LA LOCURA DE IRAK
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LA LOCURA DE IRAK
http://blogs.elespectador.com/cosmopolita/2013/03/16/la-marcha-de-la-locura-diez-anos-de-la-guerra-contra-irak/
La Marcha de la Locura: diez años de la guerra contra Irak
Por: Juan Gabriel Gómez Albarello
Este martes se cumplen diez años de la invasión a Irak. Han sido diez años de las mayores iniquidades de la historia reciente.
Lo que ocurrió en Ruanda es una iniquidad feroz, pero uno puede decir que esa fue una iniquidad por omisión. La de Irak ha sido iniquidad deliberada.
En septiembre del 2001, Samantha Power publicó en The Atlantic la crónica definitiva acerca de cómo el Departamento de Estado hizo todo lo posible para evitar cualquier intervención que sirviera para detener el genocidio en Ruanda. Power puso en la esfera pública una información que no teníamos acerca de la responsabilidad de numerosos oficiales del Departamento de Estado en el diseño deliberado de una política consistente en no intervenir. Uno de esos oficiales es la infame Susan Rice, quien hoy funge de embajadora de los Estados Unidos en Naciones Unidas y a quien un escándalo le impidió ser Secretaria de Estado.
En el caso de la guerra contra Irak no hay falta de información. Hay muchísima acerca de la forma como se planeó la guerra y cómo se puso en marcha una extraordinaria maquinaria para justificarla. Contrario a lo que ocurrió en el caso de Vietnam, en el cual el gobierno de los Estados Unidos recurrió al secreto para organizar la intervención, en el de Irak todo parecía ser la crónica de una muerte anunciada.
La obsesión de la extrema derecha con Irak fue un asunto que esa misma extrema derecha puso en el debate público desde finales de los años 1990. Un grupo de intelectuales y políticos agrupados en lo que ellos mismos denominaron Project for the New American Century (El Proyecto para un Nuevo Siglo [de Hegemonía] Estadounidense) le plantearon repetidamente al gobierno de Bill Clinton que la única solución con respecto a Irak era deponer a Saddam Hussein. Con la victoria de George W. Bush en las elecciones del año 2000, el proyecto se concretó en una serie de decisiones que ya conocemos. Cheney, Rumsfeld, Wolfowitz & Co, orquestaron una guerra injusta por la cual deberían ser llevados algún día ante un tribunal internacional.
Hoy está claro que el gobierno de Irak no tenía armas de destrucción masiva. El encargado de buscarlas, David Key, compareció en enero del 2004 ante un comité del Senado estadounidense y declaró, “Resultó que estábamos todos equivocados (…).” Sin embargo, durante los meses que precedieron a la invasión a Irak, la posesión de armas de destrucción masiva devino en el mantra con el cual se justificó la guerra contra ese país.
Creo que no hay otro caso en el cual los medios de comunicación le hallan fallado al público tan gravemente como en el caso de la guerra contra Irak. La complacencia con la versión oficial fue general. Sólo los llamados medios alternativos se atrevieron a ponerla en cuestión. A los ojos de la mayoría, esa era sin embargo la actitud de unos lunáticos o de unos traidores.
La confusión entre periodismo y propaganda alcanzó su grado máximo durante la misma guerra. Los periodistas fueron desplegados en unidades militares con el fin de asegurar un mayor cubrimiento. Terminaron cubriendo y refrendando la versión oficial.
Esta confusión fue, sin embargo, propiciada por otra: la del deseo y la realidad. Luego de una década de holgura económica y en el curubito de la indiscutible victoria sobre la Unión Soviética, la soberbia del poder oscureció todo asomo de razón. El resumen más elocuente del delirio político que permitió la guerra contra Irak es este testimonio de Ron Suskind cuando entrevistó a un asesor de George W. Bush (presumiblemente Karl Rove):
“En el verano del 2002, luego de haber escrito un artículo en Esquire acerca de la antigua directora de comunicaciones de Bush, Karen Hughes, que no le gustó a la Casa Blanca, tuve una reunión con un importante consejero de Bush. Me manifestó el disgusto de la Casa Blanca y luego me dijo algo que en ese momento no comprendí completamente – pero que ahora creo que revela el núcleo de la política del presidente Bush.
