La Merkel, durísima: hay que poder excluir a un país del euro

miércoles 17 de marzo de 2010


La Merkel, durísima: hay que poder excluir a un país del euro



Acabo de leerlo aquí, que hay que poder excluir a un país de la zona euro, ha dicho muy firme Frau Angela Merkel, la canciller de Alemania. ¿Se acabará pues la diversión de la Unión Europea con su moneda única? (De todos modos, espero que no: aunque nunca he creído en la Unión Europea -la manera en que Alemania ganó su tercera guerra en Europa, por medios económicos, ya que fue derrotada militarmente en las dos anteriores-, y el fracaso del euro estaba previsto desde el principio por los analistas financieros, todo problema afecta, ineluctablemente, al resto.)
Se refiere Merkel, claro, a Grecia, en crisis profunda desde hace ya un tiempo, y Alemania, quien sostiene en primer lugar a la Unión Europea, se niega a ayudar al país heleno.
Como saben también, el próximo país que puede conocer el mismo problema que Grecia, es España, y luego, Portugal. Vendría asimismo, Italia. Ya le llaman a estos países, por sus siglas en inglés, Portugal, Italy, Greece, Spain, el cuarteto de los "PIGS", aunque la semejanza con lo que significa en inglés es pura coincidencia. Lo que sí no es coincidencia es que, a la excepción de Italia, todos esos países tienen gobiernos socialistas. Que ya bien lo decía Maggie Thatcher, los socialistas son los mejores expertos en gastar el dinero que no tienen. (A propósito, leía el otro día en The Daily Telegraph que con tal de recortar el gasto público, desde el primer día en que Maggie llegó a Downing Street renunció a 20 mujeres karatecas como su guardia personal; well, que no por gusto era la Dama de Hierro: se podría defender sola...)

Como decía Milton Friedman: "Nada es de gratis. Hay que pagar por todo". Mutatis mutandis, en la aberración suprema del mecanismo socialista que el comunismo: ¿es que nosotros, los cubanitos, no pagamos con el trabajo esclavo, aunque ineficiente e improductivo, la "educación gratuita" con la que se nos proveyó? ¿Y quién paga por la "salud pública gratuita" en Cuba? El "estado". ¿Con qué, santo Dios? Es el sistema de la insalubridad pública, peor en estos momentos en Cuba, como saben, que en muchos países de lo que llaman Tercer Mundo, que Cuba pertenece al Cuarto Mundo. Desconfíese así, por razones prácticas, aunque tengan las mejores intenciones (por ignorancia; o, al contrario de las buenas intenciones, por alineación ideológica), de los que pedirían por un "cambio" suave, defendiendo al mismo tiempo las "conquistas sociales" de la "Revolución".

La ecuación es simple, no hay que ser economista para saberlo: no se puede gastar lo que no se tiene, y lo que no se producido. Las deudas, como la que ahora enfrenta Grecia, ¿a qué conducen? A que le otorguen más préstamos, lo que rechaza Alemania, el "paymaster" de la Unión Europea, y a que se endeude aún más, indefinidamente, hasta que se le cancele un día la deuda, y colorín colorao.
Es por ello que Alemania no quiere pagar, y se ha declarado en rebeldía, aunque en principio el gobierno, política de intereses "europeos" ( la dominación germánica por esos medios económicos) obliga, estaba dispuesto a ayudar. Pero la opinión pública saltó, ya que son los alemanes "de a pie" los que pagarían con su trabajo, y su retiro después de los 65 años, a los griegos que se retirarían antes, y mientras tanto, a disfrutar éstos la "dolce vita". Otro elemento que incide no desdeñablemente es el de la corrupción: por la cultura -el primer motor del desarrollo económico, contrariamente a lo que preconizan los marxistas-, los ciudadanos de los denominados países "del Norte" son respetuosos con el estado, en lo que se refiere a las normas que éste exige para contribuir, con los impuestos, al bienestar general, en un marco razonable de participación colectiva. Confían, también, en que los políticos ni el estado mismo les roban. Esta "entente" mutua es la base de que nadie pierda dinero: ni el estado, que debe asegurar ciertas cosas comunes; ni los ciudadanos, que se ven recompesados en su honestidad de cumplir con sus obligaciones porque justo son en su beneficio personal, en el día a día, como el que el correos funcione, el que la basura sea recogida en tiempo, o el que las carreteras estén bien mantenidas.
Los países "del Sur" insisten culturalmente en un individualismo anárquico: más me burlo del estado, mejor, porque éste tampoco me representa, ni "defiende" mis intereses. Probablemente, tienen razón. Sólo que la dialéctica del "Norte" es justo lo contrario. Si el estado sirve para algo, es para otorgar una calidad en las cosas que se comparten. Y a ello se debe contribuir, según las leyes.
No entienden que robarle al estado es robarse a sí mismos, pero les da igual porque el estado les roba a cada uno.
Por ello, cuando se conjugan políticas fuertemente estatales, como las socialistas, en medios culturales "del Sur", donde la palabra de orden es "a ver quién es el más pícaro", se produce la debacle financiera. Que un día, La Habana no aguanta más.
Los alemanes, han dicho basta. Trabajan y trabajan, mientras que algunos otros no: ¿para mantener a éstos, en nombre de un designio político de este pueblo dominador? ¿Se rompería el espejismo de la Unión Europea?
Una gran diferencia, aunque simplificadora, del socialismo con el comunismo, es que la economía de mercado, todavía vigente en el caso del primero, pone las cosas en su lugar, a la larga o a la corta. Que se acaba el dinero, y se acabó el querer de Alemania, que le ha dicho "Nein!" a la tragedia griega, quizás ello coadyuvado por la impronta del gobierno conservador de Merkel en alianza con los liberales.
En el comunismo, se acaba el dinero, que nunca existió de facto, y se buscan todos los medios ilícitos para obtenerlo -tráfico de drogas, por citar un ejemplo, en el caso de Cuba-, pero con la otra diferencia de que tales ingresos sólo contribuyen a renforzar el poder del estado y su ideología.


Publicado por Isis en 14:12