Una mujer que navega a contracorriente
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Una mujer que navega a contracorriente
Una mujer que navega a contracorriente
YOANI SANCHEZ ha merecido entre otros reconociemientos los Premios Ortega y Gasset y Maria Moors Cabot de la Universidad de Columbia. ADALBERTO ROQUE / AFP/Getty Images/2008
Por LYDIA MARTIN
lmartin@MiamiHerald.com
Yoani Sánchez, la bloguera que ha ganado un público internacional con la crónica de los detalles absurdos de la vida cotidiana en Cuba, está al teléfono con nosotros desde su apartamento en un piso 14 de La Habana donde los elevadores casi nunca funcionan. Ella habla directa y osadamente, sin los titubeos o las alusiones comunes de la gente de la isla que teme que sus conversaciones telefónicas sean escuchadas.
Sánchez está segura de que las de ella lo son. También, de que la siguen constantemente. Nada de esto ha impedido que siga buscando maneras, a pesar de los intentos de bloquearla por parte del gobierno, de continuar escribiendo en Generación Y, el blog que comenzó en abril del 2007 y por el cual ha ganado varios premios. La revista Time la nombró entre las 100 personas más influyentes en el mundo en el 2008.
A fines de julio, se enteró de que había recibido el Premio Maria Moors Cabot de la Universidad de Columbia, que reconoce los reportajes extraordinarios en América Latina y el Caribe. Pero Yoani Sánchez no espera que el gobierno cubano le permita viajar a Nueva York para la ceremonia de premiación, que tendrá lugar el 14 de octubre.
Aunque Sánchez es tal vez la bloguera de Cuba más conocida, forma parte de un creciente grupo de críticos que se han unido a lo que ella denomina "la balsa virtual''. De hecho, ella ha inspirado a muchos a dedicarse al periodismo y activismo de internet, y brinda entrenamiento sobre cómo llevar un blog y sortear las leyes cubanas que impiden el acceso a internet para la mayoría de la población.
Sánchez y otros blogueros acuden a cibercafés en hoteles destinados principalmente a los turistas extranjeros, donde una hora de conexión cuesta alrededor de $8, fuera del alcance del cubano promedio, cuyo salario mensual está entre $15 a $20. (Sánchez y su esposo, el periodista independiente Reinaldo Escobar, se las arreglan trabajando como guías turísticos y traductores privados).
El sábado, escribió que hay 66 competidores en "Una isla virtual'', un concurso de blogs cubanos que ella ayudó a organizar.
Sánchez y otros blogueros acuden a cibercafés y puntos de acceso en hoteles destinados principalmente a los turistas extranjeros, donde una hora de conexión cuesta alrededor de $8, fuera del alcance del cubano promedio, cuyo salario mensual está entre $15 a $20. (Sánchez y su esposo, el periodista independiente Reinaldo Escobar, se las arreglan trabajando como guías turísticos y traductores privados).
Las personas que antes tenían miedo a expresar su insatisfacción parecen envalentonadas como resultado de la internet, que ayudó a sacar a Cuba de su aislamiento de 50 años de la información.
"No se trata sólo de los blogueros'', dijo Sánchez. "Poco a poco, el ciclo del silencio está llegando a su fin. Uno lo ve en la parada de la guagua, en la cola de los huevos. No es que haya más tolerancia, sino que la gente se está volviendo más atrevida''.
En la isla cada vez más disidentes y grupos de oposición están recurriendo a la tecnología. Lo mismo sucede con los grupos que desde Estados Unidos apoyan la lucha por la democracia en Cuba.
La bloguera, que tiene más lectores en el extranjero que en su propio país, se ha convertido en una especie de heroína para la generación más joven de cubanoamericanos, que la ven como un símbolo común. Como la mayoría de los exiliados cubanos, quienes tienden a ser más moderados que sus padres, Sánchez está a favor del concierto que el cantautor colombiano Juanes tiene programado para el 20 de septiembre en la Plaza de la Revolución de La Habana.
Ella lo reta a que actúe en La Habana, pero sin perder la perspectiva. "Elevará su voz ante un pueblo que ha sido dividido, clasificado según un color político y compulsado al enfrentamiento hacia el que piensa diferente.", escribió Sánchez recientemente en su blog. "Estamos necesitados de su voz, pero sólo si va a cantar sin olvidar a ningún cubano, sin descartar ninguna diferencia."
