La marginalización como alternativa al Estado Totalitario
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La marginalización como alternativa al Estado Totalitario
La marginalización como alternativa al Estado Totalitario (I)
Enviado por ei en Mayo 13, 2010 – 12:52 pm
Alfredo Gomez Llorens
Dictadura y Estado Totalitario no son la misma cosa, aunque lógicamente, no existe Estado Totalitario sin dictadura. La democracia, en lo que a control social se refiere, a lo más que llega es al Estado Benefactor.
El Estado Totalitario está compuesto por mecanismos de control económicos con el dominio completo de la esfera de la producción y la distribución de bienes y servicios, beneficiando y favoreciendo en mayor o menor medida a individuos y grupos dentro de la sociedad con lo que crea una élite de beneficiados, y una sociedad basada en el privilegio sustituyendo a la sociedad estructurada alrededor de las relaciones monetario-mercantiles que quedan reducidas a sus límites imprescindibles.
El segundo componente del Estado Totalitario son los mecanismos de control social que establecen toda una serie de deberes que el ciudadano tiene con el Estado y que lo hacen merecedor de los bienes y servicios que este le proporciona. Estos mecanismos están basados en las organizaciones revolucionarias; el Partido Comunista, la Juventud Comunista, la Federacion de Mujeres, los Comités de Defensa, los Sindicatos etc., así como un sinnúmero de actividades tales como guardias en los vecindarios, en los centros de trabajo, en las milicias, trabajos voluntarios, mobilizaciones miltares, asambleas sindicales, reuniones del Comité de Defensa, escuelas al campo, Servicio Militar Obligatorio, mobilizaciones para actos gubernamentales etc. Además del control total sobre todos los medios de difusión de ideas; ya sea en la educación, el arte o los medios masivos de comunicación
El tercer componente es la idelogía que justifica todo el atropello contra la libertad que el funcionamiento del Estado Totalitario significa. El totalitarismo no tolera y persigue toda manifestación ideológica, ya sea laica o religiosa, diferente a la oficial; que en este caso era el marxismo-leninismo.
La dictadura es el vehículo de represión que sostiene este tipo de Estado pero, como dije, no son equivalentes. Esencialmente, el Estado Totalitario es la encarnación de la “Revolución” que tiene como objetivo la transformación de la sociedad y el individuo. La dictadura totalitaria es la forma extrema de gobierno dictatorial. En Cuba pudiera decirse que su fecha de nacimiento fue el 28 de septiembre de 1960, cuando se fundan los Comité de Defensa de la Revolución.
Las alternativas de la sociedad frente al Estado Totalitario son: enfrentársele a través de la resistencia armada, emigrando del país o buscando marginalizarse.
Entre 1960 y 1965 tuvo lugar una Guerra Civil donde la sociedad cubana se enfrentó al desarrollo del Estado Totalitario con un costo de miles de muertos y encarcelados; en ese mismo período casi un millón de cubanos salieron al exilio, pero ya a mediados de la década del 60, el totalitarismo estaba consolidado en el país con la ayuda soviética.
La única alternativa que quedó para muchas personas fué tratar de marginarse lo más posible del Estado Totalitario.
¿Qué significaba la marginalización? Fundamentalmente evadirse y no ser cómplice de los agobiantes mecanismos de control social, económico e ideológico en mayor o menor grado, y pagar el precio de la persecución ya que la premisa del Estado Totalitario es que el individuo existe en función del Estado y no al revés. como en las democracias liberales. Mussolini fue el primero que definió el slogan del totalitarismo cuando dijo: “Todo en el estado, todo para el estado, nada fuera del estado, nada contra el estado”. Quedar al margen del Estado se convertía en un delito.
Entre 1965 y 1970 se desató una feroz persecución contra el marginalismo con la mobilización para la Zafra de los Diez Millones, Esto se llamó la Ofensiva Revolucionaria, y de allí surgieron los campos de concentración de la UMAP (1965-1968), el Servicio Militar Obligatorio, etc.
