El desánimo y la necesidad de vivir de trabajar le pudo.
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El desánimo y la necesidad de vivir de trabajar le pudo.
| The End [color:bf05=#888]by El Pequeño Hermano |
Nunca
me gustaron las despedidas. Como a casi nadie, creo. Pero solo porque
le damos a un acto normal, parte de este ejercicio que es vivir, una
connotación especialmente lúgubre. Y de buenas despedidas también están
hechos los buenos acontecimientos.
Este
blog nació el nueve de julio de hace dos años, y nació por una razón
incontestable: era mi blog o mi equilibrio emocional. Necesitaba
escribirlo. Era el acto de rebeldía y autorrealización más genuino que
he tenido hasta hoy.
Sin embargo, defiendo con uñas y dientes el concepto de la evolución. Defiendo
la idea de que todo, absolutamente todo lo que conforma nuestras
existencias, tiene principio y fin. Aun las cosas más valoradas,
necesitadas, hermosas.
Tenemos
amigos que aparecieron alguna vez en nuestras vidas y jugaron un rol
determinante. Se convirtieron en imprescindibles. Y luego volvieron a
desaparecer. Cuando nos juntamos alguna vez o nos junta la casualidad,
revivimos el afecto pero sobre todo los recuerdos: lo que somos quedó en
el pasado. Nos duele admitirlo, pero en el presente somos casi
desconocidos.
Bueno, también así concluyo hoy este blog. Creo
que he dejado de necesitarlo. Y en prácticamente nada de mi vida actúo
por rutina. Nunca escribo, discuto, amo, leo, veo o practico deportes,
por rutina.
Cuando
pierdo esa motivación vital que me enciende la creatividad, la
imaginación o la razón, me deshago del cadáver. Sin mucho esfuerzo. Como
se deshacía el griego Diógenes de su barril o su escudilla, únicas
pertenencias que le acompañaban en su existencia frugal.
El
origen de este blog nunca fue escribir por “la causa de Cuba”. No solo
porque aquí he escrito artículos que nada tienen que ver con ello, sino
porque por encima del destino de mi país está mi propio destino.
Escribir siempre fue para mí cien veces más vital que escribir sobre o
para Cuba. Escribir porque sospecho, sin certeza del todo, que es mi
verdadera razón de ser.
Hoy
aquella motivación obsesa que en Cuba me hacía publicar hasta cuatro
textos por semana ha desaparecido. Quizás porque tengo otras maneras de
hacer valer mi opinión política, religiosa, sexual, artística, sin
recibir graves consecuencias por ello. Quizás porque algo dentro de mí
sabe que es momento de evolucionar.
Y que es tiempo de escribir algo más.
Desde
luego, el periodismo escrito ha sido y seguirá siendo una de mis
pasiones. Artículos míos seguirán circulando en la red ocasionalmente,
cuando esa motivación inherente a los buenos textos me mueva a teclear
dos o tres cuartillas y echarlas a navegar.
Pero
este Pequeño Hermano, la decisión más determinante, arriesgada y
acertada que he tomado en mi vida hasta hoy, aquella decisión que les
arrancó el sueño a los míos, de puro pánico, en un país donde atreverse a
escribir sin ataduras es un acto de locos, cierra su ciclo de casi dos
años con 115 artículos, varios miles de hits semanales, y una legión de
amigos virtuales que no tendrán nunca idea de cuánto significaron en su
apoyo de lectores y comentaristas.
Mi
blog me agenció el respeto de cientos de personas en mi ciudad natal.
Jamás olvidaré a aquellos desconocidos que de repente me abordaban en
plena calle, la voz baja, y extraían del bolsillo trasero algunas hojas
dobladas con mis artículos impresos. Se los llevaban a alguien más.
Mi
blog me presentó algunos de los mejores profesionales y amigos que he
tenido la dicha de conocer en los Estados Unidos. Mi blog me hizo perder
mi nombre en muchos círculos. El Ernesto que he sido por 27 años se
convirtió, simplemente, en El Pequeño Hermano o El Peke.
Así
me siguen llamando, también, los diligentes agentitos de poca monta que
cobraban un salario en mi ciudad por estar al tanto de mí, y que con
cierta regularidad le comentan a los míos sobre mis escritos. "¿Viste lo
que colgó ahora nuestro Pequeño Hermano?"
A
todos, amigos virtuales y policías disfrazados de civil, lectores,
colaboradores con datos o temas, a los que hicieron de pinchar en mi
link un hábito dos veces por semana, a todos mi gratitud eterna y la
certeza de que sin sus atenciones este blog habría muerto al nacer.
A
otros les quedará siempre París. A mí, para contarles a mis hijos, me
quedará siempre este espacio libr, irreverente y ambicioso, como prueba
del mayor ejercicio de vocación por la escritura y la libertad que tuve
en mi joven adultez.
CalaveraDeFidel- Cantidad de envíos : 19144
Fecha de inscripción : 21/02/2009
Re: El desánimo y la necesidad de vivir de trabajar le pudo.
Yo creo que es porque ahora trabaja para un canal de tv ..el canal 41 que a su vez ahora pertenece a no se que cadena o es asociado de una cadena grande..
_________________
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50978
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: El desánimo y la necesidad de vivir de trabajar le pudo.
Es un grandísimo talento. Cuando lo leo siento algo parecido a la conmoción de cierto ' inteletual' cuando oye los gramófonos con discursos de La Pasionaria, o la de su protegido azteca cuando ve los de lapidaciones.
CalaveraDeFidel- Cantidad de envíos : 19144
Fecha de inscripción : 21/02/2009
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