Seguro que no lo conocéis..
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Seguro que no lo conocéis..
Seguro que no lo conocéis.... yo sé de su historia hace mucho, hoy se habló en casa, y he buscado algo para poner, quien quiera más... que navegue e la red
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/04/26/madrid/1366997725_728628.html
Este hombre grandullón, de patillas puntiagudas, un aro en la oreja y
perilla coqueta es el bisnieto de Melchor Rodríguez, el anarquista que
salvó la vida a miles de personas, la mayoría fascistas, durante la
Guerra Civil. De él ha heredado “el poco pelo, pero que no se cae” y la
pasión por el anarquismo. Rubén Buren, madrileño de 38 años, habla y
habla sobre la Guerra Civil —que conoce al dedillo— desde el salón de su
casa, un humilde bajo en Marqués de Vadillo (Madrid). “En mi familia
somos muy dignos, pero pobres como ratas”, dice con un guiño Buren, que
también ha heredado de su bisabuelo la alegría de vivir.
A pesar de su gesta, la figura de Melchor Rodríguez —al que apodaron
para disgusto de este ateo El Ángel Rojo— no es muy conocida y apenas ha
sido reivindicada. “Nombrar a Melchor supone hablar de la represión
republicana”, dice Buren. “La izquierda no quiere a Melchor porque le
resulta un personaje incómodo. Y la derecha lo utiliza para resaltar la
represión republicana, cuando ellos eran auténticos aniquiladores”.
Su bisnieto pone a Miles Davis y prosigue su relato: “De pequeño, yo
sabía que en mi familia teníamos a un héroe que había salvado muchas
vidas, pero del que no podíamos hablar en público. A mi abuela, Amapola,
a la que su padre llamó así por la flor más bella y silvestre, no le
gustaba contar. Y mi bisabuela, Paca, solo quería olvidar la guerra.
Años más tarde, siendo adolescente, y a pesar de que mi familia era
atea, me apunté a Confirmación porque me gustaban dos chicas. Un día
discutí con el formador y me echó por anarquista. Llegué a casa y se lo
conté a mi padre, y me di cuenta de que sí, de que yo era anarquista. A
partir de ahí le decía a mi abuela: ‘Amapola, soy anarquista’. Y ella:
‘¡Eres un burgués!’. Y yo volvía: ‘Amapola, ¡soy anarquista!’. Y ella:
‘¡Burgués!”.
Tras un bombardeo miles intentan asaltar una cárcel pero los frena
Melchor Rodríguez nació en Triana (Sevilla) en 1893, hijo de una
empleada de una fábrica de tabaco y de un maquinista del puerto. Cuando
tenía 10 años, su padre murió en un accidente laboral, y con dos
hermanos pequeños tuvo que ponerse a trabajar.
Fue calderero, ebanista y, por pasión, torero. “Pero somos muy
cabezones, y un día, en Madrid, un toro le enganchó. Él tiró el capote y
se lio a darle bofetones al toro. Bestia contra bestia, tituló un
periódico”, dice Buren. “Luego, tras ingresar en la CNT, renegará de los
toros, entiende que es un pasatiempo burgués”.
En 1920, durante una huelga del sindicato de la madera y carroceros,
del que era secretario, lo detienen y acaba en prisión, cuyos suelos
pisaría a partir de entonces en múltiples ocasiones. Huye a Madrid y
conoce a una bailaora, Paca Muñoz. “Se casaron como anarquistas. Yo te
quiero, ¿tú me quieres? Pues ya estamos casados”, dice Buren.
Rubén Buren, en su casa, delante de una foto de sus bisabuelos, Melchor Rodríguez y Paca Muñoz. / claudio álvarez
Cuando estalló la guerra, Melchor era ya un anarquista humanista
convencido del grupo de los Libertos. Recoge a decenas de personas mal
fusiladas de las cunetas —“a un fascista lo salvó haciéndose una
transfusión para entregarle su sangre”—, rescata a detenidos en las
checas republicanas y refugia en su vivienda, el ocupado palacio de
Viana, a cientos de fascistas, religiosos y también, aunque menos, a
comunistas. Hasta 30 personas llegó a tener alojadas.
