CUBA HIPÓCRITA Así NO se ocupa Cuba de la alimentación del pueblo
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CUBA HIPÓCRITA Así NO se ocupa Cuba de la alimentación del pueblo
http://www.cubasolar.cu/biblioteca/energia/Energia22/HTML/articulo08.htm
Madelaine
Vázquez Gálvez
Ingeniera tecnóloga. Especialista en tecnología y organización de la alimentación social.
Autora del libro
Cocina ecológica en Cuba.
Dirige el Eco-Restorán
El Bambú, y el boletín Germinal.
Miembro de CUBASOLAR.
Tel.: (537) 547278
E-mail: germinal@cubasolar.cu
La alimentación influye en todos los procesos vitales del hombre, con especial énfasis en sus primeros años de vida.
La formación de hábitos alimentarios adecuados constituye un proceso que requiere de la instrumentación de un programa interdisciplinario para contribuir a la modificación gradual de las conductas referidas al consumo de alimentos.
En el contexto actual intervienen varias instituciones responsables de esta tarea a escala social, y los círculos infantiles, las escuelas, los comedores obreros y las instalaciones gastronómicas públicas desempeñan un papel esencial, junto a los medios de difusión de la prensa plana, radial y televisiva. De igual modo, se aprecian resultados visibles con relación al incremento de la producción de vegetales, con un comportamiento creciente en los últimos años. Los centros de investigación especializados en los temas de salud, nutrición, tecnología culinaria, agricultura orgánica y ciencias sociales profundizan cada vez más en los factores que pueden facilitarle a la población una elevación de su cultura alimentaria encaminada al logro de una vida más satisfactoria.
En el ámbito cubano se distinguen algunos factores que delinean nuestras preferencias alimentarias. A diferencia del resto de los pueblos de Latinoamérica, en donde las poblaciones aborígenes dejaron una visible impronta en los hábitos alimentarios de las comunidades actuales, en nuestro país se produjo una transculturación que sentó las bases del estilo de comer del cubano: los aportes culinarios de los colonizadores españoles y los esclavos africanos, junto a la influencia francesa, árabe, china, norteamericana e italiana.
Los niños y la alimentación
El segmento poblacional correspondiente a los niños y los adolescentes resulta el objetivo más importante sobre el cual debe estar dirigido todo el trabajo educativo.
Para satisfacer sus necesidades nutricionales los niños dependen absolutamente de los estilos alimentarios de sus progenitores o tutores. De esta forma, vale llamar la atención sobre algunos aspectos que influyen notablemente en las conductas negativas en relación con el consumo de alimentos de origen vegetal:
1. Existen muchos mitos en torno a lo que significa una nutrición adecuada. Los padres y familiares ponen especial énfasis en el consumo de productos cárnicos y consideran que otros alimentos, como las ensaladas, las frutas y los jugos naturales no son tan esenciales para una óptima nutrición. Se aprecia una valoración insuficiente de los alimentos que contienen importantes cantidades de vitaminas, minerales, fibra dietética, fitonutrientes y elementos antioxidantes (vegetales y frutas), de gran valía para lograr un crecimiento adecuado y una óptima salud.
2. Para que los niños acompañen la comida, la familia les prepara productos fritos (papas, mariquitas) en cada ingesta.
3. En muchos casos adelantan la introducción de alimentos en el primer año de vida, lo que ocasiona trastornos digestivos y malnutrición.
4. Consumo desproporcionado de la leche artificial (no materna), especialmente en las horas de la madrugada en los niños de menor edad.
5. Introducción de alimentos en los infantes que sólo permiten la identificación de dos sabores básicos: dulce, en primer orden y salado en segundo. Prácticamente se excluyen los sabores amargos, ácidos y picantes. Este último se recomienda para la edad adulta.
6. Empleo abusivo de los edulcorantes artificiales (azúcar refino, confituras) para lograr que los niños consuman otros alimentos, lo que provoca que estas chucherías lleguen a desplazar, en el orden de preferencia, los alimentos básicos que verdaderamente nutren.
