Colombiano secuestrado en Cuba, TESTIMONIO.
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Colombiano secuestrado en Cuba, TESTIMONIO.
Colombiano secuestrado en Cuba, TESTIMONIO.
Cuba/ Desde la cárcel; sobre la muerte de Orlando Zapata Tamayo
Cubamatinal/ El vil y cruel asesinato premeditado que el gobierno cubano de los hermanos Castro aplicó paulatinamente a Orlando Zapata Tamayo, se veía venir, porque no resistían a una persona de la estirpe de Zapata Tamayo, de piel negra, de ascendencia humilde y su fuerte posición contestataria, se opusiera a la infinidad de abusos en toda Cuba como es el injusto encierro. Todo esto le carcomía las entrañas diabólicas a los déspotas hermanos. Ahora la dictadura esgrimirá las mismas mentiras que siempre utiliza para degradar y endemoniar al gran héroe que ya no podrá rebatirles sus perversas acciones. Imagen: Rafael M. Bustamante junto a su hija antes de viajar a Cuba.
Por Rafael M. Bustamante
Prisión de alta severidad de Guanajay, Cuba , 14 de abril/ CihPress/ Es costumbre de esta canalla y mentirosa dictadura acarrarse al síndrome de los ofendidos, esos dos hijos de Belcebú “nunca hacen nada incorrecto, son infalibles, jamás se equivocan, es a ellos a quien ofenden”. Pero por muchas mentiras tramoya que inventen jamás podrán convencer a nadie. Ya se acabó todas las palabrerías de guapetones y deslenguados.
Desde este, mi rincón secuestrado aquí en el área especial de la prisión de alta seguridad de Guanajay, aun parece que percibiera aquellos fuertes gritos de Zapata Tamayo, alojado a 150 metros en las inmundas barracas que me separan muchas gruesas y agrestes paredes, con su infinidad de barrotes. Desde el año 2003 al 2005 cuando pasó por aquí. Oía siempre los estridente y punzantes gritos pidiendo Libertad y Democracia para el pueblo. Oía: ¡Abajo Fidel Castro! ¡Abajo la dictadura!
Fueron estas exclamaciones y posición inclaudicable, sin dejarse doblegar por la Seguridad del Estado, de la jefatura del penal, de la contrainteligencia, de los propios reos sin paragón de este gran luchador por los respeto a los derechos humanos, a la libertad del oprimido pueblo cubano, a la democracia y exigiendo para el un mejor trato a sus injusto encierro.
Nos les bastó a la dictadura de los hermanos Castros condenarlo a 3 años de prisión por el solo hecho de hablar de democracia y recoger firmas para el proyecto Valera (en la flamante constitución de Fidel Castro de 1976, en el artículo existía la posibilidad de plantear iniciativas legislativas por la población sin que estos pertenecieran al parlamento, con el solo hecho de recoger más de 10 000 firmas, el parlamento entonces podría “debatir” el derecho a la libertad de expresión, a derechos políticos, económicos) sino la infinidad de golpes y palizas que recibía en esas inmundas celdas de castigo donde era tirado sin miramientos que merece un ser humano. Ahí en ese discurrir oprobioso le fueron dictándole sentencias hasta llegar a 36 años. Desacato, mal comportamiento u otras acusaciones que no tienen cabida en cualquier sociedad civilizada.
