Galicia: "Los poderes financieros tienen a los partidos tradicionales agarrados por las deudas"
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Galicia: "Los poderes financieros tienen a los partidos tradicionales agarrados por las deudas"
El histórico líder nacionalista gallego Xosé Manuel Beiras concurre
a las elecciones al frente de una coalición de su nueva formación,
Anova, con Esquerda Unida. Advierte de que el 21-O está en juego "una
ruptura democrática" que comienza por "desalojar al PP", a quien
atribuye técnicas "fascistas" para "arrastrar a las clases subalternas
al lado de la gran derecha reaccionaria" pese a "ser aliados lógicos de
la izquierda".
Xosé Manuel Beiras, el líder de Alternativa Galega de Esquerda. / Efe
Xosé Manuel Beiras (Santiago, 1936) aprovecha los
escasos huecos libres de su intensa agenda de campaña para descansar y
"recargar la batería". Al inicio de su enésima carrera electoral "no
contaba con poder aguantar este ritmo" y les advirtió a sus compañeros y
compañeras de coalición de que "tenía que administrar mucho las
energías". Pero finalmente está "haciendo una campaña al uso, como hace
años" y recorriendo Galicia a la búsqueda de apoyos para Alternativa
Galega de Esquerda. Asegura que percibe la misma "efervescencia" que la
finales de los años setenta. "Y nosotros estamos sintonizando con eso",
afirma.
¿Cómo lleva la campaña? Está teniendo una agenda intensa...
Esta campaña me recuerda mucho la etapa del tardofranquismo y de las
primeras elecciones de 1977, porque estoy percibiendo una dinámica
análoga en la ciudadanía y por hacer una campaña sin medios materiales,
sin dinero. También me recuerda a las campañas de los años 80, donde
también se actuaba con pocos medios y la base del trabajo de la gente.
Ahora la analogía viene porque AGE está haciendo una campaña nada
convencional, porque no disponemos de la financiación de la que disponen
las grandes fuerzas, tampoco disponemos de espacios en los medios
públicos de comunicación y, por lo tanto, se está haciendo a base de
trabajo de la gente. Se está logrando una campaña muy ágil y penetrante
nos medios alternativos, en las redes sociales, aunque hay que ser
consciente de que hay espacios de la ciudadanía que no acceden a esos
medios.
Ya explicó
que no participarán en uno reparto de consellerías pero, ¿con qué
condiciones de partida afrontarían una hipotética negociación si el PP
pierde la mayoría?
Hay que
recuperar el rol singular de las cámaras de representantes. Por primera
vez hay un gobierno en Galicia que está destruyendo la autonomía. En el
vaciado de contenido de la arquitectura constitucional del 1978, de un
Estado democrático y del régimen parlamentarista, los parlamentos se
convierten se convierten en anclas del poder Ejecutivo, máxime con
mayorías absolutas. Si queremos que se gobierne a favor del pueblo hace
falta la irrupción de representantes comprometidos con la ciudadanía de
lo corriente. Y por eso tenemos un código ético donde está establecido
que los cargos electos deben ser revocables en caso de que no cumplan.
Como se hace eso? A través de la reactivación de las cámaras de
representantes, en vez de estar a expensas de lo que hagan los
gobiernos.
¿Se trata de que se vuelva a hacer política en el Parlamento?
Claro. No hay que ir al Parlamento con una estrategia a la defensiva,
hay que ir con una estrategia ofensiva frente a la derecha, y con una
estrategia de recuperación de protagonismo del Parlamento.
Por lo tanto, si se produce el cambio, ¿habría que dejar de apelar al
consenso como valor absoluto a la hora de, por ejemplo, derogar el
decreto que regula las lenguas en la enseñanza?
El consenso, en la interpretación deturpada de que ha sido objeto, es
uno de las enfermedades que tiene la política parlamentaria. En un
estado de normalidad, en el que la política es realmente democrática,
con distintas lecturas del bien común, tiene sentido. Pero en una
situación como esta, no. En vez de consenso tiene que haber combate.