7. Suministro de bebidas artificiales (refrescos gaseados, de sobres), prácticamente en todas las ingestas, en lugar de ofrecer bebidas naturales (jugos, limonadas) de gran valor nutricional y terapéutico.
8. Monotonía del menú familiar, en el que se emplean tres o cuatro productos básicos (arroz, frijoles, vianda y carne) en detrimento de la amplia gama de productos vegetales que pueden insertarse para obtener un menú variado.
9. Se imitan las preferencias alimentarias de los adultos y se observa una elevada aceptación de las pastas alimenticias (pizzas y espaguetis), así como de otros productos considerados comida basura (embutidos, productos refinados) en los medios especializados.
10. En ocasiones, el proceso de comer del niño se acompaña de algunas ceremonias de entretenimiento (televisión, teatro familiar) que a la larga resultan de poco interés del menor y recrudecen los estados de anorexia.
11. Se acostumbra al niño a ingerir alimentos fuera de hora.
12. Limitación por parte de los familiares de la natural disposición infantil para probar alimentos nuevos que ofrecen otras personas, cuando declaran de forma absoluta: ¡no, el niño no come eso!
La educación alimentaria de niñosy jóvenes es una de las premisas esenciales para contribuir
al fortalecimiento de hábitos alimentarios sanos y sustentables.
Las anteriores conductas son muy frecuentes en nuestro ámbito familiar y tienen una incidencia determinante en el proceso de formación de costumbres alimentarias sanas dentro de las poblaciones más jóvenes. Antes de la década de los ochenta del pasado siglo se daba más importancia a la cantidad de proteínas, carbohidratos y grasas en la dieta y menos atención a la presencia de los micronutrientes. El exceso de consumo de ciertos alimentos, con una presencia cada vez mayor de determinadas cantidades de plaguicidas, aditivos alimentarios y conservantes, comienza a tener resultados nefastos en el incremento de ciertas enfermedades infantiles que otrora eran prácticamente desconocidas. Por ejemplo, las alergias y el asma afectan ahora a casi el doble de niños que en 1980, y la obesidad infantil también se ha multiplicado.
Durante el proceso de crecimiento se presentan deficiencias de ciertos nutrientes que son esenciales y deben estar contenidos en los menú infantiles. Por ejemplo, la carencia de cinc puede ocasionar manchas blancas en las uñas, cicatrización lenta e infecciones recurrentes; en la adolescencia puede producir acné y dolores en las articulaciones. El cinc se encuentra en las semillas de girasol y calabaza, cereales integrales, avena, huevos, germen de trigo y pescado. De igual modo, la carencia de magnesio ocasiona anorexia, hiperactividad infantil, fluctuaciones de la glucosa, insomnio, espasmos musculares, nerviosismo, fatiga crónica y bajo nivel de potasio en sangre.
Las nuevas Guías alimentarias para la población cubana mayor de dos años de edad,
elaboradas por el Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos,
aportan mensajes prácticos para una nutrición adecuada
y una vida sana, productiva y de alta calidad.
Se halla en los cereales integrales, vegetales de hojas verdes, semillas de ajonjolí y calabaza, y algunos tipos de pescado. Asimismo, la ausencia de ácidos grasos esenciales provoca eccema, piel seca, cicatrización lenta, disfunciones del comportamiento, obesidad, infecciones frecuentes, hiperactividad, dificultades en el aprendizaje. Estos nutrientes se encuentran en los pescados azules (sardinas, jurel), semillas de ajonjolí, girasol y calabaza, vegetales de hoja verde oscuro y algunos tipos de aceite (onagra, lino y girasol).
Cuando un niño se niega a comer verduras y sólo desea alimentos estimulantes (dulces, salados o grasas), se encuentra en un círculo vicioso del que no es fácil salir.
Este cuadro nutricional presenta tres factores que condicionan su actitud, como son:
1. El exceso de sodio nos lleva a preferir las comidas saladas. El consumo inmoderado de sal durante la infancia produce mucosidad excesiva, resfriados frecuentes, sinusitis, migrañas, insomnios, irritabilidad y caspa. Se sientan las bases para padecer de hipertensión arterial en la edad adulta.
