De regreso --x Yoani

De regreso





A las seis y unos minutos, sacaron a la Virgen en su urna de cristal. Todo ocurrió en la misma parroquia de Manrique esquina Salud, donde debí haber ido cuando niña. Sólo que mis padres fingían, por ese entonces, que eran marxista-leninistas y mi abuela no pudo convencerlos de que dejarán a las niñas rezar.

Hoy, he regresado entre la multitud de señoras emocionadas, niños vestidos de amarillo, damas de blanco rodeadas por un cordón de segurosos y gente asomada a balcones que parecían a punto de desplomarse. Una lluvia de pétalos nos cayó encima en la calle Reina, mientras mi marido gritaba: “¡Viva la Virgen de todos los cubanos!”. Por momentos creí que sí, que un día nada de lo que hoy nos separa significará nada… y ella volverá a aceptarnos bajo su manto dorado. Como lo hizo esta tarde conmigo…



Fotos: Reinaldo Escobar

AHORA EN CENTRO HABANA

Martes, 8 de Septiembre de 2009 Orlando Luís Pardo Lazo Sin comentarios



















Mucha mucha mucha gente.
Los gritos de “¡Libertad, Libertad, Libertad!” en la esquina de Salud, entre la Iglesia y la Virgen en procesión, duraron de cinco a quince segundos.
Vi a varios devotos salirse raudos de esa zona de flores y gritos.
Vi mujeres de blanco, pero demasiadas e indistinguibles. Imposible moverse a donde uno desea, sino a donde la marea humana te lleva.
Luego vi muchos muchos muchos policías, en sus funciones de facilitar el tráfico la mayoría. Y hombres de civil y walkie-talkies y motos, también en sus funciones acaso de dificultarlo.
Las palabras del Cardenal Ortega tenían cierto énfasis seco en pedir perdón a Dios por el desamor en la familia cubana. Pero la muchedumbre ya estaba diezmada. Como en El Rincón en diciembre pasado, no era la palabra del Cardenal lo que ansiaba la masa, sino una promesa en privado con sus santos o vírgenes.
Me fui.
Fuera de la Iglesia ya sólo quedaban los uniformados. El pueblo se evaporó.
Como si fuera de gas.