Porque si no el consenso se convierte en algo distinto, en lo que Oskar
Lafontaine, de Die Linke, llama “compromisos podridos”. Nosotros tenemos
una premisa mayor fundamental: nosotros en el Parlamento no podemos
propiciar ni por asomo que gobierne el PP. Pero a partir de ahí, lo
fundamental es ser la punta de lanza de una ofensiva, de darle un giro
de 180 grados a la acción del Gobierno, eso es lo primordial.
¿Qué le pasaría al país si Feijóo gobierna cuatro años más?
Cuando dice “yo o el caos”, lo que se cumpliría es la realidad, “yo soy
el caos”. Esto es lo mismo que decía el PP en Grecia, son
como loritos que repiten las cosas. En la hipótesis de que continúe,
pasará lo que está sucediendo en Grecia: que a los niños no se les da de
comer en el colegio y pasan hambre, que la sanidad está cada vez más
degradada y hay que pagar por la asistencia... y así sucesivamente. Pero
esto no hay quien lo pare. Si Feijóo llegara a seguir gobernando y
nosotros estamos en el Parlamento, haremos todo lo posible para
dificultarle al máximo que siga gobernando contra los ciudadanos y
retroalimentaremos los movimientos sociales, estaremos en el Parlamento y
en las calles. Nosotros estamos vehiculizando las alternativas que ya
existen, de los que se organizan en plataformas para defenderse de las
agresiones: por las hipotecas, por las preferentes, contra el deterioro
de la sanidad... Este señor que no cuente con que si consigue mantenerse
en la Xunta, “aquí paz y después gloria”. Está derrotado políticamente y
sólo falta derrotarlo electoralmente.
Además de presentarse como garantía de estabilidad frente a ese
supuesto "caos", Feijóo se presenta también como garantía de inversiones
para el país, como los de Pemex...
Es un farsante. Es mentira. ¿Por qué no lo hizo durante los cuatro
años? ¿Quién gobernó aquí? Durante 25 años, ellos. ¿Por qué no lo
hicieron? ¿Quién puede creer en lo que no hicieron en ese tiempo, o el
propio Feijóo durante cuatro años, ¿con qué credibilidad? ¿Qué
estabilidad, si lo está destruyendo todo?
Atendiendo a las encuestas pero también a su percepción, ¿qué cree que pasará el 21-O? ¿Perderá el PP el Gobierno?
Es muy probable. Cada día que pasa es más probable. Si estas elecciones
fueran convocadas con un período previo de precampaña y no por la
espalda y con un tiro en la nuca, como hicieron, perdían la mayoría
segurísimo. O si fueran convocadas anticipadamente pero después de las
vascas. Por eso convocaron a traición; la opción que tenían era no
convocarlas para reformar la ley, reducir los escaños y tener más
ventajas. Yo nunca me fié de las encuestas, que si están hechas
correctamente y trasladadas de manera honesta lo más que indican son
tendencias, pero que desde el inicio nos diesen la entrada en el
parlamento y que vayamos cada vez a más es un indicio de que hay un
potencial de rebeldía muy importante y que se puede traducir en votos
contra el PP. Nuestro objetivo no es repartirnos votos de los otros,
sino activar electorado desencantado y abstencionista. En la medida en
que lo logremos sumaremos los contingentes de votos que deciden que el
PP pierda la mayoría. Eso está ocurriendo, cada día que pasa, más. Si
esto continúa hasta las elecciones, es muy probable que el PP pierda la
mayoría, ellos lo saben.
¿Cree que AGE puede ser una vía para canalizar electoralmente no sólo
ese voto “desencantado”, sino la gente implicada en torno al 15M?
Sí, ya está ocurriendo así. Nosotros llevamos a la práctica lo que
aprendimos de los procesos a nivel mundial de las redes de movimientos
sociales altermundistas y antisistémicos, lo que se fue forjando en los
espacios de encuentro que fueron los foros sociales, y estamos
comprobándolo, por ejemplo, en la composición de la gente que acude a
nuestros actos y en su actitud. Hay una enorme presencia activa de gente
joven y de gente veterana. Gente joven, que pasó de la política
entendida así, y de gente veterana que la había dejado. Y mucha de esa
gente joven no sólo da el paso de venir a los actos, sino que también se
ofrece a trabajar en la campaña. Estamos activando eso porque
sintonizamos con el 15M y con todos los focos de movimientos activos que
se están dando.