Nadie conoce la gotera de la casa ajena, siempre los izquierdistas y comunistas que existen a montones, creen que Cuba es el paraíso idílico que andaban buscando, pero no encontrarán goteras aquí en Cuba sino torrentes de agua que cae sobre el pobre pueblo cubano. Como dijo el gran escritor ruso Fedor Destoyevski “para conocer a una sociedad hay que mirar dentro de sus prisiones”. Desde aquí sin moverme he presenciado varias huelgas de hambre, que no podría encontrar palabras para narrar el horror de tamaña determinación. A unos cuantos pasos al final del área, en la última celda, un recluso común tildado Cuchara llevó a cabo dos huelgas de hambre, una por 12 días y otra por 16. Pero cosiéndose la boca con alambres puro. Del grueso, del encontrado tirado por el sucio rincón de su celda. No resistió su guarida cruel quiebra huesos y voluntades, donde mi amigo el preso político Ernesto Borges Pérez permaneció 3 años y 2 meses, y con el solo poder de la Biblia logro salir a flote de ese infierno que únicamente pudo diseñar un alma cruel y despiadada. Cuchara, nada mas quería salir de allí, lo vi tres veces con los labios turgentes cuando lo sacaban con las promesas que rápidamente cumplieron por ser un preso de conciencia como lo era Orlando Zapata Tamayo.
En esa misma celda mediana de la Isla del diablo en los tiempos de Papillón, Julio Cesar Martínez se hizo una profunda herida en el abdomen para llamar la atención, y por el desespero de no tener un cigarro para fumar, ni familia ni nadie que se lo pudiera traerla.
Presencié otra huelga de hambre del preso político Leonardo Bruzón Ávila, en el hospital para recluso Carlos J. Finlay, por su injusto encierro y el acoso y tormento llevado a cabo por los inhumanos y feroces agentes de la seguridad del estado llamado instructores ¡había que ver eso! es doloroso tener que observar a un ser humano honesto, honrado, indefenso, luchador por los derechos humanos y la democracia que en una sociedad civilizada sería una persona de tener en acta estima. Aquí en Cuba Bruzón Ávila era despreciado y repudiado por la tiranía, consumiéndose y debilitándose paulatinamente hasta convertirse casi en un esqueleto.
En las celdas siguiente a la mía esta Dalvinder Singh Jagpal, ciudadano de la India, secuestrado también por la dictadura, al llegar al área especial (en cuba esta definición esta dada por Fidel Castro hay que abrir bien los ojos en especial puede significar un sitio temeroso, estar cerca de la inanición o la muerte, acuérdate del periodo especial que aun padece Cuba, hambre, miseria, prostitución, desespero, agonías, corrupción, desesperanza y todas las plagas) el indio tuvo que hacer una huelga de hambre por dos semanas para que le permitieran tomar agua fría . Ya en la prisión anterior, en las ergástulas del Combinado del Este protestando por el injusto y cruel encierro, hizo una huelga de hambre por 45 días que le costo la perdida de 30 kilogramos de peso y como secuela sufre de la visión. Estuvo todo se tiempo como castigo encerrado en una sucia y oscura celda , llena de mosquito, cucaracha ratones y toda clase de bicho raros, acompañado de un pomo de agua sin sábanas, ni cama, tirado en el piso en un área de 1,20 metros x 2,50.
No pudo divulgar su huelga y cometió el error de dejarse tomar la presión arterial. Es increíble, esta dictadura tiene sus médicos no del alma como tanto se vanagloria Fidel Castro, sino médicos sin almas, médicos patrocinadores y apoyadores de esta despiadada y maléfica dictadura, sus Joseph Mengele, que aplican juramentos contrarios al juramento hipocrático o al código de ética. Estos desalmados van tomando a los huelguista el pulso cardiaco y la presión arterial, y analizando si el infortunado puede ir resistiendo sin poner en peligro la vida, y así alargan las angustias y dolores del preso sin tratar de llegar a un acuerdo con el. Al final el indio desistió de la huelga porque como caída del cielo apareció su esposa que lo buscaba sin saber donde andaba.
He sabido de preso político y comunes, de otras acciones que toman los angustiados desesperados como sucede en las barracas del lado, donde para poder acceder a una mejor alimentación en el hospital, algunos presos se han inyectado en las manos petróleo, o se han inoculado de otros reclusos el virus del VIH, otros se han cortado el abdomen y se han tirado dentro vidrio molido.