“El consejero dijo que tipos como yo pertenecíamos a «lo que llamamos la comunidad basada-en-la realidad», la cual él definió como la gente que «cree que las soluciones surgen del estudio juicioso de la realidad discernible.” Con un meneo de cabeza expresé mi asentimiento y murmuré algo acerca de los principios de la Ilustración y el empirismo. Él me cortó de una. «Esa ya no es la manera en la cual realmente funciona el mundo » y continuó, «Ahora somos un imperio y, cuando actuamos, creamos nuestra propia realidad. Y mientras ustedes estudian esa realidad – juiciosamente, como ustedes lo hacen – nosotros actuaremos de nuevo, creando otras realidades nuevas que ustedes también pueden estudiar, y así es como las cosas terminan ocupando su lugar. Somos los actores de la historia … y usted, todos ustedes, quedarán a un lado simplemente para estudiar lo que hacemos.»”
Hace treinta años la historiadora Barbara Tuchman escribió un libro titulado La Marcha de la Locura. En ese libro Tuchman se propuso explicar cómo un gobierno puede tomar decisiones contrarias a sus propios intereses. Su lectura proporciona argumentos muy fuertes en favor del anarquismo pues caso tras caso uno encuentra que el poder corrompe y obnubila. Tuchman cita, y su análisis refrenda, la opinión de John Adams, “Mientras que todas las demás ciencias han avanzado, la del gobierno está detenida; se practica sólo un poco mejor ahora que hace tres mil o cuatro mil años.”
En un gesto que justifica todos los esfuerzos de los historiadores y científicos sociales, Tuchman hace referencia a un caso en el cual un gobernante pudo superar la oscuridad de su propio auto-engaño: la decisión de Anwar el-Sadat de hacer la paz con Israel. Con mucha esperanza, de este solo caso se podría concluir que los seres humanos podemos aprender de lo ocurrido en el pasado, lo cual valida la tarea de quienes se dedican a reconstruirlo y entenderlo. No obstante, Tuchman no parece ser tan optimista. Ella es adicta al aforismo de Voltaire, “La historia nunca se repite a sí misma; el hombre siempre lo hace.”
Hace diez años fue Irak. Hoy es Irán. ¿Quién puede detener esta marcha de locos?
La Marcha de la Locura: diez años de la guerra contra Irak
Por: Juan Gabriel Gómez Albarello
Este martes se cumplen diez años de la invasión a Irak. Han sido diez años de las mayores iniquidades de la historia reciente.
Lo que ocurrió en Ruanda es una iniquidad feroz, pero uno puede decir que esa fue una iniquidad por omisión. La de Irak ha sido iniquidad deliberada.
En septiembre del 2001, Samantha Power publicó en The Atlantic la crónica definitiva acerca de cómo el Departamento de Estado hizo todo lo posible para evitar cualquier intervención que sirviera para detener el genocidio en Ruanda. Power puso en la esfera pública una información que no teníamos acerca de la responsabilidad de numerosos oficiales del Departamento de Estado en el diseño deliberado de una política consistente en no intervenir. Uno de esos oficiales es la infame Susan Rice, quien hoy funge de embajadora de los Estados Unidos en Naciones Unidas y a quien un escándalo le impidió ser Secretaria de Estado.
En el caso de la guerra contra Irak no hay falta de información. Hay muchísima acerca de la forma como se planeó la guerra y cómo se puso en marcha una extraordinaria maquinaria para justificarla. Contrario a lo que ocurrió en el caso de Vietnam, en el cual el gobierno de los Estados Unidos recurrió al secreto para organizar la intervención, en el de Irak todo parecía ser la crónica de una muerte anunciada.