¿Cuánta de esa gente va a estos actos y participa porque “vuelve Beiras”?
No lo sé, no lo puedo calibrar. Creo que hay una aportación mía en el
plano de la credibilidad. Y de hecho, cuando salieron las primeras
encuestas, acabadas de convocar las elecciones, sobre nivel de
conocimiento y calificación, era sorprendente lo que pasaba conmigo, que
llevo un decenio fuera de la política institucional. Incluso hay gente
que aún hoy piensa que sigo en el Bloque. Eso es una aportación, sí,
pero la más importante es que yo transmito algo que la gente percibe
sobre Alternativa: credibilidad, fiabilidad, otra vez frescura en la
política, otra vez confianza, dignidad. Y sobre todo no estar sometido
por ningún lado a los poderes financieros, que tienen muy amarrados a
los partidos convencionales, porque los tienen cogidos por las deudas
que tienen con ellos, cosa que con nosotros no pasa.
Desde sectores del nacionalismo se critica que Anova se alíe con una fuerza de “obediencia estatal”... ¿cómo responde a esto?
No nos preocupamos de transmitir ninguna réplica. Nosotros no nos
confundimos de enemigo, si otros se confunden el problema es de ellos.
La réplica la están dando los ciudadanos, que están entendiendo este
movimiento cada vez más masivo y las razones de ser de este acuerdo, que
plasma el mensaje que yo mismo había lanzado el 25 de julio, de la
necesidad de un frente amplio para derrotar al PP y salvar el escollo
que significa la Ley D'Hondt. Estamos haciendo una campaña muy
didáctica, explicamos las razones de ser de esta alianza electoral y la
respuesta es clara. Estamos ante una situación de emergencia y hay que
enfocar estas elecciones con visión de Estado, no de Estado español,
sino de Estado en la política gallega, y no con visión partidista. Hay
un enemigo muy fuerte, lo que está en juego es desalojar el PP y a
Feijóo de la mayoría en el Parlamento y de la Xunta para que dejen de
destruir el país y dar un giro de 180 grados, de un gobierno que está
contra los ciudadanos a un gobierno que se centre en la defensa de la
ciudadanía. Ese programa común debería haber valido para los que ahora
nos critican si hubieran puesto la lucha contra el PP por encima de las
diferencias de cada uno o por encima del mantenimiento de las fronteras.
Aparte de decidirse si logramos echar al PP también se decide si las
elecciones van a ser un varapalo para la hegemonía institucional del PP.
Tenemos que contribuir a acelerar el proceso de quiebra con la
restauración borbónica.
Es una guerra
que se libra en el ámbito del Estado y es el momento en el que el
nacionalismo, en el corto plazo y la competición en el espacio político
gallego, tiene que ser un nacionalismo que practique el
internacionalismo. De ahí el sentido que tiene saltar la frontera entre
nacionalismo y, entre comillas, el españolismo, y a partir de la defensa
rotunda de nuestro derecho político como pueblo a la soberanía y a la
libre decisión, establecer conexiones que permitan enlazar la dinámica
de Galicia con la quiebra con este régimen político. A finales de 1935,
el Partido Galeguista, ante la situación que tenía el proyecto de
Estatuto aprobado en 1932 y que estaba metido en un cajón por el
Gobierno reaccionario del bienio negro, apostó por ir a las elecciones
con el Frente Popular. El PG no era de izquierdas, pero basándose en el
compromiso de que defenderían el Estatuto, fueron en el Frente Popular,
¿acaso la Izquierda Republicana o el PSOE no eran españolistas? Gracias a
esto se plebiscitó el Estatuto que permitió que en la Transición
Galicia entrase por la puerta principal, con Euskadi y Catalunya, en el
diseño de las autonomías. Hoy por hoy, la alianza es para echar el PP y
para una quiebra democrática. Además, supongo que se enterarán de que si
lo que interesa es desalojar al PP del Parlamento, la alternativa pasa
por acuerdos. Entonces, ¿la manera de crear un clima propicio para esos
acuerdos, un estado de opinión de la gente que dé credibilidad a que nos
vamos a entender, es atacar a quien no son enemigos?
