La oposición vuelve al tablero

La oposición vuelve al tablero



La oposición vuelve al tablero



Las elecciones legislativas de mañana se presentan difíciles para un Chávez con la popularidad minada


Marta Martínez - Sábado, 25 de Septiembre de 2010 - Actualizado a las 04:44h.
Bilbao
Tras el boicot de 2005, la oposición venezolana vuelve al tablero político más unida que nunca. El reto: recuperar el protagonismo perdido en la unicameral Asamblea Nacional y devolver a Venezuela el debate legislativo y la pluralidad. El jueves se cerraron las campañas electorales, en las que el oficialismo apostó de nuevo por la figura de Hugo Chávez, que ha capitalizado toda la atención con una advertencia: quienes voten en contra de sus candidatos pondrán en peligro el proceso revolucionario bolivariano. La oposición, mientras, se presenta bajo la agrupación Mesa de Unidad Democrática y, por primera vez, le está poniendo las cosas difíciles al chavismo. "Para la oposición sería un triunfo que el oficialismo no lograra las dos terceras partes de la Asamblea, porque eso significaría que tendría que haber negociaciones. Eso es lo que está en cuestión", explica Xabier Coscojuela, miembro de la comunidad vasco-venezolana y coordinador de Política del diario TalCual, cuyodirector es Teodoro Petkoff, ex diputado, político de izquierda opositor a Chávez y periodista.
"El hecho de tener pluralidad es ya una garantía democrática inmensa", opina, por su parte, Yon Goicoechea, quien hace tres años se erigió como líder estudiantil contra la decisión del presidente venezolano de no renovar la licencia de transmisión al canal RCTV. Goicoechea, nieto de vascos de Gordexola, ha tratado de dar este año el salto a la política presentándose como candidato a diputado, "pero la Mesa de Unidad designó a otro en mi circunscripción". A pesar de ello, el líder estudiantil mantiene su apoyo a la alianza opositora y vive con optimismo y esperanza este proceso electoral, "que va a traer conclusiones muy positivas". Ningún miembro de la comunidad vasco-venezolana entrará, por lo tanto, en un Parlamento del que sale el ex jesuita donostiarra Javier Arrue, quien llegó a Venezuela en 1964. Arrue ha integrado la Comisión de Energía y Minas en la Asamblea Nacional saliente y ha sido recientemente designado embajador de Paraguay por el Gobierno de Chávez.
La tendencia Los últimos sondeos realizados dan una carrera ajustada entre las dos fuerzas políticas. Incluso, encuestadoras afines al Gobierno chavista, dan sólo una ventaja de cuatro puntos al oficialismo respecto a la oposición. "Yo creo que ni el más optimista piensa que la oposición va a obtener la mayoría. Lo que sí sería bueno para ellos es que la diferencia de votos sea, por ejemplo, del 4% que vaticina la encuesta que apoya a Chávez, porque eso significaría que estaría perdiendo seis puntos con respecto a la elección de 2009, cuando se reformó la Constitución", explica Coscojuela.
Sin embargo, la preocupación de la oposición se centra en que un resultado ajustado o favorable no se traduzca en su futura representación parlamentaria. "Hace un año, la Asamblea Nacional modificó la ley electoral y el Consejo Nacional Electoral hizo los circuitos -circunscripciones- a su entender, favoreciendo la votación que pueda sacar Chávez", critica el periodista venezolano, hijo de guipuzcoanos. El nuevo sistema electoral ya no es proporcional, por lo que la oposición y los críticos advierten de que el Consejo Nacional Electoral habría dado más peso a las circunscripciones donde el chavismo es más fuerte, principalmente en zonas rurales y en núcleos donde se concentran los sectores más pobres del país. Goicoechea trata de dar un poco de luz con un ejemplo: "El Estado Amazonas, uno de los más rurales, con poco más de 60.000 votos, elegirá tres diputados, mientras que Caracas, con 250.000 votos, escogerá a uno. No todos los venezolanos valen igual".
"Una asamblea obediente" Para la oposición, esta elección es crucial porque significa su vuelta a la Asamblea Nacional después de cinco años de ausencia por su decisión de no presentarse a las elecciones legislativas de 2005. Cinco años en los que la cámara legislativa ha estado a las órdenes del poder ejecutivo. "Ha sido una Asamblea que ha obedecido y ha seguido las directrices y ocurrencias del presidente Chávez. Incluso, a pesar de tener mayoría absoluta, la Asamblea aprobó la Ley Habilitante, lo que significa que en vez de legislar la Asamblea, legisla el presidente", señala Coscojuela. Así, Chávez gobernó por decreto durante 18 meses entre 2007 y 2008, durante los que aprobó hasta 26 decretos-leyes. La Ley Habilitante fue presentada a los venezolanos, junto con la Reforma Constitucional -rechazada en diciembre de 2007 por los venezolanos-, como uno de los cinco motores de la fase de "consolidación" del proyecto político bolivariano. "La Asamblea ha sido un apéndice del Gobierno", concluye Coscojuela, quien subraya la reducción paulatina de las competencias que tenían los gobernadores y alcaldes en temas como Salud, Educación, aeropuertos, puertos y carreteras como uno de los temas más preocupantes.
En los dos últimos dos años, Chávez ha ido perdiendo, además, el apoyo de algunos de sus aliados, como el de los partidos Podemos y Patria Para Todos (PPT), que junto con tres diputados oficialistas que se han alejado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) han sido la única oposición en el parlamento. Para estas elecciones, el PPT se presenta por libre con el objetivo de mantener su presencia en la cámara fuera de la polarización entre oficialismo y oposición, mientras que Podemos se ha integrado en la Mesa de Unidad. Por su parte, el Partido Comunista de Venezuela (PCV) se mantiene como aliado del chavismo.
Preocupaciones Chávez se enfrenta a sus elecciones más complicadas ante una oposición por primera vez unida que le pisa los talones. Y todo en un momento en el que los graves problemas que enfrenta el país están minando su popularidad. La recesión económica, la inflación en torno al 30%, los escándalos de corrupción, la violencia urbana -que el año pasado dejó más de 19.000 víctimas mortales- y la crisis energética, que aún colea, podrían favorecer negativamente al chavismo en estas elecciones. Pero de las dificultades que enfrenta el país, la crisis económica y la inseguridad se presentan como las principales preocupaciones de los venezolanos. La pérdida del poder adquisitivo, expresada en la alta inflación, figura como máxima expresión de esta difícil situación económica. Chávez atribuye la inflación a acciones especulativas del sector privado, al que acusa de haber declarado "una guerra económica". La "contienda" incluye intermitentes desabastecimientos de productos, que el sector y los partidos de la oposición achacan a los problemas del "socialismo del siglo XIX".
http://www.deia.com/2010/09/25/mundo/la-oposicion-vuelve-al-tablero