2. El elevado consumo de dulces nos lleva a la dependencia del azúcar y los estimulantes como la cafeína. El azúcar se absorbe con rapidez, lo que extenúa el páncreas y el mecanismo de control de la glucosa.
3. El bajo consumo de vitaminas y minerales conlleva a la pérdida del apetito. Aquí es importante destacar que el consumo de estos nutrientes en forma natural es más provechoso que la aplicación de suplementos vitamínicos.
Junto al consumo de hortalizas urge promover la ingestión diaria de frutas.
La siembra de frutales es el mejor tributo que nuestra previsión puede ofrecer
a nuestros hijos.
La solución del problema
Cuando se logra el equilibrio del organismo desaparecen estas preferencias y los niños comienzan a rechazar el consumo de alimentos estimulantes para dar paso a otros productos más saludables. Para transformar estas actitudes, que se producen en muchos casos por desconocimiento o por diversos factores de índole cultural, pueden asumirse algunos consejos para facilitar el proceso educativo hacia una alimentación sana y sustentable:
1. En primer orden se deben cumplir estrictamente las indicaciones médicas en torno a la alimentación del niño en su primer año de vida, con la total identificación de la vital importancia de la lactancia materna en los primeros meses de su existencia.
2. Cuando el niño comienza a necesitar desde el punto de vista fisiológico la introducción de alimentos sólidos en pequeñas porciones, como es el caso de las verduras, estas deben suministrarse al inicio de la comida, de forma natural y preferiblemente sin aderezos, para lograr la identificación y aceptación de nuevos sabores y texturas. Por ejemplo, se pueden dar pequeños pedazos de tomate, pepino, habichuela u otra ensalada. Se obtienen resultados favorables cuando sólo se presenta el plato de ensalada, sin ningún otro alimento a la vista que pueda concursar en las aceptabilidades alimentarias del niño. Si el infante se acostumbra a este hábito, su apetito se incrementará y la absorción de nutrientes será más favorable.
3. No se deben mezclar productos lácteos con la comida.
4. Los productos dulces se ofrecen al final y no son indispensables para una alimentación balanceada. Las frutas y ensaladas se comen al inicio.
5. No utilizar la comida como premio o castigo. No se debe asociar esteproceso con otros sentimientos como la recompensa o el castigo porque a la larga esto puede provocar serias disfunciones en el proceso de digestión.
6. No debe suministrarse agua durante la comida.
Desde 1992 la familia cubana tiene la opción de un menú ecológico y un espacio para
la educación alimentaria en el Eco-Restorán El Bambú, del Jardín Botánico Nacional,
al que se le suma la creciente red de restaurantes vegetarianos
en La Habana y otras ciudades del país.
7. Las confituras deben ofrecerse como algo muy ocasional. Recuerden que el alto consumo de azúcar refino (entre 20 y 25 % de los requerimientos energéticos totales) se relaciona con diversos trastornos de salud, como la caries dental, el agotamiento de las vitaminas del complejo B, la hipertrigliceridemia, el aumento del colesterol, la obesidad y la diabetes mellitus. Este tipo de ingrediente se asocia a los alimentos que ofrecen calorías vacías, es decir, la que no aportan nutrientes esenciales al organismo.
8. Como sustitutos de los dulces se pueden emplear las frutas no ácidas: mango, guayaba, frutabomba; los azúcares de estos alimentos se absorben más lentamente y, además, a diferencia del azúcar refino no roban nutrientes para el metabolismo.
9. El ejemplo de los padres es fundamental para el cambio de actitudes alimentarias erróneas. Si éstos se alimentan de forma insana, con presencia excesiva de alimentos estimulantes (fritos, dulces, café), los niños estarán recibiendo un mensaje equivocado.
10. Se ha demostrado que los pequeños que disfrutan de comidas familiares regulares tienen más estabilidad emocional y comen una mayor variedad de alimentos. Resulta esencial tener un horario de comidas para la buena asimilación de las sustancias alimenticias.