Melchor, que conoce bien las cárceles de todos los regímenes, se
ofrece para dirigir sin cobrar las madrileñas. El anarquista García
Oliver, ministro de Justicia, se niega, pero más tarde se lo acaba
pidiendo. Entre noviembre de 1936 y febrero de 1937 es nombrado delegado
especial de Prisiones. “Restituye a los funcionarios, que habían sido
sustituidos por milicianos, y prohíbe que los prisioneros salgan por la
noche, terminando con las sacas y los fusilamientos en Paracuellos, una
idea soviética aplicada por Carrillo, al que considera el auténtico
enemigo, el enemigo interno, que es casi peor que el otro”, dice su
bisnieto. “Lleva la moral hasta un punto… ¿Quién discute con un tío
así?”, se pregunta. “Los comunistas y muchos anarquistas lo odian. Pero
Melchor cree que el hombre vale más que sus ideas. ‘Al enemigo en el
frente, pero en la retaguardia no’, creía. O más a las claras: ‘Tú eres
un hijo de puta y yo no quiero ser como tú, por eso te dejo con vida”.
En 1939 es el último regidor y entrega la ciudad a los franquistas
El 6 de diciembre de 1936, tras un mortífero bombardeo de los
fascistas, miles de personas desesperadas acuden a la cárcel de Alcalá
con intención de matar a los presos, 1.532 personas, entre ellos el
militar Agustín Muñoz Grandes, los falangistas Raimundo Fernández-Cuesta
y Rafael Fernández-Cuesta, los cuatro hermanos Luca de Tena, Serrano
Súñer (cuñado de Franco), Martín Artajo, el portero Ricardo Zamora o el
locutor Bobby Deglané. “Melchor se sube a un camión y se pone a hablar
de esa manera tan curtida, con mucho carácter, y logra convencerles de
que los dejen vivir”, dice Buren. Según escribe Alfonso Domingo, su
biógrafo: “Lo suyo es la palabra, el verbo crudo de explotado, el grito
de los parias de la tierra, pero eso sí, florido”.
Rodríguez en la cárcel Modelo en 1932.
En el salón hay varios cuadros fantasiosos del propio Buren, que es
artista. “Me encanta la vida, es muy divertida. Intento ser feliz, que
es lo más anarquista que hay. La anarquía no es un fin, es un norte a
seguir. Y, por supuesto, no voto. Desde Alfonso XII no ha habido casi
cambios”. Ha sido cantautor en el grupo Cantad, Cantad, Malditos; luego
pasó al dúo Desakordes y más recientemente ha formado una banda de jazz y
coplas. “Con la crisis dejé de vender cuadros y la empresa con la que
organizaba los conciertos quebró, así que me he puesto a escribir”.
Redactó la obra de teatro La entrega de Madrid, sobre un
momento de la vida de su bisabuelo, y ganó en 2010 la Mención Especial
del Premio Lope de Vega. Tras fallecer Amapola, hace un año, montó la
obra con actores jóvenes, que ha estado este mes de abril en cartel (hoy por última tarde) en la madrileña Sala Mirador.
Tras la guerra, Melchor pasó cinco años en el penal de Santa María
(Cádiz). “Perdió los dientes, pero al menos logró una cama”, cuenta su
bisnieto. Cuando sale de la cárcel, vuelve a la CNT, ilegalizada. “Los
fascistas le ofrecen montar el sindicato vertical, pero, por supuesto,
se niega. Y va malviviendo vendiendo seguros. Se dedica sobre todo a
salvar a republicanos, muchos de ellos encarcelados y en muy malas
condiciones. En el 72 muere de muerte natural, dos años antes de que yo
naciera”. Entonces había rehecho su vida con la viuda de un compañero de
sus años de torero, porque tras la guerra Paca lo dejó, “no pudo
aguantar su dedicación a la política. Lo enterraron envuelto en la
bandera anarquista, el único en toda la guerra. Y en su entierro
cantaron A las barricadas y se rezó un Padrenuestro”.