Todo esto pareciera que es mentira, pero no lo es, no es ficción, es la pura realidad. Hay que vivir en Cuba, hay que andar por estas tierras de Fidel y Raúl, por la sociedad que ellos construyeron como semidioses crueles, hay que conocer al hombre nuevo que ideo el Che Guevara y Fidel término de moldear.
Orlando Zapata Tamayo, se opuso a todas las iniquidades, a todos los abusos del sistema comunista o socialista de los hermanos Castros y por tan hermosos ideales, pago con su vida. Debemos brindarle todo el tiempo un gran tributo a él, a su valerosa madre Reina Luisa Tamayo, que luchó incansablemente para qué su hijo rodeado de ratas, moscas, mosquito, y toda clase de alimañas un tuvieran un mejor trato y respeto a su dignidad humana pero desde allá arriba al lado de todopoderoso, será el faro de luz penetrante, que irradiará y convertirá a su amada Cuba en un país donde reine la democracia y el respeto por los derechos humanos por los que tanto luchó.
En los días del 22 al 23 de febrero mientras Orlando Zapata Tamayo agoniza en los últimos estertores de su muerte, en el hospital Almejeira en ciudad Habana, después de una larga y dolorosa huelga de hambre por 85 días, récord para cualquier mortal que haya hecho el intento doloroso. Los presidentes latinoamericanos y del Caribe se reunían en Cancún México, entre ellos Raúl Castro, el cruel y feroz verdugo del preso de conciencia Zapata Tamayo. El mismo que desde el mes de diciembre le decía sus lacayos carceleros y secuaces de la seguridad del estado que no cediera ante las pocas peticiones de Zapata Tamayo quien quería un mejor trato a su dignidad humana y que cesaran las golpizas y las humillaciones por su color de piel. Eso era todo. Pero esto era demasiado para la prepotencia y despotismo de los hermanos Castro, porque la intolerancia no les permitía a ninguno de los dos ceder a la mínima demanda del opositor político y de conciencia.
Era abominable ver en ese cónclave a la gran mayoría de los presidentes sonreír y abrazar al cruel déspota del pueblo cubano que consigo llevada en su alma negra los lamentos agónicos de la deletérea huelga de Zapata Tamayo. El presidente de México Felipe Calderón en ese efusivo abrazo que le daba al flamante violador de los derechos humanos, y enemigo acérrimo de la libertad y la democracia para el pueblo cubano, se hacia cómplice y acolito cuando sus manos palpaban las espaldas del tirano embadurnadas de la sangre viva de Zapata Tamayo.
Felipe Calderón en su discurso de apertura quería más democracia y libertad para los pueblos de América, pero ahí cerca a el estaba Raúl Castro impávido y orgulloso como si el representará la esencia y nata de ese hermoso sistema político. Todos eran cómplices callados de la dictadura más férrea y oprobiosa que ha tenido el mundo civilizado. Nadie en ese tumulto se acordó de Zapata Tamayo, el verdadero luchador por la democracia y los derechos humanos que estaba por morir en esos precisos instantes por una tortura paulatina que la dictadura a cuenta gota le venían asesinando desde el 3 de Diciembre del año anterior. Ahí también se congraciaba, confabulaba, y sonreía con el déspota el presidente de Brasil Lula Da Silva, que para ser más franca su lealtad a los dictadores arribó a Cuba al día siguiente. En su permanencia en la tierra de Raúl y Fidel desestimó una súplica de las Damas de Blanco, para que intercediera ante los verdugos de Zapata Tamayo para la libertad de los presos políticos.
