego claras. La adecuada consideración a las personas y el fomento de un clima laboral de respeto, asegurando la posibilidad de desarrollo personal, es fundamental no sólo para los profesionales, sino para los ciudadanos", remarca.
En definitiva, tal como resume Patricio Martínez, "lo más necesario y urgente es establecer un pacto sanitario entre todos los agentes implicados con el compromiso de que el sistema sea sostenible sin que se reduzca la calidad asistencial".
Desarrollar la e-health
El uso eficiente de las tecnologías de la información -un punto en el que España todavía suspende- podría ayudar a conseguir cambios notables a corto y medio plazo. "Hay que empezar por la generalización de la tarjeta sanitaria estandarizada y seguir por la historia clínica electrónica, que debería ser propiedad del pacientes con la capacidad de acceder a ella", comenta Valcárcel.
"Convendría adaptarnos mejor a la realidad de los cambios de nuestra sociedad en cuanto a Internet y las redes virtuales", apunta el presidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, quien no olvida que "buena parte de la población, la que padece la brecha digital, quedaría relegada" del servicio si se implantara hoy en día.
Para González Valcárcel, las nuevas tecnologías también pueden ser fundamentales a la hora de garantizar la igualdad de todos los usuarios de la Sanidad pública. "El Sistema Nacional de Salud necesita un sistema de información que permita conocer la calidad de la atención sanitaria y la equidad en el acceso de sus ciudadanos, para que unas Comunidades puedan aprender de los éxitos y fracasos de las otras".
- La financiación y las desigualdades entre CCAA, los principales desafíos
- Los lectores de elmundo.es dan al sistema una nota media de 5,6
- Los pacientes protestan sobre todo por las listas de espera
(Ilustración: Luis Parejo)
Actualizado jueves 08/10/2009 05:59 (CET)
CRISTINA G. LUCIO | ISABEL F. LANTIGUA
MADRID.- 'La verdad está ahí fuera', repetían en la famosa serie 'Expediente X'. Y un Expediente X parece lo que está pasando con la sanidad española. A ojos de los de fuera, "se deteriora año tras año', según el último índice de Consumidores de la Sanidad Europea, elaborado por Health Consumer Powerhouse, con el apoyo de la Comisión de la UE. El documento -muy criticado por su metodología- coloca a España en el puesto 22 de 33 países estudiados y nos suspende en aspectos como los derechos de los pacientes y la informatización del sistema. Pero quienes realmente viven y participan de este sistema español -médicos, pacientes, asociaciones...- la ven con mejores ojos, aunque sugieren reformas urgentes.
Las dos ventajas principales del Sistema Nacional de Salud (SNS), reconocidas por todos, son su universalidad y 'gratuidad'. "Contamos con un sistema de calidad y debemos valorar mucho que todos tengamos acceso al mismo", comenta Albert Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes. "No obstante, hay cuestiones en las que se debería avanzar", añade.
La mayoría de expertos consultados por elmundo.es coinciden en señalar que, a medio plazo, el Sistema Nacional de Salud habrá de someterse a una serie de reformas estructurales. La revisión de la financiación, el papel de los especialistas médicos en la gestión sanitaria o la incorporación de las nuevas tecnologías de la información son algunos de los principales retos por afrontar.
Con la crisis económica, uno de los temas más candentes es analizar si el sistema será sostenible en el futuro. En ese sentido, los expertos apuntan la necesidad de revisar la sanidad española desde dos frentes: la demanda asistencial y la distribución económica.
El primer paso para enfrentarse a esos desafíos es reflexionar sobre "la puerta de entrada al sistema, la atención primaria", comenta Patricio Martínez, secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y portavoz del Foro de la Profesión Médica, una entidad que aglutina a colegios de médicos, sindicatos y universidades.
"Sufrimos una 'accesibilidad desbocada' al sistema de salud'
"Si este servicio funcionara como debiera se evitarían muchos problemas en otros niveles asistenciales", coincide Beatriz González Valcárcel, experta en gestión sanitaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
"Sería necesario establecer mecanismos para desburocratizar la labor del médico", comenta Martínez, quien también señala la necesidad de "educar a la ciudadanía" para evitar la "hiperfrecuentación tanto de este servicio como de las urgencias". "Sufrimos una accesibilidad desbocada al sistema", asegura Vicente Ortún, director del Centro de Investigación sobre Economía y Salud de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Según datos de la UE, los españoles realizan 9,5 consultas médicas por habitante y año, una cifra mucho más alta que la mayoría de países de la Unión.