Cuando se refiere a su generación Sánchez explica, "nosotros vinimos después del desmoronamiento de la Unión Soviética y la caída del Muro de Berlín. Nunca pudimos creer que el sistema crearía una Cuba utópica, porque el experimento ya había ido más allá del fracaso. Como filóloga, yo no me defino a mí misma como una disidente, porque un disidente tiene que creer en algo antes de empezar a oponérsele un día. Yo nunca creí en esa doctrina''.
A pesar de sus críticas al gobierno cubano, y aunque los funcionarios han puesto barreras para que no pueda tener acceso a su propio blog desde ningún lugar de la isla (ella bloguea a ciegas, enviando sus escritos por e-mail, mensaje de texto o por teléfono a amigos suyos en Alemania que manejan el blog y le envían por e-mail los comentarios de los lectores), algunas personas tanto en la isla como fuera de ella creen que Sánchez tiene que ser una doble agente.
"Nadie tiene esa clase de acceso a internet en Cuba'', opina Adyeren Córdoba, quien vive en Kendall y lleva un negocio de instalación de ventanas junto con su esposo. "Cualquiera que haya vivido en Cuba sabe que, al final, todo es una mentira''.
"Yo entiendo que el gobierno ha creado mucha paranoia'', sostiene Sánchez, quien cree que la única razón por la que no ha ido a la cárcel es la exposición internacional que ha ganado con su blog.
Sánchez afirma que solicitará el permiso de salida para viajar a Nueva York a recibir su premio especial. Se trata de la primera vez que el Cabot reconoce a un bloguero. Sin embargo, está segura de que el gobierno le dirá que no, una vez más, como lo hizo cuando pidió permiso para viajar a España en el 2008 a recoger el prestigioso premio Ortega y Gasset.
Nunca se irá de Cuba, "creo que esa es la razón principal por la que el gobierno no me deja viajar'', afirma.
"Ellos saben que yo no me quedaría, sino que regresaría con más información, más contactos, más tecnología. Francamente, yo no creo que la respuesta sea una vida fuera de Cuba, sino una vida en otra Cuba."
http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/cuba/v-fullstory/story/525918.html
YOANI SANCHEZ ha merecido entre otros reconociemientos los Premios Ortega y Gasset y Maria Moors Cabot de la Universidad de Columbia. ADALBERTO ROQUE / AFP/Getty Images/2008
Por LYDIA MARTIN
lmartin@MiamiHerald.com
Yoani Sánchez, la bloguera que ha ganado un público internacional con la crónica de los detalles absurdos de la vida cotidiana en Cuba, está al teléfono con nosotros desde su apartamento en un piso 14 de La Habana donde los elevadores casi nunca funcionan. Ella habla directa y osadamente, sin los titubeos o las alusiones comunes de la gente de la isla que teme que sus conversaciones telefónicas sean escuchadas.
Sánchez está segura de que las de ella lo son. También, de que la siguen constantemente. Nada de esto ha impedido que siga buscando maneras, a pesar de los intentos de bloquearla por parte del gobierno, de continuar escribiendo en Generación Y, el blog que comenzó en abril del 2007 y por el cual ha ganado varios premios. La revista Time la nombró entre las 100 personas más influyentes en el mundo en el 2008.
A fines de julio, se enteró de que había recibido el Premio Maria Moors Cabot de la Universidad de Columbia, que reconoce los reportajes extraordinarios en América Latina y el Caribe. Pero Yoani Sánchez no espera que el gobierno cubano le permita viajar a Nueva York para la ceremonia de premiación, que tendrá lugar el 14 de octubre.
Aunque Sánchez es tal vez la bloguera de Cuba más conocida, forma parte de un creciente grupo de críticos que se han unido a lo que ella denomina "la balsa virtual''. De hecho, ella ha inspirado a muchos a dedicarse al periodismo y activismo de internet, y brinda entrenamiento sobre cómo llevar un blog y sortear las leyes cubanas que impiden el acceso a internet para la mayoría de la población.
Sánchez y otros blogueros acuden a cibercafés en hoteles destinados principalmente a los turistas extranjeros, donde una hora de conexión cuesta alrededor de $8, fuera del alcance del cubano promedio, cuyo salario mensual está entre $15 a $20. (Sánchez y su esposo, el periodista independiente Reinaldo Escobar, se las arreglan trabajando como guías turísticos y traductores privados).
