En una isla desierta
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En una isla desierta
13/06/2010
En una isla desierta
Testimonio de un marinero escuchado en una taberna del puerto de Port La Maya:
Luego de haberse peleado con su última novia, el hombre decidió ir de vacaciones para olvidar el trauma de la pelea. Se fue en un crucero por el Océano Pacífico y lo pasó fabulosamente... hasta que se hunde el barco.
Puede el viajero llegar a una isla desierta. No había nada; sólo bananas y cocos.
Después de unos cuatro meses, estaba sentado en la playa cuando ve que se acerca remando en un botecito la mujer más hermosa del mundo. El hombre no lo puede creer y le pregunta:
- ¿De dónde has venido? ¿Cómo has llegado hasta aquí?
Ella le responde: "Remé desde el otro lado de la isla. Naufragué aquí cuando se hundió el crucero donde iba de vacaciones hace tres años."
El diálogo continúa:
- ¡Qué increíble! Pero ¿y de dónde salió ese bote?
- Oh, ¿este bote? Yo hice este bote con materiales crudos de la isla. os remos fueron hechos de ramas de árboles. Entretejí el fondo del bote con hojas de palmeras y los lados del bote fueron hechos superponiendo hojas de gomeros. Los dos extremos los recubrí con hojas de eucalipto.
- Pero ¿dónde encontraste las herramientas?
- Ah, eso no fue ningún problema. En el lado sur de la isla hay un estrato muy inusual de roca aluvial que se ve expuesto. Lo trituré y quemé los trozos a una determinada temperatura en el horno de barro que me hice. Se convirtió en una especie de hierro dúctil y eso usé para hacer las herramientas.
El tipo queda anonadado.
- ¿Qué te parece si remamos hasta mi casa?, le dice ella.
Luego de un rato de remar, llegan a un pequeño embarcadero. El hombre no puede creer lo que ve. Delante de él hay un camino hecho de piedras lisas que llega a un hermoso bungalow pintado en azul y blanco.
Mientras van caminando hacia la casa, ella dice:
- No es nada del otro mundo, pero yo la llamo "mi casa". Por favor, siéntate. ¿Qué te doy de beber?
- Nada , gracias. No soportaría tener que tomar jugo de coco una vez más. Es lo único que he bebido en todos estos meses, no lo soporto más.
- ¡Ah!, pero no es sólo jugo de coco. Yo me hice una pequeña destilería para producir alcohol. ¿No te gustaría una piña colada?
Tratando de disimular su total asombro, el hombre acepta y se sientan a charlar. Luego de haber conversado un rato y haberse contado sus historias, ella le dice:
- Me voy a refrescar un poco y a ponerme algo más cómodo. ¿A ti te gustaría darte una ducha y afeitarte? Hay una rasuradora en el armario del baño.
A estas alturas el hombre ya no cuestiona nada. Va al baño y encuentra una navaja muy afilada hecha de hueso de tortuga con un mecanismo de eslabón giratorio. El hombre piensa: "Esta mujer es increíble. ¿Qué más tendrá para sorprenderme?
Al volver a la sala, encuentra a la mujer con hojas de vid puestas en lugares estratégicos y oliendo a perfume de gardenias. Ella le pide que se siente a su lado.
- "Dime", le dice ella muy sugestiva y prácticamente echándosele encima. "Hemos sido náufragos durante muchos meses. Tú has estado muy solitario. Estoy segura que debe haber algo que quieres hacer inmediatamente, AHORA MISMO. ALGO QUE HAS AÑORADO DESESPERADAMENTE. ¿No es así?
Ella lo mira directamente a los ojos mientras parpadea.
Él traga saliva excitadamente y le empiezan a rodar lágrimas por las mejillas mientras dice....
NO JODAS... ¡NO ME DIGAS QUE TAMBIÉN TIENES "DIRECTV" PARA VER EL
MUNDIAL!!!
En una isla desierta
Testimonio de un marinero escuchado en una taberna del puerto de Port La Maya:
Luego de haberse peleado con su última novia, el hombre decidió ir de vacaciones para olvidar el trauma de la pelea. Se fue en un crucero por el Océano Pacífico y lo pasó fabulosamente... hasta que se hunde el barco.
Puede el viajero llegar a una isla desierta. No había nada; sólo bananas y cocos.
Después de unos cuatro meses, estaba sentado en la playa cuando ve que se acerca remando en un botecito la mujer más hermosa del mundo. El hombre no lo puede creer y le pregunta:
- ¿De dónde has venido? ¿Cómo has llegado hasta aquí?
Ella le responde: "Remé desde el otro lado de la isla. Naufragué aquí cuando se hundió el crucero donde iba de vacaciones hace tres años."
El diálogo continúa:
- ¡Qué increíble! Pero ¿y de dónde salió ese bote?
- Oh, ¿este bote? Yo hice este bote con materiales crudos de la isla. os remos fueron hechos de ramas de árboles. Entretejí el fondo del bote con hojas de palmeras y los lados del bote fueron hechos superponiendo hojas de gomeros. Los dos extremos los recubrí con hojas de eucalipto.
- Pero ¿dónde encontraste las herramientas?
- Ah, eso no fue ningún problema. En el lado sur de la isla hay un estrato muy inusual de roca aluvial que se ve expuesto. Lo trituré y quemé los trozos a una determinada temperatura en el horno de barro que me hice. Se convirtió en una especie de hierro dúctil y eso usé para hacer las herramientas.
El tipo queda anonadado.
- ¿Qué te parece si remamos hasta mi casa?, le dice ella.
Luego de un rato de remar, llegan a un pequeño embarcadero. El hombre no puede creer lo que ve. Delante de él hay un camino hecho de piedras lisas que llega a un hermoso bungalow pintado en azul y blanco.
Mientras van caminando hacia la casa, ella dice:
- No es nada del otro mundo, pero yo la llamo "mi casa". Por favor, siéntate. ¿Qué te doy de beber?
- Nada , gracias. No soportaría tener que tomar jugo de coco una vez más. Es lo único que he bebido en todos estos meses, no lo soporto más.
- ¡Ah!, pero no es sólo jugo de coco. Yo me hice una pequeña destilería para producir alcohol. ¿No te gustaría una piña colada?
Tratando de disimular su total asombro, el hombre acepta y se sientan a charlar. Luego de haber conversado un rato y haberse contado sus historias, ella le dice:
- Me voy a refrescar un poco y a ponerme algo más cómodo. ¿A ti te gustaría darte una ducha y afeitarte? Hay una rasuradora en el armario del baño.
A estas alturas el hombre ya no cuestiona nada. Va al baño y encuentra una navaja muy afilada hecha de hueso de tortuga con un mecanismo de eslabón giratorio. El hombre piensa: "Esta mujer es increíble. ¿Qué más tendrá para sorprenderme?
Al volver a la sala, encuentra a la mujer con hojas de vid puestas en lugares estratégicos y oliendo a perfume de gardenias. Ella le pide que se siente a su lado.
- "Dime", le dice ella muy sugestiva y prácticamente echándosele encima. "Hemos sido náufragos durante muchos meses. Tú has estado muy solitario. Estoy segura que debe haber algo que quieres hacer inmediatamente, AHORA MISMO. ALGO QUE HAS AÑORADO DESESPERADAMENTE. ¿No es así?
Ella lo mira directamente a los ojos mientras parpadea.
Él traga saliva excitadamente y le empiezan a rodar lágrimas por las mejillas mientras dice....
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