Desigualdades por CCAA
Aunque el control de la presión asistencial ayudaría a reducir el gasto, algunos expertos, como Boi Ruiz, presidente de la Unión Catalana de Hospitales, también apuntan la posibilidad de establecer otras medidas de financiación, como el copago de determinados servicios, que "podrían ayudar a descomprimir el sistema" y garantizarían la "sostenibilidad económica del mismo". En su discurso, Ruiz remarca que en ningún caso se refiere a "iniciar una privatización, sino a potenciar nuevas fuentes de financiación".
"Hay que definir una cartera de servicios básica a la que acceda toda la población bajo principios de equidad real"
Otro de los desafíos que resolver a corto plazo tiene que ver con las desigualdades dentro del Sistema Nacional de Salud. "Debería haber más homogeneidad entre Comunidades Autónomas", señala Marciano Sánchez, secretario y portavoz de la Federación de asociaciones en defensa de la sanidad pública (FADSP). Para paliar estas diferencias se creó el Consejo Interterritorial, que trata de coordinar y poner en común todas las políticas sanitarias. Pero aún hay fallos. Por ejemplo, el calendario vacunal. "Es inaceptable que no esté unificado en todo el país", critica el presidente del Foro de Pacientes.
Coincide con su punto de vista José María Martín Moreno, catedrático de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Valencia y miembro del Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas Sanitarias, quien, con todo, matiza que "existe más consenso del que a veces aflora y la buena coordinación en el caso de la gripe pandémica es una muestra esperanzadora".
Eso sí, subraya que el camino pasa por empezar a definir claramente "una cartera de servicios básica a la que pueda acceder toda la población española bajo principios de equidad real".
En este sentido, Andreu Segura, presidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, afirma que muchas veces existen mayores desigualdades en el seno de una misma comunidad que entre dos regiones distintas, un problema que también debería abordarse con rapidez.
De la teoría a la práctica
Muchas voces alaban la legislación sanitaria desarrollada en los últimos años, aunque también critican la dificultad con la que a veces se encuentran para poner en marcha los cambios.
"Un gran problema es la brecha que existe entre las leyes y su aplicación. Con las competencias transferidas a las Comunidades Autónomas se multiplica la capacidad legislativa pero no hay un sistema que fije los plazos de ejecución ni que evalúe si se cumplen, algo que reclamamos desde 2006", comenta Albert Jovell. Precisamente esta distancia entre la teoría y la práctica es uno de los temas que baja la nota a España en el controvertido informe.
"No podemos presumir de tener un sistema centrado en el paciente y, a la hora de la verdad, no contar con ellos"
En esta línea, una cuestión importante es dar más voz a los enfermos, que intervengan en el desarrollo de políticas sanitarias, como ocurre en Holanda (en el primer puesto de la clasificación europea). "No podemos presumir de tener un sistema centrado en el paciente y después, a la hora de la verdad, no contar con ellos. Si el paciente está integrado en el problema, puede ser parte de la solución", afirma Albert Jovell.
Para José María Martín Moreno también sería de gran utilidad de involucrar más al médico en el sistema, avanzando hacia una gestión más autónoma de cada centro. "No es sólo cuestión de carrera profesional, sino de incentivos y reglas de juego claras. La adecuada consideración a las personas y el fomento de un clima laboral de respeto, asegurando la posibilidad de desarrollo personal, es fundamental no sólo para los profesionales, sino para los ciudadanos", remarca.
En definitiva, tal como resume Patricio Martínez, "lo más necesario y urgente es establecer un pacto sanitario entre todos los agentes implicados con el compromiso de que el sistema sea sostenible sin que se reduzca la calidad asistencial".
Desarrollar la e-health
El uso eficiente de las tecnologías de la información -un punto en el que España todavía suspende- podría ayudar a conseguir cambios notables a corto y medio plazo. "Hay que empezar por la generalización de la tarjeta sanitaria estandarizada y seguir por la historia clínica electrónica, que debería ser propiedad del pacientes con la capacidad de acceder a ella", comenta Valcárcel.
"Convendría adaptarnos mejor a la realidad de los cambios de nuestra sociedad en cuanto a Internet y las redes virtuales", apunta el presidente de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, quien no olvida que "buena parte de la población, la que padece la brecha digital, quedaría relegada" del servicio si se implantara hoy en día.
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