La obra de teatro de su bisnieto termina con uno de los momentos más
amargos y en cierto modo heroicos de su bisabuelo. En 1939 es el último
regidor de Madrid y entrega la ciudad a los ganadores, al reportero
fascista Caballero Audaz. Pone todo su amor a la vida en su discurso de
perdedor: “Pueblo de Madrid: honesto y sufrido, leal y valeroso, se
acercan momentos muy difíciles que pondrán a prueba nuestra entereza y
nuestro corazón, hecho ya a los sinsabores y vaivenes de una guerra que
dura ya demasiado tiempo y que está a punto de acabar. (…) En unos
minutos voy a hacer entrega de esta heroica ciudad a los que han sido
nuestros enemigos. Ya se ha sufrido mucho en esta ciudad mártir, que
pasará a la historia habiendo dado una muestra inaudita de sacrificio.
Madrileños, ¡hagamos frente a la adversidad con juicio! ¡Vivamos y recuperémonos de la guerra!… Vivamos, vivamos…”.
Como se puede ver, mitad y mitad..... hacen un "todo".
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/04/26/madrid/1366997725_728628.html
Este hombre grandullón, de patillas puntiagudas, un aro en la oreja y
perilla coqueta es el bisnieto de Melchor Rodríguez, el anarquista que
salvó la vida a miles de personas, la mayoría fascistas, durante la
Guerra Civil. De él ha heredado “el poco pelo, pero que no se cae” y la
pasión por el anarquismo. Rubén Buren, madrileño de 38 años, habla y
habla sobre la Guerra Civil —que conoce al dedillo— desde el salón de su
casa, un humilde bajo en Marqués de Vadillo (Madrid). “En mi familia
somos muy dignos, pero pobres como ratas”, dice con un guiño Buren, que
también ha heredado de su bisabuelo la alegría de vivir.
A pesar de su gesta, la figura de Melchor Rodríguez —al que apodaron
para disgusto de este ateo El Ángel Rojo— no es muy conocida y apenas ha
sido reivindicada. “Nombrar a Melchor supone hablar de la represión
republicana”, dice Buren. “La izquierda no quiere a Melchor porque le
resulta un personaje incómodo. Y la derecha lo utiliza para resaltar la
represión republicana, cuando ellos eran auténticos aniquiladores”.
Su bisnieto pone a Miles Davis y prosigue su relato: “De pequeño, yo
sabía que en mi familia teníamos a un héroe que había salvado muchas
vidas, pero del que no podíamos hablar en público. A mi abuela, Amapola,
a la que su padre llamó así por la flor más bella y silvestre, no le
gustaba contar. Y mi bisabuela, Paca, solo quería olvidar la guerra.
Años más tarde, siendo adolescente, y a pesar de que mi familia era
atea, me apunté a Confirmación porque me gustaban dos chicas. Un día
discutí con el formador y me echó por anarquista. Llegué a casa y se lo
conté a mi padre, y me di cuenta de que sí, de que yo era anarquista. A
partir de ahí le decía a mi abuela: ‘Amapola, soy anarquista’. Y ella:
‘¡Eres un burgués!’. Y yo volvía: ‘Amapola, ¡soy anarquista!’. Y ella:
‘¡Burgués!”.
Tras un bombardeo miles intentan asaltar una cárcel pero los frena
Melchor Rodríguez nació en Triana (Sevilla) en 1893, hijo de una
empleada de una fábrica de tabaco y de un maquinista del puerto. Cuando
tenía 10 años, su padre murió en un accidente laboral, y con dos
hermanos pequeños tuvo que ponerse a trabajar.
