Carlos Andrés Pérez y el crimen de Barbados
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Carlos Andrés Pérez y el crimen de Barbados
Carlos Andrés Pérez y el crimen de Barbados
Enviado por ei en diciembre 27, 2010 – 22:51 pm
Luis T. Panero
El deceso del ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez (Miami, diciembre 25 de 2010) pone sobre el tapete su pacto de sangre con su asesor de seguridad premuerto, Orlando García (Miami, julio 24 de 2005), sobre la voladura del avión cubano en Barbados. Ambos se llevaron a la tumba lo que sabían, aunque la periodista Ann Louise Bardach narra que García habría confiado a Antonio Veciana que Luis Posada Carriles era responsable, pero luego habría revelado a su hijo, Rolando García, que todos eran responsables. En el funeral mismo de García, Carlos Andrés echó la culpa a Castro.
Académicos de los EE. UU. y ex alumnos de la Universidad de Miami esgrimieron hace poco contra Orlando Bosch el mismo memorando (octubre 14, 1976) del FBI que la cancillería de Castro viene agitando desde que fue desclasificado, pues refleja que alguien oyó a decir a Posada: «Vamos a golpear a un avión cubano. Orlando tiene todos los detalles». Para incriminar a Bosch conviene llegar hasta ahí. Al seguir leyendo uno se entera de que el informante de oídas no sabía quién era «Orlando» y sobreviene así la duda razonable de que Posada pudo estarse refiriendo a Orlando García.
Ricardo «El Mono» Morales, a quien Orlando García había procurado la ciudadanía venezolana y la jefatura de contrainteligencia de la Dirección de Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), reveló en confianza (octubre 24, 1976) a su amigo Raúl Díaz, detective de la Oficina de Investigaciones del Crimen Organizado en Miami, que había gente «del gobierno de Venezuela involucrada en la voladura del avión» y si Posada hablaba, we’ll have our own Watergate.
Lo cierto es que García y Morales recibieron en Venezuela a Bosch como huésped VIP (septiembre 8, 1976) y al mes siguiente Morales procedía a detenerlo por orden de García bajo sospecha de haber tomado parte en la voladura del avión cubano en Barbados. Y cuando la jueza de la jurisdicción ordinaria Delia Estaba Moreno se declaró incompetente (agosto 13, 1977) para conocer el caso, el expediente tenía que pasar a la jurisdicción militar, previa consulta al presidente de la república (Código de Justicia Militar, artículo 224), y Carlos Andrés Pérez demoró casi un año en evacuar el trámite.
Bosch había tachado ya de traidor a Carlos Andrés por pactar con Castro después de haberlo hecho con él (Miami News, junio 10 de 1977) y aun se declararía en huelga de hambre, por la «lentitud del proceso judicial» (The Miami Herald, febrero 16, 1978). El fiscal militar José Moros González acabó por formular cargos y pedir 26 años de cárcel para Bosch (julio 28, 1978), pero no pudo sostener la acusación y solicitó la absolución (septiembre 17, 1980), ya bajo la presidencia de Luis Herrera Campins.
La periodista Alicia Herrera se había esfumado de Venezuela, después de visitar por última vez (abril 19, 1980) a Bosch en su celda, y guardó silencio sobre «lo del avión» hasta que el Consejo de Guerra acogió la solicitud del fiscal y dictó sentencia absolutoria (septiembre 26, 1980). Entonces ella reapareció en Ciudad México (septiembre 29) y dio «conferencia de prensa» para acusar al presidente Herrera Campins de manipular el expediente judicial con el propósito de absolver «a cuatro criminales convictos y confesos».
Las confesiones habrían sido a ella misma y darían pie al libro Pusimos la bomba, ¿y qué? (1981), donde Alicia Herrera encumbró a Carlos Andrés frente a Herrera Campins. Solo que al volverse Carlos Andrés contra Castro, Ricardo Alarcón precisaría que Alicia Herrera tuvo que re-editar su libro para señalar que los acusados de la voladura del avión salen absueltos porque «la gente de Carlos Andrés altera el expediente judicial». Así, el mandatario venezolano fallecería con sendas tachas de traidor por las banderías de Bosch y Castro.
-Foto: Mensaje de Fidel Castro a Carlos Andrés Pérez luego del malogrado golpe de Estado (febrero 3-4, 1992) del coronel Hugo Chávez © Noticiero Digital.