La obsesión de la extrema derecha con Irak fue un asunto que esa misma extrema derecha puso en el debate público desde finales de los años 1990. Un grupo de intelectuales y políticos agrupados en lo que ellos mismos denominaron Project for the New American Century (El Proyecto para un Nuevo Siglo [de Hegemonía] Estadounidense) le plantearon repetidamente al gobierno de Bill Clinton que la única solución con respecto a Irak era deponer a Saddam Hussein. Con la victoria de George W. Bush en las elecciones del año 2000, el proyecto se concretó en una serie de decisiones que ya conocemos. Cheney, Rumsfeld, Wolfowitz & Co, orquestaron una guerra injusta por la cual deberían ser llevados algún día ante un tribunal internacional.
Hoy está claro que el gobierno de Irak no tenía armas de destrucción masiva. El encargado de buscarlas, David Key, compareció en enero del 2004 ante un comité del Senado estadounidense y declaró, “Resultó que estábamos todos equivocados (…).” Sin embargo, durante los meses que precedieron a la invasión a Irak, la posesión de armas de destrucción masiva devino en el mantra con el cual se justificó la guerra contra ese país.
Creo que no hay otro caso en el cual los medios de comunicación le hallan fallado al público tan gravemente como en el caso de la guerra contra Irak. La complacencia con la versión oficial fue general. Sólo los llamados medios alternativos se atrevieron a ponerla en cuestión. A los ojos de la mayoría, esa era sin embargo la actitud de unos lunáticos o de unos traidores.
La confusión entre periodismo y propaganda alcanzó su grado máximo durante la misma guerra. Los periodistas fueron desplegados en unidades militares con el fin de asegurar un mayor cubrimiento. Terminaron cubriendo y refrendando la versión oficial.
Esta confusión fue, sin embargo, propiciada por otra: la del deseo y la realidad. Luego de una década de holgura económica y en el curubito de la indiscutible victoria sobre la Unión Soviética, la soberbia del poder oscureció todo asomo de razón. El resumen más elocuente del delirio político que permitió la guerra contra Irak es este testimonio de Ron Suskind cuando entrevistó a un asesor de George W. Bush (presumiblemente Karl Rove):
“En el verano del 2002, luego de haber escrito un artículo en Esquire acerca de la antigua directora de comunicaciones de Bush, Karen Hughes, que no le gustó a la Casa Blanca, tuve una reunión con un importante consejero de Bush. Me manifestó el disgusto de la Casa Blanca y luego me dijo algo que en ese momento no comprendí completamente – pero que ahora creo que revela el núcleo de la política del presidente Bush.
“El consejero dijo que tipos como yo pertenecíamos a «lo que llamamos la comunidad basada-en-la realidad», la cual él definió como la gente que «cree que las soluciones surgen del estudio juicioso de la realidad discernible.” Con un meneo de cabeza expresé mi asentimiento y murmuré algo acerca de los principios de la Ilustración y el empirismo. Él me cortó de una. «Esa ya no es la manera en la cual realmente funciona el mundo » y continuó, «Ahora somos un imperio y, cuando actuamos, creamos nuestra propia realidad. Y mientras ustedes estudian esa realidad – juiciosamente, como ustedes lo hacen – nosotros actuaremos de nuevo, creando otras realidades nuevas que ustedes también pueden estudiar, y así es como las cosas terminan ocupando su lugar. Somos los actores de la historia … y usted, todos ustedes, quedarán a un lado simplemente para estudiar lo que hacemos.»”
Hace treinta años la historiadora Barbara Tuchman escribió un libro titulado La Marcha de la Locura. En ese libro Tuchman se propuso explicar cómo un gobierno puede tomar decisiones contrarias a sus propios intereses. Su lectura proporciona argumentos muy fuertes en favor del anarquismo pues caso tras caso uno encuentra que el poder corrompe y obnubila. Tuchman cita, y su análisis refrenda, la opinión de John Adams, “Mientras que todas las demás ciencias han avanzado, la del gobierno está detenida; se practica sólo un poco mejor ahora que hace tres mil o cuatro mil años.”