Fue calderero, ebanista y, por pasión, torero. “Pero somos muy
cabezones, y un día, en Madrid, un toro le enganchó. Él tiró el capote y
se lio a darle bofetones al toro. Bestia contra bestia, tituló un
periódico”, dice Buren. “Luego, tras ingresar en la CNT, renegará de los
toros, entiende que es un pasatiempo burgués”.
En 1920, durante una huelga del sindicato de la madera y carroceros,
del que era secretario, lo detienen y acaba en prisión, cuyos suelos
pisaría a partir de entonces en múltiples ocasiones. Huye a Madrid y
conoce a una bailaora, Paca Muñoz. “Se casaron como anarquistas. Yo te
quiero, ¿tú me quieres? Pues ya estamos casados”, dice Buren.
Rubén Buren, en su casa, delante de una foto de sus bisabuelos, Melchor Rodríguez y Paca Muñoz. / claudio álvarez
Cuando estalló la guerra, Melchor era ya un anarquista humanista
convencido del grupo de los Libertos. Recoge a decenas de personas mal
fusiladas de las cunetas —“a un fascista lo salvó haciéndose una
transfusión para entregarle su sangre”—, rescata a detenidos en las
checas republicanas y refugia en su vivienda, el ocupado palacio de
Viana, a cientos de fascistas, religiosos y también, aunque menos, a
comunistas. Hasta 30 personas llegó a tener alojadas.
Melchor, que conoce bien las cárceles de todos los regímenes, se
ofrece para dirigir sin cobrar las madrileñas. El anarquista García
Oliver, ministro de Justicia, se niega, pero más tarde se lo acaba
pidiendo. Entre noviembre de 1936 y febrero de 1937 es nombrado delegado
especial de Prisiones. “Restituye a los funcionarios, que habían sido
sustituidos por milicianos, y prohíbe que los prisioneros salgan por la
noche, terminando con las sacas y los fusilamientos en Paracuellos, una
idea soviética aplicada por Carrillo, al que considera el auténtico
enemigo, el enemigo interno, que es casi peor que el otro”, dice su
bisnieto. “Lleva la moral hasta un punto… ¿Quién discute con un tío
así?”, se pregunta. “Los comunistas y muchos anarquistas lo odian. Pero
Melchor cree que el hombre vale más que sus ideas. ‘Al enemigo en el
frente, pero en la retaguardia no’, creía. O más a las claras: ‘Tú eres
un hijo de puta y yo no quiero ser como tú, por eso te dejo con vida”.
En 1939 es el último regidor y entrega la ciudad a los franquistas
El 6 de diciembre de 1936, tras un mortífero bombardeo de los
fascistas, miles de personas desesperadas acuden a la cárcel de Alcalá
con intención de matar a los presos, 1.532 personas, entre ellos el
militar Agustín Muñoz Grandes, los falangistas Raimundo Fernández-Cuesta
y Rafael Fernández-Cuesta, los cuatro hermanos Luca de Tena, Serrano
Súñer (cuñado de Franco), Martín Artajo, el portero Ricardo Zamora o el
locutor Bobby Deglané. “Melchor se sube a un camión y se pone a hablar
de esa manera tan curtida, con mucho carácter, y logra convencerles de
que los dejen vivir”, dice Buren. Según escribe Alfonso Domingo, su
biógrafo: “Lo suyo es la palabra, el verbo crudo de explotado, el grito
de los parias de la tierra, pero eso sí, florido”.
Rodríguez en la cárcel Modelo en 1932.
En el salón hay varios cuadros fantasiosos del propio Buren, que es
artista. “Me encanta la vida, es muy divertida. Intento ser feliz, que
es lo más anarquista que hay. La anarquía no es un fin, es un norte a
seguir. Y, por supuesto, no voto. Desde Alfonso XII no ha habido casi
cambios”. Ha sido cantautor en el grupo Cantad, Cantad, Malditos; luego
pasó al dúo Desakordes y más recientemente ha formado una banda de jazz y
coplas. “Con la crisis dejé de vender cuadros y la empresa con la que
organizaba los conciertos quebró, así que me he puesto a escribir”.