-Nota: La bandería de Castro encargó al «investigador especializado» José Luis Méndez buscar el eslabón perdido del crimen de Barbados y Méndez alega haberlo encontrado ya: Gustavo «El Cojo» Castillo.
http://eichikawa.com/2010/12/carlos-andres-perez-y-el-crimen-de-barbados.html
Enviado por ei en diciembre 27, 2010 – 22:51 pm
Luis T. Panero
El deceso del ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez (Miami, diciembre 25 de 2010) pone sobre el tapete su pacto de sangre con su asesor de seguridad premuerto, Orlando García (Miami, julio 24 de 2005), sobre la voladura del avión cubano en Barbados. Ambos se llevaron a la tumba lo que sabían, aunque la periodista Ann Louise Bardach narra que García habría confiado a Antonio Veciana que Luis Posada Carriles era responsable, pero luego habría revelado a su hijo, Rolando García, que todos eran responsables. En el funeral mismo de García, Carlos Andrés echó la culpa a Castro.
Académicos de los EE. UU. y ex alumnos de la Universidad de Miami esgrimieron hace poco contra Orlando Bosch el mismo memorando (octubre 14, 1976) del FBI que la cancillería de Castro viene agitando desde que fue desclasificado, pues refleja que alguien oyó a decir a Posada: «Vamos a golpear a un avión cubano. Orlando tiene todos los detalles». Para incriminar a Bosch conviene llegar hasta ahí. Al seguir leyendo uno se entera de que el informante de oídas no sabía quién era «Orlando» y sobreviene así la duda razonable de que Posada pudo estarse refiriendo a Orlando García.
Ricardo «El Mono» Morales, a quien Orlando García había procurado la ciudadanía venezolana y la jefatura de contrainteligencia de la Dirección de Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), reveló en confianza (octubre 24, 1976) a su amigo Raúl Díaz, detective de la Oficina de Investigaciones del Crimen Organizado en Miami, que había gente «del gobierno de Venezuela involucrada en la voladura del avión» y si Posada hablaba, we’ll have our own Watergate.
Lo cierto es que García y Morales recibieron en Venezuela a Bosch como huésped VIP (septiembre 8, 1976) y al mes siguiente Morales procedía a detenerlo por orden de García bajo sospecha de haber tomado parte en la voladura del avión cubano en Barbados. Y cuando la jueza de la jurisdicción ordinaria Delia Estaba Moreno se declaró incompetente (agosto 13, 1977) para conocer el caso, el expediente tenía que pasar a la jurisdicción militar, previa consulta al presidente de la república (Código de Justicia Militar, artículo 224), y Carlos Andrés Pérez demoró casi un año en evacuar el trámite.
Bosch había tachado ya de traidor a Carlos Andrés por pactar con Castro después de haberlo hecho con él (Miami News, junio 10 de 1977) y aun se declararía en huelga de hambre, por la «lentitud del proceso judicial» (The Miami Herald, febrero 16, 1978). El fiscal militar José Moros González acabó por formular cargos y pedir 26 años de cárcel para Bosch (julio 28, 1978), pero no pudo sostener la acusación y solicitó la absolución (septiembre 17, 1980), ya bajo la presidencia de Luis Herrera Campins.
La periodista Alicia Herrera se había esfumado de Venezuela, después de visitar por última vez (abril 19, 1980) a Bosch en su celda, y guardó silencio sobre «lo del avión» hasta que el Consejo de Guerra acogió la solicitud del fiscal y dictó sentencia absolutoria (septiembre 26, 1980). Entonces ella reapareció en Ciudad México (septiembre 29) y dio «conferencia de prensa» para acusar al presidente Herrera Campins de manipular el expediente judicial con el propósito de absolver «a cuatro criminales convictos y confesos».
Las confesiones habrían sido a ella misma y darían pie al libro Pusimos la bomba, ¿y qué? (1981), donde Alicia Herrera encumbró a Carlos Andrés frente a Herrera Campins. Solo que al volverse Carlos Andrés contra Castro, Ricardo Alarcón precisaría que Alicia Herrera tuvo que re-editar su libro para señalar que los acusados de la voladura del avión salen absueltos porque «la gente de Carlos Andrés altera el expediente judicial». Así, el mandatario venezolano fallecería con sendas tachas de traidor por las banderías de Bosch y Castro.
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http://eichikawa.com/2010/12/carlos-andres-perez-y-el-crimen-de-barbados.html
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