En un gesto que justifica todos los esfuerzos de los historiadores y científicos sociales, Tuchman hace referencia a un caso en el cual un gobernante pudo superar la oscuridad de su propio auto-engaño: la decisión de Anwar el-Sadat de hacer la paz con Israel. Con mucha esperanza, de este solo caso se podría concluir que los seres humanos podemos aprender de lo ocurrido en el pasado, lo cual valida la tarea de quienes se dedican a reconstruirlo y entenderlo. No obstante, Tuchman no parece ser tan optimista. Ella es adicta al aforismo de Voltaire, “La historia nunca se repite a sí misma; el hombre siempre lo hace.”
Hace diez años fue Irak. Hoy es Irán. ¿Quién puede detener esta marcha de locos?
Sócrates- Admin
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Fecha de inscripción : 18/03/2009
Re: LA LOCURA DE IRAK
http://www.mundoarabe.org/samir_nair.htm
Bush ha perdido la guerra en Irak
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/06/13/actualidad/1402683202_858007.HTML
Irak: año 11
La civilización más antigua del Mediterráneo, el célebre país de Nínive, en el corazón de Mesopotamia, ha visto a lo largo de su historia milenaria a cientos de pueblos recorrer sus tierras sin jamás perder su alma. Este país, cuna de la civilización abasida y hogar del nacionalismo secular y antiimperial árabe, se halla hoy sumergido en el caos, acumulando mártires desde 2003, año de su destrucción a manos de Estados Unidos y Gran Bretaña en coalición. A día de hoy, la organización terrorista autoproclamada Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) se halla a 90 kilómetros de la capital, Bagdad, después de haber conquistado Mosul, segunda ciudad más importante del país.
¿Qué es el EIIL? Una organización sangrienta nacida de la descomposición de Al Qaeda y, desde un punto de vista histórico, de la destrucción de Irak en 2003, ya que el integrismo islamista no existía en este país antes de esa fecha. Es fruto de la agresión militar americana y británica y del odio desbocado de algunos países occidentales hacia los Estados árabes seculares desde la Segunda Guerra Mundial.
(...)
Bush ha perdido la guerra en Irak
SAMI NAIR
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/06/13/actualidad/1402683202_858007.HTML
Irak: año 11
La civilización más antigua del Mediterráneo, el célebre país de Nínive, en el corazón de Mesopotamia, ha visto a lo largo de su historia milenaria a cientos de pueblos recorrer sus tierras sin jamás perder su alma. Este país, cuna de la civilización abasida y hogar del nacionalismo secular y antiimperial árabe, se halla hoy sumergido en el caos, acumulando mártires desde 2003, año de su destrucción a manos de Estados Unidos y Gran Bretaña en coalición. A día de hoy, la organización terrorista autoproclamada Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) se halla a 90 kilómetros de la capital, Bagdad, después de haber conquistado Mosul, segunda ciudad más importante del país.
¿Qué es el EIIL? Una organización sangrienta nacida de la descomposición de Al Qaeda y, desde un punto de vista histórico, de la destrucción de Irak en 2003, ya que el integrismo islamista no existía en este país antes de esa fecha. Es fruto de la agresión militar americana y británica y del odio desbocado de algunos países occidentales hacia los Estados árabes seculares desde la Segunda Guerra Mundial.
(...)
Sócrates- Admin
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Fecha de inscripción : 18/03/2009
Re: LA LOCURA DE IRAK
La locura tuya.
Hussein era el mal, combatía el mal siendo el Mal, destrás de Hezboláh está el mal, detrás de cada decapitación y crucificción está el mal, con hamas está el mal, destrás de cada atentado terrorista está el mal,de cada cinturón explisovo está el mal.
La simiente del mal está en esos hijos de puta.
Hussein era el mal, combatía el mal siendo el Mal, destrás de Hezboláh está el mal, detrás de cada decapitación y crucificción está el mal, con hamas está el mal, destrás de cada atentado terrorista está el mal,de cada cinturón explisovo está el mal.
La simiente del mal está en esos hijos de puta.
CalaveraDeFidel- Cantidad de envíos : 19144
Fecha de inscripción : 21/02/2009
Re: LA LOCURA DE IRAK
Estan matando a los que no tengan su religion, los estan reprimiendo, los estan aislando, hay que dejar que lo hagan?