11. Se debe ofrecer lo que los padres desean que el niño coma y no lo que a él le apetezca. Los alimentos estimulantes se deben restringir, en vez de prohibírselos totalmente.
12. De gran importancia es lograr que los niños se interesen por los alimentos. Pueden ayudarnos a preparar una ensalada; se debe llamar la atención sobre los colores y las formas de los vegetales y conversar sobre sus virtudes nutricionales. A la larga, el gusto será un atributo importante, pero la inteligencia nutricional ocupará su lugar.
13. Para sustituir los refrescos comerciales lo mejor son los zumos naturales de verduras y frutas. Las bebidas gaseosas contienen fósforo, un mineral que en exceso puede provocar pérdida de calcio en los huesos.
14. Preparar los vegetales de forma atrayente. Los niños gustan de los alimentos que pueden comer con las manos. Una mazorca de maíz hervida, las croquetas de vegetales, las rodajas de papas asadas en el horno, las germinaciones y los palitos de verduras mojados en salsa mayonesa pueden ser alimentos agradables para un buen comienzo.
15. Finalmente, si estamos convencidos de los aportes beneficiosos de una dieta equilibrada, con una presencia notable de los vegetales y las frutas, podemos transmitir este sentimiento a las generaciones más jóvenes y llenar de salud la vida de la familia cubana.
Receta para todas las ocasiones
Bruschetta con queso crema y vegetales
Ingredientes para 6 raciones:
Cebolla 100 g 1 unidad Procedimiento:
1. Cortar en media luna la cebolla.
2. Cortar los tomates en rodajas, y éstas a la mitad.
3. Cortar la albahaca en tiras finas.
4. Tostar ligeramente ambos lados de las rebanadas de pan hasta que se doren; abrillantarlas con aceite y restregar con los ajos, cortados a la mitad, para que se impregne su sabor.
5. Untar las tostadas con el queso crema y colocar encima la cebolla, el tomate y la albahaca fresca.
Tomate de cocina 140 g 2 unid.
Albahaca fresca
picadita 18 g 3 cdas.
Pan 240 g 12 trozos
Aceite 17 g 1 cda.
Ajo 4 g 2 dientes
Queso crema 115 g ½ taza
Ensalada de aguacate con aroma de hierbas
Ingredientes para 6 raciones:
Aguacate 1 500 g 3 unid. Procedimiento:
1. Cortar los aguacates en rebanadas, y quitarles la cáscara y la semilla.
2. Pelar y machacar bien los dientes de ajo.
3. Picar en cuadritos pequeños las hojas de orégano.
4. Unir el ajo, el orégano, la pimienta, la sal, el jugo de limón y el aceite.
5. Agregarle al aliño las hojas de albahaca y las de hierbabuena picadas fino (tipo brunoise). Añadir el aderezo al aguacate y servir.
Ajo 10 g 5 dientes
Orégano francés 10 g 5 hojas
Pimienta molida 1,2 g ½ cdta.
Sal 10 g 1 cdta.
Jugo de limón 15 mL 1 cda.
Aceite 34 g 2 cdas.
Albahaca fresca 2 g 2 ramas
Hierbabuena 2 g 2 ramas
Cóctel de frutas
Ingredientes para 6 raciones:
Mango maduro 665 g 1 unidad Procedimiento:
1. Cortar la masa del mango en dados medianos, y pelar y picar la piña también en dados medianos.
3. Extraer la suprema a la toronja.
4. Unir las frutas.
5. Adicionarles la miel de abejas.
6. Servir en copas.
7. Adornar con rodajas de limón, muy finas, y poner en el centro una cereza.
Piña 690 g 1 unidad
Toronja 200 g 1 unidad
Miel de abejas 56 g 2 cdas.
Limón 100 g 2 unid.
Cereza 30 g 6 unid.
Aguacate
Limón
Mango
Madelaine
Vázquez Gálvez
Ingeniera tecnóloga. Especialista en tecnología y organización de la alimentación social.
Autora del libro
Cocina ecológica en Cuba.
Dirige el Eco-Restorán
El Bambú, y el boletín Germinal.
Miembro de CUBASOLAR.
