Rosa Diez, apoya la disidencia en Cuba

La líder de la formación española Unión Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, confirmó hoy que se encuentra en Cuba para reunirse con grupos de la disidencia interna, como el llamado Proyecto Varela, dedicados a la defensa de los derechos humanos y la democracia.
Díez, en declaraciones a Efe en La Habana, explicó que en el I Congreso de UPyD, celebrado en noviembre de 2009, ya situó entre sus objetivos la defensa de los derechos humanos en Cuba y el Sáhara, que a su juicio son “dos fallos” de la política exterior de España a pesar de su vinculación histórica con esos territorios.
“Ser europeos nos obliga a defender la democracia y los derechos humanos y no solo el comercio y los negocios”, manifestó la líder de UpyD, quien criticó que, en el caso de Cuba, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero “quiera rebajar las exigencias al régimen” castrista durante la presidencia de turno de la UE.
Rosa Díez llegó el domingo a La Habana donde ya se ha reunido con el disidente Oswaldo Payá, promotor del llamado “Proyecto Varela”.
Este movimiento, acogiéndose a la propia Constitución de Cuba, recolectó desde 1998 y hasta 2004 más de las 10.000 firmas necesarias para solicitar al Gobierno cambios en la legislación como la libertad de asociación, de empresa, prensa, y amnistía de los presos políticos, a través de un referendo nacional.
La también diputada española elogió a este grupo que realiza, dijo, “un trabajo extraordinario en condiciones complicadas” y que “está preparándose para un cambio político” en la isla.
Por su parte, Oswaldo Payá explicó hoy a Efe que Díez lo visitó ayer domingo en su casa, en un encuentro “lleno de confianza y transparencia, entre amigos personales” y no “un misterio, ni clandestino, ni su entrada en Cuba tampoco. En mi casa ella será mil veces bienvenida”.
El disidente cubano dijo que durante la conversación “ella (Rosa Diez) más bien me escuchó, le hablé de los prisioneros políticos y lo que han sufrido las Damas de Blanco estos días, de nuestra propuesta ‘Foro todos cubanos’, como vía para un cambio entre cubanos”.
“Ella está muy preocupada por la situación de los presos políticos y la realidad cubana y cree es un planteamiento muy positivo que los cubanos resolvamos nuestros problemas entre los cubanos”, apuntó.
Payá insistió en que la visita de Diez fue “como una amiga y como española”, con quien “tenemos mucho en común por su vocación universal por la defensa de los derechos humanos” y también, por “las incomprensiones y críticas que ha sufrido por defenderlos”.
Recordó que conoció a la política española, cuando acudió a recibir el premio Sajarov 2002 del Parlamento Europeo.

http://cubaout.wordpress.com/2010/05/04/rosa-diez-apoya-la-disidencia-en-cuba/#more-39663

Esa mujer siempre habla con mucho sentido común,por desgracia no es el caso de Rajadeculoy de Zalameropatero.

Rosa Díez anuncia la campaña 'Tu carta para un preso' en apoyo a los presos de conciencia cubanos



UPyD iniciará una campaña permanente de envío de cartas a cada uno de los presos de conciencia cubanos. Lo explica la propia Rosa Díez en su blog, en un post en el que relata su encuentro con las Damas de Blanco:

Nos comprometimos a organizar una campaña permanente de envío de cartas a cada uno de los presos de conciencia cubanos. Laura nos grabó unas palabras que colgaremos en la web haciendo este llamamiento: Tu carta para un preso. Haremos una cadena de solidaridad activa; organizaremos envíos todos los meses, setenta y cinco cartas por duplicado: una a la cárcel y otra al domicilio familiar, para que se la puedan llevar; y también para que sepan, unos y otros, que no les vamos a dejar solos nunca más.

Estar con las Damas de Blanco es una de las emociones más intensas, más ricas que he vivido. Hemos tenido una enorme suerte pudiendo conocer a esas mujeres, escuchándolas hablar, sintiéndonos acogidas por ellas como amigos y compañeros de camino. En dos horas de conversación hemos recibido tantas lecciones de dignidad, de respeto, de valor cívico, de generosidad… que no soy capaz de expresarlo. Nos contaron su vida, sus experiencias y sus temores sin perder la dulzura en la mirada, el gesto amable y cálido. La esperanza se sobrepuso siempre a cualquier otra sensación, por dramática que fuera la experiencia narrada.

Nunca voy a olvidar ese hermoso reencuentro: la salita en penumbra para soportar el calor, las tacitas de café oloroso y fuerte, azucarado y denso. Laura entrando y saliendo del relato coral, siempre con su voz suave y su sonrisa dulce; Berta con su sonrisa franca y abierta que dejaba al descubierto su blanquísima dentadura, abrazándonos fuerte, con una espontaneidad y un cariño contagioso; y Alejandrina, que parecía tener edad para criar hijos pre-adolescentes y nos habló del nieto pequeño al que llevó en su último viaje a conocer a su abuelo; y Loida que nos habló de los poemas que escribe a su esposo desde esa primera vez en la que le pidió perdón por no haber percibido cuantas veces él pronunció la palabra libertad

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