¿Cuál será el recorrido de AGE después del 21-O?
Izquierda Unida y Anova somos culturas políticas diferentes con
planteamientos sobre la izquierda diferentes; IU tiene una tradición más
clasista, más obrerista y nosotros mucho más lo que es la nueva
izquierda social entendida en su diversidad, nosotros somos
nacionalistas rotundos y con contingentes independentistas mientras que
IU tiene una visión federalista aunque asume el derecho de
autodeterminación y eso es fundamental... Los proyectos estratégicos no
son iguales y esta alianza para estas elecciones no interfiere en los
proyectos estratégicos. Pero dado el escenario en el que estamos, hacia
la quiebra democrática, si esa dinámica va en una dirección determinada,
es evidente que lo que representa nuestro acuerdo puede proyectarse en
determinadas líneas de acción en el escenario del Estado o incluso en el
europeo.
Sobre ese fin de régimen, ¿qué cree que falta para que llegue ese crack final?
Conseguir la masa crítica a través de la rebelión cívica. Eso es lo que
falta. Y que no sea otra vez sofocada por espurios acuerdos de poder
muy por arriba como ocurrió en la suplantación de la quiebra democrática
por la reforma política. Tenemos que aprender de aquello para que no
vuelva a acontecer ahora. Y algo muy importante: lograr la eclosión de
un pensamiento alternativo de izquierda que desplace de la hegemonía al
pensamiento de la derecha que tiene contaminada a la gente. Cuando ellos
dicen que los políticos no debían cobrar, que son todos iguales... todo
eso. Eso impregna a la gente por la potencia de su aparato de
propaganda, pero también por las técnicas goebbelianas, las de los
fascismos y de los nazis, para arrastrar a las clases subalternas del
lado de la gran derecha reaccionaria, cuando son aliados potenciales y
lógicos de la izquierda. Por lo tanto, lo que falta es pensar en tener
de mayoría social y de izquierda social y no de izquierda convencional
históricauy por arriba como ocurrió en la suplantación de la quiebra democrática
por la reforma política. Tenemos que aprender de aquello para que no
vuelva a acontecer ahora. Y algo muy importante: lograr la eclosión de
un pensamiento alternativo de izquierda que desplace de la hegemonía al
pensamiento de la derecha que tiene contaminada a la gente. Cuando ellos
dicen que los políticos no debían cobrar, que son todos iguales... todo
eso. Eso impregna a la gente por la potencia de su aparato de
propaganda, pero también por las técnicas goebbelianas, las de los
fascismos y de los nazis, para arrastrar a las clases subalternas del
lado de la gran derecha reaccionaria, cuando son aliados potenciales y
lógicos de la izquierda. Por lo tanto, lo que falta es pensar en tener
de mayoría social y de izquierda social y no de izquierda convencional
histórica
a las elecciones al frente de una coalición de su nueva formación,
Anova, con Esquerda Unida. Advierte de que el 21-O está en juego "una
ruptura democrática" que comienza por "desalojar al PP", a quien
atribuye técnicas "fascistas" para "arrastrar a las clases subalternas
al lado de la gran derecha reaccionaria" pese a "ser aliados lógicos de
la izquierda".
Xosé Manuel Beiras, el líder de Alternativa Galega de Esquerda. / Efe
Xosé Manuel Beiras (Santiago, 1936) aprovecha los
escasos huecos libres de su intensa agenda de campaña para descansar y
"recargar la batería". Al inicio de su enésima carrera electoral "no
contaba con poder aguantar este ritmo" y les advirtió a sus compañeros y
compañeras de coalición de que "tenía que administrar mucho las
energías". Pero finalmente está "haciendo una campaña al uso, como hace
años" y recorriendo Galicia a la búsqueda de apoyos para Alternativa
Galega de Esquerda. Asegura que percibe la misma "efervescencia" que la
finales de los años setenta. "Y nosotros estamos sintonizando con eso",
afirma.
¿Cómo lleva la campaña? Está teniendo una agenda intensa...
Esta campaña me recuerda mucho la etapa del tardofranquismo y de las
primeras elecciones de 1977, porque estoy percibiendo una dinámica
análoga en la ciudadanía y por hacer una campaña sin medios materiales,
sin dinero. También me recuerda a las campañas de los años 80, donde
también se actuaba con pocos medios y la base del trabajo de la gente.