Tel.: (537) 547278
E-mail: germinal@cubasolar.cu
La alimentación influye en todos los procesos vitales del hombre, con especial énfasis en sus primeros años de vida.
La formación de hábitos alimentarios adecuados constituye un proceso que requiere de la instrumentación de un programa interdisciplinario para contribuir a la modificación gradual de las conductas referidas al consumo de alimentos.
En el contexto actual intervienen varias instituciones responsables de esta tarea a escala social, y los círculos infantiles, las escuelas, los comedores obreros y las instalaciones gastronómicas públicas desempeñan un papel esencial, junto a los medios de difusión de la prensa plana, radial y televisiva. De igual modo, se aprecian resultados visibles con relación al incremento de la producción de vegetales, con un comportamiento creciente en los últimos años. Los centros de investigación especializados en los temas de salud, nutrición, tecnología culinaria, agricultura orgánica y ciencias sociales profundizan cada vez más en los factores que pueden facilitarle a la población una elevación de su cultura alimentaria encaminada al logro de una vida más satisfactoria.
En el ámbito cubano se distinguen algunos factores que delinean nuestras preferencias alimentarias. A diferencia del resto de los pueblos de Latinoamérica, en donde las poblaciones aborígenes dejaron una visible impronta en los hábitos alimentarios de las comunidades actuales, en nuestro país se produjo una transculturación que sentó las bases del estilo de comer del cubano: los aportes culinarios de los colonizadores españoles y los esclavos africanos, junto a la influencia francesa, árabe, china, norteamericana e italiana.
Los niños y la alimentación
El segmento poblacional correspondiente a los niños y los adolescentes resulta el objetivo más importante sobre el cual debe estar dirigido todo el trabajo educativo.
Para satisfacer sus necesidades nutricionales los niños dependen absolutamente de los estilos alimentarios de sus progenitores o tutores. De esta forma, vale llamar la atención sobre algunos aspectos que influyen notablemente en las conductas negativas en relación con el consumo de alimentos de origen vegetal:
1. Existen muchos mitos en torno a lo que significa una nutrición adecuada. Los padres y familiares ponen especial énfasis en el consumo de productos cárnicos y consideran que otros alimentos, como las ensaladas, las frutas y los jugos naturales no son tan esenciales para una óptima nutrición. Se aprecia una valoración insuficiente de los alimentos que contienen importantes cantidades de vitaminas, minerales, fibra dietética, fitonutrientes y elementos antioxidantes (vegetales y frutas), de gran valía para lograr un crecimiento adecuado y una óptima salud.
2. Para que los niños acompañen la comida, la familia les prepara productos fritos (papas, mariquitas) en cada ingesta.
3. En muchos casos adelantan la introducción de alimentos en el primer año de vida, lo que ocasiona trastornos digestivos y malnutrición.
4. Consumo desproporcionado de la leche artificial (no materna), especialmente en las horas de la madrugada en los niños de menor edad.
5. Introducción de alimentos en los infantes que sólo permiten la identificación de dos sabores básicos: dulce, en primer orden y salado en segundo. Prácticamente se excluyen los sabores amargos, ácidos y picantes. Este último se recomienda para la edad adulta.
6. Empleo abusivo de los edulcorantes artificiales (azúcar refino, confituras) para lograr que los niños consuman otros alimentos, lo que provoca que estas chucherías lleguen a desplazar, en el orden de preferencia, los alimentos básicos que verdaderamente nutren.
7. Suministro de bebidas artificiales (refrescos gaseados, de sobres), prácticamente en todas las ingestas, en lugar de ofrecer bebidas naturales (jugos, limonadas) de gran valor nutricional y terapéutico.
8. Monotonía del menú familiar, en el que se emplean tres o cuatro productos básicos (arroz, frijoles, vianda y carne) en detrimento de la amplia gama de productos vegetales que pueden insertarse para obtener un menú variado.
9. Se imitan las preferencias alimentarias de los adultos y se observa una elevada aceptación de las pastas alimenticias (pizzas y espaguetis), así como de otros productos considerados comida basura (embutidos, productos refinados) en los medios especializados.