En Cuba las huelgas de hambre pueden surgir sin pensarse mucho, porque precisamente el gobierno a través de sus carceleros obliga a los reclusos a tomar esta forma de respuesta. No existen en las cárceles el respeto a los derechos humanos, ni a la dignidad de los presos ya que los carceleros, los agentes de la seguridad, inteligencia y contrainteligencia que merodean las prisiones, impunemente hacen lo que quieren. No existen reglamentos en que el recluso pueda basarse ni éste tiene ninguna clase de derecho sólo la represión. La alimentación no es acta para el consumo humano, con pocas calorías y peor la hace la mala elaboración e higiene de ella, además de la repetición diaria. Los médicos especialistas están extintos haciendo sus propagandas castristas en Haití, Venezuela, Ecuador, Bolivia, o Nicaragua mostrándole la bella careta de los dictadores, mientras en toda Cuba y aquí donde me encuentro se arriesga constantemente la vida por las pésimas condiciones de salubridad. Las correspondencias las violan sin ningún pudor y si las autoridades les dan la gana se apropian de ella. Las visitas son grabadas y chequeadas sin el menor respeto tanto para los reclusos como sus familiares.
Todas estas malas acciones y muchas otras que no habría espacio para enumerar, el recluso fácilmente puede irse a una huelga de hambre. Yo pude irme una huelga de hambre por éste vil y malvado secuestro que estoy padeciendo. Estos desarmados han cometido contra mi personas infinidades de arbitrariedades, piense ustedes lo que hacen con los presos cubanos que son tratados personas de segunda clase. Por protestar en una carta que envié al jefe del penal capitán Guillermo y otra al teniente coronel Peña noté que a estos personajes cuando se les conoce el nombre, nunca se les conoce el apellido y viceversa exponiendo decentemente mis inquietudes y la despreocupación de las autoridades a mis problemas de salud, como respuesta me encerraron en mi celda las 24 horas del días y aun continúo así, sin mas explicación ni como reclamar, porque después estos personajes se esconden. En ella también pedían cuales eran mis derechos y exigía el tratamiento minino a los presos que costa de 90 puntos que Cuba había firmado en Ginebra, ya que aquí si acaso se cumplen dos de ellos .Cuba firmas convenios y tratados y nunca los cumple.
Todo en esta isla de dictadores es abuso y mentiras que son pilares básicos e institucionalizados para poder sobrevivir ¡Quien conozca a Cuba que la compre!
http://cubamatinal.es/2010/04/15/colombiano-secuestrado-en-cuba-testimonio/
Cuba/ Desde la cárcel; sobre la muerte de Orlando Zapata Tamayo
Cubamatinal/ El vil y cruel asesinato premeditado que el gobierno cubano de los hermanos Castro aplicó paulatinamente a Orlando Zapata Tamayo, se veía venir, porque no resistían a una persona de la estirpe de Zapata Tamayo, de piel negra, de ascendencia humilde y su fuerte posición contestataria, se opusiera a la infinidad de abusos en toda Cuba como es el injusto encierro. Todo esto le carcomía las entrañas diabólicas a los déspotas hermanos. Ahora la dictadura esgrimirá las mismas mentiras que siempre utiliza para degradar y endemoniar al gran héroe que ya no podrá rebatirles sus perversas acciones. Imagen: Rafael M. Bustamante junto a su hija antes de viajar a Cuba.
Por Rafael M. Bustamante
Prisión de alta severidad de Guanajay, Cuba , 14 de abril/ CihPress/ Es costumbre de esta canalla y mentirosa dictadura acarrarse al síndrome de los ofendidos, esos dos hijos de Belcebú “nunca hacen nada incorrecto, son infalibles, jamás se equivocan, es a ellos a quien ofenden”. Pero por muchas mentiras tramoya que inventen jamás podrán convencer a nadie. Ya se acabó todas las palabrerías de guapetones y deslenguados.
Desde este, mi rincón secuestrado aquí en el área especial de la prisión de alta seguridad de Guanajay, aun parece que percibiera aquellos fuertes gritos de Zapata Tamayo, alojado a 150 metros en las inmundas barracas que me separan muchas gruesas y agrestes paredes, con su infinidad de barrotes. Desde el año 2003 al 2005 cuando pasó por aquí. Oía siempre los estridente y punzantes gritos pidiendo Libertad y Democracia para el pueblo. Oía: ¡Abajo Fidel Castro! ¡Abajo la dictadura!