Ahora la analogía viene porque AGE está haciendo una campaña nada
convencional, porque no disponemos de la financiación de la que disponen
las grandes fuerzas, tampoco disponemos de espacios en los medios
públicos de comunicación y, por lo tanto, se está haciendo a base de
trabajo de la gente. Se está logrando una campaña muy ágil y penetrante
nos medios alternativos, en las redes sociales, aunque hay que ser
consciente de que hay espacios de la ciudadanía que no acceden a esos
medios.
Ya explicó
que no participarán en uno reparto de consellerías pero, ¿con qué
condiciones de partida afrontarían una hipotética negociación si el PP
pierde la mayoría?
Hay que
recuperar el rol singular de las cámaras de representantes. Por primera
vez hay un gobierno en Galicia que está destruyendo la autonomía. En el
vaciado de contenido de la arquitectura constitucional del 1978, de un
Estado democrático y del régimen parlamentarista, los parlamentos se
convierten se convierten en anclas del poder Ejecutivo, máxime con
mayorías absolutas. Si queremos que se gobierne a favor del pueblo hace
falta la irrupción de representantes comprometidos con la ciudadanía de
lo corriente. Y por eso tenemos un código ético donde está establecido
que los cargos electos deben ser revocables en caso de que no cumplan.
Como se hace eso? A través de la reactivación de las cámaras de
representantes, en vez de estar a expensas de lo que hagan los
gobiernos.
¿Se trata de que se vuelva a hacer política en el Parlamento?
Claro. No hay que ir al Parlamento con una estrategia a la defensiva,
hay que ir con una estrategia ofensiva frente a la derecha, y con una
estrategia de recuperación de protagonismo del Parlamento.
Por lo tanto, si se produce el cambio, ¿habría que dejar de apelar al
consenso como valor absoluto a la hora de, por ejemplo, derogar el
decreto que regula las lenguas en la enseñanza?
El consenso, en la interpretación deturpada de que ha sido objeto, es
uno de las enfermedades que tiene la política parlamentaria. En un
estado de normalidad, en el que la política es realmente democrática,
con distintas lecturas del bien común, tiene sentido. Pero en una
situación como esta, no. En vez de consenso tiene que haber combate.
Porque si no el consenso se convierte en algo distinto, en lo que Oskar
Lafontaine, de Die Linke, llama “compromisos podridos”. Nosotros tenemos
una premisa mayor fundamental: nosotros en el Parlamento no podemos
propiciar ni por asomo que gobierne el PP. Pero a partir de ahí, lo
fundamental es ser la punta de lanza de una ofensiva, de darle un giro
de 180 grados a la acción del Gobierno, eso es lo primordial.
¿Qué le pasaría al país si Feijóo gobierna cuatro años más?
Cuando dice “yo o el caos”, lo que se cumpliría es la realidad, “yo soy
el caos”. Esto es lo mismo que decía el PP en Grecia, son
como loritos que repiten las cosas. En la hipótesis de que continúe,
pasará lo que está sucediendo en Grecia: que a los niños no se les da de
comer en el colegio y pasan hambre, que la sanidad está cada vez más
degradada y hay que pagar por la asistencia... y así sucesivamente. Pero
esto no hay quien lo pare. Si Feijóo llegara a seguir gobernando y
nosotros estamos en el Parlamento, haremos todo lo posible para
dificultarle al máximo que siga gobernando contra los ciudadanos y
retroalimentaremos los movimientos sociales, estaremos en el Parlamento y
en las calles. Nosotros estamos vehiculizando las alternativas que ya
existen, de los que se organizan en plataformas para defenderse de las
agresiones: por las hipotecas, por las preferentes, contra el deterioro
de la sanidad... Este señor que no cuente con que si consigue mantenerse
en la Xunta, “aquí paz y después gloria”. Está derrotado políticamente y
sólo falta derrotarlo electoralmente.
Además de presentarse como garantía de estabilidad frente a ese
supuesto "caos", Feijóo se presenta también como garantía de inversiones
para el país, como los de Pemex...