10. En ocasiones, el proceso de comer del niño se acompaña de algunas ceremonias de entretenimiento (televisión, teatro familiar) que a la larga resultan de poco interés del menor y recrudecen los estados de anorexia.
11. Se acostumbra al niño a ingerir alimentos fuera de hora.
12. Limitación por parte de los familiares de la natural disposición infantil para probar alimentos nuevos que ofrecen otras personas, cuando declaran de forma absoluta: ¡no, el niño no come eso!
La educación alimentaria de niñosy jóvenes es una de las premisas esenciales para contribuir
al fortalecimiento de hábitos alimentarios sanos y sustentables.
Las anteriores conductas son muy frecuentes en nuestro ámbito familiar y tienen una incidencia determinante en el proceso de formación de costumbres alimentarias sanas dentro de las poblaciones más jóvenes. Antes de la década de los ochenta del pasado siglo se daba más importancia a la cantidad de proteínas, carbohidratos y grasas en la dieta y menos atención a la presencia de los micronutrientes. El exceso de consumo de ciertos alimentos, con una presencia cada vez mayor de determinadas cantidades de plaguicidas, aditivos alimentarios y conservantes, comienza a tener resultados nefastos en el incremento de ciertas enfermedades infantiles que otrora eran prácticamente desconocidas. Por ejemplo, las alergias y el asma afectan ahora a casi el doble de niños que en 1980, y la obesidad infantil también se ha multiplicado.
Durante el proceso de crecimiento se presentan deficiencias de ciertos nutrientes que son esenciales y deben estar contenidos en los menú infantiles. Por ejemplo, la carencia de cinc puede ocasionar manchas blancas en las uñas, cicatrización lenta e infecciones recurrentes; en la adolescencia puede producir acné y dolores en las articulaciones. El cinc se encuentra en las semillas de girasol y calabaza, cereales integrales, avena, huevos, germen de trigo y pescado. De igual modo, la carencia de magnesio ocasiona anorexia, hiperactividad infantil, fluctuaciones de la glucosa, insomnio, espasmos musculares, nerviosismo, fatiga crónica y bajo nivel de potasio en sangre.
Las nuevas Guías alimentarias para la población cubana mayor de dos años de edad,
elaboradas por el Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos,
aportan mensajes prácticos para una nutrición adecuada
y una vida sana, productiva y de alta calidad.
Se halla en los cereales integrales, vegetales de hojas verdes, semillas de ajonjolí y calabaza, y algunos tipos de pescado. Asimismo, la ausencia de ácidos grasos esenciales provoca eccema, piel seca, cicatrización lenta, disfunciones del comportamiento, obesidad, infecciones frecuentes, hiperactividad, dificultades en el aprendizaje. Estos nutrientes se encuentran en los pescados azules (sardinas, jurel), semillas de ajonjolí, girasol y calabaza, vegetales de hoja verde oscuro y algunos tipos de aceite (onagra, lino y girasol).
Cuando un niño se niega a comer verduras y sólo desea alimentos estimulantes (dulces, salados o grasas), se encuentra en un círculo vicioso del que no es fácil salir.
Este cuadro nutricional presenta tres factores que condicionan su actitud, como son:
1. El exceso de sodio nos lleva a preferir las comidas saladas. El consumo inmoderado de sal durante la infancia produce mucosidad excesiva, resfriados frecuentes, sinusitis, migrañas, insomnios, irritabilidad y caspa. Se sientan las bases para padecer de hipertensión arterial en la edad adulta.
2. El elevado consumo de dulces nos lleva a la dependencia del azúcar y los estimulantes como la cafeína. El azúcar se absorbe con rapidez, lo que extenúa el páncreas y el mecanismo de control de la glucosa.
3. El bajo consumo de vitaminas y minerales conlleva a la pérdida del apetito. Aquí es importante destacar que el consumo de estos nutrientes en forma natural es más provechoso que la aplicación de suplementos vitamínicos.
Junto al consumo de hortalizas urge promover la ingestión diaria de frutas.
La siembra de frutales es el mejor tributo que nuestra previsión puede ofrecer
a nuestros hijos.