Fueron estas exclamaciones y posición inclaudicable, sin dejarse doblegar por la Seguridad del Estado, de la jefatura del penal, de la contrainteligencia, de los propios reos sin paragón de este gran luchador por los respeto a los derechos humanos, a la libertad del oprimido pueblo cubano, a la democracia y exigiendo para el un mejor trato a sus injusto encierro.
Nos les bastó a la dictadura de los hermanos Castros condenarlo a 3 años de prisión por el solo hecho de hablar de democracia y recoger firmas para el proyecto Valera (en la flamante constitución de Fidel Castro de 1976, en el artículo existía la posibilidad de plantear iniciativas legislativas por la población sin que estos pertenecieran al parlamento, con el solo hecho de recoger más de 10 000 firmas, el parlamento entonces podría “debatir” el derecho a la libertad de expresión, a derechos políticos, económicos) sino la infinidad de golpes y palizas que recibía en esas inmundas celdas de castigo donde era tirado sin miramientos que merece un ser humano. Ahí en ese discurrir oprobioso le fueron dictándole sentencias hasta llegar a 36 años. Desacato, mal comportamiento u otras acusaciones que no tienen cabida en cualquier sociedad civilizada.
Nadie conoce la gotera de la casa ajena, siempre los izquierdistas y comunistas que existen a montones, creen que Cuba es el paraíso idílico que andaban buscando, pero no encontrarán goteras aquí en Cuba sino torrentes de agua que cae sobre el pobre pueblo cubano. Como dijo el gran escritor ruso Fedor Destoyevski “para conocer a una sociedad hay que mirar dentro de sus prisiones”. Desde aquí sin moverme he presenciado varias huelgas de hambre, que no podría encontrar palabras para narrar el horror de tamaña determinación. A unos cuantos pasos al final del área, en la última celda, un recluso común tildado Cuchara llevó a cabo dos huelgas de hambre, una por 12 días y otra por 16. Pero cosiéndose la boca con alambres puro. Del grueso, del encontrado tirado por el sucio rincón de su celda. No resistió su guarida cruel quiebra huesos y voluntades, donde mi amigo el preso político Ernesto Borges Pérez permaneció 3 años y 2 meses, y con el solo poder de la Biblia logro salir a flote de ese infierno que únicamente pudo diseñar un alma cruel y despiadada. Cuchara, nada mas quería salir de allí, lo vi tres veces con los labios turgentes cuando lo sacaban con las promesas que rápidamente cumplieron por ser un preso de conciencia como lo era Orlando Zapata Tamayo.
En esa misma celda mediana de la Isla del diablo en los tiempos de Papillón, Julio Cesar Martínez se hizo una profunda herida en el abdomen para llamar la atención, y por el desespero de no tener un cigarro para fumar, ni familia ni nadie que se lo pudiera traerla.
Presencié otra huelga de hambre del preso político Leonardo Bruzón Ávila, en el hospital para recluso Carlos J. Finlay, por su injusto encierro y el acoso y tormento llevado a cabo por los inhumanos y feroces agentes de la seguridad del estado llamado instructores ¡había que ver eso! es doloroso tener que observar a un ser humano honesto, honrado, indefenso, luchador por los derechos humanos y la democracia que en una sociedad civilizada sería una persona de tener en acta estima. Aquí en Cuba Bruzón Ávila era despreciado y repudiado por la tiranía, consumiéndose y debilitándose paulatinamente hasta convertirse casi en un esqueleto.
