Exodo masivo de cubanos.El Mariel.

por Alver Dom Oct 21, 2012 12:51 pm

MUNDO

EE.UU.

A 32 años de los “marielitos”, el éxodo de miles de cubanos a EE.UU.

POR INDAGEL BETANCOURT *

El gobierno de La Habana les permitió dejar la isla por el puerto de El Mariel y escapó una multitud. Este artículo describe cómo era aquella Cuba en la que se produjo ese notable fenómeno. Y en qué se fue convirtiendo luego.

IMÁGENES

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Documento. La imagen de 1980 muestra un pesquero cubano en Key West llevando a parte de los “marielitos”/AP

ESPECIAL PARA CLARÍN - 20/10/12

Una noche de 1980, con apenas 7 años, me vi junto a unos primos, tirando huevos a la casa de un vecino. La situación era extraña, supongo que me habrá divertido la complicidad de ser un pequeño bandido haciendo travesuras. Pero no se me olvida nunca cuando llegó el Ford Falcon (que allá nada tiene que ver con desaparecidos); y el dueño de la casa salió con su equipaje a subirse en aquel auto azul con cristales polarizados. Era alto, de unos cincuenta años tal vez, de rostro largo y pelada prominente. Un huevo impactó contra su frente. El hombre sacó un pañuelo, se limpió lentamente y dijo: “Guarden los huevos, los van a necesitar”. Se subió al auto y desapareció rumbo al aeropuerto de Camagüey.

Al otro día, toda la ciudad portuaria de Nuevitas (pueblo donde nací en la costa norte casi oriental de Cuba), andaba con cartones de huevos. Recuerdo que mi mamá me fue a buscar a la escuela. El registro civil quedaba en nuestro trayecto; allí nos topamos con pelotones de gente que habían liberado del trabajo para que fueran a repudiar a los “gusanos”; es decir, a aquellos ciudadanos que habían decidido irse a Estados Unidos acogiéndose a la franquicia que había anunciado Fidel Castro.

Mi madre se sumó al acto revolucionario y, junto a un pelotón de gente, seguimos como diez cuadras a una mujer. Era una mulata. Le hicieron colgarse al cuello un cartelito con el dibujo de un gusano y todos, como en un ritual carnavalesco, gritábamos: “Pin pon fuera, abajo la gusanera”. La cosa, por perversa, era divertida, el pueblo lo vivía con orgullo. En tanto, la mulata casi blanca del miedo se refugió en una casa: a los huevos se agregaban escupitajos y otros improperios que dependía del grado de compromiso revolucionario que quisiera demostrar su autor.

Todo eso formaba parte de lo que se conoce como el éxodo del Mariel que duró desde el 15 de abril al 31 de octubre de 1980. A pesar de que el entonces presidente de EE.UU., Jimmy Carter, fue el único que ha intentado dialogar con el gobierno cubano, recibir a los marielitos fue uno de los factores de su derrota en las elecciones de ese año.

Las historias del Mariel son infinitas y de todo calibre. Pero, por suerte para los que nos quedamos entonces, trasmitían en vivo las Olimpíadas de Moscú 80, con el oso Misha como mascota y el oro de los boxeadores comandados por Teófilo Stevenson. Recuerdo que fue también el año del primer y único cosmonauta cubano; el 18 de septiembre de 1980 el teniente coronel Arnaldo Tamayo Méndez llevó a cabo el histórico vuelo al espacio del primer americano, no estadounidense, en la cosmonave soviética Soyuz 38. Así, de los “escombros” apátridas (otra nominación para los “gusanos”) a los héroes de la República, 1980 terminaba aún más de dividir a los cubanos entre los que se fueron y los que se quedaron.

Una década después, y ya con 21 años, regresé a Nuevitas. Viajé en tren con una pesada máquina de escribir. Me había propuesto terminar ese fin de semana una obra de teatro. Era agosto de 1994 y, en mi primera mañana, fui a buscar el mar: el horizonte y el viento untado de salitre, paisaje caro a todo isleño. Pero la bahía estaba alborotada. Incluso ese muelle que usaban pocos pescadores estaba lleno de gente que llegaban en autos y los vendían al mejor postor o los canjeaban por pequeños barcos para subirse y partir a alta mar.

Pasaban los días del llamado Período Especial, una profunda crisis económica afecta desde entonces a Cuba, debido al bloqueo norteamericano que sigue vigente y a la entonces caída del bloque socialista. Tres barcos remolcadores de la bahía de La Habana habían sido tomados por secuestradores. Por su parte, en 1987, EE.UU. se había comprometido con Cuba a otorgar hasta un máximo de 20 mil visas al año. Sin embargo, entre 1987 y 1994 solamente se habían dado 11.222 visas de un supuesto total de 160 mil. El 13 de agosto de 1994, Fidel Castro, ante estas circunstancias anunció en un discurso que, a partir de ese momento, se retirarían los guardas fronterizos.

Mis siguientes días en Nuevitas de aquel verano fueron acompañados de la lectura de “El recurso del método”, de Alejo Carpentier. Entonces hallé un fragmento que no olvido nunca: “El «¿te acuerdas? ¿te acuerdas?», era fórmula sacramental –ya cotidiana–, para la evocación de muertos y cosas muertas que explicaban los mecanismos, a menudo secretos, de un pretérito remozado, sacado de contextos lejanos para ser traído a estas latitudes”.

Noticias de balseros que nunca volvieron a pisar tierra; otros que a los tres días recalaban en los cayos de nuestra costa pensando que estaban en Miami. Amigos convidándome a irnos y una obra de teatro que nunca estrené es bastante poco para acordarme de esa época. La recuerdo ahora que, como decía un viejo amigo de Nuevitas jugando al dominó, el Gobierno cubano comprendió la necesidad de cambiar obsoletas leyes migratorias que datan de 1961 y 1976, en plena Guerra fría.

Nada sostenía la existencia de tales restricciones, salvo las nostalgias de una dirigencia arcaica. Los emigrantes cubanos que no sólo se limitan a la poderosa comunidad de Miami, han madurado políticamente. Los beneficios son claros: sociales, políticos y económicos. Romper con las dicotomías del afuera y el adentro, el “gusano” y el “revolucionario”. Más una sensación de libertad del ciudadano que ayudará a descomprimir el “sueño de la Coca Cola” que ataca a tantos cubanos, para ubicarlos en una realidad político–económica mundial.

* Escritor cubano

por Alver Dom Oct 21, 2012 12:59 pm

Y agregar a los cientos de enfermos mentales ,desvalidos, que fueron sacados,desterrados, cruel e indiscriminadamente de su pais ,y sacados de los hospitales donde se hallaban internados para lanzarlos fuera de la isla como si fuesen los peores criminales.

Y de los millares de delincuentes comunes ,asesinos,que sacaron de las prisiones para enviarlos a delinquir y asesinar a gente inocente en las calles estadounidenses .

Alv.

por Azali Dom Oct 21, 2012 1:14 pm

Y obligaron bajo amenazas a irse a homosexuales, que he tenido testimonio de gente que vivio eso.

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