Es un farsante. Es mentira. ¿Por qué no lo hizo durante los cuatro
años? ¿Quién gobernó aquí? Durante 25 años, ellos. ¿Por qué no lo
hicieron? ¿Quién puede creer en lo que no hicieron en ese tiempo, o el
propio Feijóo durante cuatro años, ¿con qué credibilidad? ¿Qué
estabilidad, si lo está destruyendo todo?
Atendiendo a las encuestas pero también a su percepción, ¿qué cree que pasará el 21-O? ¿Perderá el PP el Gobierno?
Es muy probable. Cada día que pasa es más probable. Si estas elecciones
fueran convocadas con un período previo de precampaña y no por la
espalda y con un tiro en la nuca, como hicieron, perdían la mayoría
segurísimo. O si fueran convocadas anticipadamente pero después de las
vascas. Por eso convocaron a traición; la opción que tenían era no
convocarlas para reformar la ley, reducir los escaños y tener más
ventajas. Yo nunca me fié de las encuestas, que si están hechas
correctamente y trasladadas de manera honesta lo más que indican son
tendencias, pero que desde el inicio nos diesen la entrada en el
parlamento y que vayamos cada vez a más es un indicio de que hay un
potencial de rebeldía muy importante y que se puede traducir en votos
contra el PP. Nuestro objetivo no es repartirnos votos de los otros,
sino activar electorado desencantado y abstencionista. En la medida en
que lo logremos sumaremos los contingentes de votos que deciden que el
PP pierda la mayoría. Eso está ocurriendo, cada día que pasa, más. Si
esto continúa hasta las elecciones, es muy probable que el PP pierda la
mayoría, ellos lo saben.
¿Cree que AGE puede ser una vía para canalizar electoralmente no sólo
ese voto “desencantado”, sino la gente implicada en torno al 15M?
Sí, ya está ocurriendo así. Nosotros llevamos a la práctica lo que
aprendimos de los procesos a nivel mundial de las redes de movimientos
sociales altermundistas y antisistémicos, lo que se fue forjando en los
espacios de encuentro que fueron los foros sociales, y estamos
comprobándolo, por ejemplo, en la composición de la gente que acude a
nuestros actos y en su actitud. Hay una enorme presencia activa de gente
joven y de gente veterana. Gente joven, que pasó de la política
entendida así, y de gente veterana que la había dejado. Y mucha de esa
gente joven no sólo da el paso de venir a los actos, sino que también se
ofrece a trabajar en la campaña. Estamos activando eso porque
sintonizamos con el 15M y con todos los focos de movimientos activos que
se están dando.
¿Cuánta de esa gente va a estos actos y participa porque “vuelve Beiras”?
No lo sé, no lo puedo calibrar. Creo que hay una aportación mía en el
plano de la credibilidad. Y de hecho, cuando salieron las primeras
encuestas, acabadas de convocar las elecciones, sobre nivel de
conocimiento y calificación, era sorprendente lo que pasaba conmigo, que
llevo un decenio fuera de la política institucional. Incluso hay gente
que aún hoy piensa que sigo en el Bloque. Eso es una aportación, sí,
pero la más importante es que yo transmito algo que la gente percibe
sobre Alternativa: credibilidad, fiabilidad, otra vez frescura en la
política, otra vez confianza, dignidad. Y sobre todo no estar sometido
por ningún lado a los poderes financieros, que tienen muy amarrados a
los partidos convencionales, porque los tienen cogidos por las deudas
que tienen con ellos, cosa que con nosotros no pasa.
Desde sectores del nacionalismo se critica que Anova se alíe con una fuerza de “obediencia estatal”... ¿cómo responde a esto?
No nos preocupamos de transmitir ninguna réplica. Nosotros no nos
confundimos de enemigo, si otros se confunden el problema es de ellos.