La década de 1970 fué de crecimiento economico. Esto fortaleció al Estado Totalitario a través de varios mecanismos; primero un cierto aumento del nivel de consumo de la población; segundo, una mayor capacidad represiva, y tercero un aumento en la movilidad social por medio de un limitado ingreso a los escalones bajos y medios de la élite como resultado del aumento del aparato burocrático.
En 1980 el gobierno intentó expulsar del país a todo el sector marginal durante el Exodo del Mariel (escoria), pero la década del 80 fué el preámbulo del derrumbe del sistema comunista a nivel mundial.
El proceso de desmantelamiento del Estado Totalitario en el bloque soviético llevó a la liquidación de las dictaduras en Europa Oriental y en la Unión Sovietica entre 1989 y 1991; sin embargo en China no fue así: se preservó la dictadura de partido único y se llegó a un pacto social basado en el crecimiento económico; un proceso que se desarrolló entre 1978 y 1992 aproximadamente.
La desaparición de la URSS súbitamente, precipitó a Cuba en una crisis económica sin precedentes, mayor que la de 1930-34. Entre 1991 y 1994, el intercambio comercial cayó en casi un 80 % mientras que el Producto Interno Bruto se contrajo en un 34.8 % con respecto a 1989. Se entraba en lo que el gobierno denominó “Periodo especial en tiempos de paz”. Semejante catástrofe económica prácticamente desintegró el Estado Totalitario.
Las medidas de política económica que tuvieron que tomar fueron resultado de la posibilidad real de la caída del régimen: (a) Se autorizan las inversiones de capital extranjero y creación de empresas mixtas (b) Se autoriza el trabajo por cuenta propia (c) Se despenaliza el uso del dólar (d) Se crea un mercado especial formado por tiendas para la recaudación de divisas (e) Se autoriza el funcionamiento de mercados agropecuarios e industriales en el que los productores privados pueden concurrir con sus productos (f) Promoción del turismo internacional.
El gobierno, para poder sostener niveles artificiales de pleno empleo tratando de mantener control sobre la población, en una situación de casi parálisis de la producción, provocó un incremento acelerado del déficit presupuestal y de la emisión monetaria. El Estado Totalitario había perdido el control absoluto sobre los factores de producción así como sobre la distribución de los bienes y servicios, y una cada vez mayor porción de la sociedad cubana dejaba de depender del Estado para poder vivir. Perdía su capacidad de otorgar beneficios y privilegios, y por tanto perdía aceleradamente el control político sobre la sociedad que alcanzaba cada vez mayor autonomía. Una economía donde imperaban las relaciones monetario-mercantiles crecía haciéndole competencia a la economía totalitaria del privilegio y del poder, mientras la ideología que lo sustentaba caía en total desprestigio internacional, y los mecanismos de control social se convertían en irrelevantes para un sector cada vez más extendido de la población.
La marginalidad ya no solo se alimentaba del trabajo por cuenta propia, legalizado, y el desvío de recusos, sino que sumaba ahora una fuente de ingresos muy poderosa; las remesas familiares en dólares, y el acceso directo a los extranjeros consumiendo bienes y servicios proveídos por el sector marginal. Se estaba creando una economía del dólar paralela a la debilitada economía del privilegio que sustentaba el Estado Totalitario.
La crisis económica no solo dio lugar a un retroceso del Estado Totalitario, sino que también rebasó los límites económicos, sociales e ideológicos repercutiendo en la esfera política; se amplió la disidencia en tanto un sector de la misma se convierte en oposición, y además tuvo lugar un limitado estallido popular espontáneo en agosto de 1994; el llamado “maleconazo”.
Parecía en aquellos momentos que el régimen podía colapsar, sin embargo, no fue así. El marginalismo absorbió gran parte de la energía social que liberó la tremenda catástrofe económica, y otra parte la absorbe el éxodo de balseros aceptado por el gobierno norteamericano para aliviar la presión que amenazaba con desestabilizar definitivamente a la dictadura de Castro, mientras una pequeña parte de esta energía se materializa en oposición política.(PS: Mañana podrá leer la segunda parte de este ensayo)
-NOTA: El Ejército Juvenil del Trabajo (EJT) es posterior (1973)
-FOTO: El autor, Alfredo Gomez Llorens.
http://eichikawa.com/2010/05/la-marginalizacion-como-alternativa-al-estado-totalitario-i.html
Enviado por ei en Mayo 13, 2010 – 12:52 pm
Alfredo Gomez Llorens
Dictadura y Estado Totalitario no son la misma cosa, aunque lógicamente, no existe Estado Totalitario sin dictadura. La democracia, en lo que a control social se refiere, a lo más que llega es al Estado Benefactor.
