¿Miedo, o ceder al chantaje?
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¿Miedo, o ceder al chantaje?
viernes 23 de abril de 2010
¿Miedo, o ceder al chantaje?
En más de una ocasión me he hecho la misma pregunta: ¿la mayoría de los cubanos que vivimos dentro y fuera de Cuba tenemos miedo, o cedemos como ovejas al chantaje del Gobierno? Créanme, independientemente de todas las causas que puedan tener nuestros actos, yo tiendo casi siempre a la segunda respuesta... y sigo teniendo miedo. En más de una ocasión lo he escrito por acá, por este espacio virtual mío que me permite expresarme libremente como nunca antes había tenido la posibilidad, ni en la vida real. Fue precisamente al revés que sucedió: primero solté amarras en la vida virtual y, después, en la real. ¿Les sucedió así a ustedes?
He escrito que sí, que todavía tengo mis miedos. Los cubanos, aún viviendo en el extranjero, tenemos mucho miedo a decir lo que sentimos sobre todo si se trata de una opinión contraria al régimen cubano. Seguimos mirando hacia los lados para ver si descubrimos los oídos en las paredes. Nos cala bien fría la posibilidad de que nuestra actitud tenga graves consecuencias aunque subamos diariamente fotos y datos más que privados a las redes sociales. Pero, ¿por qué? se preguntarán muchos.
Un muy buen análisis de las causas de ese miedo, con ejemplos concretos de sus manifestaciones, lo ha publicado Guillermo Morales Catá en su artículo en dos partes Ese miedo a no volver jamás (parte 1, parte 2). Guillermo es un cubano que vive en España y resalta en su escrito la apatía, el miedo y la falta de compromiso que tienen sus coterráneos, míos también, a la hora de denunciar la actualidad cubana.
No pocos son los cubanos que han escrito sobre el tema en sus bitácoras online. Marianeli es un ejemplo. Ella describe en el post Miedo en la distancia su experiencia personal y concluye: "en el exilio nos acosa el miedo a no volver a ver a aquellos que dejamos atrás, a nuestros familiares y amigos tan íntimos, a aquellos que amamos sin poder cuantificar".
Y es que la ruptura de los lazos familiares, en un país donde el nido filial se ha resentido en millones de casos, con una cifra de casi un 20% de la población viviendo en el extranjero, es alarmante. Sin contar las miles de personas que han arriesgado sus vidas o que han muerto, por ejemplo, intentando cruzar a como sea el estrecho de la Florida. El Gobierno cubano culpa al vecino del Norte de fomentar esas salidas, pero no se cuestiona el verdadero por qué. Insiste en agrupar a todos en un saco común de emigrados econónicos pero obvia que la emigración constante y creciente de cubanos desde 1959, aunque sea hacia Haití, tiene que ver esencialmente con otras causas.
Guillermo finaliza la segunda parte de su artículo con unas palabras que me han llegado a los huesos:
Yo culpo al Gobierno cubano y a la Seguridad del Estado del chantaje que nos quieren imponer para poder volver a nuestro país a cambio de la complicidad y el silencio ante su represión, aún en la distancia.
Yo culpo al Gobierno cubano y a la Seguridad del Estado del chantaje que nos quieren imponer para no ver a nuestros familiares perseguidos, hostigados o metidos en la cárcel, como ha sido el caso de muchos.
Yo culpo al Gobierno cubano y a la Seguridad del Estado del chantaje que les quieren imponer a mis compatriotas que aún viven en la isla para poder salir de Cuba, o para no ser expulsados de sus trabajos, o para no ver vigiladas sus casas, o para no poder protestar pacíficamente, o para callar y mirar hacia otra parte.
Yo culpo al Gobierno cubano y a la Seguridad del Estado de querer mantener a toda costa una alambrada alrededor de Cuba para que unos no puedan salir y otros no puedan entrar, para que unos callen ante la represión y otros sean reprimidos por no callar.
http://desarraigos.blogspot.com/
¿Miedo, o ceder al chantaje?
En más de una ocasión me he hecho la misma pregunta: ¿la mayoría de los cubanos que vivimos dentro y fuera de Cuba tenemos miedo, o cedemos como ovejas al chantaje del Gobierno? Créanme, independientemente de todas las causas que puedan tener nuestros actos, yo tiendo casi siempre a la segunda respuesta... y sigo teniendo miedo. En más de una ocasión lo he escrito por acá, por este espacio virtual mío que me permite expresarme libremente como nunca antes había tenido la posibilidad, ni en la vida real. Fue precisamente al revés que sucedió: primero solté amarras en la vida virtual y, después, en la real. ¿Les sucedió así a ustedes?
He escrito que sí, que todavía tengo mis miedos. Los cubanos, aún viviendo en el extranjero, tenemos mucho miedo a decir lo que sentimos sobre todo si se trata de una opinión contraria al régimen cubano. Seguimos mirando hacia los lados para ver si descubrimos los oídos en las paredes. Nos cala bien fría la posibilidad de que nuestra actitud tenga graves consecuencias aunque subamos diariamente fotos y datos más que privados a las redes sociales. Pero, ¿por qué? se preguntarán muchos.