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Azali- Admin
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Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: LA LOCURA DE IRAK
Eso es una pregunta muy genérica. No todas las vidas humanas tienen para algunos el mismo valor. A Sócrates hay que decirle quién mata (ETA-Bildu, Castro, Stalin o Franco y Pinochet) antes de que te responda si está bien o mal.
CalaveraDeFidel- Cantidad de envíos : 19144
Fecha de inscripción : 21/02/2009
Re: LA LOCURA DE IRAK
Azali escribió:Estan matando a los que no tengan su religion, los estan reprimiendo, los estan aislando, hay que dejar que lo hagan?
Respondo a Azali. Al Cala, sólo le recomiendo alguna camisa de fuerza.
Parece que no entiendes el sentido de lo que digo o de lo que pongo de otros sobre el tema. Había que empezar por no haber invadido Irak, que es la causa de que se haya reactivado el fanatismo islamista.
Sadam no era islamista aunque fuera, al menos de cara a la galería, musulmán, pero una cosa es que un país sea musulmán y otra que tenga un régimen islamista. Sadam Hussein era enemigo de Al Qaeda, de los islamistas en general y del régimen islamista de Irán, contra el que lo utilizó Estados Unidos porque a Estados Unidos no le importa lo más mínimo que en otros países haya dictadura o democracia sino sus propios intereses, y así puede aliarse o hacerle la guerra a un determinado país, sea islamista, democrático o dictatorial, como estamos cansados de ver.
La razón de la invasión de Irak NO fue que allí hubiera una dictadura ni mucho menos. La razón declarada fue que tenía armas de destrucción masiva, sin esperar a que los inspectores de la ONU terminaran su función, nunca el régimen político que había en el país. La razón real, dominio, neoimperialismo, neocolonialismo, poner gobiernos manejables. Es decir, utilizaron una siniestra mentira para poder hacer lo que previamente habían decidido, engañando a mucha gente, sobre todo en su propio país.
Mintieron para invadir y como consecuencia hubo y sigue habiendo cientos de miles de muertos y otras víctimas. A este paso pronto habrá que hablar de millones, en un país de 34 millones de habitantes a pesar de que la gente se reproduce como moscas, como ocurre en todos los países capitalistas subdesarrollados. Cuanto más matan, más se reproducen.
Ahora la situación puede ser irreversible. No van a acabar con el islamismo a base de bombas sino de convencer a la población, y a la población han estado convenciéndola de todo lo contrario, a base de bombardeos, genocidios, frecuentes ataques a la población civil y empeoramiento de las condiciones de vida de la gente. Hacer todo lo contrario es lo único que puede acabar con el fanatismo e ignorancia de la gente, pero la OTAN encendió la mecha y ahora está derrotada. Lo malo es que no está derrotada por nada democrático ni progresista sino por su propia semilla: no había islamismo en el país y ahora el islamismo está a punto de tomar el poder. Felicidades.
Sócrates- Admin
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Azali- Admin
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Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: LA LOCURA DE IRAK
Tú sí que eres boba.
Sócrates- Admin
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Fecha de inscripción : 18/03/2009
Re: LA LOCURA DE IRAK
Sócrates escribió:http://blogs.elespectador.com/cosmopolita/2013/03/16/la-marcha-de-la-locura-diez-anos-de-la-guerra-contra-irak/
La Marcha de la Locura: diez años de la guerra contra Irak
Por: Juan Gabriel Gómez Albarello
Este martes se cumplen diez años de la invasión a Irak. Han sido diez años de las mayores iniquidades de la historia reciente.
Lo que ocurrió en Ruanda es una iniquidad feroz, pero uno puede decir que esa fue una iniquidad por omisión. La de Irak ha sido iniquidad deliberada.
En septiembre del 2001, Samantha Power publicó en The Atlantic la crónica definitiva acerca de cómo el Departamento de Estado hizo todo lo posible para evitar cualquier intervención que sirviera para detener el genocidio en Ruanda. Power puso en la esfera pública una información que no teníamos acerca de la responsabilidad de numerosos oficiales del Departamento de Estado en el diseño deliberado de una política consistente en no intervenir. Uno de esos oficiales es la infame Susan Rice, quien hoy funge de embajadora de los Estados Unidos en Naciones Unidas y a quien un escándalo le impidió ser Secretaria de Estado.