El sábado, escribió que hay 66 competidores en "Una isla virtual'', un concurso de blogs cubanos que ella ayudó a organizar.
Sánchez y otros blogueros acuden a cibercafés y puntos de acceso en hoteles destinados principalmente a los turistas extranjeros, donde una hora de conexión cuesta alrededor de $8, fuera del alcance del cubano promedio, cuyo salario mensual está entre $15 a $20. (Sánchez y su esposo, el periodista independiente Reinaldo Escobar, se las arreglan trabajando como guías turísticos y traductores privados).
Las personas que antes tenían miedo a expresar su insatisfacción parecen envalentonadas como resultado de la internet, que ayudó a sacar a Cuba de su aislamiento de 50 años de la información.
"No se trata sólo de los blogueros'', dijo Sánchez. "Poco a poco, el ciclo del silencio está llegando a su fin. Uno lo ve en la parada de la guagua, en la cola de los huevos. No es que haya más tolerancia, sino que la gente se está volviendo más atrevida''.
En la isla cada vez más disidentes y grupos de oposición están recurriendo a la tecnología. Lo mismo sucede con los grupos que desde Estados Unidos apoyan la lucha por la democracia en Cuba.
La bloguera, que tiene más lectores en el extranjero que en su propio país, se ha convertido en una especie de heroína para la generación más joven de cubanoamericanos, que la ven como un símbolo común. Como la mayoría de los exiliados cubanos, quienes tienden a ser más moderados que sus padres, Sánchez está a favor del concierto que el cantautor colombiano Juanes tiene programado para el 20 de septiembre en la Plaza de la Revolución de La Habana.
Ella lo reta a que actúe en La Habana, pero sin perder la perspectiva. "Elevará su voz ante un pueblo que ha sido dividido, clasificado según un color político y compulsado al enfrentamiento hacia el que piensa diferente.", escribió Sánchez recientemente en su blog. "Estamos necesitados de su voz, pero sólo si va a cantar sin olvidar a ningún cubano, sin descartar ninguna diferencia."
Cuando se refiere a su generación Sánchez explica, "nosotros vinimos después del desmoronamiento de la Unión Soviética y la caída del Muro de Berlín. Nunca pudimos creer que el sistema crearía una Cuba utópica, porque el experimento ya había ido más allá del fracaso. Como filóloga, yo no me defino a mí misma como una disidente, porque un disidente tiene que creer en algo antes de empezar a oponérsele un día. Yo nunca creí en esa doctrina''.
A pesar de sus críticas al gobierno cubano, y aunque los funcionarios han puesto barreras para que no pueda tener acceso a su propio blog desde ningún lugar de la isla (ella bloguea a ciegas, enviando sus escritos por e-mail, mensaje de texto o por teléfono a amigos suyos en Alemania que manejan el blog y le envían por e-mail los comentarios de los lectores), algunas personas tanto en la isla como fuera de ella creen que Sánchez tiene que ser una doble agente.
"Nadie tiene esa clase de acceso a internet en Cuba'', opina Adyeren Córdoba, quien vive en Kendall y lleva un negocio de instalación de ventanas junto con su esposo. "Cualquiera que haya vivido en Cuba sabe que, al final, todo es una mentira''.
"Yo entiendo que el gobierno ha creado mucha paranoia'', sostiene Sánchez, quien cree que la única razón por la que no ha ido a la cárcel es la exposición internacional que ha ganado con su blog.
Sánchez afirma que solicitará el permiso de salida para viajar a Nueva York a recibir su premio especial. Se trata de la primera vez que el Cabot reconoce a un bloguero. Sin embargo, está segura de que el gobierno le dirá que no, una vez más, como lo hizo cuando pidió permiso para viajar a España en el 2008 a recoger el prestigioso premio Ortega y Gasset.
Nunca se irá de Cuba, "creo que esa es la razón principal por la que el gobierno no me deja viajar'', afirma.
"Ellos saben que yo no me quedaría, sino que regresaría con más información, más contactos, más tecnología. Francamente, yo no creo que la respuesta sea una vida fuera de Cuba, sino una vida en otra Cuba."
http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/cuba/v-fullstory/story/525918.html
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