Un muy buen análisis de las causas de ese miedo, con ejemplos concretos de sus manifestaciones, lo ha publicado Guillermo Morales Catá en su artículo en dos partes Ese miedo a no volver jamás (parte 1, parte 2). Guillermo es un cubano que vive en España y resalta en su escrito la apatía, el miedo y la falta de compromiso que tienen sus coterráneos, míos también, a la hora de denunciar la actualidad cubana.
No pocos son los cubanos que han escrito sobre el tema en sus bitácoras online. Marianeli es un ejemplo. Ella describe en el post Miedo en la distancia su experiencia personal y concluye: "en el exilio nos acosa el miedo a no volver a ver a aquellos que dejamos atrás, a nuestros familiares y amigos tan íntimos, a aquellos que amamos sin poder cuantificar".
Y es que la ruptura de los lazos familiares, en un país donde el nido filial se ha resentido en millones de casos, con una cifra de casi un 20% de la población viviendo en el extranjero, es alarmante. Sin contar las miles de personas que han arriesgado sus vidas o que han muerto, por ejemplo, intentando cruzar a como sea el estrecho de la Florida. El Gobierno cubano culpa al vecino del Norte de fomentar esas salidas, pero no se cuestiona el verdadero por qué. Insiste en agrupar a todos en un saco común de emigrados econónicos pero obvia que la emigración constante y creciente de cubanos desde 1959, aunque sea hacia Haití, tiene que ver esencialmente con otras causas.
Guillermo finaliza la segunda parte de su artículo con unas palabras que me han llegado a los huesos:
¿Acaso tenemos que tener un muerto en la familia para entender que la dictadura castrista ha acabado con nosotros? ¿Acaso el egoísmo nos ha llevado a que solo alzamos la voz si nos toca de cerca? ¿Y aquellos, aquellos que se pudren en las cárceles de Cuba y que no tienen voz? ¿Qué es de ellos? ¿Qué será de ellos?...porque sí, porque mañana quizá sea tarde y es "ayer" que debíamos denunciar a los que nos causan esos miedos:
Que pese sobre nuestras espaldas ese miedo a expresarnos. Quizás ese miedo se pierde y si no se pierde, pesa pero no duele tanto. Pero mantenerse en silencio cuando nuestros propios compatriotas sufren amenazas, torturas, son golpeados, mueren en huelgas de hambre... ¿podrá la conciencia dejarnos vivir en paz? No hace falta tener las manos manchadas de sangre para sentirnos culpables. No hace falta decir “hoy no puedo, mañana quizás sí”.
Y no, porque quizás mañana sea tarde.
Yo culpo al Gobierno cubano y a la Seguridad del Estado del chantaje que nos quieren imponer para poder volver a nuestro país a cambio de la complicidad y el silencio ante su represión, aún en la distancia.
Yo culpo al Gobierno cubano y a la Seguridad del Estado del chantaje que nos quieren imponer para no ver a nuestros familiares perseguidos, hostigados o metidos en la cárcel, como ha sido el caso de muchos.
Yo culpo al Gobierno cubano y a la Seguridad del Estado del chantaje que les quieren imponer a mis compatriotas que aún viven en la isla para poder salir de Cuba, o para no ser expulsados de sus trabajos, o para no ver vigiladas sus casas, o para no poder protestar pacíficamente, o para callar y mirar hacia otra parte.
Yo culpo al Gobierno cubano y a la Seguridad del Estado de querer mantener a toda costa una alambrada alrededor de Cuba para que unos no puedan salir y otros no puedan entrar, para que unos callen ante la represión y otros sean reprimidos por no callar.
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Azali- Admin
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Re: ¿Miedo, o ceder al chantaje?
Las dos cosas Azali, aunque estés fuera, siempre tienes alguien dentro del país, por lo tanto, Castro hace chantaje emocional e ilegal. Y sí, el gobierno cubano es la vergüenza del mundo, lo es, como en su momento lo fue el muro de Berlín, lo mismo que el cayó, así lo hará el régimen cubano, y algún día seréis libres
Sin entrar a comparaciones, el pueblo cubano es en cuanto libertad y demás derechos, el pueblo más "oprimido" del mundo, ni siquiera China está tan mal.
Sin entrar a comparaciones, el pueblo cubano es en cuanto libertad y demás derechos, el pueblo más "oprimido" del mundo, ni siquiera China está tan mal.
Mar- Cantidad de envíos : 2823
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Localización : Madrid
Re: ¿Miedo, o ceder al chantaje?
La gente en el exilio, y sabiendose libres, se callan muchas cosas por miedo a que no lo dejen comunicarse con la familia, por mensajes no se habla de politicas con los familiares, para no buscarle problemas y asi pasa
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Azali- Admin
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