La solución del problema
Cuando se logra el equilibrio del organismo desaparecen estas preferencias y los niños comienzan a rechazar el consumo de alimentos estimulantes para dar paso a otros productos más saludables. Para transformar estas actitudes, que se producen en muchos casos por desconocimiento o por diversos factores de índole cultural, pueden asumirse algunos consejos para facilitar el proceso educativo hacia una alimentación sana y sustentable:
1. En primer orden se deben cumplir estrictamente las indicaciones médicas en torno a la alimentación del niño en su primer año de vida, con la total identificación de la vital importancia de la lactancia materna en los primeros meses de su existencia.
2. Cuando el niño comienza a necesitar desde el punto de vista fisiológico la introducción de alimentos sólidos en pequeñas porciones, como es el caso de las verduras, estas deben suministrarse al inicio de la comida, de forma natural y preferiblemente sin aderezos, para lograr la identificación y aceptación de nuevos sabores y texturas. Por ejemplo, se pueden dar pequeños pedazos de tomate, pepino, habichuela u otra ensalada. Se obtienen resultados favorables cuando sólo se presenta el plato de ensalada, sin ningún otro alimento a la vista que pueda concursar en las aceptabilidades alimentarias del niño. Si el infante se acostumbra a este hábito, su apetito se incrementará y la absorción de nutrientes será más favorable.
3. No se deben mezclar productos lácteos con la comida.
4. Los productos dulces se ofrecen al final y no son indispensables para una alimentación balanceada. Las frutas y ensaladas se comen al inicio.
5. No utilizar la comida como premio o castigo. No se debe asociar esteproceso con otros sentimientos como la recompensa o el castigo porque a la larga esto puede provocar serias disfunciones en el proceso de digestión.
6. No debe suministrarse agua durante la comida.
Desde 1992 la familia cubana tiene la opción de un menú ecológico y un espacio para
la educación alimentaria en el Eco-Restorán El Bambú, del Jardín Botánico Nacional,
al que se le suma la creciente red de restaurantes vegetarianos
en La Habana y otras ciudades del país.
7. Las confituras deben ofrecerse como algo muy ocasional. Recuerden que el alto consumo de azúcar refino (entre 20 y 25 % de los requerimientos energéticos totales) se relaciona con diversos trastornos de salud, como la caries dental, el agotamiento de las vitaminas del complejo B, la hipertrigliceridemia, el aumento del colesterol, la obesidad y la diabetes mellitus. Este tipo de ingrediente se asocia a los alimentos que ofrecen calorías vacías, es decir, la que no aportan nutrientes esenciales al organismo.
8. Como sustitutos de los dulces se pueden emplear las frutas no ácidas: mango, guayaba, frutabomba; los azúcares de estos alimentos se absorben más lentamente y, además, a diferencia del azúcar refino no roban nutrientes para el metabolismo.
9. El ejemplo de los padres es fundamental para el cambio de actitudes alimentarias erróneas. Si éstos se alimentan de forma insana, con presencia excesiva de alimentos estimulantes (fritos, dulces, café), los niños estarán recibiendo un mensaje equivocado.
10. Se ha demostrado que los pequeños que disfrutan de comidas familiares regulares tienen más estabilidad emocional y comen una mayor variedad de alimentos. Resulta esencial tener un horario de comidas para la buena asimilación de las sustancias alimenticias.
11. Se debe ofrecer lo que los padres desean que el niño coma y no lo que a él le apetezca. Los alimentos estimulantes se deben restringir, en vez de prohibírselos totalmente.
12. De gran importancia es lograr que los niños se interesen por los alimentos. Pueden ayudarnos a preparar una ensalada; se debe llamar la atención sobre los colores y las formas de los vegetales y conversar sobre sus virtudes nutricionales. A la larga, el gusto será un atributo importante, pero la inteligencia nutricional ocupará su lugar.
13. Para sustituir los refrescos comerciales lo mejor son los zumos naturales de verduras y frutas. Las bebidas gaseosas contienen fósforo, un mineral que en exceso puede provocar pérdida de calcio en los huesos.
