¡Pa’trás, ni pa’ coger impulso!---Mirian Celaya

¡Pa’trás, ni pa’ coger impulso!



Septiembre 5, 2009 at 17:56 · Clasificados en Sin Evasión


Me llamó la atención un cintillo titular publicado en la página 5 del Granma (miércoles, 2 de septiembre de 2009). Allí decía: De la prensa de Miami, y seleccionaba fragmentos de tres cartas de la sección de correspondencia del Miami Herald del lunes 31 de agosto, en la que se refleja el malestar y los reclamos de residentes de esa ciudad de La Florida por el aumento de los impuestos de las casas, del agua, de la electricidad, de los seguros médicos, de los alimentos, de la gasolina, a la vez que disminuyen los salarios o aumentan las cifras de desempleados. Dice uno de los firmantes que Miami se va al caos, mientas otra declara jocosamente que –de tener la posibilidad de llenar el tanque de gasolina de su carro- se iría a vivir a Ontario, a ver si Canadá le da un respiro.
Muy gracioso el Granma al preocuparse en publicar lo que le conviene del Miami Herald: quiere mostrarnos lo mala que está la situación en la ciudad meca del exilio cubano. Y sabemos que por allá la cosa está difícil, que la crisis se está haciendo sentir y que la gente sencilla siempre es la que carga el mayor peso; algunos amigos que tenemos por aquellos lares nos han contado de las dificultades que afrontan. Pero, aunque el Granma –como es habitual– se regocija de la desgracia ajena, sobre todo si la sufren cubanos huidos de la plantación antillana, no cae en la cuenta de que en su insidia está el reconocimiento de su fracaso: los que en esa correspondencia se quejan en Miami no añoran ni manifiestan en ningún momento el arrepentimiento por haberse marchado de aquí o el deseo del regreso a este hueco negro. Queda claro que allí se considera hasta la posibilidad de marchar al gélido Canadá… pero por nada del mundo un retorno al “paraíso tropical” antillano. De hecho, el tambaleante tinglado de los Castro no es una opción ni siquiera para los haitianos que huyen de su tierra y recalan en esta Isla-pesadilla que se atraviesa caprichosamente en su camino al sueño. Otro detalle es que hoy por hoy son esos mismos emigrados cubanos de Miami una de las principales fuentes de ingreso del gobierno de la Isla, remesas familiares mediante, a las que impone un oneroso gravamen: ganancia neta; así pues, ¿de qué se alegra? Es esta una posición que recuerda un conocido cuento de Pepito acerca de la naturaleza del envidioso, que se resume poco más o menos de esta manera: “No quiero estar bien, como tú; sino que tú estés tan jodido como yo”.
Entretanto, muchos cubanos de Miami enfrentan la crisis de mil maneras; pero con toda seguridad, cuando recuerdan su vida pasada en la tierra natal, piensan para sí mismos: “¡Primero muerto, solavaya; pa’trás, ni pa’ coger impulso!”.