Redactó la obra de teatro La entrega de Madrid, sobre un
momento de la vida de su bisabuelo, y ganó en 2010 la Mención Especial
del Premio Lope de Vega. Tras fallecer Amapola, hace un año, montó la
obra con actores jóvenes, que ha estado este mes de abril en cartel (hoy por última tarde) en la madrileña Sala Mirador.
Tras la guerra, Melchor pasó cinco años en el penal de Santa María
(Cádiz). “Perdió los dientes, pero al menos logró una cama”, cuenta su
bisnieto. Cuando sale de la cárcel, vuelve a la CNT, ilegalizada. “Los
fascistas le ofrecen montar el sindicato vertical, pero, por supuesto,
se niega. Y va malviviendo vendiendo seguros. Se dedica sobre todo a
salvar a republicanos, muchos de ellos encarcelados y en muy malas
condiciones. En el 72 muere de muerte natural, dos años antes de que yo
naciera”. Entonces había rehecho su vida con la viuda de un compañero de
sus años de torero, porque tras la guerra Paca lo dejó, “no pudo
aguantar su dedicación a la política. Lo enterraron envuelto en la
bandera anarquista, el único en toda la guerra. Y en su entierro
cantaron A las barricadas y se rezó un Padrenuestro”.
La obra de teatro de su bisnieto termina con uno de los momentos más
amargos y en cierto modo heroicos de su bisabuelo. En 1939 es el último
regidor de Madrid y entrega la ciudad a los ganadores, al reportero
fascista Caballero Audaz. Pone todo su amor a la vida en su discurso de
perdedor: “Pueblo de Madrid: honesto y sufrido, leal y valeroso, se
acercan momentos muy difíciles que pondrán a prueba nuestra entereza y
nuestro corazón, hecho ya a los sinsabores y vaivenes de una guerra que
dura ya demasiado tiempo y que está a punto de acabar. (…) En unos
minutos voy a hacer entrega de esta heroica ciudad a los que han sido
nuestros enemigos. Ya se ha sufrido mucho en esta ciudad mártir, que
pasará a la historia habiendo dado una muestra inaudita de sacrificio.
Madrileños, ¡hagamos frente a la adversidad con juicio! ¡Vivamos y recuperémonos de la guerra!… Vivamos, vivamos…”.
Como se puede ver, mitad y mitad..... hacen un "todo".
Mar- Cantidad de envíos : 2823
Fecha de inscripción : 05/04/2010
Edad : 68
Localización : Madrid
Re: Seguro que no lo conocéis..
El ángel rojo.....ainnnsss si supierais..
http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=melchor%20rodr%C3%ADguez%2C%20el%20anarquista%20&source=web&cd=4&cad=rja&ved=0CEoQFjAD&url=http%3A%2F%2Felpais.com%2Felpais%2F2009%2F01%2F10%2Factualidad%2F1231579026_850215.html&ei=24p9UduTC426hAfXkoHwBQ&usg=AFQjCNEG8-El1NZot_aK9unPcOPJQPIVLA
http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=melchor%20rodr%C3%ADguez%2C%20el%20anarquista%20&source=web&cd=4&cad=rja&ved=0CEoQFjAD&url=http%3A%2F%2Felpais.com%2Felpais%2F2009%2F01%2F10%2Factualidad%2F1231579026_850215.html&ei=24p9UduTC426hAfXkoHwBQ&usg=AFQjCNEG8-El1NZot_aK9unPcOPJQPIVLA
Mar- Cantidad de envíos : 2823
Fecha de inscripción : 05/04/2010
Edad : 68
Localización : Madrid
Re: Seguro que no lo conocéis..
Primera vez que leo esos nombres, pero toda historia m parece interesante.
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Azali- Admin
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Fecha de inscripción : 27/10/2008
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