14. Preparar los vegetales de forma atrayente. Los niños gustan de los alimentos que pueden comer con las manos. Una mazorca de maíz hervida, las croquetas de vegetales, las rodajas de papas asadas en el horno, las germinaciones y los palitos de verduras mojados en salsa mayonesa pueden ser alimentos agradables para un buen comienzo.
15. Finalmente, si estamos convencidos de los aportes beneficiosos de una dieta equilibrada, con una presencia notable de los vegetales y las frutas, podemos transmitir este sentimiento a las generaciones más jóvenes y llenar de salud la vida de la familia cubana.
Receta para todas las ocasiones
Bruschetta con queso crema y vegetales
Ingredientes para 6 raciones:
Cebolla 100 g 1 unidad Procedimiento:
1. Cortar en media luna la cebolla.
2. Cortar los tomates en rodajas, y éstas a la mitad.
3. Cortar la albahaca en tiras finas.
4. Tostar ligeramente ambos lados de las rebanadas de pan hasta que se doren; abrillantarlas con aceite y restregar con los ajos, cortados a la mitad, para que se impregne su sabor.
5. Untar las tostadas con el queso crema y colocar encima la cebolla, el tomate y la albahaca fresca.
Tomate de cocina 140 g 2 unid.
Albahaca fresca
picadita 18 g 3 cdas.
Pan 240 g 12 trozos
Aceite 17 g 1 cda.
Ajo 4 g 2 dientes
Queso crema 115 g ½ taza
Ensalada de aguacate con aroma de hierbas
Ingredientes para 6 raciones:
Aguacate 1 500 g 3 unid. Procedimiento:
1. Cortar los aguacates en rebanadas, y quitarles la cáscara y la semilla.
2. Pelar y machacar bien los dientes de ajo.
3. Picar en cuadritos pequeños las hojas de orégano.
4. Unir el ajo, el orégano, la pimienta, la sal, el jugo de limón y el aceite.
5. Agregarle al aliño las hojas de albahaca y las de hierbabuena picadas fino (tipo brunoise). Añadir el aderezo al aguacate y servir.
Ajo 10 g 5 dientes
Orégano francés 10 g 5 hojas
Pimienta molida 1,2 g ½ cdta.
Sal 10 g 1 cdta.
Jugo de limón 15 mL 1 cda.
Aceite 34 g 2 cdas.
Albahaca fresca 2 g 2 ramas
Hierbabuena 2 g 2 ramas
Cóctel de frutas
Ingredientes para 6 raciones:
Mango maduro 665 g 1 unidad Procedimiento:
1. Cortar la masa del mango en dados medianos, y pelar y picar la piña también en dados medianos.
3. Extraer la suprema a la toronja.
4. Unir las frutas.
5. Adicionarles la miel de abejas.
6. Servir en copas.
7. Adornar con rodajas de limón, muy finas, y poner en el centro una cereza.
Piña 690 g 1 unidad
Toronja 200 g 1 unidad
Miel de abejas 56 g 2 cdas.
Limón 100 g 2 unid.
Cereza 30 g 6 unid.
Aguacate
Limón
Mango
CalaveraDeFidel- Cantidad de envíos : 19144
Fecha de inscripción : 21/02/2009
Re: CUBA HIPÓCRITA Así NO se ocupa Cuba de la alimentación del pueblo
Cuando un niño se niega a comer verduras y sólo desea alimentos estimulantes (dulces, salados o grasas), se encuentra en un círculo vicioso del que no es fácil salir.
TERRIBLE FALSEDAD PERSONAL DEL AUTOR A SUELDO
TERRIBLE FALSEDAD PERSONAL DEL AUTOR A SUELDO
CalaveraDeFidel- Cantidad de envíos : 19144
Fecha de inscripción : 21/02/2009
Re: CUBA HIPÓCRITA Así NO se ocupa Cuba de la alimentación del pueblo
Es que ella esta para "cantar mentiras" tra la la , por el mar corre la liebre , por el monte la sardina tra la la
_________________
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50976
Fecha de inscripción : 27/10/2008
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