El Estado Totalitario está compuesto por mecanismos de control económicos con el dominio completo de la esfera de la producción y la distribución de bienes y servicios, beneficiando y favoreciendo en mayor o menor medida a individuos y grupos dentro de la sociedad con lo que crea una élite de beneficiados, y una sociedad basada en el privilegio sustituyendo a la sociedad estructurada alrededor de las relaciones monetario-mercantiles que quedan reducidas a sus límites imprescindibles.
El segundo componente del Estado Totalitario son los mecanismos de control social que establecen toda una serie de deberes que el ciudadano tiene con el Estado y que lo hacen merecedor de los bienes y servicios que este le proporciona. Estos mecanismos están basados en las organizaciones revolucionarias; el Partido Comunista, la Juventud Comunista, la Federacion de Mujeres, los Comités de Defensa, los Sindicatos etc., así como un sinnúmero de actividades tales como guardias en los vecindarios, en los centros de trabajo, en las milicias, trabajos voluntarios, mobilizaciones miltares, asambleas sindicales, reuniones del Comité de Defensa, escuelas al campo, Servicio Militar Obligatorio, mobilizaciones para actos gubernamentales etc. Además del control total sobre todos los medios de difusión de ideas; ya sea en la educación, el arte o los medios masivos de comunicación
El tercer componente es la idelogía que justifica todo el atropello contra la libertad que el funcionamiento del Estado Totalitario significa. El totalitarismo no tolera y persigue toda manifestación ideológica, ya sea laica o religiosa, diferente a la oficial; que en este caso era el marxismo-leninismo.
La dictadura es el vehículo de represión que sostiene este tipo de Estado pero, como dije, no son equivalentes. Esencialmente, el Estado Totalitario es la encarnación de la “Revolución” que tiene como objetivo la transformación de la sociedad y el individuo. La dictadura totalitaria es la forma extrema de gobierno dictatorial. En Cuba pudiera decirse que su fecha de nacimiento fue el 28 de septiembre de 1960, cuando se fundan los Comité de Defensa de la Revolución.
Las alternativas de la sociedad frente al Estado Totalitario son: enfrentársele a través de la resistencia armada, emigrando del país o buscando marginalizarse.
Entre 1960 y 1965 tuvo lugar una Guerra Civil donde la sociedad cubana se enfrentó al desarrollo del Estado Totalitario con un costo de miles de muertos y encarcelados; en ese mismo período casi un millón de cubanos salieron al exilio, pero ya a mediados de la década del 60, el totalitarismo estaba consolidado en el país con la ayuda soviética.
La única alternativa que quedó para muchas personas fué tratar de marginarse lo más posible del Estado Totalitario.
¿Qué significaba la marginalización? Fundamentalmente evadirse y no ser cómplice de los agobiantes mecanismos de control social, económico e ideológico en mayor o menor grado, y pagar el precio de la persecución ya que la premisa del Estado Totalitario es que el individuo existe en función del Estado y no al revés. como en las democracias liberales. Mussolini fue el primero que definió el slogan del totalitarismo cuando dijo: “Todo en el estado, todo para el estado, nada fuera del estado, nada contra el estado”. Quedar al margen del Estado se convertía en un delito.
Entre 1965 y 1970 se desató una feroz persecución contra el marginalismo con la mobilización para la Zafra de los Diez Millones, Esto se llamó la Ofensiva Revolucionaria, y de allí surgieron los campos de concentración de la UMAP (1965-1968), el Servicio Militar Obligatorio, etc.