La réplica la están dando los ciudadanos, que están entendiendo este
movimiento cada vez más masivo y las razones de ser de este acuerdo, que
plasma el mensaje que yo mismo había lanzado el 25 de julio, de la
necesidad de un frente amplio para derrotar al PP y salvar el escollo
que significa la Ley D'Hondt. Estamos haciendo una campaña muy
didáctica, explicamos las razones de ser de esta alianza electoral y la
respuesta es clara. Estamos ante una situación de emergencia y hay que
enfocar estas elecciones con visión de Estado, no de Estado español,
sino de Estado en la política gallega, y no con visión partidista. Hay
un enemigo muy fuerte, lo que está en juego es desalojar el PP y a
Feijóo de la mayoría en el Parlamento y de la Xunta para que dejen de
destruir el país y dar un giro de 180 grados, de un gobierno que está
contra los ciudadanos a un gobierno que se centre en la defensa de la
ciudadanía. Ese programa común debería haber valido para los que ahora
nos critican si hubieran puesto la lucha contra el PP por encima de las
diferencias de cada uno o por encima del mantenimiento de las fronteras.
Aparte de decidirse si logramos echar al PP también se decide si las
elecciones van a ser un varapalo para la hegemonía institucional del PP.
Tenemos que contribuir a acelerar el proceso de quiebra con la
restauración borbónica.
Es una guerra
que se libra en el ámbito del Estado y es el momento en el que el
nacionalismo, en el corto plazo y la competición en el espacio político
gallego, tiene que ser un nacionalismo que practique el
internacionalismo. De ahí el sentido que tiene saltar la frontera entre
nacionalismo y, entre comillas, el españolismo, y a partir de la defensa
rotunda de nuestro derecho político como pueblo a la soberanía y a la
libre decisión, establecer conexiones que permitan enlazar la dinámica
de Galicia con la quiebra con este régimen político. A finales de 1935,
el Partido Galeguista, ante la situación que tenía el proyecto de
Estatuto aprobado en 1932 y que estaba metido en un cajón por el
Gobierno reaccionario del bienio negro, apostó por ir a las elecciones
con el Frente Popular. El PG no era de izquierdas, pero basándose en el
compromiso de que defenderían el Estatuto, fueron en el Frente Popular,
¿acaso la Izquierda Republicana o el PSOE no eran españolistas? Gracias a
esto se plebiscitó el Estatuto que permitió que en la Transición
Galicia entrase por la puerta principal, con Euskadi y Catalunya, en el
diseño de las autonomías. Hoy por hoy, la alianza es para echar el PP y
para una quiebra democrática. Además, supongo que se enterarán de que si
lo que interesa es desalojar al PP del Parlamento, la alternativa pasa
por acuerdos. Entonces, ¿la manera de crear un clima propicio para esos
acuerdos, un estado de opinión de la gente que dé credibilidad a que nos
vamos a entender, es atacar a quien no son enemigos?
¿Cuál será el recorrido de AGE después del 21-O?
Izquierda Unida y Anova somos culturas políticas diferentes con
planteamientos sobre la izquierda diferentes; IU tiene una tradición más
clasista, más obrerista y nosotros mucho más lo que es la nueva
izquierda social entendida en su diversidad, nosotros somos
nacionalistas rotundos y con contingentes independentistas mientras que
IU tiene una visión federalista aunque asume el derecho de
autodeterminación y eso es fundamental... Los proyectos estratégicos no
son iguales y esta alianza para estas elecciones no interfiere en los
proyectos estratégicos. Pero dado el escenario en el que estamos, hacia
la quiebra democrática, si esa dinámica va en una dirección determinada,
es evidente que lo que representa nuestro acuerdo puede proyectarse en
determinadas líneas de acción en el escenario del Estado o incluso en el
europeo.
Sobre ese fin de régimen, ¿qué cree que falta para que llegue ese crack final?