En el caso de la guerra contra Irak no hay falta de información. Hay muchísima acerca de la forma como se planeó la guerra y cómo se puso en marcha una extraordinaria maquinaria para justificarla. Contrario a lo que ocurrió en el caso de Vietnam, en el cual el gobierno de los Estados Unidos recurrió al secreto para organizar la intervención, en el de Irak todo parecía ser la crónica de una muerte anunciada.
La obsesión de la extrema derecha con Irak fue un asunto que esa misma extrema derecha puso en el debate público desde finales de los años 1990. Un grupo de intelectuales y políticos agrupados en lo que ellos mismos denominaron Project for the New American Century (El Proyecto para un Nuevo Siglo [de Hegemonía] Estadounidense) le plantearon repetidamente al gobierno de Bill Clinton que la única solución con respecto a Irak era deponer a Saddam Hussein. Con la victoria de George W. Bush en las elecciones del año 2000, el proyecto se concretó en una serie de decisiones que ya conocemos. Cheney, Rumsfeld, Wolfowitz & Co, orquestaron una guerra injusta por la cual deberían ser llevados algún día ante un tribunal internacional.
Hoy está claro que el gobierno de Irak no tenía armas de destrucción masiva. El encargado de buscarlas, David Key, compareció en enero del 2004 ante un comité del Senado estadounidense y declaró, “Resultó que estábamos todos equivocados (…).” Sin embargo, durante los meses que precedieron a la invasión a Irak, la posesión de armas de destrucción masiva devino en el mantra con el cual se justificó la guerra contra ese país.
Creo que no hay otro caso en el cual los medios de comunicación le hallan fallado al público tan gravemente como en el caso de la guerra contra Irak. La complacencia con la versión oficial fue general. Sólo los llamados medios alternativos se atrevieron a ponerla en cuestión. A los ojos de la mayoría, esa era sin embargo la actitud de unos lunáticos o de unos traidores.
La confusión entre periodismo y propaganda alcanzó su grado máximo durante la misma guerra. Los periodistas fueron desplegados en unidades militares con el fin de asegurar un mayor cubrimiento. Terminaron cubriendo y refrendando la versión oficial.
Esta confusión fue, sin embargo, propiciada por otra: la del deseo y la realidad. Luego de una década de holgura económica y en el curubito de la indiscutible victoria sobre la Unión Soviética, la soberbia del poder oscureció todo asomo de razón. El resumen más elocuente del delirio político que permitió la guerra contra Irak es este testimonio de Ron Suskind cuando entrevistó a un asesor de George W. Bush (presumiblemente Karl Rove):
“En el verano del 2002, luego de haber escrito un artículo en Esquire acerca de la antigua directora de comunicaciones de Bush, Karen Hughes, que no le gustó a la Casa Blanca, tuve una reunión con un importante consejero de Bush. Me manifestó el disgusto de la Casa Blanca y luego me dijo algo que en ese momento no comprendí completamente – pero que ahora creo que revela el núcleo de la política del presidente Bush.
“El consejero dijo que tipos como yo pertenecíamos a «lo que llamamos la comunidad basada-en-la realidad», la cual él definió como la gente que «cree que las soluciones surgen del estudio juicioso de la realidad discernible.” Con un meneo de cabeza expresé mi asentimiento y murmuré algo acerca de los principios de la Ilustración y el empirismo. Él me cortó de una. «Esa ya no es la manera en la cual realmente funciona el mundo » y continuó, «Ahora somos un imperio y, cuando actuamos, creamos nuestra propia realidad. Y mientras ustedes estudian esa realidad – juiciosamente, como ustedes lo hacen – nosotros actuaremos de nuevo, creando otras realidades nuevas que ustedes también pueden estudiar, y así es como las cosas terminan ocupando su lugar. Somos los actores de la historia … y usted, todos ustedes, quedarán a un lado simplemente para estudiar lo que hacemos.»”
