Crónicas del enculamiento mediático a un machista cualquiera.

“Yo era el rey de la casa, tenía el control absoluto, las cosas se
hacían como yo decía y todos se tenían que quedar callados... Al
final, más que como un padre o esposo, me veían como un ogro”, recuerda
con pesar Adrián Cervantes, un conductor de autobús de 50 años.
Él es uno de los tantos hombres que edificaron su
masculinidad sobre principios machistas, los cuales legitiman el abuso
del poder y el uso de la violencia, al tiempo que prohíben la expresión
de emociones y restringen la comunicación.
Don Adrián
tenía claro que su actitud lo iba a condenar a la soledad, pues sus
seres queridos se alejaban de él, desgastados por su comportamiento.
Su esposa, incluso, le dio un ultimátum: “o busca ayuda o mejor se va”, lo sentenció en aquella oportunidad.
Esa
ayuda la encontró en el Instituto de Masculinidades Wem, donde se
integró a un grupo de hombres que se reúnen semanalmente para expresar
sus pesares sobre los mandatos de la sociedad patriarcal y de cómo estos
los han hecho lastimarse a sí mismos y a sus seres queridos.

Ya han pasado tres años y ocho meses desde que Adrián asiste al grupo;
además, ha participado en talleres de manejo de la ira y de
comunicación asertiva. Todo esto le ha permitido mejorar las relaciones
con su familia.
“Me siento en paz y tranquilo, ya no
grito, ya puedo hablar con alguien y decirle lo que me pasa o me
molesta, he aprendido a negociar”, describe.
El caso
de este hombre, casado desde hace 25 años y padre de tres hijos de 19,
14 y 11 años, es un ejemplo de cómo se puede construir una nueva
masculinidad, de cómo los propios hombres pueden enfrentar el machismo y
poner fin a la agresión.
El cambio
El
psicólogo Ruthman Moreira explica que contra el machismo no existe una
cura, pues luchar contra este implica un proceso de construcción y
revisión constante. Añade que un cambio verdadero es posible, pero solo
si se dan una serie de condiciones, entre las que figuran el esfuerzo y
el compromiso.
“Se trata de ‘aprender a
desaprender’ y después, empezar a adquirir habilidades para enfrentar
situaciones cotidianas lejos del esquema machista”, comentó Moreira,
uno de los encargados de impartir los talleres y coordinar los grupos de
ayuda del Instituto Wem.
En esas reuniones se
brindan herramientas para cambiar. Allí los hombres comparten con otros
que atraviesan situaciones parecidas, y reciben asesoría de
expertos.
Los grupos denominados “de crecimiento y
reflexión” se imparten los martes y viernes en la sede del Instituto
Wem, en San Pedro de Montes de Oca.
A cada reunión
asisten entre 60 y 90 personas con edades de los 25 a los 55 años, y de
toda clase social: profesionales, obreros, comerciantes.
También
se realizan reuniones en San Antonio de Belén, con un costo de ¢2.500
por participante. Algunas municipalidades han contratado los servicios
del Instituto Wem para que los usuarios no tengan que hacer ningún
desembolso.
Otros
talleres que desarrolla el Instituto son: ¿Cómo aprendimos a ser
hombres?, Manejo del enojo, Manejo de celos, Paternidad responsable y
Duelo y separación.
Algunos (pocos) de quienes
asisten a los grupos o talleres son varones que han detectado “algo
malo” con su forma de “ser hombre” y quieren mejorar sus relaciones
sociales para ser personas más felices.
Empero, la
mayoría son sujetos que, al igual que don Adrián, “son enviados” por sus
parejas, cansadas de sus actitudes. Dicho en otras palabras, son
aquellos cuyas novias o esposas les sacaron tarjeta amarilla y temen que
sigan acumulándose más o reciban la roja de un solo (ver recuadro).
Hay
quienes asisten a los encuentros después de haber sido abandonados, y
llegan con el propósito de no repetir los mismos errores en relaciones
futuras.
Padres ofensores remitidos por el Patronato
Nacional de la Infancia o agresores enviados por los Tribunales de
Justicia son parte de los asistentes.
Mauricio Bart
es otro de los hombres que se cuestionan día a día lo que significa ser
hombre. Este empresario de 43 años asiste a los grupos del Instituto Wem
desde hace el 2005.
Cuenta que nunca había podido tener una relación estable y que explotaba (de enojo) por cualquier situación.
“Yo
era inaguantable, insufrible, esa forma de ser afectaba mi salud, mi
trabajo, la manera en que los otros me percibían... Mi autoestima estaba
por el suelo”, manifestó con serenidad.
Pero ahora,
luego de repensar su masculinidad y aplicar estrategias de cambio, se
confiesa como un hombre tranquilo y relajado, que igual se enoja, pero
no pierde el control por eso.
“Las soluciones están
dentro de uno, hay que examinarse y reflexionar. Ahora soy un hombre
tolerante y me importa el bienestar de los demás”, asegura.
Paternidad y crianza
Ruthman
Moreira destaca que la masculinidad hegemónica (forma tradicional y
machista de concebir lo que es “ser hombre”) limita a los varones a
manifestar sus emociones y a demostrar cariño, y que esto los afecta a
ellos y a sus allegados.
Dentro de los principales
perjudicados, están sus hijos. Desde el patriarcado, se le asigna al
hombre la labor de proveedor, dejando de lado las funciones de cuido y
afecto.
Tanto Adrián como Mauricio cuentan que
sufrieron maltrato emocional de parte de sus progenitores y fue en su
infancia cuando germinaron sus antivalores machistas.
Dicha formación, detalla Moreira, es casi generalizada; es decir, la crianza en las familias tiende a ser machista.
“Todo
empieza preguntándonos ¿cómo aprendimos a ser hombres? desaprendiendo
todas esas cosas que nos hacen mal. Es difícil superar lo que se ha
aprendido toda una vida, por eso es un proceso constante”, explica.
Adrián
Cervantes relata que ahora, luego de participar en los grupos y
talleres del Instituto Wem, tiene mayor facilidad para decir “te amo” a
sus hijos.
A la vez, pudo mejorar la relación con
su padre, quien recientemente falleció. “Pude bañarlo, decirle que lo
quería, abrazarlo, despedirme bien de él”, cuenta, al tiempo que
reconoce los beneficios de expresar sentimientos.
Bart,
por su parte, desde hace cuatro años tiene una relación de pareja,
luego de mucho tiempo de estar solo debido a sus problemas de
personalidad. Él asegura que la comunicación con ella es fluida y
sincera.
Justicia de género
El
que los hombres hagan una revisión de su masculinidad es “fundamental”
para la construcción de una sociedad más equitativa en materia de
género.
Así lo detalló Yolanda Delgado, directora de las áreas estratégicas del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu).