En las celdas siguiente a la mía esta Dalvinder Singh Jagpal, ciudadano de la India, secuestrado también por la dictadura, al llegar al área especial (en cuba esta definición esta dada por Fidel Castro hay que abrir bien los ojos en especial puede significar un sitio temeroso, estar cerca de la inanición o la muerte, acuérdate del periodo especial que aun padece Cuba, hambre, miseria, prostitución, desespero, agonías, corrupción, desesperanza y todas las plagas) el indio tuvo que hacer una huelga de hambre por dos semanas para que le permitieran tomar agua fría . Ya en la prisión anterior, en las ergástulas del Combinado del Este protestando por el injusto y cruel encierro, hizo una huelga de hambre por 45 días que le costo la perdida de 30 kilogramos de peso y como secuela sufre de la visión. Estuvo todo se tiempo como castigo encerrado en una sucia y oscura celda , llena de mosquito, cucaracha ratones y toda clase de bicho raros, acompañado de un pomo de agua sin sábanas, ni cama, tirado en el piso en un área de 1,20 metros x 2,50.
No pudo divulgar su huelga y cometió el error de dejarse tomar la presión arterial. Es increíble, esta dictadura tiene sus médicos no del alma como tanto se vanagloria Fidel Castro, sino médicos sin almas, médicos patrocinadores y apoyadores de esta despiadada y maléfica dictadura, sus Joseph Mengele, que aplican juramentos contrarios al juramento hipocrático o al código de ética. Estos desalmados van tomando a los huelguista el pulso cardiaco y la presión arterial, y analizando si el infortunado puede ir resistiendo sin poner en peligro la vida, y así alargan las angustias y dolores del preso sin tratar de llegar a un acuerdo con el. Al final el indio desistió de la huelga porque como caída del cielo apareció su esposa que lo buscaba sin saber donde andaba.
He sabido de preso político y comunes, de otras acciones que toman los angustiados desesperados como sucede en las barracas del lado, donde para poder acceder a una mejor alimentación en el hospital, algunos presos se han inyectado en las manos petróleo, o se han inoculado de otros reclusos el virus del VIH, otros se han cortado el abdomen y se han tirado dentro vidrio molido.
Todo esto pareciera que es mentira, pero no lo es, no es ficción, es la pura realidad. Hay que vivir en Cuba, hay que andar por estas tierras de Fidel y Raúl, por la sociedad que ellos construyeron como semidioses crueles, hay que conocer al hombre nuevo que ideo el Che Guevara y Fidel término de moldear.
Orlando Zapata Tamayo, se opuso a todas las iniquidades, a todos los abusos del sistema comunista o socialista de los hermanos Castros y por tan hermosos ideales, pago con su vida. Debemos brindarle todo el tiempo un gran tributo a él, a su valerosa madre Reina Luisa Tamayo, que luchó incansablemente para qué su hijo rodeado de ratas, moscas, mosquito, y toda clase de alimañas un tuvieran un mejor trato y respeto a su dignidad humana pero desde allá arriba al lado de todopoderoso, será el faro de luz penetrante, que irradiará y convertirá a su amada Cuba en un país donde reine la democracia y el respeto por los derechos humanos por los que tanto luchó.
En los días del 22 al 23 de febrero mientras Orlando Zapata Tamayo agoniza en los últimos estertores de su muerte, en el hospital Almejeira en ciudad Habana, después de una larga y dolorosa huelga de hambre por 85 días, récord para cualquier mortal que haya hecho el intento doloroso. Los presidentes latinoamericanos y del Caribe se reunían en Cancún México, entre ellos Raúl Castro, el cruel y feroz verdugo del preso de conciencia Zapata Tamayo. El mismo que desde el mes de diciembre le decía sus lacayos carceleros y secuaces de la seguridad del estado que no cediera ante las pocas peticiones de Zapata Tamayo quien quería un mejor trato a su dignidad humana y que cesaran las golpizas y las humillaciones por su color de piel. Eso era todo. Pero esto era demasiado para la prepotencia y despotismo de los hermanos Castro, porque la intolerancia no les permitía a ninguno de los dos ceder a la mínima demanda del opositor político y de conciencia.