La década de 1970 fué de crecimiento economico. Esto fortaleció al Estado Totalitario a través de varios mecanismos; primero un cierto aumento del nivel de consumo de la población; segundo, una mayor capacidad represiva, y tercero un aumento en la movilidad social por medio de un limitado ingreso a los escalones bajos y medios de la élite como resultado del aumento del aparato burocrático.
En 1980 el gobierno intentó expulsar del país a todo el sector marginal durante el Exodo del Mariel (escoria), pero la década del 80 fué el preámbulo del derrumbe del sistema comunista a nivel mundial.
El proceso de desmantelamiento del Estado Totalitario en el bloque soviético llevó a la liquidación de las dictaduras en Europa Oriental y en la Unión Sovietica entre 1989 y 1991; sin embargo en China no fue así: se preservó la dictadura de partido único y se llegó a un pacto social basado en el crecimiento económico; un proceso que se desarrolló entre 1978 y 1992 aproximadamente.
La desaparición de la URSS súbitamente, precipitó a Cuba en una crisis económica sin precedentes, mayor que la de 1930-34. Entre 1991 y 1994, el intercambio comercial cayó en casi un 80 % mientras que el Producto Interno Bruto se contrajo en un 34.8 % con respecto a 1989. Se entraba en lo que el gobierno denominó “Periodo especial en tiempos de paz”. Semejante catástrofe económica prácticamente desintegró el Estado Totalitario.
Las medidas de política económica que tuvieron que tomar fueron resultado de la posibilidad real de la caída del régimen: (a) Se autorizan las inversiones de capital extranjero y creación de empresas mixtas (b) Se autoriza el trabajo por cuenta propia (c) Se despenaliza el uso del dólar (d) Se crea un mercado especial formado por tiendas para la recaudación de divisas (e) Se autoriza el funcionamiento de mercados agropecuarios e industriales en el que los productores privados pueden concurrir con sus productos (f) Promoción del turismo internacional.
El gobierno, para poder sostener niveles artificiales de pleno empleo tratando de mantener control sobre la población, en una situación de casi parálisis de la producción, provocó un incremento acelerado del déficit presupuestal y de la emisión monetaria. El Estado Totalitario había perdido el control absoluto sobre los factores de producción así como sobre la distribución de los bienes y servicios, y una cada vez mayor porción de la sociedad cubana dejaba de depender del Estado para poder vivir. Perdía su capacidad de otorgar beneficios y privilegios, y por tanto perdía aceleradamente el control político sobre la sociedad que alcanzaba cada vez mayor autonomía. Una economía donde imperaban las relaciones monetario-mercantiles crecía haciéndole competencia a la economía totalitaria del privilegio y del poder, mientras la ideología que lo sustentaba caía en total desprestigio internacional, y los mecanismos de control social se convertían en irrelevantes para un sector cada vez más extendido de la población.
La marginalidad ya no solo se alimentaba del trabajo por cuenta propia, legalizado, y el desvío de recusos, sino que sumaba ahora una fuente de ingresos muy poderosa; las remesas familiares en dólares, y el acceso directo a los extranjeros consumiendo bienes y servicios proveídos por el sector marginal. Se estaba creando una economía del dólar paralela a la debilitada economía del privilegio que sustentaba el Estado Totalitario.
La crisis económica no solo dio lugar a un retroceso del Estado Totalitario, sino que también rebasó los límites económicos, sociales e ideológicos repercutiendo en la esfera política; se amplió la disidencia en tanto un sector de la misma se convierte en oposición, y además tuvo lugar un limitado estallido popular espontáneo en agosto de 1994; el llamado “maleconazo”.
Parecía en aquellos momentos que el régimen podía colapsar, sin embargo, no fue así. El marginalismo absorbió gran parte de la energía social que liberó la tremenda catástrofe económica, y otra parte la absorbe el éxodo de balseros aceptado por el gobierno norteamericano para aliviar la presión que amenazaba con desestabilizar definitivamente a la dictadura de Castro, mientras una pequeña parte de esta energía se materializa en oposición política.(PS: Mañana podrá leer la segunda parte de este ensayo)
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