La experta asegura que la búsqueda de igualdad de oportunidades y
reconocimientos de derechos para las mujeres es una lucha tanto de ellas
como de ellos.
“El machismo ha generado privilegios
a los hombres, ellos deben aprender a ceder tales privilegios, a
compartir responsabilidades”, detalló.
Delgado
enfatizó que los hombres deben entender que una mayor justicia de
género no solo tendrá beneficios para las mujeres, sino también para
ellos.
“Al final, gana la sociedad; ganamos todos”, manifestó.
Estos son machos domados en la red y en la sociedad, no como La loca Luika, aunque en su casa seguro que sí, como domadito está Luik fuera de este foro, pues no da sus datos reales por mero pánico a que le revienten la cabezota de indio a sartenazos.

Ya quítate de la cabeza el machismo, pendejo. Concéntrate en el feminismo, el problema social actual.

La violencia de género contra el hombre es un problema internacional.

En Florida, celosa mujer fue arrestada por arrojar pintura sobre el auto de su ex, y morderle el brazo.


DECEMBER 30 2011 23:09h
Woman arrested in pink paint attack on ex

HALLANDALE, Fla., Dec. 30 (UPI) -- A Florida woman was arrested after allegedly throwing pink paint on her ex-boyfriend and his car at the parking lot where he works, police said.

Hallandale police said Tasha Franklin, 25, of Hollywood, and her ex-boyfriend split up in July, but she showed up at the parking lot where he works a few days before Christmas and threw pink paint on the man and his car before dipping her own hand in paint and leaving an imprint on his front seat, the South Florida Sun Sentinel reported Friday.

Investigators said Franklin then bit her ex on the arm, leaving an imprint of her teeth.

Franklin was charged with dating battery, burglary of the victim's car and criminal mischief.

A Broward County judge ordered Franklin to steer clear of her ex-boyfriend and all weapons, including paint.

Luik, ¿cuando descubriste que tu padre sera puto? ¿ fue de ahi que concluiste que la culpa la tienen las mujeres que no dan? ¿Era culpa de él que tu madre no diera las nalgas?

CalaveraDeFidel escribió:Luik, ¿cuando descubriste que tu padre sera puto? ¿ fue de ahi que concluiste que la culpa la tienen las mujeres que no dan? ¿Era culpa de él que tu madre no diera las nalgas?

Quedaste traumado desde que viste que tu padre se la chupaba a su perro, mientras tu abuelo se follaba a tu padre.

Esto va para Entre Nos...