Era abominable ver en ese cónclave a la gran mayoría de los presidentes sonreír y abrazar al cruel déspota del pueblo cubano que consigo llevada en su alma negra los lamentos agónicos de la deletérea huelga de Zapata Tamayo. El presidente de México Felipe Calderón en ese efusivo abrazo que le daba al flamante violador de los derechos humanos, y enemigo acérrimo de la libertad y la democracia para el pueblo cubano, se hacia cómplice y acolito cuando sus manos palpaban las espaldas del tirano embadurnadas de la sangre viva de Zapata Tamayo.
Felipe Calderón en su discurso de apertura quería más democracia y libertad para los pueblos de América, pero ahí cerca a el estaba Raúl Castro impávido y orgulloso como si el representará la esencia y nata de ese hermoso sistema político. Todos eran cómplices callados de la dictadura más férrea y oprobiosa que ha tenido el mundo civilizado. Nadie en ese tumulto se acordó de Zapata Tamayo, el verdadero luchador por la democracia y los derechos humanos que estaba por morir en esos precisos instantes por una tortura paulatina que la dictadura a cuenta gota le venían asesinando desde el 3 de Diciembre del año anterior. Ahí también se congraciaba, confabulaba, y sonreía con el déspota el presidente de Brasil Lula Da Silva, que para ser más franca su lealtad a los dictadores arribó a Cuba al día siguiente. En su permanencia en la tierra de Raúl y Fidel desestimó una súplica de las Damas de Blanco, para que intercediera ante los verdugos de Zapata Tamayo para la libertad de los presos políticos.
En Cuba las huelgas de hambre pueden surgir sin pensarse mucho, porque precisamente el gobierno a través de sus carceleros obliga a los reclusos a tomar esta forma de respuesta. No existen en las cárceles el respeto a los derechos humanos, ni a la dignidad de los presos ya que los carceleros, los agentes de la seguridad, inteligencia y contrainteligencia que merodean las prisiones, impunemente hacen lo que quieren. No existen reglamentos en que el recluso pueda basarse ni éste tiene ninguna clase de derecho sólo la represión. La alimentación no es acta para el consumo humano, con pocas calorías y peor la hace la mala elaboración e higiene de ella, además de la repetición diaria. Los médicos especialistas están extintos haciendo sus propagandas castristas en Haití, Venezuela, Ecuador, Bolivia, o Nicaragua mostrándole la bella careta de los dictadores, mientras en toda Cuba y aquí donde me encuentro se arriesga constantemente la vida por las pésimas condiciones de salubridad. Las correspondencias las violan sin ningún pudor y si las autoridades les dan la gana se apropian de ella. Las visitas son grabadas y chequeadas sin el menor respeto tanto para los reclusos como sus familiares.
Todas estas malas acciones y muchas otras que no habría espacio para enumerar, el recluso fácilmente puede irse a una huelga de hambre. Yo pude irme una huelga de hambre por éste vil y malvado secuestro que estoy padeciendo. Estos desarmados han cometido contra mi personas infinidades de arbitrariedades, piense ustedes lo que hacen con los presos cubanos que son tratados personas de segunda clase. Por protestar en una carta que envié al jefe del penal capitán Guillermo y otra al teniente coronel Peña noté que a estos personajes cuando se les conoce el nombre, nunca se les conoce el apellido y viceversa exponiendo decentemente mis inquietudes y la despreocupación de las autoridades a mis problemas de salud, como respuesta me encerraron en mi celda las 24 horas del días y aun continúo así, sin mas explicación ni como reclamar, porque después estos personajes se esconden. En ella también pedían cuales eran mis derechos y exigía el tratamiento minino a los presos que costa de 90 puntos que Cuba había firmado en Ginebra, ya que aquí si acaso se cumplen dos de ellos .Cuba firmas convenios y tratados y nunca los cumple.
Todo en esta isla de dictadores es abuso y mentiras que son pilares básicos e institucionalizados para poder sobrevivir ¡Quien conozca a Cuba que la compre!
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