Conseguir la masa crítica a través de la rebelión cívica. Eso es lo que
falta. Y que no sea otra vez sofocada por espurios acuerdos de poder
muy por arriba como ocurrió en la suplantación de la quiebra democrática
por la reforma política. Tenemos que aprender de aquello para que no
vuelva a acontecer ahora. Y algo muy importante: lograr la eclosión de
un pensamiento alternativo de izquierda que desplace de la hegemonía al
pensamiento de la derecha que tiene contaminada a la gente. Cuando ellos
dicen que los políticos no debían cobrar, que son todos iguales... todo
eso. Eso impregna a la gente por la potencia de su aparato de
propaganda, pero también por las técnicas goebbelianas, las de los
fascismos y de los nazis, para arrastrar a las clases subalternas del
lado de la gran derecha reaccionaria, cuando son aliados potenciales y
lógicos de la izquierda. Por lo tanto, lo que falta es pensar en tener
de mayoría social y de izquierda social y no de izquierda convencional
históricauy por arriba como ocurrió en la suplantación de la quiebra democrática
por la reforma política. Tenemos que aprender de aquello para que no
vuelva a acontecer ahora. Y algo muy importante: lograr la eclosión de
un pensamiento alternativo de izquierda que desplace de la hegemonía al
pensamiento de la derecha que tiene contaminada a la gente. Cuando ellos
dicen que los políticos no debían cobrar, que son todos iguales... todo
eso. Eso impregna a la gente por la potencia de su aparato de
propaganda, pero también por las técnicas goebbelianas, las de los
fascismos y de los nazis, para arrastrar a las clases subalternas del
lado de la gran derecha reaccionaria, cuando son aliados potenciales y
lógicos de la izquierda. Por lo tanto, lo que falta es pensar en tener
de mayoría social y de izquierda social y no de izquierda convencional
histórica
xantarhori- Cantidad de envíos : 1006
Fecha de inscripción : 28/06/2012
Re: Galicia: "Los poderes financieros tienen a los partidos tradicionales agarrados por las deudas"
Ni voy a leer esto, lo unico que digo que si ese viejo raro y con cara de no jugar con agua hace rato, me sale delante, salgo corriendo...no decian que los cromagnones ya se terminaron en Europa??
_________________
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50980
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: Galicia: "Los poderes financieros tienen a los partidos tradicionales agarrados por las deudas"
Muy interesante esa entrevista.
Sócrates- Admin
- Cantidad de envíos : 11527
Fecha de inscripción : 18/03/2009
Re: Galicia: "Los poderes financieros tienen a los partidos tradicionales agarrados por las deudas"
TODO EL MUNDO DEBE, INCLUÍDOS A LOS QUE LES DEBEN.
CalaveraDeFidel- Cantidad de envíos : 19144
Fecha de inscripción : 21/02/2009
Re: Galicia: "Los poderes financieros tienen a los partidos tradicionales agarrados por las deudas"
asi es...
_________________
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50980
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: Galicia: "Los poderes financieros tienen a los partidos tradicionales agarrados por las deudas"
Ave María purísima.
Hermanos:
Hermanos:
Este obispo tiene muy buenas sensaciones con relación a las elecciones gallegas (no así en cuanto a las vascas, que están dominadas por el separatismo y la masturbación), por lo que invita a la alegría a todo el pueblo cristiano entonando esta conocida canción religiosa, dedicada especialmente a doña Marlince Piscinas Jacuzzi (en este foro denominada "Mar"):
QUÉ ALEGRÍA CUANDO ME DIJERON
QUE HABRÁ NUEVA DOSIS DE PP
YA ESTÁN FROTÁNDOSE LAS MANOS
LOS OBISPOS Y EL CAPITAL
Palabra de Dios.
pjrngw- Cantidad de envíos : 44
Fecha de inscripción : 01/09/2011
Re: Galicia: "Los poderes financieros tienen a los partidos tradicionales agarrados por las deudas"
Azali escribió:Ni voy a leer esto, lo unico que digo que si ese viejo raro y con cara de no jugar con agua hace rato, me sale delante, salgo corriendo...no decian que los cromagnones ya se terminaron en Europa??
No ofendas al ídolo de Sócrates y vaca sagrada suya
CalaveraDeFidel- Cantidad de envíos : 19144
Fecha de inscripción : 21/02/2009
Re: Galicia: "Los poderes financieros tienen a los partidos tradicionales agarrados por las deudas"
Ni en las buenas pelis sale alguien tan bien caracterizado como este hombre, ni digo de que, pues es obvio..
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Azali- Admin
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Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: Galicia: "Los poderes financieros tienen a los partidos tradicionales agarrados por las deudas"
No te metas con el V.S - viejo sucio no, Vaca Sagrada del nacionalismo gallego.
CalaveraDeFidel- Cantidad de envíos : 19144
Fecha de inscripción : 21/02/2009
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