Hace treinta años la historiadora Barbara Tuchman escribió un libro titulado La Marcha de la Locura. En ese libro Tuchman se propuso explicar cómo un gobierno puede tomar decisiones contrarias a sus propios intereses. Su lectura proporciona argumentos muy fuertes en favor del anarquismo pues caso tras caso uno encuentra que el poder corrompe y obnubila. Tuchman cita, y su análisis refrenda, la opinión de John Adams, “Mientras que todas las demás ciencias han avanzado, la del gobierno está detenida; se practica sólo un poco mejor ahora que hace tres mil o cuatro mil años.”
En un gesto que justifica todos los esfuerzos de los historiadores y científicos sociales, Tuchman hace referencia a un caso en el cual un gobernante pudo superar la oscuridad de su propio auto-engaño: la decisión de Anwar el-Sadat de hacer la paz con Israel. Con mucha esperanza, de este solo caso se podría concluir que los seres humanos podemos aprender de lo ocurrido en el pasado, lo cual valida la tarea de quienes se dedican a reconstruirlo y entenderlo. No obstante, Tuchman no parece ser tan optimista. Ella es adicta al aforismo de Voltaire, “La historia nunca se repite a sí misma; el hombre siempre lo hace.”
Hace diez años fue Irak. Hoy es Irán. ¿Quién puede detener esta marcha de locos?
Bla, bla, bla, bla. Propaganda comunista
Norrojo- Cantidad de envíos : 1094
Fecha de inscripción : 24/06/2013
Localización : España
Re: LA LOCURA DE IRAK
Argumentos que no eres capaz de rebatir.
Sócrates- Admin
- Cantidad de envíos : 11525
Fecha de inscripción : 18/03/2009
Re: LA LOCURA DE IRAK
Eres tú quien no tiene argumentos, qué carajo hay que rebatir...Sócrates escribió:Argumentos que no eres capaz de rebatir.
¿De qué lado estabas tú en todo esto, y el Castro entonces, y todo el liderazgo rusófilo?
CalaveraDeFidel- Cantidad de envíos : 19144
Fecha de inscripción : 21/02/2009
Re: LA LOCURA DE IRAK
CalaveraDeFidel escribió:Eres tú quien no tiene argumentos, qué carajo hay que rebatir...Sócrates escribió:Argumentos que no eres capaz de rebatir.
¿De qué lado estabas tú en todo esto, y el Castro entonces, y todo el liderazgo rusófilo?
Yo no hago más que dar argumentos. Decir "propaganda comunista" no es rebatir nada. Y tú no sólo no eres capaz de rebatir nada, como Norrojo, sino que además, en tu caso, dices incoherencias que nadie entiende, lo cual no deja de ser otra muestra de impotencia y desvarío.
Sócrates- Admin
- Cantidad de envíos : 11525
Fecha de inscripción : 18/03/2009
Re: LA LOCURA DE IRAK
Como ya te dije, tus escritos son mierda desde a frase uno, propagadanda, como decir ' Si Alláh mide 1.90...'' ya es mierda desde la frase uno, ¿a qué seguir? ¿Para servirte de terapia?
Mira lo que te pasa cuando te enfrentas a nosotros.
https://www.facebook.com/photo.php?v=10203006532097411
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CalaveraDeFidel- Cantidad de envíos : 19144
Fecha de inscripción : 21/02/2009
Re: LA LOCURA DE IRAK
Hay que ser muy bobo o ingenuo para siquiera entrar a leer un panel titulado pobreza disminuida desde el chavismo, y hay que ser muy ignorante y mala persona para afirmar tales mentiras y negar que sean propaganda.
Bobito.
Bobito.
CalaveraDeFidel- Cantidad de envíos : 19144
Fecha de inscripción : 21/02/2009
Azali- Admin
- Cantidad de envíos : 50978
Fecha de inscripción : 27/10/2008
Re: LA LOCURA DE IRAK
Yo diría hijoputencia, más realista.
CalaveraDeFidel- Cantidad de envíos : 19144
Fecha de inscripción : 21/02/2009
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